Frases de Benjamin Disraeli

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“La juventud es un disparate; la madurez, una lucha; la vejez, un remordimiento.”

“Hay personas divertidas que no interesan, y personas interesantes que no divierten.”

“Hay personas silenciosas que son mucho más interesantes que los mejores oradores.”

“La alegría del primer amor es nuestro desconocimiento de que puede tener fin.”

“Nada revela tan fiablemente el carácter de una persona como su voz.”

“La variedad es la madre del placer.”

“Nunca discutir. Si en sociedad alguna persona difiere de tu modo de pensar, cambia de conversación.”

“¿Sabéis quienes son los críticos? Aquellos que fracasaron en la literatura y en las artes.”

“La sabiduría de los sabios y la experiencia de los siglos pueden conservarse en citas.”

“Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarles las suyas y descubrir la nuestra.”

“No hay otra educación como la adversidad.”

“Piensa antes de hacer, pero no te pases tanto tiempo pensando que no llegues a empezar.”

“Triunfar tarde no es triunfar: es alcanzar al mismo tiempo la inmortalidad y la muerte.”

“Mi idea de una persona agradable es una persona que está de acuerdo conmigo”

“En política, los experimentos significan revolución.”

“La ciencia es para el mundo moderno lo que el arte fue para el antiguo.”

“La fortuna, el éxito, la gloria el poder pueden aumentar la felicidad, pero no darla. Sólo el cariño da la dicha.”

“La vida es demasiado corta para que la hagamos mezquina.”

“Los críticos son los hombres que han fracasado en la literatura y las artes.”

“Los viajes enseñan la tolerancia.”

“El que ostenta el poder es siempre impopular.”

“El hombre no es el creador de las circunstancias, más bien las circunstancias crean al hombre.”

“Como puedes ver, mi querido Coningsby, el mundo está gobernado por personajes muy distintos a los que se imaginan aquellos que no están detrás del telón.”

“Hasta en el exceso existe una moderación.”

“La ignorancia nunca da por terminadas las cuestiones.”

“La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que pueda tener fin.”

“La moderación es también un exceso.”

“Las torpezas de la juventud son preferibles a los aciertos de la vejez.”

“Lo más importante en la vida, después de saber cuándo aprovechar una oportunidad, es saber cuándo prescindir de una ventaja.”

“Lo que prevemos, raramente ocurre; lo que menos esperamos es lo que sucede generalmente.”

“Lo verdaderamente mágico de nuestro primer amor es la absoluta ignorancia de que alguna vez ha de terminar.”

“Los experimentos en política significan revoluciones.”

“Los jóvenes de una nación son los depositarios de la posteridad.”

“Ningún gobierno puede mantenerse sólido mucho tiempo sin una oposición temible.”

“No siempre la acción tiene felicidad, pero no hay acción sin felicidad.”

“Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.”

“Todas las mujeres deberían casarse, los hombres no.”

“El secreto del éxito es la constancia en el propósito.”

“El éxito es hijo de la audacia.”

“Como todos los grandes viajeros, yo he visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto.”

“Alimentad el espíritu con grandes pensamientos. La fe en un heroísmo hace los héroes.”

“Gentlemen, the programme of the Conservative party is to maintain the Constitution of the country.”

“Above all, maintain the line of demarcation between parties; for it is only by maintaining the independence of party that you can maintain the integrity of public men, and the power and influence of Parliament itself.”

“I believe the landed interest should be the basis of our political and social system.”

“The principle of the feudal system, the principle which was practically operated upon, was the noblest principle, the grandest, the most magnificent and benevolent that was ever conceived by sage, or ever practised by patriot.”

“I am opposed to it because I wish to see united at an important crisis of the world—a crisis that perhaps is nearer arriving than some of us suppose—because I wish to see a united people welded in one great nationality, and because I feel that if we sanction this policy—if we do not cleanse the Parliamentary bosom of all this "perilous stuff"—we shall bring about the disintegration of the Kingdom and the destruction of the Empire.”