Frases de Philip Roth

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“La vejez no es una batalla; la vejez es una masacre.”

“No importa cuánto sepas, no importa cuánto pienses, no importa cuánto maquines, finjas y planees, no estás por encima del sexo. Es un juego muy arriesgado. Uno no tendría dos tercios de los problemas que tiene si no corriera el albur de la jodienda. El sexo es lo que desordena nuestras vidas normalmente ordenadas.”

“Cierto día, Chuang Tzu se quedó dormido y soñó que era una mariposa, revoloteando muy contento por ahí. Y la mariposa no sabía que era Chuang Tzu soñando. Luego despertó y volvió a ser el de siempre, pero ahora no sabía si era un hombre soñando que era una mariposa o una mariposa soñando que era un hombre. Las enseñanzas de Chuang Tzu Si hubiera llevado un diario del dolor, la única anotación habría sido una palabra: yo.”

“Tenía una imponente cabellera, una laberíntica y ondeante guirnalda de espirales y bucles, ensortijados y lo bastante grandes para servir como adornos navideños. El desasosiego de su infancia parecía haber pasado a las enroscaduras de su sinuosa y espesa cabellera. Su cabellera irreversible. Podías fregar cazos con aquel cabello sin que se alterase más que si lo hubieran cosechado en las oscuras profundidades marinas, como si fuese un organismo que creciera en los arrecifes, un denso ónice vivo, híbrido de coral y arbusto, tal vez poseedor de propiedades medicinales.”

“(…) Escuchame por favor… he vivido una vida. Deja de hacer todo solo, por favor. No has escuchado a nadie desde que tuviste cuatro años y te fuiste al jardín de infantes a conquistar el mundo. Tenías cuatro años y medio y creías ser el presidente de la General Motors (…)”

“Mientras permanecía allí sentado con sus colegas resultaba extraño pensar que unas personas tan bien educadas, unos profesionales tan civilizados, hubieran cedido en buen grado al venerable sueño humano de una situación en la que un solo hombre puede encarnar el mal. Sin embargo, existe esa necesidad, y es imperecedera y profunda.”

“La vida es un breve periodo de tiempo durante el que estamos vivos.”

“Los recuerdos del pasado no son recuerdos de los hechos, sino recuerdos de tu imaginación de los hechos”

“Lo malo de la vida es que no sabes realmente si es un proceso descendente, no sabes en absoluto de qué se trata.”

“Había aprendido lo peor de las lecciones que puede dar la vida: la de que carece de sentido. Y cuando sucede tal cosa, la felicidad nunca vuelve a ser espontánea, sino que es artificial e, incluso entonces, se compra el precio de un obstinado distanciamiento de uno mismo y de su historia.”

“The concerns of fiction, let it be said, are not those of a statistician — or of a public-relations firm. The novelist asks himself, "What do people think?"; the PR man asks, "What will people think?"”

“Literary works do not take as their subjects characters and events which have impressed a writer primarily by the frequency of their appearance. For example, how many Jewish men, as we know them, have come nearly to the brink of plunging a knife into their only son because they believed God had commanded them to? The story of Abraham and Isaac derives its meaning from something other than its being a familiar, recognizable, everyday occurrence. The test of any literary work is not how broad is its range of representation — for all that breadth may be characteristic of a kind of narrative — but the depth with which the writer reveals whatever it may be that he has chosen to represent.”

“I do not write a story to make evident whatever disapproval I may feel for adulterous men. I write a story of a man who is adulterous to reveal the condition of such a man. If the adulterous man is a Jew, then I am revealing the condition of an adulterous man who is a Jew. Why tell that story? Because I seem to be interested in how — and why and when — a man acts counter to what he considers to be his "best self," or what others assume it to be, or would like for it to be. The subject is hardly "mine"; it interested readers and writers for a long time before it became my turn to be engaged by it, too.”

“You know, the dirty little secret is no longer sex; the dirty little secret is hatred and rage. It's the tirade that's taboo. Odd that this should be so a hundred years after Dostoyevsky (and fifty after Freud), but nobody nice likes to be identified with the stuff. It's the way folks used to feel about fellatio in the good old days. "Me? Never heard of it. Disgusting."”