Frases sobre encrucijada

Una colección de frases y citas sobre el tema del encrucijada, camino, historia, veces.

Frases sobre encrucijada

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“Pero hay encrucijadas tanto en nuestra propia vida personal como en la historia de los pueblos en las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un mejor servicio a la colectividad permanecido en su puesto o renunciando a él.”

Adolfo Suárez (1932–2014) político español

Anuncio de dimisión, 29 de enero de 1981.
Fuente: Diario La Vanguardia de 30 de enero de 1980 http://web.archive.org/20090201030743/fotosdetiempospasados.blogspot.com/2009/01/emotivo-discurso-de-dimisin-de-adolfo.html

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“Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta,
la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía,
King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero
entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la
ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la
tercera dimensión y yéndose,

y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió
porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has
tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y
blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella,
alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el
/manubrio
y decir que también tú has salido, que también tú quieres
llegar al sur,

y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando,
larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio
y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del
valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago.
Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en
la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una
cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica
yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al
hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se
va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas
que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas
bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la
ciudad están abiertas todavía,

y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras.
Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur lleva
a la muerte,
allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera
o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o
general espera
sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos,
no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores
para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos
ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la
mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no
es Sing-Sing, no es la Santé,

allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie
es culpable de la muerte, y la violencia

es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina
y la tranquilidad del reino,

allá es tierra de paz, de conferencias internacionales,
copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que
el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios
hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se
pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros,
entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin
mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue
/maloliente
mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur,
mientras la civilización cristiana.

Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos,
ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar
y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe,
pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola
línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada
hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una
esfinge para hacerte las preguntas rituales.

¿Habrá llegado al sur?
¿La alcanzarás un día?
Nosotros, ¿llegaremos?

(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado - )

¿Llegaremos un día?

Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia,
no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró
en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y calles
pero sur, esperanza de sur,

sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando
con gente como ella, mirarán a lo lejos por si otras
bicicletas apuntaran filosas?

( - un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek - )

¿Llegaremos un día?”

Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
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“Sin embargo, parece que la oposición entre naturaleza y cultura no es el mejor marco dentro del cual inscribir los dilemas actuales de la encrucijada sexo/género. La verdadera discusión es hasta qué punto los diversos tipos de inclinaciones/preferencias/identidades sexuales son flexibles, alterables y dependientes de la elección del sujeto. Pero las oposiciones entre naturaleza y cultura y entre “es un tema de elección” y “los seres humanos no pueden evitarlo ni hacer nada al respecto”, ya no se superponen como lo hicieron durante la mayor parte de la historia moderna y hasta no hace mucho tiempo. En el discurso popular, cultura significa cada vez más esa parte heredada de la identidad que no puede ni debe ser molestada (sin riesgo para quien se meta con ella), mientras que los rasgos y atributos tradicionalmente clasificados como “naturales” (hereditarios, genéticamente transmitidos) suelen ser considerados como dóciles a la manipulación humana y, por lo tanto, de libre elección, una elección de la cual, como sucede con toda elección, la persona se deberá sentir responsable y así lo será ante los ojos de los demás. En consecuencia, no importa tanto si las preferencias sexuales (articuladas como “identidad sexual”) son “atributos naturales” o “constructos culturales”. Lo que importa es saber si depende del homo sexualis determinar (descubrir o inventar) cuál (o cuáles) de esa multitud de identidades sexuales posibles le resulta mejor, o si, como el homo sapiens frente a su “comunidad de nacimiento”, él o ella están constreñidos a aceptar ese destino y vivir sus vidas de manera tal de poder convertir a ese destino inalterable en una vocación personal.”

Amor líquido: 0

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