Primo Levi: Frases de fe

Primo Levi era escritor italiano de origen judío sefardí. Explorar las citas interesantes en fe..
Primo Levi: 85   frases 36   Me gusta

“«Entrevistador: ¿Es posible la abolición de la humanidad del hombre?
Levi: Por desgracia, sí. Por desgracia, sí, y esa es realmente la característica de los lager nazis [campos de concentración]. Acerca de los demás, no sé, porque yo no los conozco, tal vez en Rusia suceda lo mismo. Es la abolición de la personalidad del hombre, dentro y fuera: no sólo de los presos, sino también del carcelero. Él también perdió su personalidad en el lager
Se trata de dos itinerarios diferentes, pero con el mismo resultado, y yo diría que sólo unos pocos tuvieron la suerte de permanecer conscientes durante su detención; algunos recuperaron su conciencia de la experiencia más tarde, pero durante la misma, la perdieron, y muchos lo olvidaron todo. No registraron sus experiencias en su mente. No lo dejaron impreso en su pista de la memoria. Así sucedió con todo, una profunda modificación de su personalidad. Por encima de todo, nuestra sensibilidad perdió nitidez, de modo que los recuerdos de nuestra casa cayeron a un segundo lugar, el recuerdo de la familia pasó a un segundo lugar frente a las necesidades urgentes, el hambre, la necesidad de protegerse contra el frío, las palizas, la fatiga … Todo esto provocó algunas reacciones que podríamos denominar como de animales; éramos como animales de trabajo
Es curioso cómo esta condición animal, se repetiría en el lenguaje: en alemán hay dos palabras para comer.. Una de ellas es essen, y se refiere a las personas, y la otra es fressen, referida a los animales. Decimos que un caballo frisst, por ejemplo, o un gato. En el lager, sin que nadie hubiera decidido que así fuera, el verbo para comer era fressen.”

Como si la percepción de la regresión animal estuviera clara para todos».
Fuente: ~ Entrevista http://www.inch.com/~ari/levi1.html con Daniel Toaff, Sorgenti di Vita (fuentes de la vida), un programa de Unione Comunità Israelitiche Italiane, Radiotelevisione Italiana [RAI] (25 de marzo de 1983).

“Para mí la química representaba una nube indefinida de posibilidades futuras, que nimbaba mi porvenir de negras volutas heridas por resplandores de fuego, parecida a aquella nube que ocultaba el Monte Sinaí. Esperaba, como Moisés, que de aquella nube descendiera mi ley y el orden en torno mío, dentro de mí y para el mundo. Estaba empachado de libros que seguía devorando, sin embargo, con voracidad insensata, en busca de otra clave para las verdades fundamentales; una clave tenía que haberla, y estaba convencido de que, por culpa de alguna monstruosa conspiración contra mí y en perjuicio del mundo, no la iba a encontrar en las aulas. En clase me suministraban toneladas de nociones que digería con prontitud, pero que no me calentaban la sangre en las venas. Miraba hincharse los brotes de los árboles en primavera, miraba resplandecer la mica dentro del granito, miraba mis propias manos, y me decía para mis adentros: "Llegaré a entender también esto, lo entenderé todo, pero no como "ellos" quieren. Encontraré un atajo, me fabricaré una ganzúa, forzaré las puertas". Era enervante y nauseabundo escuchar discursos sobre el problema del ser y del conocer, cuando todo en torno era un puro misterio que pugnaba por desvelarse: la vetusta madera de los bancos, la esfera del Sol por encima de los ventanales y los tejados, el vuelo inútil de los vilanos en el aire de junio. Ahí estaba: ¿podrían ser capaces todos los filósofos y ejércitos del mundo juntos de construir ese mosquito? No, ni siquiera de entenderlo; y eso era una vergüenza, algo abominable, había que tirar por otro camino.”

El Sistema Periódico (1975)

“La traducción es un trabajo difícil debido a que las barreras entre idiomas son más altas de lo que generalmente se piensa … saber cómo evitar las trampas no es suficiente para ser un buen traductor. La tarea es más ardua; se trata de transferir de un idioma a otro la fuerza expresiva del texto, y esto es una tarea sobrehumana, y es por ello por lo que algunas traducciones célebres (por ejemplo la de la Odisea al latín y de la Biblia al alemán) han marcado transformaciones en la historia de nuestra civilización.
Sin embargo, ya que escribir es el resultado de una interacción profunda entre el talento creativo del escritor y la lengua en la que se expresa, cada traducción conlleva una pérdida inevitable, comparable a la pérdida en el cambio de moneda. Esta disminución varía en grado, es grande o pequeña de acuerdo con la capacidad del traductor y la naturaleza del texto original. Por regla general, es mínima para los textos técnicos o científicos (pero en este caso el traductor, además de conocer las dos lenguas, tiene que entender lo que está traduciendo, poseer, por así decir, una tercera competencia). Es máxima para la poesía …”

Fuente: Citado en: "Primo Levi and Translation" http://www.leeds.ac.uk/bsis/98/98pltrn.htm de David Mendel http://findarticles.com/p/articles/mi_qn4158/is_20070320/ai_n18738601/print, en Bulletin of the Society for Italian Studies (1998)