“Tú y yo somos una sola criatura, las dos partes de una unidad. No podemos vivir separados, no podemos apartarnos el uno del otro; tú no puedes excluirme, yo tampoco. Cualquier suerte que debamos correr, la correremos juntos. Así como nuestras carnes se convierten en una sola cuando hacemos el amor, también nuestras mentes y nuestros corazones. ¿Tú puedes sentirlo? ¿Puedes sentir eso, Isaura? Para mí es tan claro, cuando te veo, cuando te toco, cuando te escucho hablar, cuando penetro dentro de tu cuerpo. Contigo acabó mi búsqueda. Ahora sé cuál es el sentido de mi existencia: amarte y ser amado por ti.”
El cuarto Arcano II. El puerto de las tormentas
Última actualización 21 de mayo de 2020.
Historia