Frases sobre veracidad

Una colección de frases y citas sobre el tema del veracidad, decir, ser, veces.

Frases sobre veracidad

Mahoma Foto
Friedrich Nietzsche Foto
Albert Einstein Foto

“El respeto irreflexivo por la autoridad es el mayor enemigo de la veracidad.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad

fuente: http://www.great-quotes.com/quote/316

Jonathan Swift Foto
Viktor Frankl Foto

“Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un extraño sueño. Una voz me invitaba a desear cualquier cosa, bastaba con preguntar lo que quería conocer y mis preguntas serían satisfechas de inmediato. ¿Sabe qué pregunté? Cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Conocer cuándo seríamos liberados los de este campo y cuándo terminarían nuestros sufrimientos». «¿Y cuándo tuvo usted ese sueño?», le pregunté. «En febrero de 1945», contestó. Por entonces estábamos a principios de marzo. «¿Qué respondió la voz en su sueño?» En voz baja, casi furtivamente, me susurró: «El treinta de marzo.» Cuando F. me contó aquel sueño todavía se encontraba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo, a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El veintinueve de marzo, de repente, F. cayó enfermo con una fiebre muy alta. El treinta de marzo, el día en que según su profecía terminaría la guerra y el sufrimiento para él, empezó a delirar y perdió la conciencia. El treinta y uno de marzo falleció. Según todas las apariencias murió de tifus… Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona su valor y su esperanza, o su falta de ambos y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. La causa última de la muerte de mi amigo fue la honda decepción que le produjo no ser liberado en el día señalado. De pronto se debilitó la resistencia de su organismo y sus defensas disminuyeron, dejándole a merced de la infección tifoidea latente. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad. La observación de este caso, y sus consecuencias psicológicas, concuerda con un hecho que el médico del campo me hizo notar: la tasa de mortandad semanal durante las Navidades de 1944 y el Año Nuevo de 1945 superó en mucho las estadísticas habituales del campo. En su opinión, la explicación de este aumento de mortalidad no había que buscarla en el empeoramiento de las condiciones de trabajo, ni en una disminución de la ración alimenticia, ni en un cambio climatológico, ni en el brote de nuevas epidemias. A su entender, se trataba sencillamente de la ingenua esperanza que abrigaron la mayoría de los presos de ser liberados por las fiestas navideñas. Según se acercaba esa fecha, y al no recibir ninguna noticia alentadora, los prisioneros perdieron su valor y les venció el desaliento. Muchos de ellos murieron al debilitarse su capacidad de resistencia. Ya advertimos”

El hombre en busca de sentido

Arturo Uslar Pietri Foto

“La historiografía venezolana ha sufrido, desde los días mismos de la independencia, de una serie de procesos sucesivos de deformación, interpretación interesada y falta de objetividad que nos han llevado a no poder comprender con aceptable veracidad lo que realmente ha ocurrido en nuestro país, qué sentido ha tenido su proceso histórico, qué lo ha caracterizado y qué ha habido finalmente de acierto y desacierto en él, desde un punto de vista menos restringido y matizado de opiniones individuales en el que hemos tenido hasta ahora.

Literalmente ha sido una historia de negaciones y deformaciones. Sin excluir la etapa de la lucha por la independencia, no existe prácticamente ningún tiempo ni ninguna personalidad importante que haya podido ser apreciada y medida en su verdadera significación. Todas las etapas y los personajes han sufrido este proceso de erosión continua, que procede de la actitud retaliativa con que las facciones triunfantes han considerado las figuras de los periodos inmediatamente anteriores.

Casi siempre han sido los «enemigos», en actitud vengativa, quienes han juzgado las etapas históricas que los han precedido y esta característica no se ha detenido nunca hasta nuestros días, con los más graves daños para el valor formativo que debe tener la historia en la conciencia nacional.”

Arturo Uslar Pietri (1906–2001) escritor y político venezolano

Golpe y Estado en Venezuela

Viktor Frankl Foto

“Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un extraño sueño. Una voz me invitaba a desear cualquier cosa, bastaba con preguntar lo que quería conocer y mis preguntas serían satisfechas de inmediato. ¿Sabe qué pregunté? Cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Conocer cuándo seríamos liberados los de este campo y cuándo terminarían nuestros sufrimientos». «¿Y cuándo tuvo usted ese sueño?», le pregunté. «En febrero de 1945», contestó. Por entonces estábamos a principios de marzo. «¿Qué respondió la voz en su sueño?» En voz baja, casi furtivamente, me susurró: «El treinta de marzo.» Cuando F. me contó aquel sueño todavía se encontraba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo, a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El veintinueve de marzo, de repente, F. cayó enfermo con una fiebre muy alta. El treinta de marzo, el día en que según su profecía terminaría la guerra y el sufrimiento para él, empezó a delirar y perdió la conciencia. El treinta y uno de marzo falleció. Según todas las apariencias murió de tifus… Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona su valor y su esperanza, o su falta de ambos y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. La causa última de la muerte de mi amigo fue la honda decepción que le produjo no ser liberado en el día señalado. De pronto se debilitó la resistencia de su organismo y sus defensas disminuyeron, dejándole a merced de la infección tifoidea latente. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad.”

El hombre en busca de sentido

Joseph Conrad Foto
Lee Strobel Foto

“El Salmo 19:1 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos”39. A decir verdad, está escrito a través de los cielos tan vívidamente que cada vez más científicos que buscan las estrellas, se están volviendo cristianos. »El gran cosmólogo Allan Sandage, quien ganó la versión de astronomía del Premio Nobel, concluyó que Dios es “la explicación para los milagros de la existencia”40. Sir Fred Hoyle, inventor de la teoría cosmológica del estado estacionario del universo para evitar la existencia de Dios, finalmente se volvió un creyente en un Diseñador Inteligente del universo. »El astrofísico Hugh Ross, quien obtuvo su doctorado en astronomía en la Universidad de Toronto e hizo estudios en quásars y galaxias, dijo que la evidencia científica e histórica “enraizó profundamente mi confianza en la veracidad de la Biblia”41. Robert Jastrow, un reconocido agnóstico, director del observatorio del monte Wilson y fundador del Instituto del Espacio Goddard, concluyó que el Big Bang apunta hacia Dios. Y me gusta lo que el físico y matemático Robert Griffiths dijo: “Si necesitamos un ateo para un debate, voy al departamento de filosofía. El departamento de física no es de mucha utilidad” 42. Lee, la evidencia, es muy clara.”

Lee Strobel (1952) escritor estadounidense

The Case for Faith: A Journalist Investigates the Toughest Objections to Christianity

Viktor Frankl Foto

“Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un extraño sueño. Una voz me invitaba a desear cualquier cosa, bastaba con preguntar lo que quería conocer y mis preguntas serían satisfechas de inmediato. ¿Sabe qué pregunté? Cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Conocer cuándo seríamos liberados los de este campo y cuándo terminarían nuestros sufrimientos». «¿Y cuándo tuvo usted ese sueño?», le pregunté. «En febrero de 1945», contestó. Por entonces estábamos a principios de marzo. «¿Qué respondió la voz en su sueño?» En voz baja, casi furtivamente, me susurró: «El treinta de marzo.» Cuando F. me contó aquel sueño todavía se encontraba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo, a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El veintinueve de marzo, de repente, F. cayó enfermo con una fiebre muy alta. El treinta de marzo, el día en que según su profecía terminaría la guerra y el sufrimiento para él, empezó a delirar y perdió la conciencia. El treinta y uno de marzo falleció. Según todas las apariencias murió de tifus…”

El hombre en busca de sentido

Charles Baudelaire Foto

“»En verdad, querida, me molestáis sin tasa y compasión; diríase, al oíros suspirar, que padecéis más que las espigadoras sexagenarias y las viejas pordioseras que van recogiendo mendrugos de pan a las puertas de las tabernas.
»Si vuestros suspiros expresaran siquiera remordimiento, algún honor os harían; pero no traducen sino la saciedad del bienestar y el agobio del descanso. Y, además, no cesáis de verteros en palabras inútiles: ¡Quiéreme! ¡Lo necesito «tanto»! ¡Consuélame por aquí, acaríciame por «allá»! Mirad: voy a intentar curaros; quizá por dos sueldos encontremos el modo, en mitad de una fiesta y sin alejarnos mucho.
»Contemplemos bien, os lo ruego, esta sólida jaula de hierro tras de la cual se agita, aullando como un condenado, sacudiendo los barrotes como un orangután exasperado por el destierro, imitando a la perfección ya los brincos circulares del tigre, ya los estúpidos balanceos del oso blanco, ese monstruo hirsuto cuya forma imita asaz vagamente la vuestra.
»Ese monstruo es un animal de aquéllos a quienes se suelen llamar “¡ángel mío!”, es decir, una mujer. El monstruo aquél, el que grita a voz en cuello, con un garrote en la mano, es su marido. Ha encadenado a su mujer legítima como a un animal, y la va enseñando por las barriadas, los días de feria, con licencia de los magistrados; no faltaba más.
¡Fijaos bien! Veis con qué veracidad —¡acaso no simulada!— destroza conejos vivos y volátiles chillones, que su cornac le arroja. “Vaya —dice éste—, no hay que comérselo todo en un día”; y tras las prudentes palabras le arranca cruelmente la presa, dejando un instante prendida la madeja de los desperdicios a los dientes de la bestia feroz, quiero decir de la mujer.”

Paris Spleen

Susan Sontag Foto

“Hay entonces, al menos dos verdades dialécticas. La primera es que tú y yo somos criaturas razonables, y la segunda que usted y yo debemos ser razonables. Debido a la segunda, podemos decir no sólo que razonablemente no se puede negar la primera, sino también que no debemos negarla. Si estas proposiciones dialécticas son errores, son errores irrefutables: no hay manera de que los hombres cual criaturas racionales puedan averiguar lo que está mal con ellos, así como no hay manera de que los hombres cual criaturas racionales pongan en duda su veracidad.”

Frank Van Dun (1947)

"The Logic of Common Morality" http://web.archive.org/web/20060616233942/http://www.stephankinsella.com/texts/vandun_philosophy_argument.pdf, from E.M. Barth and J.L. Martens, eds., Argumentation Approaches to Theory Formation: Containing the contributions to the Groningen Conference on the Theory of Argumentation, October 1978 (Benjamins, 1982; original from the University of Michigan, digitized Mar 12, 2007. ISBN 9-027-23007-2, 333 pages)

Robert Green Ingersoll Foto

“Supongo que se puede decir verazmente que la Esperanza es el único mentiroso universal que nunca pierde su reputación de veracidad.”

Robert Green Ingersoll (1833–1899) político, activista, orador y abogado estadounidense

Discurso (1892).

Sigmund Freud Foto