Frases de Boris Vian
Boris Vian
Fecha de nacimiento: 10. Marzo 1920
Fecha de muerte: 23. Junio 1959
Boris Vian fue un polímata: novelista, dramaturgo, poeta, músico de jazz, ingeniero, periodista y traductor de nacionalidad francesa. Utilizó numerosos heterónimos, como Vernon Sullivan, Boriso Viana, o los anagramas Baron Visi, Brisavion, Navis Orbi o Bison Ravi, entre otros. Escribió teatro, letra y música de canciones, cuentos y novelas. Tanto sus diez novelas como sus actuaciones de jazz fueron muy admiradas.
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Frases Boris Vian
„Quiero proceder a una especie de identificación. Saber que las pasiones existen y no poder sentirlas es horroroso.
- Pero entonces -dijo Ángel-está claro que tiene usted por lo menos este deseo, y eso basta para que no esté tan vacío.
- No tengo ningún motivo para decidirme por una cosa más bien que por otra -dijo Jacquemort-. Deseo robarles a los demás las razones que tienen.“
— Boris Vian
Heartsnatcher
„¿Dónde estaban los recuerdos puros? En casi todos se funden impresiones de otras épocas que se les superponen y les confieren una realidad distinta. Los recuerdos no existen: es otra vida revivida con otra personalidad, y que en parte es consecuencia de esos mismos recuerdos. No se puede invertir el sentido del tiempo, a menos que se viva con los ojos cerrados y los oídos sordos.“
— Boris Vian
L'herbe rouge - roman / Les lurettes fourrées - nouvelles
„Casi siempre estaba de buen humor; el resto del tiempo, dormía.“
— Boris Vian
L'Écume des jours
„¿Ha visto usted los periódicos? Los conformistas nos la están preparando buena, ¿no?
- ¿Eh...? Sí..., sí, señor -murmuró Claude.
- Esos cerdos... Ha llegado el momento de espabilarse... Como usted sabe, están todos armados.
- Oh... -dijo Claude.
- Claramente se vio durante el Liberacionamiento. Llevaban armas para llenar camiones. Y, naturalmente, las personas decentes, como usted o como yo, no tenemos armas.
- Muy cierto.
- Usted, ¿no tiene?
- No, señor Saknussem.
- ¿Podría usted agenciarme un revólver? -preguntó Saknussem a quemarropa.
- Es que... -dijo Claude-. Quizás el cuñado de la señora que me alquila la habitación... No sé...
- Perfecto -dijo su jefe-. Cuento con usted, ¿eh? Que tampoco resulte demasiado caro; y con cartuchos, eh. Esos cerdos conformistas... No queda más remedio que ser precavido, ¿eh?
- Indudablemente -dijo Claude.
- Gracias, Léon. Cuento con usted. ¿Cuándo podría traérmelo?
- Tengo que preguntar.
- Por supuesto. Tómese el tiempo que necesite. Si quiere salir un poco antes...
- Oh, no. No merece la pena.
- Perfectamente. Y, por otra parte, cuidado con los borrones, ¿eh? Preocúpese de su trabajo. Qué diablos, no se le paga para no hacer nada.
- Tendré cuidado señor Saknussem -prometió Claude.
- Y llegue a su hora -concluyó el jefe-. Ayer llegó usted con seis minutos de retraso.
- Sin embargo, hoy estaba aquí nueve minutos antes... -dijo Claude.
- Sí -dijo Saknussem-, pero habitualmente llega usted con cuarto de hora de adelanto.“
— Boris Vian
Autumn in Peking
„Dios os contempla, mierdosos, y se avergüenza de vosotros...“
— Boris Vian
El Arrancacorazones
„Quedarías tú, pero no se puede estar dentro de la piel de otro. Seríamos dos. Y tú eres completa. Tú entera ya eres demasiado; y como todo merece ser conservado, más vale que seas distinta a mí.“
— Boris Vian
L'herbe rouge - roman / Les lurettes fourrées - nouvelles
„Por la ventana se veían los largos regueros de lágrimas del crepúsculo en las negras mejillas de las nubes.“
— Boris Vian
L'herbe rouge - roman / Les lurettes fourrées - nouvelles
„Miraba las estrellas que se perseguían por el cielo, despidiendo grandes resplandores al alcanzarse. Tres de ellas, arriba, a la derecha, mimaban una danza oriental. De ven cuando volutas de noche las ocultaban.“
— Boris Vian
L'herbe rouge - roman / Les lurettes fourrées - nouvelles
„¿Por qué miran con tanto desdén? —preguntó Chloé—. Al fin y al cabo, trabajar no es para tanto.
—Se les ha inculcado la idea de que trabajar es algo bueno —dijo Colin—. En general, se considera así. Pero, de hecho, no hay nadie que lo piense. Se hace por costumbre y para no pensar en ello precisamente.“
— Boris Vian
L'Écume des jours
„¿Tienes esperanzas? —preguntó Lazuli.
—Como no las tenía desde hacía muchísimo tiempo —dijo Wolf—. Pero no me inspira mucha confianza. Ocurrirá como las otras veces.
—¿Qué pasó las otras veces? —dijo Lazuli.
—Nada —respondió Wolf—. Una vez terminado, no quedaba nada. Sólo decepción. En fin.... no se puede permanecer siempre a ras de suelo.“
— Boris Vian
L'herbe rouge - roman / Les lurettes fourrées - nouvelles