“Le dijimos que trataríamos de retener sus palabras. Nos dijo: "Quiero que todos me miréis" al tiempo que se erguía ante nosotros. Añadió que si no teníamos de qué avergonzarnos, podríamos mirar a la gente a la cara. Por último, exclamó: "Hijos míos, os devolveré a vuestros hogares".”
Sin fuentes
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Variante: «Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estás hecho de buena madera.»