“Los cuatro hermanos Quiñonesa la lucha se aprestaron,y al correr de sus bridonescomo cuatro exhalacioneshasta el castillo llegaron.¡Ah del castillo! —dijeron—.¡Bajad presto ese rastrillo!Callaron y nada oyeron,sordos sin duda se hicieronlos infantes del castillo.¡Tended el puente, tendello!Pues de no hacello, ¡pardiez!,antes del primer destellodomaremos la altivezde esa torre, habréis de vello…Entonces los infanzonescontestaron: ¡Pobres locos!…Para asaltar torreones,cuatro Quiñones son pocos.¡Hacen falta más Quiñones!” Pedro Muñoz Seca La venganza de Don Mendo La venganza de Don Mendo De locos , Lucha
“Ellos inventan todo, ellos mienten, no quieren dar crédito de nada. Una vez, que me dejé crecer un poco la barba, y un periódico dijo que cada vello que tenía en la cara había sido transferido con un láser… ¿Cuanta ignorancia hay ahí? ¿Es que ahora no puedo dejarme crecer la barba? Un idiota ignorante fue el que escribió eso.” Michael Jackson (1958–2009) cantante, compositor y bailarín estadounidense de música De fe
“Gente que no me molestaría que muriera, esta es mi lista: cincuentones llamados 'Skip', tipos que paguen gel vaginal con su tarjeta de crédito Exxon, un proxeneta que conduzca un Toyota Corolla, un ginecólogo que quiere que mi esposa se tome dos o tres tragos antes de su cita, tipos con un montón de pines [botones] en sus sombreros, alguien que mencione a Jesús más de 300 veces en una conversación de 2 minutos, un dentista con sangre en su pelo, cualquier mujer cuyo pasatiempo sea amamantar animales de zoológico, un dueño de funeraria que diga 'espero verlos de nuevo muy pronto, amigos', chicas que se emborrachan y vomitan su desayuno, un hombre con un solo labio, un líder Boy Scout que tenga una tienda de consoladores, cualquier abogado que se refiera a la policía como los 'federales', una monja bizca con un látigo y una botella de ginebra, un neurocirujano que tenga tatuadas en las manos las palabras 'nacido para perder', parejas que tengan hijos con nombres que comiencen todos con las mismas iniciales, un hombre con una bata de hospital dirigiendo el tráfico, una mesera con una visible infección en la mano con la que sirve, gente con encías grandes y dientes pequeños, tipos que se ponen la misma ropa interior hasta que comienza a cortarse la circulación a los pies, y un tipo que tenga tanto vello en sus brazos que le cubra el reloj, de acuerdo, ya ha sido suficiente de todo esto.” George Carlin (1937–2008) Mónologista, cómico y escritor estadoudinense De fe , De gente , De mujeres , Los animales
“Deliberadamente, había introducido un cambio en nuestras relaciones y, por un momento, pensé que la amaba. Pero soy de pensamiento lento y estoy lleno de reglas internas que actúan como frenos sobre mis deseos. Sabía que lo primero que tenia que hacer era salir definitivamente del lío que tenía allá en mi casa. Todas las semanas había estado escribiendo cartas firmadas "con todo cariño, Nick", y todo lo que podía evocar era que, cuando cierta muchacha jugaba al tenis, en su labio superior se formaba un ligero vello de sudor. de todas maneras, existía un vago compromiso que tenía que romper con tacto antes de recobrar mi libertad.Todos creemos que, como mínimo, poseemos una virtud importante; la mía es ésta: soy una de las pocas personas honradas que conocí.” Francis Scott Fitzgerald (1896–1940) escritor estadounidense The Great Gatsby Cambio , Libertad , Ligero
“¿Qué ocurre, qué se forja, qué cristaliza en esos minutos? El viejo ni lo sabe ni lo piensa, pero lo vive en sus entrañas. Oye las dos respiraciones, la vieja y la nueva: confluyen como ríos, se entrelazan como serpientes enamoradas, susurran como en la brisa dos hojas hermanas. Así lo sintió días atrás, pero ahora un ritual instintivo lo hace sagrado. Acaricia sus amuletos entre el vello de su pecho y recuerda, para explicarse su emoción, el olmo seco de la ermita: debe su único verdor a la hiedra que le abraza, pero ella a su vez sólo gracias al viejo tronco logra crecer hacia el sol.La madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan compañeros, como sobre un camino, por ese tiempo que les está uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida, mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de las estrellas.” José Luis Sampedro libro La sonrisa etrusca La sonrisa etrusca Camino , De vida , De hombres , Estrella
“A decir verdad, Jackson nunca había compartido totalmente el culto fálico de sus pares. Cuando tenía más o menos ocho años, una niña lo sorprendió mientras él meaba entre los arbustos, y chilló casi con el mismo espíritu de horror reflexivo con que lo acababa de hacer Carol. Es de suponer que aquella niña nunca había visto un pene, y que no le causó buena impresión. «Puaj, qué basto eres. ¿Qué es esa cosa? ¡Es repugnante!», gritó al salir corriendo. Y después aquella otra vez, en el gimnasio del colegio donde cursó los primeros años de secundaria. Jackson apenas había entrado en la pubertad; todavía mojado tras pasar por la ducha, sintió frío. No obstante, un chico mucho más corpulento que él se burló: Parece que estés envolviendo una zanahoria baby y un par de habichuelas. A partir de ese día los chicos lo apodaron «el Vegetariano», mote tan inocente a oídos de los profesores que protegía a sus compañeros de un posible castigo por acoso escolar. En realidad, la palabra «pene» siempre había sonado algo tonta y banal, y a poca cosa. Desde que tenía memoria, su quinto apéndice le había parecido algo sutilmente ajeno a él, algo aparte y capaz de traicionarlo. Y fue la sensación de que eso que le sobresalía no era del todo parte de su cuerpo lo que pudo permitirle experimentar con ella.El experimento había fallado. Es posible que Jackson nunca hubiera comprendido muy bien por qué a las mujeres un pene podía resultarles atractivo, con su piel como apergaminada y demasiado fina, los testículos colgantes y esas matas de vello, el sombrerete en la punta, como si fuese un hongo… Podía decirse que, en cierto modo, no era una forma que la carne humana debiera asumir. Cuando estaba en posición de descanso parecía asustado y deprimido; en estado de alerta, impertinente, aunque inseguro, moviéndose de un lado para el otro e intentando llamar la atención como un fanfarrón que quisiera hacer una demostración de sus habilidades.” Lionel Shriver (1957) escritora estadounidense So Much for That De verdad , Sensación , De castigo , Memoria
“Sentía en los dedos de la mano atrapada por Chabela los vellos de un pubis ligeramente levantado y la oquedad empapada, palpitante, contra la que aquélla la aplastaba. Temblando” Mario Vargas Llosa (1936) escritor peruano Cinco Esquinas
“Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompía los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio.El viento bajaba de las montañas en las mañanas de febrero. Y las nubes se quedaban allá arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacío el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo círculos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos.Y los gorriones reían; picoteaban las hojas que el aire hacía caer, y reían; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguían a las mariposas y reían. Era esa época.En febrero, cuando las mañanas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz azul. Me acuerdo.Mi madre murió entonces.Que yo debía haber gritado: que mis manos tenían que haberse hecho pedazos estrujando su desesperación. Así hubieras tú querido que fuera. ¿Pero acaso no era alegre aquella mañana? Por la puerta abierta entraba el aire, quebrando las guías de la yedra. En mis piernas comenzaba a crecer el vello entre las venas, y mis manos temblaban tibias al tocar mis senos. Los gorriones jugaban. En las lomas se mecían las espigas. Me dio lástima que ella ya no volviera a ver el juego del viento en los jazmines; que cerrara sus ojos a la luz de los días. ¿Pero por qué iba a llorar?” Juan Rulfo libro Pedro Páramo Pedro Páramo Montaña , Desesperación , Llorar
“Abrieron la puerta y se recibieron a besos: besos que erizaban los párpados, la piel, el vello púbico, que ocultaban los compromisos, los sueños, que despojaban de la ropa, el futuro, la inteligencia.” Élmer Mendoza (1949) escritor mexicano Balas de plata De sueños , Futuro , Ropa , Inteligencia