Frases sobre cabida

Una colección de frases y citas sobre el tema del cabida, puede, ser, amor.

Frases sobre cabida

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“Los motivos para no volver al congreso son muy sencillos: desencanto y aburrimiento. De muchacho diome la afición de ir a las barras y conocí bastante el senado donde asistí a don Miguel Antonio Caro y la cámara donde hablaban Guillermo Valencia y Oscar Teran. Mi actuación ha sido larga, y toda actuación larga aburre al actor y a los espectadores, esa aburricion no tiene cura, si coincide como es mi caso con una curva de decadencia de la institución, como digo conocí el senado admirable de 1903, después en las cámaras a las que he acudido vi trabajar a ciudadanos eminentes que llenaban su cometido de legisladores con un gran sentido del deber, una real capacidad y el autentico esfuerzo por producir el trabajo útil, conocí el esmero solicito con que antes se intervenía en la formación de las leyes y lo comparo con el desgaire con que se hace ahora, en el estado a que ha llegado el congreso, la preparación, el estudio, el conocimiento, la demostración, el raciocinio no tienen cabida, son inoperantes y baldíos, el congreso se mueve con un truco y yo conozco el truco, se en que consiste hasta en sus menores detalles, como se inicia en que manera se desarrolla y la manera como se le hace actuar para conseguir un éxito infalible, es un truco que yo no puedo emplear por un sentimiento de dignidad personal de modo que lo que he tratado de hacer y lo que tal vez pudiera hacer todavía no sirve de nada, y lo que sirve para el éxito parlamentario yo no lo puedo hacer, sobro, me ocurre además lo que algunos niños con los juguetes mecánicos, se encantan con ellos cuando ignoran el mecanismo que los hace andar, pero si llegan a descubrir el resorte y la ruedita se aburren y los tiran; dejo el congreso con la sensación de que queda atrás algo que no vale la pena porque esta dañado y corrompido hasta el tuétano.”

Laureano Gómez (1889–1965) Presidente de Colombia 1950-1951

Fuente: Diario El Pacifico de Cali (25 de diciembre de 1940).

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“Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida.”

Manuel Belgrano (1770–1820) político y militar argentino

Sin fuentes

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“Usted tiene todas las condiciones para concurrir a mi felicidad, pero yo tengo muy pocas para concurrir a la suya. Y no crea que me estoy mandando la parte. En otra posición (quiero decir, más bien, en otras edades) lo más correcto sería que yo le ofreciese un noviazgo serio, muy serio, quizá demasiado serio, con una clara perspectiva de casamiento al alcance de la mano. Pero si yo ahora le ofreciese algo semejante, calculo que sería muy egoísta, porque sólo pensaría en mí, y lo que yo más quiero ahora no es pensar en mí sino pensar en usted. Yo no puedo olvidar usted tampoco que dentro de diez años yo tendré sesenta. Escasamente un viejo, podrá decir un optimista o un adulón, pero el adverbio importa muy poco. Quiero que quede a salvo mi honestidad al decirle que ni ahora ni dentro de unos meses, podré juntar fuerzas como para hablar de matrimonio. Pero siempre hay un pero ¿de qué hablar entonces? Yo sé que, por más que usted entienda esto, es difícil, sin embargo, que admita otro planteo. Porque es evidente que existe otro planteo. En ese otro planteo hay cabida para el amor, pero no la hay en cambio para el matrimonio. Levantó los ojos, pero no interrogaba. Es probable que sólo haya querido ver mi cara al decir eso. Pero, a esta altura, yo ya estaba decidido a no detenerme. A ese otro planteo, la imaginación popular, que suele ser pobre en denominaciones, lo llama una Aventura o un Programa, y es bastante lógico que usted se asuste un poco. A decir verdad, yo también estoy asustado, nada más que porque tengo miedo de que usted crea que le estoy proponiendo una aventura. Tal vez no me apartaría ni un milímetro de mi centro de sinceridad, si le dijera que lo que estoy buscando denodadamente es un acuerdo, una especie de convenio entre mi amor y su libertad. Ya sé, ya sé. Usted está pensando que la realidad es precisamente la inversa; que lo que yo estoy buscando es justamente su amor y mi libertad. Tiene todo el derecho de pensarlo, pero reconozca que a mi vez tengo todo el derecho de jugármelo todo a una sola carta. Y esa sola carta es la confianza que usted pueda tener en mí.”

La tregua

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“Hay que salir de los eslóganes para entrar en los argumentos serios y rigurosos, salir de la confrontación y de las posturas cerradas de líneas rojas para que todas las voces tengan cabida.”

Neli Zaitegi (1946) maestra y pedagoga

Fuente: Artículo DEIA http://www.deia.eus/2018/03/08/sociedad/euskadi/hay-que-dejar-de-lado-los-esloganes-y-las-lineas-rojas (8 de marzo de 2018)