Frases sobre el pensamiento
Una colección de frases y citas sobre el tema del pensando.
Temas relacionadosUn total de 232 citas pensando, filtro:

„Pensando en ti he imaginado lo extraordinario que debe ser dar todo a cambio de nada, desear lo mejor para la persona amada, disfrutar con su alegría y llorar con sus tristezas, permanecer a su lado en la adversidad para darle una frase de consuelo, de ánimo, de apoyo; entregar el alma y el corazón sin condiciones, sin pedir nada a cambio, por el simple gusto de darse, por la simple alegría de amar…“
— Carlos Cuauhtémoc Sánchez escritor mexicano 1964
Juventud en éxtasis

„Últimamente he estado pensando, en que ido mal. Mientras mas lo pienso, menos se.“
— Adele cantautora británica 1988
Canciones
Fuente: Don't You Remember.

„Los restos de nuestro amor me recuerdan a nosotros y me dejan pensando que casi lo teníamos todo. Los restos de nuestro amor me dejan sin respiración y es que no puedo dejar de pensar en ello.“
— Adele cantautora británica 1988
Canciones
Fuente: Rolling in The Deep.

„Nos gastamos más de la mitad de la vida buscando a alguien que se parezca tanto a nosotros para que nos lo llevemos a la casa y podamos empreder un especie de aventura sentimental. Pero siempre decimos: "tiene que ser igual a mí" como si nosotros fuesemos la gran cosa. De repente a uno le pasa que después de un rato de tratar de conseguir a una gente así, descubre que después del tiempo ella sale del cuarto, saca la cabeza y dice: "noche" y uno le contesta: "día", porque así nada más… Uno dice: "blanco", ella dice: "negro", a uno le gusta el fútbol, a ella le gusta el béisbol y entonces uno comienza a cometer errores. Uno trata de largarse del lugar, voltea a ver y se supone que tendría que estar pero se largó antes que nosotros. Uno va y busca por la vida un nuevo camino. Entonces uno se busca una mujer que se parezca mucho a nosotros, una que le guste el fútbol también. Y se consigue a una chica que le gusta el fútbol y ella se consigue a un tipo que le gusta el béisbol. Y cada uno emprende su nuevo camino. A mí me pasó y era impresionante cuando empecé a salir con esta chica porque yo decía: "hoy tengo ganas… como no sé… de ir al cine" y ella me decía: "es justo lo que estaba pensando, yo también quiero ir al cine". Íbamos a un bar, yo pedía un trago, pedía: "a mí me da un tequila, por favor" y ella decía: "yo también quiero un tequila, me encanta el tequila". Entonces se convierte todo en algo tan maravilloso, tan organizado y tan perfecto que me bastaron 14 días para aburrirme totalmente de aquella mujer. Mientras por el otro lado, la que se fue con el beisbolista, estaba padeciendo la misma historia, sólo que ella aguantó un poquito más que yo, aguantó 15 días. Al día número 16 nos hablamos por teléfono, nos citamos en un café, charlamos un rato y llegamos a la maravillosa conclusión que para ser amigos es importantísimo ser bastantes parecidos y afines, pero para ser amantes y amarse no hay nada mejor en el mundo que ser distintos.“
— Ricardo Arjona cantautor guatemalteco 1964

„Beth se quedó un minuto pensando y luego dijo tranquilamente, “No sé cómo expresarme, y debería intentar hacerlo por vos y por nadie más, porque no puedo sincerarme si no es con mi Jo. Sólo me refiero a que siempre tuve el sentimiento de que no debía vivir mucho. No soy como el resto de ustedes. yo nunca hice planes acerca de lo que iba a hacer cuando fuese grande. Nunca pensé en casarme, como todas ustedes hicieron. No me pude imaginar de otra forma que no fuera la pequeña y estúpida Beth, corriendo por toda la casa, y por ningún lugar más. Nunca quise irme, y la parte más difícil ahora es el abandonarlos a ustedes. No tengo miedo, pero parece como si yo fuera a estar enferma para ustedes aún en el cielo.“
— Louisa May Alcott escritora estadounidense 1832 - 1888

„Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque. Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las caras familiares del café. Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.
Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces sobresaltos, los proyectos sin convicción que un destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y que sólo sirven para que mida con exactitud hasta donde está emporcado para siempre.
No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos. Es todavía un recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho, insultándose y jurando el inminente regreso a los días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi corazón desborda de amor y se hace sensible y cariñoso como el de una madre. En el fondo sé que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir; pero me hago delicado y paciente y trato de conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o esas fotografías de calles y monumentos, o las canciones que gustan traer consigo los inmigrantes, voy construyendo para él planes, creencias y mañanas distintos que tienen luz y el sabor del país de juventud de donde él llegó hace un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.“
— Juan Carlos Onetti Escritor uruguayo 1909 - 1994
Cuentos completos

„La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son las opiniones de otro, su vida un remedo, sus pasiones una cita. Cristo no fue sólo el Individualista supremo, sino el primero de la Historia. Se ha querido hacer de él un vulgar Filántropo, como los espantosos filántropos del siglo diecinueve, o se le ha colocado como Altruista al lado de los acientíficos y los sentimentales. Pero en realidad no fue ni lo uno ni lo otro. Tiene compasión, naturalmente, de los pobres, de los que están encerrados en las cárceles, de los humildes, de los desdichados, pero tiene mucha más compasión de los ricos, de los hedonistas duros, de los que dilapidan su libertad en hacerse esclavos de las cosas, de los que visten telas suaves y viven en las casas de los reyes. La Riqueza y el Placer le parecían tragedias realmente mayores que la Pobreza y el Dolor. Y en cuanto al Altruismo, ¿quién supo mejor que él que es la vocación y no la volición lo que nos determina, y que no se pueden recoger uvas de los espinos ni higos de los cardos? Vivir para los demás como objetivo concreto y deliberado no fue su credo. No fue la base de su credo. Cuando dice: « Perdonad a vuestros enemigos», no lo dice por el bien del enemigo sino por el bien de uno mismo, y porque el Amor es más bello que el Odio. Cuando ruega al joven al que amó con verle: «Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres », no es en el estado de los pobres en lo que está pensando, sino en el alma del joven, el alma gentil que la riqueza estaba desfigurando. En su visión de la vida coincide con el artista que sabe que por la ley inevitable del propio perfeccionamiento el poeta ha de cantar, y el escultor pensar en bronce, y el pintor hacer del mundo espejo de sus estados de ánimo, tan seguro y tan cierto como que el majuelo ha de florecer en primavera, y el trigo llamear de oro al tiempo de la siega, y la Luna en sus ordenadas andanzas cambiar de escudo en hoz y de hoz en escudo.“
— Oscar Wilde escritor irlandés 1854 - 1900
Obras - Coleccion de Oscar Wilde

„No me importa lo que digas de mí, ni lo que pienses, porque de todas maneras seguirás pensando lo que tu crees.“
— Avril Lavigne canta-autora, diseñadora de moda y actriz canadiense 1984
„Tal vez creas que resulta más fácil seguir la corriente, porque así no tienes que luchar contra ella, pero ahí está el problema. Cuando vas contracorriente, tienes que estar pensando todo el tiempo en el río y la embarcación. Sabes que si te abandonas perderías todo lo que hayas ganado. Y puedes ver con tiempo lo que llegue, para evitarlo. Pero si sigues la corriente, es demasiado fácil dejarte llevar, permitir que tu mente vagabundee y que el río se adueñe de ti.“
— Jean M. Auel, libro El valle de los caballos
The Valley of Horses

„O era contradictorio, o había que redefinir el término "improvisación". Siempre se piensa que improvisar es actuar sin pensar. Pero si uno hace una cosa por un impulso, o porque le da la gana, o directamente sin saber por qué, de todas maneras es uno el que la hace, y uno tiene una historia que lo ha llevado a ese punto de su vida; y entonces, lejos de no haber pensado ese acto, no podría haberlo pensado más: lo ha estado pensando cada minuto desde que nació.“
— César Aira Escritor argentino, representante de la literatura contemporánea latinoamericana. 1949
La Villa

„Pero en aquellos rostros —rostros obtusos y obstinados, brutales y groseros, semejantes a los que, sin complacencia y con un realismo, acaso encarnizado, nos ha dejado la pintura española— había algo como una desesperación esperanzada, algo muy concreto y al mismo tiempo muy universal. No he visto después rostros parecidos.
Mi testimonio puede ser tachado de ilusorio. Considero inútil detenerme en esa objeción: esa evidencia ya forma parte de mi ser. Pensé entonces —y lo sigo pensando— que en aquellos hombres amanecía "otro hombre". El sueño español —no por español, sino por universal y, al mismo tiempo, por concreto, porque era un sueño de carne y hueso y ojos atónitos— fue luego roto y manchado. Y los rostros que vi han vuelto a ser lo que eran antes de que se apoderase de ellos aquella alborozada seguridad (¿en qué: en la vida o en la muerte?): rostros de gente humilde y ruda. Pero su recuerdo no me abandona. Quien ha visto la Esperanza, no la olvida. La busca bajo todos los cielos y entre todos los hombres. Y sueña que un día va a encontrarla de nuevo, no sabe dónde, acaso entre los suyos. En cada hombre late la posibilidad de ser o, más exactamente, de volver a ser, otro hombre.“
— Octavio Paz, libro El laberinto de la soledad
El laberinto de la soledad, Postdata, Vuelta a El laberinto de la soledad

„Los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos, ni siquiera son como los nuestros. Ni siquiera estamos en el mismo vecindario. Nosotros pensamos: protege el cuerpo; él está pensando: salva el alma. Nosotros soñamos con un aumento de sueldo; él sueña con levantar a un muerto. Nosotros evitamos el dolor y buscamos la paz. Dios usa el dolor para traer paz. Nosotros decidimos: «Voy a vivir antes de morir». Él nos ordena: «Muere para que puedas vivir». Nosotros amamos lo que se corrompe. Él ama lo que perdura. Nosotros nos gozamos en nuestros logros. Él se goza en nuestras confesiones. Nosotros le mostramos a nuestros hijos la estrella de Nike y le decimos con una sonrisa millonaria: «Sé como Mike». Dios nos señala al carpintero crucificado con labios ensangrentados y costado traspasado y dice: «Sé como Cristo».“
— Max Lucado 1955
Para estos tiempos dificiles: Mire al cielo por esperanza y sanidad

„Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tu estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú.“
— Frida Kahlo pintora y poeta mexicana 1907 - 1954
„¿Cómo sabe una si está realmente enamorada de un hombre?
- Eso es fácil. Sólo querés estar con él, sentir su presencia, mirarlo, olerlo. Querés que te toque y tocarlo. Cuando lo ves aparecer, te emocionás tanto que te duele la boca del estómago. Pensás en ese hombre día y noche. Te dormís pensando en él y te levantás pensando en él.“
— Florencia Bonelli escritora argentina 1971
Caballo de Fuego. París

„Si uno no vive como piensa, termina pensando como vive.“
— José Figueres Ferrer Presidente de la República de Costa Rica en tres ocasiones 1906 - 1990
Fuente: "Pobreza de las naciones" 1973

„A veces tengo la impresión de que todas las personas que he conocido desde que vine a Japón, incluyendo a Otohiko, son un poco insustanciales. No me siento identificada con ellas. Siempre he pensando que las personas eran más extrañas, deshonestas, desordenadas, viles, nobles, en fin, que tenían muchas más facetas. Que la vida era fantástica, y el amor, algo maravilloso. Yo soy, según la ocasión, femenina, fuerte y frágil, capaz de pelearme con alguien, gritando hasta quedarme ronca, y, acto seguido, de mirar juntos la luna cogidos de la mano. De experimentar cada día sensaciones diferentes haciendo las mismas cosas. De llorar y de dar miedo. Pero sigo siendo siempre la misma.“
— Banana Yoshimoto escritora japonesa 1964
N.P

„Disculpe -le dijo él-. ¿Puede ayudarme? Me parece que me he perdido.
Ella se sobresaltó. El hombre se encontraba medio en sombras, al lado de la portezuela abierta de su coche.
-¿Eh…?
-¿La he asustado? -preguntó.
-No, no, en absoluto…
-Perdone si…
-No, no pasa nada. Es que venía pensando.
-¿Tenía la mente en otra parte?
-Eso es.
-Conozco esa sensación -dijo el hombre, acercándose a ella-. Un pensamiento lleva a otro, después a otro, y antes de que uno se dé cuenta está a la mitad de una pequeña ensoñación. Perdone que me entrometa.
-La realidad -puntualizó ella- siempre se entromete.
Él rió.“
— John Katzenbach escritor estadounidense 1950
The Traveler