Frases sobre colaboración

Una colección de frases y citas sobre el tema del colaboración, fe, mejora, pueblo.

Frases sobre colaboración

Francisco Franco Foto

“Españoles: Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir. Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos, sin que yo los tuviera como tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida, que ya sé próximo. Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación, en la gran empresa de hacer una España unida, grande y libre. Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido. No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria. Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte, ¡¡ARRIBA ESPAÑA!! ¡¡VIVA ESPAÑA!!”

Francisco Franco (1892–1975) general y dictador español

Último mensaje de Franco a los Españoles.

Adolf Hitler Foto

“Dejando a un lado la cuestión de la genialidad de los representantes del pueblo, considérese simplemente el carácter complejo de los problemas pendientes de solución, aparte de los ramos diferentes de actividad en que deben adoptarse decisiones, y se comprenderá entonces la incapacidad de un sistema de gobierno que pone la facultad de la decisión final en manos de una asamblea, entre cuyos componentes sólo muy pocos poseen los conocimientos y la experiencia requeridos en los asuntos a tratar. Pues así como las más importantes medidas en materia económica resultan sometidas a un foro cuyos miembros, en sus nueve décimas partes, carecen de la preparación necesaria. Lo mismo ocurre con otros problemas, dejando siempre la decisión en manos de una mayoría compuesta de ignorantes e incapaces, pues la organización de esa institución permanece inalterada, al paso que los problemas que en ella son tratados se extienden a todos los ámbitos de la vida pública. Es completamente imposible que los mismos hombres que tratan de asuntos de transportes se ocupen, por ejemplo, de una cuestión de alta política exterior. Sería preciso que todos fuesen genios universales, los que tan sólo de siglo en siglo aparecen. Infelizmente, se trata no de verdaderas "cabezas" pero sí de diletantes, tan vulgares que incluso están convencidos de su valor. De ahí proviene también la ligereza con que frecuentemente estos señores deliberan y resuelven cuestiones que serían motivo de honda reflexión aun para los más esclarecidos talentos. Allí se adoptan medidas de enorme trascendencia para el futuro de un Estado como si no se tratase de los destinos de toda una nacionalidad, sino solamente de una partida de naipes, que es lo que resultaría más propio de tales políticos. Sería naturalmente injusto creer que todo diputado de un parlamento semejante se halle dotado de tan escasa noción de responsabilidad. No. De ningún modo. Pero, el caso es que tal sistema, forzando al individuo a ocuparse de cuestiones que no conoce, lo corrompe paulatinamente. Nadie tiene allí el valor de decir: "Señores, creo que no entendemos nada de este asunto; yo al menos no tengo ni idea". Esta actitud tampoco modificaría nada porque, aparte de que una prueba tal de sinceridad quedaría totalmente incomprendida, no por un tonto honrado se resignarían los demás a sacrificar su juego. Quien, además, conoce a los hombres, comprende que en una sociedad tan ilustre nadie quiere ser el más tonto y, en ciertos círculos, honestidad es siempre sinónimo de estupidez. Así es como el representante aún sincero es obligado forzosamente al camino de la mentira y de la falsedad. Justamente la convicción de que la reacción individual poco o nada modificaría, mata cualquier impulso sincero que por ventura surja en uno u otro. A fin de cuentas, se convencerá de que, personalmente, lejos está de ser el primero entre los otros y que con su colaboración tal vez impida males mayores.”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Mi Lucha

Paulo Freire Foto
Iósif Stalin Foto
Rudolf Rocker Foto
Philip K. Dick Foto

“Los que leemos ciencia-ficción, lo hacemos porque amamos la experiencia que supone la reacción en cadena de las ideas que tiene lugar en nuestras mentes por lo que hemos leído, algo novedoso; así, el propósito final de la mejor ciencia-ficción es la colaboración entre el autor y el lector, una colaboración en la que ambos son creadores -- y disfrutan de ello: el disfrute es el ingrediente esencial y definitivo de la ciencia-ficción, el disfrute del descubrimiento de las cosas nuevas.”

Philip K. Dick (1928–1982) escritor estadounidense

Variante: Los que leemos ciencia-ficción, lo hacemos porque amamos la experiencia que supone la reacción en cadena de las ideas que tiene lugar en nuestras mentes por lo que hemos leído, algo novedoso; así, el propósito final de la mejor ciencia-ficción es la colaboración entre el autor y el lector, una colaboración en la que ambos son creadores — y disfrutan de ello: el disfrute es el ingrediente esencial y definitivo de la ciencia-ficción, el disfrute del descubrimiento de las cosas nuevas.

José Ortega Y Gasset Foto
José Ortega Y Gasset Foto

“Porque la República necesita de todas las colaboraciones, las mayores y las ínfimas, porque necesita —queráis o no— hacer las cosas bien, y para eso todos somos pocos.”

José Ortega Y Gasset (1883–1955) filósofo y ensayista español

Fuente: [Ortega y Gasset], José. «Discurso en las Cortes Constituyentes. Estatuto de Cataluña», 13 de mayo de 1932. Obras completas, Vol. V. ISBN 84-306-0569-X (obra completa) ISBN 84-306-0592-4 (tomo V) Ed. Taurus/Fundación José Ortega y Gasset, Madrid, 2004, p. 55.

Peter Joseph Foto

“Muchos mirando el contenido de este programa interpretarán esta conocida como democracia estadounidense, o en realidad la farsa del concepto global de democracia, como un sistema que necesita una mejor regulación. La ACLU, Democracy Now, Michael Moore, Ocupa Wall Street, Annie Leonard, y otras instituciones y figuras activistas inteligentes y francas buscan lo que denominan "cambio", todas en realidad operan dentro de la misma presuposición: "Si tan sólo pudiésemos regular mejor el poder monetario y corporativo, podríamos arreglamos el mundo".
No.
Lamento decir que hasta que la propia premisa social, y por ende, los conductores psicológicos fundamentales de nuestra economía: desequilibrio, escasez, interés propio, explotación y competencia, hasta que esos sean alterados a la magnitud de que el sistema comience a recompensar y reforzar la colaboración, el equilibrio humano y ecológico, la eficiencia y la sostenibilidad, nada va a cambiar realmente. En una condición sociológica donde todo está basado en tomar ventaja sobre otros, lo que hoy llamamos corrupción no es corrupción en absoluto. Es sólo negocios como siempre. En serio, ¿qué es lo que se espera? En una economía donde todo está a la venta por su ética inherente, subrayado por la noción falsa de que no hay manera de que trabajemos juntos de manera inteligente para que todos nos beneficiemos, ningún nivel de supuesta corrupción nos debería sorprender. En breve, asumir que vamos a seguir perpetuando esta filosofía económica, y luego contradecirla con la idea de que ciertos elementos de la sociedad deberían estar fuera del alcance de la manipulación monetaria, es completamente ingenuo y absurdo; pero no acepten mi palabra. Sólo siéntense y miren el flujo y reflujo mientras nos movemos desde un espectro de prácticas perjudiciales y corruptas a otro. Seguro, vamos a arreglar un par de problemas con nuestro pensamiento cerrado, pero hasta que el sistema entero sea abordado en su núcleo, desafortunadamente, todo es una pérdida de tiempo y el mejoramiento será muy poco. Hasta que crezcamos a ese nivel, sentémonos, relajémonos, disfrutemos del show”

Peter Joseph (1978)

Serie «Cultura en decadencia», episodio 1, minuto 25:52-28:08 http://www.youtube.com/watch?v=ciOv02D-WPQ&hd=1&t=24m59s

Iósif Stalin Foto
Iósif Stalin Foto
Iósif Stalin Foto
Iósif Stalin Foto
Iósif Stalin Foto
Adolfo Suárez Foto
Francisco Camps Foto

“Tendremos que buscar en el diccionario otra palabra distinta a la de amistad que resuma y defina la íntima y sentida colaboración entre De la Rúa y el president de la Generalitat.”

Francisco Camps (1962) político español

De la Rúa fue el presidente del TSJCV y como tal el encargado de archivar la causa del cohecho impropio.
Fuente: Público http://www.publico.es/espana/207347/rua/juez/amigo/camps (19/9/2008)

Francisco Camps Foto

“No es un movimiento táctico; creo posible una colaboración larga e intensa.”

Francisco Camps (1962) político español

Entrevista al presidente de la Generalitat valenciana.
Fuente: La Vanguardia http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2008/05/18/pagina-22/70792457/pdf.html (18/05/2008)

John Bardeen Foto
Julián Marías Foto
Georg Simmel Foto
Arturo Frondizi Foto

“Me dirijo esta noche al pueblo de la República para hablar de un problema dramático, cuya solución interesa a todos los argentinos y no puede postergarse ni un día más. Me refiero al problema del transporte en todo el país. No podemos ocultar la gravedad de la situación y hay que hablar con entera franqueza: tenemos un pésimo sistema ferroviario y sus finanzas están en bancarrota. El gobierno ha decidido adoptar medidas enérgicas para resolver de raíz este problema y apela a la comprensión y a la colaboración de todos los habitantes de la República.
Del mismo modo que las arterias sirven para la circulación sanguínea a lo largo del cuerpo, las vías de comunicación sirven para la circulación de personas y productos a lo largo del territorio de una nación y se proyecta aún más lejos en el caso del transporte internacional. […] La verdadera crisis de nuestro transporte en general no consiste en que sea caro y produzca déficit sino en que ha quedado inmutable en un cuerpo nacional que en estos momentos crece y se transforma rápidamente.

Tampoco es Buenos Aires el único centro industrial y comercial del país. Tenemos una actividad manufacturera y mercantil de grandes proporciones en populosas ciudades del interior y aún las más pequeñas crecen a un ritmo notable.

Sin embargo, esta nueva y pujante geografía económica argentina que se expresa en el petróleo y el gas de la Patagonia y del norte, en los yacimientos minerales y las acerías, en las radicaciones de industrias de toda índole, sufre la parálisis y el aniquilamiento del transporte, se decir, del sistema arterial que debería comunicar esos centros entre sí, llevando la materia prima a las plantas transformadoras y los productos terminados a los centenares de centros consumidores de toda la república. […] Así en 1960, los ferrocarriles disminuyeron en seiscientos treinta mil toneladas la carga transportada con relación al año anterior.

Que sepan que ni un solo obrero y empleado ferroviario verá sus derechos sociales y laborales afectados injustamente; y que los hombres con vocación ferroviaria hallarán las oportunidades que ahora les están negadas, debido a que no hay perspectivas para los agentes de un servicio que gravita sobre la economía nacional con pérdidas que constituyen más del 75% del déficit fiscal.

Por consiguiente, sin perjuicio de la intensa labor que se está cumpliendo en virtud del decreto 853/61, el poder ejecutivo incorporará al servicio, con carácter de urgencia, las unidades y material que sean necesario para corregir el desastroso deterioro del sistema ferroviario […].

Se ha comprobado que el hecho de que el sistema ferroviario no responda a nuestras necesidades actuales es la principal fuente generadora del déficit presupuestario que padecemos. Ello se debe al trazado anacrónico de la red, a la imposibilidad de reponer el material envejecido en la medida de las necesidades más inmediatas y a la falta de racionalización que multiplica varias veces el costo de tonelada/kilómetro/hora, y además, inmoviliza el material, degrada los servicios, e imposibilita la mejora de los salarios.”

Arturo Frondizi (1908–1995) abogado y político argentino. Presidente de la Nación Argentina (1958-1962)

Fragmento del discurso que dio para televisión y radio sobre el estado de los Ferrocariles Argentinos. Extraído del Diario El Día, fecha: 5 de julio de 1961.
Presidente
Fuente: Diario El Día (5 de julio de 1961), (Recorte del discurso).

César Fernández García Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Erwin Schrödinger Foto
Laureano Gómez Foto
José Díaz Ramos Foto
Felipe González Foto
Ferran Adrià Foto
Errico Malatesta Foto
Philip K. Dick Foto
Fernando Savater Foto
Siri Hustvedt Foto
Roberto Bolaño Foto

“He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?”

The Savage Detectives

John Steinbeck Foto
Javier Krahe Foto

“Realmente no hay manera de matar limpiamente, o sea… sí se puede matar limpiamente, pero eso tiene que ser con la colaboración del que va a morir.”

Javier Krahe (1944–2015) Cantautor y poeta español

Fuente: (Entrevista en La vida moderna. Cadena Ser. Publicada el 30 jun. 2015).

Loreena McKennitt Foto
Ursula K. Le Guin Foto

“Creo que jalear la competición por el poder lo devalúa todo. Que es mejor la colaboración, el trabajo en equipo. Aunque es verdad que las sociedades que piensan como yo, cuando encuentran a las otras, mueren.”

Ursula K. Le Guin (1929–2018) Escritora estadounidense de ficción especulativa

Fuente: El País Semanal. “La ciencia ficción es una gran metáfora de la vida” https://elpais.com/cultura/2012/10/26/actualidad/1351249058_818270.html. Entrevista a Ursula K. Le Guin. 27/10/2012.

Erich Honecker Foto

“La unidad de Alemania no es mérito de Kohl; fue posible sólo en colaboración con la Unión Soviética y de ninguna manera en contra de la misma.”

Erich Honecker (1912–1994) político alemán

Declaración en 1992. En Corvalán, L.: La otra Alemania, la RDA. Conversaciones con Margot Honecker, Santiago de Chile: ICAL, 2000, p. 195.