Frases de David Herbert Lawrence
David Herbert Lawrence
Fecha de nacimiento: 11. Septiembre 1885
Fecha de muerte: 2. Marzo 1930
David Herbert Richards Lawrence fue un escritor inglés, autor de novelas, cuentos, poemas, obras de teatro, ensayos, libros de viaje, pinturas, traducciones, y críticas literarias.
Su literatura expone una extensa reflexión acerca de los efectos deshumanizadores de la modernidad y la industrialización,[2] y abordó cuestiones relacionadas con la salud emocional, la vitalidad, la espontaneidad, la sexualidad humana y el instinto.[3][4] Las opiniones de Lawrence sobre todos estos asuntos le causaron múltiples problemas personales: además de una orden de persecución oficial, su obra fue objeto en varias ocasiones de censura; por otra parte, la interpretación sesgada de aquella a lo largo de la segunda mitad de su vida fue una constante. Como consecuencia de ello, hubo de pasar la mayor parte de su vida en un exilio voluntario, que él mismo llamó «peregrinación salvaje».
Aunque en el momento de su muerte su imagen ante la opinión pública era la de un pornógrafo que había desperdiciado su considerable talento, E. M. Forster, en un obituario, defendió su reputación al describirlo como «el novelista imaginativo más grande de nuestra generación».[5] Más adelante, F. R. Leavis, un crítico de Cambridge de notoria influencia, resaltó tanto su integridad artística como su seriedad moral, lo que situó a buena parte de su ficción dentro de la «gran tradición» canónica de la novela en Inglaterra. Con el tiempo, la imagen de Lawrence se ha afianzado como la de un pensador visionario y un gran representante del modernismo en el marco de la literatura inglesa, pese a que algunas críticas feministas deploran su actitud hacia las mujeres, así como la visión de la sexualidad que se percibe en sus obras.[6][7]
Obras
Frases David Herbert Lawrence
„La sexualidad y un cóctel. Duran el mismo tiempo, producen el mismo efecto, y vienen a significar lo mismo.“
— David Herbert Lawrence, libro El amante de Lady Chatterley
El amante de Lady Chatterley (1928)
„Lo que los ojos no ven y la mente no conoce, no existe.“
— David Herbert Lawrence, libro El amante de Lady Chatterley
El amante de Lady Chatterley (1928)
„La nuestra es esencialmente una era trágica, así que nos rehusamos a considerarla trágicamente.“
— David Herbert Lawrence, libro El amante de Lady Chatterley
El amante de Lady Chatterley (1928)
„Sí, la gente finge tener emociones cuando, en realidad, nada siente. Creo que ser romántico consiste en eso.“
— David Herbert Lawrence, libro El amante de Lady Chatterley
El amante de Lady Chatterley (1928)
„Sí, ya sé que Gudrun, salvo en los momentos de excitación, sentía un vacío en su interior. Sentíase insegura. Últimamente, sin embargo, había tenido la impresión de que, mediante el amor fuerte y violento de Gerald, vivía con plenitud. Pero cuando se comparaba con Úrsula, el alma de Gudrum se sentía instatisfecha y celosa. Gudrun no estaba satisfecha, jamás lo estaría.
¿Qué le faltaba? El matrimonio, la maravillosa estabilidad del matrimonio. Dijera lo que dijese, quería esa estabilidad. Había mentido. La vieja idea del matrimonio era correcta. El matrimonio y el hogar. Sin embargo, en sus labios se formaba una mueca cuando pronunciaba estas dos palabras. Pensó en Gerald y en Shortlands, en el matrimonio y en el hogar. Bueno, más valía dejarlo. Gerald significaba mucho para Gudrun, pero… Quizá no fuera mujer apta para el matrimonio. Quizá fuera uno de esos seres exiliados de la vida, una de esas vidas errabundas y sin raíces. No, no, eso no podía ser verdad. De repente, Gudrun imaginó una estancia de color de rosa, en la que un hombre apuesto, vestido de etiqueta, la tomaba en sus brazos, yendo ella con un hermoso vestido de noche, y la besaba a la luz del fuego del hogar. Dio el título «Hogar» a ese cuadro. La factura del cuadro era académica".“
— David Herbert Lawrence, libro Women in Love
Women in Love
„M y F se abrazaron esa larga noche.“
— David Herbert Lawrence, libro El amante de Lady Chatterley
El amante de Lady Chatterley (1928)
„La sociedad era horrible porque estaba loca. La sociedad civilizada es un despropósito. El dinero y el llamado amor son sus dos grandes manías; con el dinero muy a la cabeza. En su inconexa locura el individuo se identifica a sí mismo de esas dos formas: dinero y amor“
— David Herbert Lawrence, libro El amante de Lady Chatterley
Lady Chatterley's Lover