“Llamamos también a los señores de la muerte a que en nombre de esa hermosa palabra vuelvan sus ojos a su corazón y detengan su crueldad, su odio, sus ansias de poder. Nada, nada de lo que puedan desear vale más que una vida. En nombre de ella, del tremendo dolor que han causado y se han causado, pidan ustedes también perdón a la nación –su nación–, a ustedes mismos y a las víctimas a las que tanto han dañado, y volvamos a encontrarnos allí, en la paz, en ese suelo que permite lo único que hace posible la vida y que se llama amor.”
Citas similares

“Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.”

“Estoy comenzando mi nombre, mientras que usted está terminando el suyo.”
Sin fuentes

Aguafuertes porteñas