Frases sobre taberna

Una colección de frases y citas sobre el tema del taberna, política, político, final.

Frases sobre taberna

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“Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio, un silencio triple.
El primer silencio era una calma hueca y resonante, constituida por las cosas que faltaban. Si hubiera habido caballos en los establos, estos habrían piafado y mascado y lo habrían hecho pedazos. Si hubiera habido gente en la posada, aunque solo fuera un puñado de huéspedes que pasaran allí la noche, su agitada respiración y sus ronquidos habrían derretido el silencio como una cálida brisa primaveral. Si hubiera habido música… pero no, claro que no había música. De hecho, no había ninguna de esas cosas, y por eso persistía el silencio.
En la posada Roca de Guía, un hombre yacía acurrucado en su mullida y aromática cama. Esperaba el sueño con los ojos abiertos en la oscuridad, inmóvil. Eso añadía un pequeño y asustado silencio al otro silencio, hueco y mayor. Componían una especie de aleación, una segunda voz.
El tercer silencio no era fácil reconocerlo. Si pasabas una hora escuchando, quizá empezaras a notarlo en las gruesas paredes de piedra de la vacía taberna y en el metal, gris y mate, de la espada que colgaba detrás de la barra. Estaba en la débil luz de la vela que alumbraba una habitación del piso de arriba con sombras danzarinas. Estaba en el desorden de unas hojas arrugadas que se habían quedado encima de un escritorio. Y estaba en las manos del hombre allí sentado, ignorando deliberadamente las hojas que había escrito y que había tirado mucho tiempo atrás.
El hombre tenía el pelo rojo como el fuego. Sus ojos eran oscuros y distantes, y se movía con la sutil certeza de quienes saben muchas cosas.
La posada Roca de Guía era suya, y también era suyo el tercer silencio. Así debía ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una gran roca alisada por la erosión de las aguas de un río. Era un sonido paciente e impasible como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte.”

The Name of the Wind

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“El odio es un borracho en el fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida.”

Charles Baudelaire (1821–1867) poeta y crítico de arte francés

Fuente: [Palomo Triguero] (1997), p. 214.
Fuente: [Ortega Blake] (2013), p. 2947.

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“»En verdad, querida, me molestáis sin tasa y compasión; diríase, al oíros suspirar, que padecéis más que las espigadoras sexagenarias y las viejas pordioseras que van recogiendo mendrugos de pan a las puertas de las tabernas.
»Si vuestros suspiros expresaran siquiera remordimiento, algún honor os harían; pero no traducen sino la saciedad del bienestar y el agobio del descanso. Y, además, no cesáis de verteros en palabras inútiles: ¡Quiéreme! ¡Lo necesito «tanto»! ¡Consuélame por aquí, acaríciame por «allá»! Mirad: voy a intentar curaros; quizá por dos sueldos encontremos el modo, en mitad de una fiesta y sin alejarnos mucho.
»Contemplemos bien, os lo ruego, esta sólida jaula de hierro tras de la cual se agita, aullando como un condenado, sacudiendo los barrotes como un orangután exasperado por el destierro, imitando a la perfección ya los brincos circulares del tigre, ya los estúpidos balanceos del oso blanco, ese monstruo hirsuto cuya forma imita asaz vagamente la vuestra.
»Ese monstruo es un animal de aquéllos a quienes se suelen llamar “¡ángel mío!”, es decir, una mujer. El monstruo aquél, el que grita a voz en cuello, con un garrote en la mano, es su marido. Ha encadenado a su mujer legítima como a un animal, y la va enseñando por las barriadas, los días de feria, con licencia de los magistrados; no faltaba más.
¡Fijaos bien! Veis con qué veracidad —¡acaso no simulada!— destroza conejos vivos y volátiles chillones, que su cornac le arroja. “Vaya —dice éste—, no hay que comérselo todo en un día”; y tras las prudentes palabras le arranca cruelmente la presa, dejando un instante prendida la madeja de los desperdicios a los dientes de la bestia feroz, quiero decir de la mujer.”

Paris Spleen

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“Cuando participo en peleas de taberna me llaman irlandés, pero cuando recibo un premio soy británico hasta la médula.”

Richard Harris (1930–2002) actor irlandés

Fuentes, notas o referencias que ofrezcan veracidad.

Samuel Butler (poeta) Foto

“El cazador: Es un perro de caza auxiliar que ayuda a unas bestias a someter y exterminar a otras… Sufre también, a su manera, pero aunque lo considero un juego]] y un deporte porque no sirve ningún propósito, hace todo lo que puede para que los demás sepan lo duro que es. Haga lo que haga la liebre, al final le llevará al cazador a la taberna donde este disfrutará inventando sus hazañas…”

Samuel Butler (poeta) (1612–1680)

«Caracteres» (en Remains 1759-obra póstuma)
Original: «A hunter: Is an auxiliary hound that assists one nation of beasts to subdue and overrun another... He takes very great pains in his way, but calls it game and sport because it is to no purpose; and he is willing to make as much of it as he can, and not be thought to bestow so much labour and pains about nothing. Let the hare take which way she will, she seldom fails to lead him at long-running to the alehouse, where he meets with an after-game of delight in making up a narrative...».
Fuente: [Morley] (1891).
Fuente: Remains, vol. 2 (1759)