Frases sobre abolición

Una colección de frases y citas sobre el tema del abolición, clase, lucha, mismo.

Frases sobre abolición

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“Conquistar el derecho al aborto por medio de la lucha de clases significa arrancar al capital y a su Estado una conquista por los mismos medios y los mismos métodos que llevan, potencialmente, a la abolición del capital y del Estado.”

Jorge Altamira (1942) trotskista argentino, dirigente del Partido Obrero

Fuente: El derecho al aborto http://po.org.ar/prensaObrera/online/mujer/el-derecho-al-aborto.

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“Resulta que la abolición del beneficio empresarial se puede "compensar"… ¡¡¡con la disminución del salario!!!”

Lenin (1870–1924) político ruso, teórico comunista, líder de la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rus…

1894

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“«Entrevistador: ¿Es posible la abolición de la humanidad del hombre?
Levi: Por desgracia, sí. Por desgracia, sí, y esa es realmente la característica de los lager nazis [campos de concentración]. Acerca de los demás, no sé, porque yo no los conozco, tal vez en Rusia suceda lo mismo. Es la abolición de la personalidad del hombre, dentro y fuera: no sólo de los presos, sino también del carcelero. Él también perdió su personalidad en el lager
Se trata de dos itinerarios diferentes, pero con el mismo resultado, y yo diría que sólo unos pocos tuvieron la suerte de permanecer conscientes durante su detención; algunos recuperaron su conciencia de la experiencia más tarde, pero durante la misma, la perdieron, y muchos lo olvidaron todo. No registraron sus experiencias en su mente. No lo dejaron impreso en su pista de la memoria. Así sucedió con todo, una profunda modificación de su personalidad. Por encima de todo, nuestra sensibilidad perdió nitidez, de modo que los recuerdos de nuestra casa cayeron a un segundo lugar, el recuerdo de la familia pasó a un segundo lugar frente a las necesidades urgentes, el hambre, la necesidad de protegerse contra el frío, las palizas, la fatiga … Todo esto provocó algunas reacciones que podríamos denominar como de animales; éramos como animales de trabajo
Es curioso cómo esta condición animal, se repetiría en el lenguaje: en alemán hay dos palabras para comer.. Una de ellas es essen, y se refiere a las personas, y la otra es fressen, referida a los animales. Decimos que un caballo frisst, por ejemplo, o un gato. En el lager, sin que nadie hubiera decidido que así fuera, el verbo para comer era fressen.”

Primo Levi (1918–1987) escritor italiano de origen judío sefardí

Como si la percepción de la regresión animal estuviera clara para todos».
Fuente: ~ Entrevista http://www.inch.com/~ari/levi1.html con Daniel Toaff, Sorgenti di Vita (fuentes de la vida), un programa de Unione Comunità Israelitiche Italiane, Radiotelevisione Italiana [RAI] (25 de marzo de 1983).

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“Tanto el fascismo como el comunismo buscan el estado totalitario, es decir, la abolición del individuo en beneficio de la entidad del Estado. La vieja fórmula liberal: el Estado se funda para facilitar el desenvolvimiento y los derechos y asegurar las garantías del individuo, ha sido reemplazada por el siguiente concepto: el Estado antes y sobre todo; el individuo no es más que un factor de los tantos que se deben concurrir a fortalecer el Estado como entidad superior e ideal.”

Marcelo T. de Alvear (1868–1942) político de Argentina

(La Prensa, 1937).; Mensaje a la asamblea legislativa, 1926.
Fuente: Titto, Ricardo de (director y compilador); López, Germán (prólogo) (2010). El pensamiento del radicalismo. Claves del Bicentenario. Página 87. Buenos Aires: Editorial El Ateneo. ISBN 978-950-02-0491-0.

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“En mi opinión, la cuestión de la abolición de la esclavitud no es solamente una cuestión de interés para Francia, sino además una cuestión de honor. Se ha dicho mucho que la abolición de la esclavitud se debía sólo al cristianismo. Dios me guarde de apartarme del respeto que debo a esta santa doctrina, pero por eso es muy necesario que yo lo diga, Señores, la emancipación tal como la vemos incluso en las islas inglesas, es producto de una idea francesa (…) Digo que somos nosotros quienes, destruyendo en todo el mundo el principio de las castas, de las clases, reencontrando, como se ha dicho, los títulos del género humano que estaban perdidos, somos nosotros quienes volcando en todo el mundo la noción de igualdad de todos los hombres ante la ley, igual que el cristianismo había creado la idea de todos los hombres ante Dios, digo que somos nosotros los verdaderos autores de la abolición de la esclavitud.
El cristianismo, hace doscientos años, eso es cierto, destruyó la servidumbre en el mundo, pero después la había dejado renacer. Todavía hace cincuenta años, el cristianismo dormía al lado de la esclavitud y dejaba, sin reclamar, que pesara sobre una parte de la especie humana. Somos nosotros, Señores, quienes lo hemos despertado; es del movimiento de nuestras ideas de lo que ha surgido ese movimiento admirable de celo religioso, en el que vemos los efectos en las colonias inglesas; somos nosotros quienes hemos hecho ver a los hombres religiosos lo que había de horrible y al mismo tiempo lo que se podría destruir en la esclavitud; somos nosotros quienes les hemos mostrado que la esclavitud no era solamente contraria a las leyes de Dios, sino que debía desaparecer de las leyes humanas. En una palabra, somos nosotros, quienes hemos creado la creencia que la filantropía religiosa de los Ingleses ha realizado tan noblemente, tan felizmente.
Y subrayad, Señores, no solamente la abolición de la esclavitud, sino la idea de la abolición de la esclavitud, esta gran y santa idea ha surgido del mismo fondo del espíritu moderno francés; mejor aún la ven sostenerse más o menos del espíritu de la nación, según que la propia nación sienta más o menos avivar o apagar en su corazón los grandes principios de la Revolución.”

Alexis De Tocqueville (1805–1859) pensador, jurista, político, e historiador francés

Tocqueville, Conclusion de son discours à la Chambre pour défendre l’abolition le 30 mai 1845.
Citas de sus obras completas, Condena del genocidio de los indios de América del Norte y de la esclavitud
Fuente: [Tocqueville, Alexis de, Gallimard (1962), Écrits et discours politiques: écrits sur l'Algérie, les colonies, l'abolition de l'esclavage, l'Inde, p.p. 124-125, Œuvres complètes, Tomo III]

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“Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la concurrencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.”

Anselm Jappe (1962)

Variante: Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la competencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.

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“Somos partidarios de la abolición de la guerra; no deseamos la guerra. Pero la guerra sólo se puede abolir mediante la guerra. Para acabar con los fusiles, se debe empuñar el fusil.”

Mao Zedong (1893–1976) Presidente del Partido Comunista de China

Problemas de la guerra y de la estrategia. (6 de noviembre de 1938), Obras Escogidas, tomo II.
1938

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