Frases sobre vampiro

Una colección de frases y citas sobre el tema del vampiro, puede, dos, hacia.

Frases sobre vampiro

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“Los espectadores de cine son vampiros callados.”

Jim Morrison (1943–1971) cantante, compositor y poeta estadounidense
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“¿El arte de amar? Saber unir el temperamento de un vampiro y la discreción de una anémona.”

Emil Cioran (1911–1995) filósofo y ensayista rumano

All Gall Is Divided: Aphorisms

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“Entrevista con el vampiro”

Anne Rice (1941) escritora estadounidense
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“lo bueno que tenía clavar una estaca en el corazón era que también funcionaba con los no vampiros.”

Going Postal
Variante: Y lo bueno que tenía clavar una estaca en el corazón era que también funcionaba con los no vampiros.

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“El cristianismo fue el vampiro del imperium romanum”

El Anticristo, maldición sobre el cristianismo (1888)
Fuente: LVIII

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“Soy un vampiro de emociones primarias.”

Albert Espinosa (1973) escritor, actor y director de cine español
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“Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.

Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú…

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que

me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.

Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.”

Sylvia Plath (1932–1963) escritora Estadounidense

Ariel

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“Desde muy niña hacía versos, y aún novelas, que tenían por protagonistas gigantes y vampiros, pero mi pasión era el teatro. En vano mi madre empleaba hasta el rigor para hacerme aprender el dibujo y la música a que era ella muy aficionada.”

Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814–1873) escritora española

Fragmento de Autobiografía y cartas (1914).
Citas de la autora
Fuente: Historias del bello sexo: la introducción del romanticismo en México, por Montserrat Galí i Boadella.
Fuente: Historias del bello sexo: la introducción del romanticismo en México https://books.google.es/books?id=RDKEA0xzkWgC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false

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