Frases sobre préstamo

Una colección de frases y citas sobre el tema del préstamo, hombres, hombre, hombro.

Frases sobre préstamo

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Thomas Sankara Foto
William Shakespeare Foto
Hammurabi Foto

“Si alguien tiene una deuda de un préstamo, y una tormenta arruina el grano o la falta de cosecha, o el grano no crece por falta de agua, y en ese mismo año, no necesita dar su acreedor cualquier grano, se lava la deuda y no paga alquiler para este año.”

Hammurabi (-1810–-1750 a.C.) sexto rey de Babilonia durante el Primer imperio Babilónico

El artículo 48 del Código de Hammurabi (traducido por Leonard William King, 1910).

Iósif Stalin Foto

“Si la negativa a continuar las entregas a título de préstamo tiene por fin ejercer sobre los rusos una presión antes de conducirles a tratar sobre algún punto, sea el que sea, debo decir con toda franqueza al señor Hopkins que se puede conseguir mucho de los rusos, a condición de acercarse a ellos lealmente y sobre una base amistosa, pero que toda especie de represalia tendrá resultados contrarios.”

Iósif Stalin (1879–1953) Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética

Supresión brusca de los préstamos por Truman) (Stalin deseaba un préstamo de siete mil millones de de dólares por reparaciones de guerra que pensaba cobrar a la Alemania vencida) Posterior a la Conferencia de San Francisco).

Joseph E. Stiglitz Foto
Michel De Montaigne Foto
Walter Benjamin Foto
Friedrich Nietzsche Foto
Benjamin Tucker Foto

“No te cases por dinero. Un préstamo te saldrá más barato.”

Héctor del Mar (1942–2019) locutor de radio y televisión español de origen argentino
Mao Zedong Foto

“También es necesario que el gobierno ayude a las asociaciones campesinas a crear cooperativas de crédito (de préstamo).”

Mao Zedong (1893–1976) Presidente del Partido Comunista de China

Marzo de 1927
1927

Paulo Coelho Foto
Stephen King Foto
Idries Shah Foto
Michel De Montaigne Foto

“En cuanto al fin que nos proponen Plinio y Cicerón, la gloria, estoy muy lejos de tenerla en cuenta. La inclinación más contraria al retiro es la ambición. La gloria y el reposo no pueden alojarse en el mismo albergue. Por lo que veo, estos sólo tienen los brazos y las piernas fuera de la multitud; su alma y su intención continúan, más que nunca, atadas a ella: b | Tun’ uetule auriculis alienis colligis escas? [Entonces, viejo, ¿trabajas sólo para alimentar los oídos ajenos? ] a | Se han echado atrás solo para saltar mejor, y para, con un movimiento más fuerte, penetrar más vivamente en la muchedumbre. ¿Queréis ver cómo se quedan cortos por un pelo?
Comparemos las opiniones de dos filósofos [Epicuro y Séneca], y de dos escuelas muy diferentes, uno escribiendo a Idomeneo, otro a Lucillo, amigos suyos, para apartarlos de la administración de los negocios y de las grandezas, y dirigirlos hacia la soledad. Hasta ahora has vivido —dicen— nadando y flotando; ven a morir al puerto. Has entregado el resto de tu vida a la luz, entrega esta parte a la sombra. Es imposible abandonar las tareas si no renuncias a su fruto; así pues, deshazte de toda preocupación por el nombre y por la gloria. Existe el peligro de que el brillo de tus acciones pasadas te ilumine en exceso, y te siga hasta el interior de tu guarida. Abandona, junto a los demás placeres, el que brinda la aprobación ajena; y, en cuanto a tu ciencia y capacidad, no te importe: no perderán su eficacia porque tú valgas más que ellas. Acuérdate de aquel que, cuando le preguntaron para qué se esforzaba tanto en un arte que no podía ser conocido por mucha gente, respondió: «Me basta con pocos, me basta con uno, me basta con ninguno». Tenía razón. Tú y un compañero sois teatro de sobra suficiente el uno para el otro, o tú para ti mismo. Que el pueblo sea para ti uno solo, y que uno solo sea para ti todo el pueblo. Es una ambición cobarde pretender obtener gloria de la ociosidad y del ocultamiento. Tenemos que hacer como los animales, que borran su rastro a la entrada de su guarida. No has de buscar más que el mundo hable de ti, sino cómo has de hablarte a ti mismo. Retírate en tu interior, pero primero prepárate para acogerte; sería una locura confiarte a ti mismo si no te sabes gobernar. Uno puede equivocarse tanto en la soledad como en la compañía. Hasta que no te hayas vuelto tal que no oses tropezar ante ti, y hasta que no sientas vergüenza y respeto por ti mismo, c | obuersentur species honestae animo [que se ofrezcan imágenes honestas al espíritu], a | represéntate siempre en la imaginación a Catón, Foción y Aristides, ante los cuales aun los locos ocultarían sus faltas, y establécelos como censores de todas tus intenciones. Si estas se desvían, la reverencia por ellos te devolverá al camino. Te retendrán en la vía de contentarte contigo mismo, de no tomar nada en préstamo sino de ti, de detener y fijar el alma en unos pensamientos definidos y limitados donde pueda complacerse; y, tras haber entendido los verdaderos bienes, que se gozan a medida que se entienden, de contentarse con ellos, sin ansias de prolongar la vida ni el nombre. Este es el consejo de la verdadera y genuina filosofía, no de una filosofía ostentosa y verbal, como es la de los dos primeros.”

Michel De Montaigne (1533–1592) biografía, filósofo y político francés del Renacimiento

The Complete Essays

George MacDonald Foto
Javier Marías Foto
Zygmunt Bauman Foto
Daniel Goleman Foto

“Cuando, después de recuperarse, mi amigo fue a la universidad local, descubrió una vocación que movilizó su talento creativo, la dirección cinematográfica. Siguiendo esa llamada, se matriculó en una escuela de cine y filmó, a modo de proyecto de fin de carrera, una película que llamó la atención de un director de Hollywood, que le contrató como ayudante y le propuso que trabajase con él en un proyecto de una película de bajo presupuesto. Ese trabajo, a su vez, le granjeó un contrato como director y productor de otra pequeña película basada, esta vez, en un guión suyo, una película que el estudio casi destruye antes de su estreno, pero que sorprendentemente resultó mucho mejor de lo que nadie esperaba. Pero los cortes, supresiones y otros cambios arbitrarios realizados durante el montaje por la dirección del estudio fueron, para mi amigo –que valoraba mucho el control creativo de su obra–, una amarga lección. Por eso, cuando se dispuso a filmar otra película basada en un guión suyo y recibió la propuesta de un gran estudio de Hollywood (que, por aquel entonces, dictaba la pauta) de financiar el proyecto con la condición de poder cambiarlo antes del estreno, mi amigo acabó rechazando la oferta. En lugar de “vender” su control creativo, mi amigo invirtió las ganancias de su primer proyecto en el segundo. Y, cuando estaba casi terminado, se le acabó el dinero. Banco tras banco, le negaron un préstamo hasta que, al llamar a la puerta del décimo, obtuvo el crédito que acabó salvando el proyecto. La película en cuestión se titulaba La guerra de las galaxias. La insistencia de George Lucas en no renunciar, pese a las dificultades financieras, al control creativo de su proyecto refleja una integridad extraordinaria que, como todo el mundo sabe, acabó demostrando ser una empresa sumamente lucrativa. Pero la suya no fue una decisión motivada por la búsqueda de dinero porque, por aquel entonces, los”

Focus: Desarrollar la atención para alcanzar la excelencia

Jean de La Bruyere Foto
Mumia Abu-Jamal Foto

“Elie Wiesel dice que el mayor mal en el mundo no es la ira o el odio, sino la indiferencia. Si eso es cierto, entonces lo contrario también es cierto: que el mayor amor que podemos mostrar a nuestros hijos es la atención que les prestamos, el tiempo que tomamos para ellos. Tal vez servimos a los niños lo mejor simplemente reparando en ellos.”

Original: «Elie Wiesel says that the greatest evil in the world is not anger or hatred, but indifference. If that is true, then the opposite is also true: that the greatest love we can show our children is the attention we pay them, the time we take for them. Maybe we serve children the best simply by noticing them».
Fuente: Bevel, Helen L. Inspirational & Wisdom Sayings of African American Men. Editorial Lulu.com. ISBN 9781105154232. Página 7. https://books.google.es/books?id=XilvAwAAQBAJ&printsec=frontcover&dq=Inspirational+%26+Wisdom+Sayings+of+African+American+Men&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwi8mPjM9LngAhVCx4UKHYTdBNQQ6AEIKzAA#v=onepage&q=Elie%20Wiesel%20says%20that%20the%20greatest%20evil%20in&f=false