“Resulta realmente extraño ver, en un pueblo eminentemente agrario, como el nuestro, y cuya razón de ser se encuentra precisamente en su origen tracio-romana, que, de la noche a la mañana, las teorías sobre el hombre y el Estado hacen del dinero internacional y de su posesión la única medida para establecer la importancia que un hombre pueda tener en la vida del Estado. También resulta extraño que un pueblo, que pasó a duras penas de ser un pueblo de pastores a ser un pueblo de agricultores, introdujo instituciones tomadas de los estados occidentales, que estos, ricos en industria y con una tradición de desarrollo económico, apenas se permiten mantener. El cálculo más simple podría demonstrar que el poder de producción de la nación rumana no creció, que no era posible crecer al ritmo de los gastos que supusieron las formas de civilización extranjera introducidas sin discernimiento en nuestro país… ¿ Se multiplicaron por diez o por cien los ingresos del rumano como para poder pagar instituciones cien veces más caras? Claro que no. La clase productora empeoró; los grandes propietarios y los campesinos se empobrecieron; las pequeñas industrias, las artesanías desaparecieron por completo - y las clases no productoras - el proletariado de la pluma, los hombres que garabatean dos líneas sobre el papel y aspiran a hacerse diputados y ministros, y los abogados, que se multiplicaron en el último período, conducen a la opinión pública y hacen feliz a la nación cada día, sobre el papel.” Mihai Eminescu (1850–1889) poeta del romántico tardío Sin fuentes Política De vida , De fe , De arte , De hombres
“Todo es cadena, trampa; enderezándose con una violencia amenazante que el público aplaude mientras el reciario retrocede un paso por primera vez, Marco elige el único camino, la confusión y el sudor y el olor a sangre, la muerte frente a él que hay que aplastar; alguien lo piensa por él detrás de la máscara sonriente, alguien que lo ha deseado por sobre el cuerpo de un tracio agonizante. «El veneno», se dice Irene, «alguna vez encontraré el veneno, pero ahora acéptale la copa de vino, sé la más fuerte, espera tu hora».” Julio Cortázar libro Todos los fuegos el fuego Todos los fuegos el fuego De muerte , Camino , Hora , Vino
“Ya que lavada estuvo, y con las manos que lamidas tuvo, de su ropa de martas aliñada, cantó un soneto en voz medio formada en la arteria vocal con tanta gracia como pudiera el músico de Tracia; de suerte que cualquiera que la oyera, que era solfa gatuna conociera, con algunos cromáticos disones, que se daban al diablo los ratones. Asomábase ya la Primavera” Félix Lope de Vega y Carpio libro La Gatomaquia La Gatomaquia De música , Primavera , Ropa , Canto