“La historia de las ciudades se refleja en sus cloacas.”
Les Misérables
“La historia de las ciudades se refleja en sus cloacas.”
Les Misérables
“Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad.”
Fuente: [Ortega Blake], Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013. ISBN 978-60-73116-31-2.
“Hay muchas bocas que hablan y pocas cabezas que piensan.”
Les Misérables
“La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho.”
Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 182.
Los miserables
Variante: A los ignorantes enseñadles lo más que podáis; la sociedad es culpable por no dar instrucción gratis; es responsable de la oscuridad que con esto produce. Si un alma sumida en las tinieblas comete un pecado, el culpable no es en realidad el que peca, sino el que no disipa las tinieblas
Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 150.
“Es propio de las personas felices desear que las demás también lo sean.”
Los Miserables: Ilustrado
Variante: Es propio de las personas felices desear que las demás también lo sean. Buscaba
“A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.”
Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 139.
Les Misérables
“El amor es un ardiente olvido de todo.”
Fuente: [Alayón Gómez], Jerónimo. Paralítica luz. Editorial Lulu.com, 2011. ISBN 9781257351282, p. 22.
Notre-Dame de Paris: Tome 1
Les Misérables
Variante: Venían del muelle Morland, sin corbatas, sin sombreros, sofocados, mojados por la lluvia, con los ojos brillantes. Gavroche les abordó con calma.
- ¿Adónde vamos? - preguntó.
- Ven - contestó Courfeyrac.
Detrás de Feuilly marchaba, o más bien saltada Bahorel, como un pez en el agua del motín. Llevaba un chaleco carmesí y profería palabras de esas que lo rompen todo. Su chaleco impresionó a un transeúnte, que gritó asustado:
- ¡Aquí están los rojos!
- ¡El rojo, los rojos! - replicó Bahorel -. ¡Vaya un temor gracioso, burgués! Por lo que a mí respecta, no tiemblo ante una amapola, la caperucita roja no me inspira pavor alguno. Créame, burgués, dejemos el miedo al rojo para los animales con cuernos.