Salud y enfermedades

“Si me dan a elegir entre la tristeza y la soledad, me quedo con la tristeza.”

“Yo no soy nadie para creerme más que tú, solo te cuento que el rap fue lo que salvó mi juventud.”

“Las brujas que desde mi infancia me han acompañado, me escoltarán hasta las mismas puertas del infierno.”

“Mi padre, al irse, le regaló medio siglo a mi infancia.”

“Disponer de una infancia mágica es la fuerza del débil.”

“Sin autoridad, ¿quién da la regla? ¿Quién la ejecuta? Y sin regla ni poder que la haga cumplir; ¿hay sociedad?”

“Sabiduría del cauto es atender a su conducta, la necedad de los tontos es engaño.”

“Cuando entre la sabiduría en tu corazón y la ciencia sea dulce para tu alma, velará sobre ti la reflexión y la prudencia te guardará, apartándote del mal camino, del hombre que propone planes perversos, de los que abandonan el recto sendero para ir por caminos tenebrosos, de los que se gozan en hacer el mal, se regocijan en la perversidad, cuyos senderos son tortuosos y sus sendas llenas de revueltas. Ella te apartará de la mujer ajena, de la extraña de melosas palabras, que ha dejado al amigo de su juventud y ha olvidado la alianza de su Dios;”

“Las culturas sexualmente progresivas nos dieron las matemáticas, la filosofía, la literatura, la civilización y el resto. En cambio las sociedades sexualmente restrictivas produjeron la Edad Media y el Holocausto.”

“¡Oh, soledad, alegre compañía de los tristes!”

“La moneda cayó por el lado de la soledad y el dolor”

“El amor es el gran refugio del hombre contra la soledad, la inmensa soledad que le han impuesto la naturaleza, la especie, las leyes eternas.”

“La soledad es no poder decirla.”

“La soledad es el imperio de la conciencia.”

“La soledad soy yo en compañía del pasado…”

“Tengo a mis amigos, en mi soledad, cuando estoy con ellos, qué lejos están.”

“Soledad lo que a mi me va, soledad a mi me da la vida.”

“A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.”

“El tiempo transcurrido en glorificar a Dios y en cuidar la salud del alma, no será nunca tiempo perdido. (San Pio de Pietrelcina, el "Padre Pio").”