Frases sobre mamá

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“El mundo necesita gurús, y los gurús son hombres. Nadie quiere ser un gurú papá y mamá.”

“Una de las cosas que mamá más odia en el mundo - y qué podio difícil, porque se queja sin parar - es tener que ir al colegio. Por suerte es casi lo único en que nos parecemos. Siempre dice lo mismo: yo al colegio ya fui, y no es capaz de ir a un acto escolar ni muerta. Ni siquiera cuando actuemos alguno de sus seis talentotísimos hijos.”

“Me siento afortunada porque soy mamá postiza de 14 millones de guatemaltecos.”

“Duele mucho cuando te parten el corazón, es como si te arrancaran el alma por la boca. Y odié salvajemente a aquella chica y a través de ella más y más esta ciudad. La odié piedra por piedra, balcón a balcón. No podía aceptar que alguien tan pequeño me humillara de aquel modo sin darme siquiera una última noche vibrante. Por ella había descendido al florido manicomio, vendido enciclopedias puerta a puerta, gritado a mamá, leído poesía romántica y abandonado a otra chica con mejores tetas que ella. Por ella había maldecido el recuerdo de mi padre, pero eso no cuenta cuando el frío se te cuela en la sangre y te congela los nervios”

“Dios está en la sonrisa de esos niños
los llamados hijos de papá y mamá
y está en los que piden en la calle
en los que viven en triste orfandad,
y en el despacho del jerarca populista
les aseguro que allí Él no está.”

“Sin ser un modelo de gestión económica, siempre es más racional ahorrar sin necesidad que gastar sin sentido. (Frase inspirada en el dicho de mi abuela, “Mamá María”: “Lo que no te urja gastar, mételo en el colchón”). Lástima que no la hicieran caso.”

“Cada día es más difícil encontrar la verdad. Y, cuando la descubres, no sabes si es conspirativa o de buena fe. No sé que pensaría mi abuela "Mamá María" de este lamentable mundo de hoy. Ella siempre me decía: hijo, hay que decir siempre la verdad, porque si mientes te convertirás en una mala persona, y además, Dios te castigará. ¡Cuánto la echo de menos!”

“Mi abuela materna, "Mamá María", nunca fue a la universidad, pero no he conocido a nadie con su portentosa erudición natural, y la lucidez de su sentido común.”

“La poesía del sueño no es sólo cosa de poetas: En una lluviosa y gélida noche madrileña, un niño de 5 años caminaba por la calle de la mano de su madre, y, con sus ojos casi cerrados le dijo: Mamá, despiértame cuando lleguemos a casa, me voy a dormir.”

“Cada día es más difícil saber dónde está la verdad. Y, cuando se sabe, la duda es si asoma de buena fe o es conspirativa. No sé que pensaría mi abuela, "Mamá María", de este cínico mundo actual. Ella siempre me decía: ¡Hijo, hay que decir la verdad, porque si mientes harás daño a los demás y nadie confiará en ti!”