Frases sobre cisne

Una colección de frases y citas sobre el tema del cisne, noche, hecho, ser.

Frases sobre cisne

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“Vas a asar un ganso, pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás asar.”

Jan Hus (1369–1415) teólogo y filósofo checo

Al verdugo que debía quemarlo vivo. Hus significa ganso en lengua bohemia. Se suele identificar a Martín Lutero con esta profecía (102 años después clavó sus 95 tesis en Wittenberg).

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“Estas cosas son fáciles de decir, pues las palabras no sienten vergüenza y nunca se sorprenden (14)

Imágenes del pasado remoto se agolpan en mi cabeza, y la mitad de las veces soy incapaz de distinguir si son recuerdos o invenciones. Tampoco es que haya mucha diferencia, si es que hay alguna (14)

Hay quien afirma, que sin darnos cuenta, nos lo vamos inventando todo, adornándolo y embelleciéndolo, y me inclino a creerlo, pues Madame Memoria es una gran y sutil fingidora (14)

Me la debo de estar inventando (14)

En mi opinión, los nombres de las mujeres casadas nunca suenan bien. ¿Es porque todas se casan con los nombres equivocados, o, en cualquier caso, con los apellidos equivocados? (17)

…y en mi oído resonaban los tins y los plofs de sus tripas en su incesante labor de transubstanciación (18)

Ahora me pregunto si ella también estaba enamorada de mí, y esas muestras de gracioso desdén eran una manera de ocultarlo ¿O todo esto no es más que vanidad por mi parte? (25)

…y al presenciar todas aquellas cosas sentí el dolor dulce y agudo de la nostalgia, sin objeto pero definida, como el dolor fantasma de un miembro amputado (27)

…permanecimos echados boca arriba durante mucho tiempo, como si practicáramos para ser los cadáveres que seríamos algún día (34)

…y yo me quedé en medio de la sala, sin ser gran cosa, a duras penas yo mismo. Había momentos como ése, en los que uno estaba en punto muerto, por así decir, sin preocuparse de nada, a menudo sin fijarse en nada, a menudo sin ser realmente en ningún sentido vital (42)

El Tiempo y la Memoria son una quisquillosa empresa de decoradores de interiores, siempre cambiando los muebles y rediseñando y reasignando habitaciones (43)

En lugar de los tonos de color rosa y melocotón que había esperado –Rubens es en gran parte responsable de ello-, su cuerpo, de manera desconcertante, mostraba una variedad de tonos apagados que iban del blanco magnesio al plata y al estaño, un matiz mate de amarillo, ocre pálido, e incluso una especie de verde en algunos lugares y, en los recovecos, una sombra de malva musgoso (45)
¿Era eso estar enamorado, me pregunté, ese repentino y plañidero viento que te atravesaba el corazón? (62)

…no estaba acostumbrado todavía al abismo que se abre entre la comisión de un hecho y el recuerdo de lo cometido (65)

…la noche del último día ella ya me había dejado para siempre (75)

No todo significa algo (100)

Cómo anhelábamos en aquellos años, pasar aunque sólo fuera un día normal, un día en el que pudiéramos levantarnos por la mañana y desayunar sin preocuparnos por nada, leernos fragmentos del periódico el uno al otro y planear hacer cosas, y luego dar un paseo, y contemplar las vistas con una mirada inocente, y luego compartir un vaso de vino y por la noche irnos juntos a la cama (102)

Debe de ser difícil acostumbrarse a que no haya nada que hacer (107)

A lo largo de los años, los vagabundos, los auténticos vagabundos, han disminuido constantemente en calidad y cantidad (107)

Qué frágil resulta este absurdo oficio en el que me he pasado la vida fingiendo ser otras personas, y sobre todo fingiendo no ser yo mismo (119)

…tan sólo vulgarmente humana (123)

El quinto de los seis cigarrillos que según ella son su ración diaria (143)

…participar en una película es algo extraño, y al mismo tiempo no lo es en absoluto; se trata de una intensificación, una diversificación de lo conocido, una concentración en el yo ramificado; y todo eso es interesante, y confuso, y emocionante y perturbador (143)

El hecho es que me echó a perder a otras (157)

Era, como ya he dicho, todo un género en sí misma (158)

Los cisnes, con su belleza estrafalaria y sucia, siempre me dan la impresión de mantener una fachada de indiferencia tras la cual realmente viven una tortura de timidez y duda (173)”

John Banville (1945) escritor irlandés
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“He escuchado el ballet Sylvia] de Léo Delibes. Quiero decir que lo he escuchado de verdad, pues es el primer ballet donde la música no es solo el interés principal, sino el único interés. ¡Qué encanto, qué elegancia, qué riqueza melódica, rítmica, armónica! Sentí vergüenza. Si hubiese conocido esta música antes, por supuesto no hubiera compuesto El lago de los cisnes.”

Piotr Ilich Chaikovski (1840–1893) compositor ruso

Tras escuchar en Viena, a finales de 1877, el ballet Sylvia que se había estrenado unos nueve meses antes que El lago de los cisnes.
Fuente: [Bullock], Philip Ross (en inglés). Tchaikovsky, p. 67. Reaktion Books, 2016. ISBN 1780237014, 9781780237015. https://books.google.es/books?id=b72pDAAAQBAJ&pg=PA67&dq=Tchaikovsky+Sylvia&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiurJ3a2pjkAhXvQxUIHXZ4CFUQ6AEINDAB#v=onepage&q=Tchaikovsky%20Sylvia&f=false En Google Books. Consultado el 23 de agosto de 2019.

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“Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las pelquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a une monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.”

Pablo Neruda (1904–1973) poeta