Frases de Antón Chéjov
Antón Chéjov
Fecha de nacimiento: 17. Enero 1860
Fecha de muerte: 2. Julio 1904
Otros nombres: Anton Čechov, Anton Pawlowitsch Tschechow
Antón Pávlovich Chéjov , fue un escritor y médico ruso. Encuadrable en la corriente más psicológica del realismo y el naturalismo, fue un maestro del relato corto, considerado uno de los más importantes autores de este género en la historia de la literatura.[1] Como dramaturgo, se inscribe en el naturalismo, aunque con ciertos toques de simbolismo. Sus piezas teatrales más conocidas son La gaviota , Tío Vania , Las tres hermanas y El jardín de los cerezos . En ellas idea una nueva técnica dramática que él llamó «de acción indirecta», fundada en la insistencia en los detalles de caracterización e interacción entre los personajes más que el argumento o la acción directa, de forma que en sus obras muchos acontecimientos dramáticos importantes tienen lugar fuera de la escena y lo que se deja sin decir muchas veces es más importante que lo que los personajes dicen y expresan realmente.[2][3] Chéjov compaginó su carrera literaria con la medicina; en una de sus cartas,[4] escribió al respecto: "La medicina es mi esposa legal; la literatura, solo mi amante".[5]
La mala acogida que tuvo su obra La gaviota en el año 1896 en el estatal Teatro Alexandrinski de San Petersburgo casi lo desilusionó del teatro, pero esta misma obra tuvo un gran éxito dos años después, en 1898, gracias a la interpretación del Teatro del Arte de Moscú, dirigido por el innovador director teatral Konstantín Stanislavski, quien repitió el éxito para el autor con Tío Vania , Las tres hermanas y El jardín de los cerezos .
Al principio, Chéjov escribía simplemente por razones económicas, pero su ambición artística fue creciendo al introducir innovaciones que influyeron poderosamente en la evolución del relato corto.[6] Su originalidad consiste en el uso de la técnica del monólogo, adoptada más tarde por James Joyce y otros escritores del modernismo anglosajón, además del rechazo de la finalidad moral presente en la estructura de las obras tradicionales.[7] No le preocupaban las dificultades que esto planteaba al lector, porque consideraba que el papel del artista es realizar preguntas, no responderlas.[8]
Según el escritor estadounidense E. L. Doctorow, Chéjov posee la voz más natural de la ficción: «Sus cuentos parecen esparcirse sobre la página sin arte, sin ninguna intención estética detrás de ellos. Y así uno ve la vida a través de sus frases».[9] Wikipedia
Frases Antón Chéjov
„La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.“
Fuente: Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013. ISBN 978-60-73116-31-2.
„Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar.“
Fuente: Gil, Vanessa. Las perlas de Sofía: citas para estudiosos de la vida. Editor Corona Borealis, 2016. ISBN 978-84-1546-528-7. p. 136.
Fuente: Gil, Vanessa. Las perlas de Sofía: citas para estudiosos de la vida. Editor Corona Borealis, 2016. ISBN 978-84-1546-528-7. p. 61.
Fuente: Citado en Pantokha Agirre, Maurisio. Las finanzas personales y la vida. Editorial Litres, 2017. ISBN 9785457911291.
„Es fácil conquistar al que piensa que está conquistado.“
Fuente: Escandon, Rafael; Escandón Ralph. Frases célebres para toda ocasión. Editorial Diana, 1982. ISBN 978-96-8131-285-5. p. 74.
„Cualquiera que sea el tema de la conversación, un viejo soldado hablará siempre de guerra.“
Fuente: Citado en Regàs, Rosa. El valor de la protesta: el compromiso con la vida. Editor Ignacio Fontes. Edición ilustrada . Icaria Editorial, 2004. ISBN 9788474267136. p. 246.
„Un perro hambriento sólo tiene fe en la carne.“
Fuente: Citado en Cápiro, Jorge. La carne quemada. Editorial Guantanamera, 2017. ISBN 9781524304577. p. 1.
Fuente: Citado en Lens, Carlos. Médicos con buena letra. Editorial Plataforma, 2016. ISBN 9788416620371.
„Confieso que enterrar a gente como Belikov constituye un gran placer.“
Fuente: Chejov, Anton. Un hombre enfundado. Editorial NoBooks Editorial, 2011.
„Cuando pienso en mi vocación no temo a la vida.“
Fuente: Palomo Triguero, Eduardo. Cita-logía. Editorial Punto Rojo Libros,S.L. ISBN 978-84-16068-10-4. p. 300.