Frases de Julio César

Cayo Julio César o Gayo Julio César [a]​ fue un político y militar romano del siglo I a. C. miembro de los patricios Julios Césares que alcanzó las más altas magistraturas del Estado romano y dominó la política de la República tras vencer en la guerra civil que le enfrentó al sector más conservador del Senado.

Nacido en el seno de la gens Julia, una familia patricia de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época, como su tío Cayo Mario, quien influiría de manera determinante en su carrera política. En 84 a. C., a los 16 años, el popular Cinna lo nombró flamen Dialis, cargo religioso del que fue relevado por Sila, con quien tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre. Trasladado a la provincia de Asia, combatió en Mitilene como legado de Marco Minucio Termo. Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., y ejerció por un tiempo la abogacía. En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amistad le permitiría lanzar su propia carrera política.[1]​ En 70 a. C. César sirvió como cuestor en la provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Durante el desempeño de esa magistratura ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.

En 63 a. C. fue elegido pretor urbano al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mismo año murió Quinto Cecilio Metelo Pío, pontifex maximus designado durante la dictadura de Sila, y, en las elecciones celebradas para sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como propretor en Hispania, donde capitaneó una breve campaña contra los lusitanos. En 59 fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato. Su colega durante el consulado, Bíbulo, se retiró para así entorpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que destaca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos.

Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta última tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno se caracterizó por una política muy agresiva con la que sometió a prácticamente la totalidad de los pueblos celtas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la guerra de las Galias, finalizó cuando el general republicano venció en la batalla de Alesia a los últimos focos de oposición, encabezados por un jefe arverno llamado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Países Bajos y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.

Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, momento en el que, al parecer, pronunció la inmortal frase alea iacta est . Inició así una nueva guerra civil, en la que se enfrentó a los optimates, que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Sus victorias en las batallas de Farsalia, Tapso y Munda sobre los conservadores, le hicieron el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio—, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.

A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.

Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor. Redactó, al menos, un tratado de astronomía, otro acerca de la religión republicana romana y un estudio sobre el latín, ninguno de los cuales ha sobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que se conservan son sus Comentarios de la guerra de las Galias y sus Comentarios de la guerra civil. Se conoce el desarrollo de su carrera como militar y gran parte de su vida a través de sus propias obras y de los escritos de autores como Suetonio, Plutarco, Veleyo Patérculo o Eutropio. Wikipedia  

✵ 100 a.C. – 15. marzo 44 a.C.   •   Otros nombres Gaius Iulius Caesar
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Frases célebres de Julio César

“Amo la traición, pero odio al traidor.”

Atribuidas

“Solo los cobardes son valientes con las mujeres.”

Verídicas

“Dile a tu amo que en César sólo manda César y nadie más.”

Sin fuentes
Esta frase iba dirigida a un mensajero de Sila, que traía la orden del dictador de que César se divorcie de su esposa Cornelia, por ser ésta hija de un opositor político suyo.
Verídicas

“La mujer de César debe estar por encima de la sospecha.”

Literal.
Según Plutarco: «La mujer de César no debe estar ni siquiera bajo sospecha».
Según cuenta Plutarco en sus Vidas paralelas, un patricio romano llamado Publio Clodio Pulcro, dueño de una gran fortuna y dotado con el don de la elocuencia, estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César. Tal era su enamoramiento, que en cierta ocasión, durante la fiesta de la Buena Diosa —celebración a la que sólo podían asistir las mujeres— el patricio entró en la casa de César disfrazado de ejecutante de lira, pero fue descubierto, apresado, juzgado y condenado por la doble acusación de engaño y sacrilegio. Como consecuencia de este hecho, César reprobó a Pompeya, a pesar de estar seguro de que ella no había cometido ningún hecho indecoroso y que no le había sido infiel, pero afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechada de infidelidad, porque no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo. La expresión, con el tiempo, comenzó a aplicarse en todo caso en el que alguien es sospechado de haber cometido alguna ilicitud, aún cuando no hubiera dudas respecto de su inocencia, en la forma «No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo».
Atribuidas

Frases de hombres de Julio César

Julio César Frases y Citas

“¿Tú también, Bruto, hijo mío?”
Tu quoque, Brute, fili mi?

En la obra Julio César, William Shakespeare cambió la frase por "Et tu, Brute" ("¿Incluso tú, Bruto?"), aunque las últimas palabras de César no están claras. Según Suetonio murió "sin pronunciar palabra", aunque recoge la versión de "algunos" (que no nombra) para los cuales las últimas palabras fueron en griego: "καὶ σύ, τέκνον;" ("¿También tú, hijo?").

“Source: Apiano. Historia de las Guerras Civiles (2.101).”

«Vine, vi, vencí».
Escrito en un informe enviado a Roma en 44 a. C. después de haber derrotado a Farnaces II, rey del Ponto en la batalla de Zela en Asia Menor en una campaña que duró solamente cinco días.
Verídicas
Original: «Veni, vidi, vici».
Fuente: Suetonio Julio César, 37.
Fuente: Mestrio Plutarco, Vidas Paralelas; César, 50, 4.

“Hoy el enemigo habría ganado, si hubiera tenido un comandante que fuese un ganador.”

Refiriéndose a Pompeyo, el cual a pesar de haber vencido en la batalla de Dirraquio, no persiguió a César en el momento crítico de su derrota.
Verídicas

“Afortunados los hispanos para quienes beber es vivir”
Beati Hispani quibus bibere vivere est.

La frase no es de César; suele atribuirse (entre otros) a Escalígero, cuyo nombre completo era Giulio Cesare Scaligero (de ahí la confusión). Se ignora si en al siglo I a.C., los hispanos ya pronunciaban de manera muy similar la "b" y la "v", fenómeno llamado betacismo, a diferencia del latín clásico en el cual la /b/ no se confundía con la /v/ que sonaba cmo /u/.

Source: NIHIL NOVUM SUB SOLE 1001 hechos, dichos, curiosidades y anécdotas del mundo antiguo, Beati hispani quibus vivere est bibere. Felices los españoles para quienes vivir es beber http://es.antiquitatem.com/felices-hispani-quibus-vivere-est-bibere
Atribuidas

Julio César: Frases en inglés

“It is easier to find men who will volunteer to die, than to find those who are willing to endure pain with patience.”

Disputed
Original: (la) Qui se ultro morti offerant facilius reperiuntur quam qui dolorem patienter ferant.

Quoted in many works without citation

“Of all these, the Belgae are the bravest/strongest.”
Horum omnium fortissimi sunt Belgae.

Julius Caesar libro Commentarii de Bello Gallico

Book I, Ch. 1
De Bello Gallico

“The immortal gods are wont to allow those persons whom they wish to punish for their guilt sometimes a greater prosperity and longer impunity, in order that they may suffer the more severely from a reverse of circumstances.”
Consuesse enim deos immortales, quo gravius homines ex commutatione rerum doleant, quos pro scelere eorum ulcisci velint, his secundiores interdum res et diuturniorem impunitatem concedere.

Julius Caesar libro Commentarii de Bello Gallico

Book I, Ch. 14, translated by W. A. McDevitte and W. S. Bohn
De Bello Gallico

“I came, I saw, I conquered.”
Veni, vidi, vici.

Written in a report to Rome 47 B.C., after conquering Pharnaces at Zela in Asia Minor in just five days; as quoted in Life of Caesar http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Plutarch/Lives/Caesar*.html#50 by Plutarch; reported to have been inscribed on one of the decorated wagons in the Pontic triumph, in Lives of the Twelve Caesars, Julius http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Suetonius/12Caesars/Julius*.html#37, by Suetonius
Variant translation:
Came, Saw, Conquered
Inscription on the triumphal wagon reported in The Twelve Caesars by Suetonius, as translated by Robert Graves (1957)
Original: (sl) Veni, vidi, vici.

“I'd rather ten guilty persons should escape, than one innocent should suffer.”

Attributed by Edward Seymour in 1696 during the parliamentary proceedings against John Fenwick ( "I am of the same opinion with the Roman, who, in the case of Catiline, declared, he had rather ten guilty persons should escape, than one innocent should suffer" http://books.google.com/books?id=dIM-AQAAMAAJ&pg=PA565), to which Lieutenant General Harry Mordaunt replied "The worthy member who spoke last seems to have forgot, that the Roman who made that declaration was suspected of being a conspirator himself" (Caesar was the only one who spoke in the Senate against executing Catiline's co-conspirators and was indeed suspected by some to be involved in the plot). However, the Caesar's corresponding speech as transmitted by Sallust http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Sallust/Bellum_Catilinae*.html#51 contains no such phrase, even though it appears to be somewhat similar in spirit ("Whatever befalls these prisoners will be well deserved; but you, Fathers of the Senate, are called upon to consider how your action will affect other criminals. All bad precedents have originated in cases which were good; but when the control of the government falls into the hands of men who are incompetent or bad, your new precedent is transferred from those who well deserve and merit such punishment to the undeserving and blameless.") The first person to undoubtedly utter such a dictum was in fact John Fortescue ("It is better to allow twenty criminals to mercifully avoid death than to unjustly condemn one innocent person"). It should also be noted that whether the exchange between Seymour and Mordaunt even happened is itself not clearly established http://books.google.com/books?id=IitDAAAAcAAJ&pg=PA694.
Misattributed

“Fortune, which has a great deal of power in other matters but especially in war, can bring about great changes in a situation through very slight forces.”
Sed fortuna, quae plurimum potest cum in reliquis rebus tum praecipue in bello, parvis momentis magnas rerum commutationes efficit; ut tum accidit.

The Civil War, Book III, 68; variant translation: "In war, events of importance are the result of trivial causes."

“In most cases men willingly believe what they wish.”
Fere libenter homines id quod volunt credunt.

Julius Caesar libro Commentarii de Bello Gallico

Book III, Chapter 18
Variant translation: Men willingly believe what they wish to be true.
As quoted in The Adventurer No. 69 (3 July 1753) in The Works of Samuel Johnson (1837) edited by Arthur Murphy, p. 32
Compare: "What each man wishes, that he also believes to be true" Demosthenes, Olynthiac 3.19
De Bello Gallico

“The die is cast.”
Alea iacta est.

As quoted in Vita Divi Iuli [The Life of the deified Julius] (121 CE) by Suetonius, paragraph 33 http://www.thelatinlibrary.com/suetonius/suet.caesar.html#33 (Caesar: … "Iacta alea est", inquit. – Caesar said … "the die is cast".)
Said when crossing the river Rubicon with his legions on 10 January, 49 BC, thus beginning the civil war with the forces of Pompey. The Rubicon river was the boundary of Gaul, the province Caesar had the authority to keep his army in. By crossing the river, he had committed an invasion of Italy.
A contrasting account from Plutarch, Life of Pompey, 60.2.9:
:<u>Ἑλληνιστὶ</u> πρὸς τοὺς παρόντας ἐκβοήσας, «Ἀνερρίφθω κύβος», [anerrhíphtho kúbos] διεβίβαζε τὸν στρατόν.
::He [Caesar] declared <u>in Greek</u> with loud voice to those who were present ‘Let the die be cast’ and led the army across.
: He was reportedly quoting the playwright Menander, specifically “Ἀρρηφόρῳ” (Arrephoria, or “The Flute-Girl”), according to Deipnosophistae, Book 13 http://remacle.org/bloodwolf/erudits/athenee/XIII.htm, paragraph 8, saying «Ἀνερρίφθω κύβος» (anerrhíphtho kúbos). The Greek translates rather as “<u>let</u> the die <u>be</u> cast!”, or “Let the game be ventured!”, which would instead translate in Latin as iacta ālea estō. According to Lewis and Short ( Online Dictionary: alea http://www.perseus.tufts.edu/cgi-bin/ptext?doc=Perseus%3Atext%3A1999.04.0059%3Aentry%3D%231776, Lewis and Short at the Perseus Project. See bottom of section I.).

“I will not … that my wife be so much as suspected.”

His declaration as to why he had divorced his wife Pompeia, when questioned in the trial against Publius Clodius Pulcher for sacrilege against Bona Dea festivities (from which men were excluded), in entering Caesar's home disguised as a lute-girl apparently with intentions of a seducing Caesar's wife; as reported in Plutarch's Lives of Coriolanus, Caesar, Brutus, and Antonius by Plutarch, as translated by Thomas North, p. 53
Variant translations:
Caesar's wife must be above suspicion.

“There are also animals which are called elks [alces "moose" in Am. Engl.; elk "wapiti"]. The shape of these, and the varied colour of their skins, is much like roes, but in size they surpass them a little and are destitute of horns, and have legs without joints and ligatures; nor do they lie down for the purpose of rest, nor, if they have been thrown down by any accident, can they raise or lift themselves up. Trees serve as beds to them; they lean themselves against them, and thus reclining only slightly, they take their rest; when the huntsmen have discovered from the footsteps of these animals whither they are accustomed to betake themselves, they either undermine all the trees at the roots, or cut into them so far that the upper part of the trees may appear to be left standing. When they have leant upon them, according to their habit, they knock down by their weight the unsupported trees, and fall down themselves along with them.”
Sunt item, quae appellantur alces. Harum est consimilis capris figura et varietas pellium, sed magnitudine paulo antecedunt mutilaeque sunt cornibus et crura sine nodis articulisque habent neque quietis causa procumbunt neque, si quo adflictae casu conciderunt, erigere sese aut sublevare possunt. His sunt arbores pro cubilibus: ad eas se applicant atque ita paulum modo reclinatae quietem capiunt. Quarum ex vestigiis cum est animadversum a venatoribus, quo se recipere consuerint, omnes eo loco aut ab radicibus subruunt aut accidunt arbores, tantum ut summa species earum stantium relinquatur. Huc cum se consuetudine reclinaverunt, infirmas arbores pondere adfligunt atque una ipsae concidunt.

Julius Caesar libro Commentarii de Bello Gallico

Book VI
De Bello Gallico

“All Gaul is divided into three parts”
Gallia est omnis divisa in partes tres.

Julius Caesar libro Commentarii de Bello Gallico

Book I, Ch. 1 http://www.thelatinlibrary.com/caesar/gall1.shtml; these are the first words of De Bello Gallico, the whole sentence is "All Gaul is divided into three parts, one of which the Belgae inhabit, the Aquitani another, those who in their own language are called Celts, in ours Gauls, the third." http://data.perseus.org/citations/urn:cts:latinLit:phi0448.phi001.perseus-lat1:1.1.1
De Bello Gallico

“Gaul is subdued.”
Gallia est pacata.

Written in a letter with which Caesar informed the Roman Senate of his victory over Vercingetorix in 52 BC

“I prefer nothing but that they act like themselves, and I like myself.”
Nihil enim malo quam et me mei similem esse et illos sui.

Reported by Marcus Tullius Cicero in a letter to Atticus.
Variant translations:
There is nothing I like better than that I should be true to myself and they to themselves.
Disputed

“It is not the well-fed long-haired man I fear, but the pale and the hungry looking.”

As reported in Plutarch's Anthony'; William Shakespeare adapted this in having Caesar declare Cassius as having "a lean and hungry look."

“I assure you I had rather be the first man here than the second man in Rome.”

On passing through a village in the Alps, as attributed in Parallel Lives, by Plutarch, as translated by John Langhorne and William Langhorne (1836), p. 499

Variant: First in a village rather than second in Rome.

“It was an enormous struggle to destroy the Belgian nation.”

Julius Caesar libro Commentarii de Bello Gallico

A cursory overview of the history of Belgium, applied to the present events, until January 1830, (Issued for the benefit of the fund for the needy relatives of the extended Volunteers from Northern Brabant) 's HERTOGENBOSCH, Ter Boek en Provinciale Courant - Drukkerij Van DE. LION en ZONEN. (Januari 1831) Quoted from Julius Caesar, Commentarii de Bello Gallico.
De Bello Gallico

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