Frases sobre mobiliario

Una colección de frases y citas sobre el tema del mobiliario, hombres, hombre, hombro.

Frases sobre mobiliario

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“Yo creo que, originariamente, el cerebro de una persona es como un pequeño ático vacío en el que hay que meter el mobiliario que uno prefiera. Las gentes necias amontonan en ese ático toda la madera que encuentran a mano, y así resulta que no queda espacio en él para los conocimientos que podrían serles útiles, o, en el mejor de los casos, esos conocimientos se encuentran tan revueltos con otra montonera de cosas, que les resulta difícil dar con ellos. Pues bien: el artesano hábil tiene muchísimo cuidado con lo que mete en elástico del cerebro. Solo admite en el mismo las herramientas que pueden ayudarlo a realizar su labor; pero de estas sí que tiene un gran surtido y lo guarda en el orden más perfecto. Es un error creer que la pequeña habitación tiene paredes elásticas y que puede ensancharse indefinidamente. Créame: llega un momento en que cada conocimiento nuevo que se agrega supone el olvido de algo que ya se conocía. Por consiguiente, es de la mayor importancia no dejar que los datos inútiles desplacen a los útiles.”

A Study in Scarlet
Variante: Yo creo que, originariamente, el cerebro de una persona es como un pequeño ático vacío en el que hay que meter el mobiliario que uno prefiera. Las gentes necias amontonan en ese ático toda la madera que encuentran a mano, y así resulta que no queda espacio en él para los conocimientos que podrían serles útiles, o, en el mejor de los casos, esos conocimientos se encuentran tan revueltos con otra montonera de cosas, que les resulta difícil dar con ellos. Pues bien: el artesano hábil tiene muchísimo cuidado con o que mete en el ático del cerebro. Solo admite en el mismo las herramientas que pueden ayudarle a realizar su labor; pero de estas sí que tiene un gran surtido y lo guarda en el orden más perfecto. Es un error el creer que la pequeña habitación tiene paredes elásticas y que puede ensancharse indefinidamente. Créame: llega un momento en que cada conocimiento nuevo que se agrega supone el olvido de algo que ya se conocía. Por consiguiente, es de la mayor importancia no dejar que los datos inútiles desplacen a los útiles.

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“La televisión digital era magia. Internet también. Incluso el coche del padre, la maquina con la que antes los chicos conseguían dominar por primera vez el mundo físico, ahora la controlaba un ordenador. El diagnostico de un fallo no implicaba ponerse a desmontar un motor y pringarse de aceite. En el concesionario, el coche se enchufaba a otro ordenador impenetrable.

Si al mobiliario técnico de la vida de Zach le pasaba algo —y en estos días las máquinas no chisporrotean encima de uno ni empiezan a soltar extraños bufidos ni se ponen a chillar—, a él nunca se le pasaría por la cabeza la idea de arreglarlo con sus propias manos. Para esas cosas había brujos, aunque el concepto mismo de reparación ya se había vuelto arcano; mucho más probable era ir a comprarse otra máquina que trabajaba mágicamente y que luego, mágicamente también, dejaba de funcionar.

En conjunto, la especie humana estaba volviéndose cada vez más autoritaria en lo tocante a los mecanismos del universo. Individualmente, la experiencia de la mayoría eran una impotencia y una falta de comprensión flagrantes. La gente vivía en un mundo de supersticiones. Se fiaba del vudú, de hechizos y fetiches, de bolas de cristal cuyos caprichos no se podían manejar pero sin los cuales el gobierno de la vida cotidiana se paralizaba. La fe en que el ordenador se encendería una vez más y haría lo que se le pedía tenía un tinte religioso más que racional. Cuando la pantalla se oscurecía, los dioses estaban enfadados.”

Lionel Shriver (1957) escritora estadounidense

So Much for That

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“También la naturaleza debería vivir su propia vida. Deberíamos evitar perturbarla con el colorido de nuestras casas y del mobiliario. De todas formas, deberíamos esforzarnos por conseguir establecer una mayor armonía entre naturaleza, vivienda y hombre.”

Mies Van der Rohe (1886–1969) arquitecto y diseñador alemán nacionalizado estadounidense (1886-1969), fue el último director de la Bauhaus

Fuente: [Muñoz Cosme], Alfonso. El proyecto de arquitectura: Concepto, proceso y representación, p. 63. Editorial Reverte, 2019. ISBN 8429193855, 9788429193855. https://books.google.es/books?hl=es&id=naeIDwAAQBAJ&q=wright#v=snippet&q=wright&f=false En Google Books. Consultado el 17 de diciembre de 2019.
Fuente: Christian [Norberg-Schulz], «Una conversación con Mies van der Rohe.» Baukunst und Werkform, n.º 13, 1958. Reproducido en Fritz [Neumeyer], Mies van der Rohe, la palabra sin artificio: reflexiones sobre arquitectura, 1922-1968 (1986); Madrid: El Croquis Editorial (1995), pp. 516-517.
Fuente: [Muñoz Cosme], Alfonso. El proyecto de arquitectura: Concepto, proceso y representación, p. 63. Editorial Reverte, 2019. ISBN 8429193855, 9788429193855. https://books.google.es/books?hl=es&id=naeIDwAAQBAJ&q=wright#v=snippet&q=wright&f=false En Google Books. Consultado el 17 de diciembre de 2019.

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“Diariamente, antes de sentarse en su escritorio, bendijo tanto la idea como el resultado, ya que les debía el cumplimiento de su más querido deseo: la posesión de una biblioteca bien surtida, en perfecto orden y consolidada por todos lados. En el que ningún artículo o mobiliario superfluo, ninguna persona innecesaria podría distraerlo de sus serios pensamientos.”

Original: «Daily, before he sat down to his writing desk, he blessed both the idea and it results, since he owed to them the fulfilment of his dearest wish: the possesion of a well-stocked library, in perfect order and enclosed on all sides, in wich no single superfluous article or furniture, no single superfluous person could lure him from his serious thoughts».
Fuente: Canetti, Elias. Auto de fe. Edición reimpresa. Editorial Random House, 2011. ISBN 9781446475492. p. 23.
Fuente: Auto de Fe, 1936.