María
Variante: ¡Primer amor! Noble orgullo de sentirse amado; sacrificio dulce de todo lo que antes nos era caro a favor de la mujer querida; felicidad que, comprada
para un día con las lágrimas de toda una existencia, recibiríamos como un don de Dios; perfume para todas las
horas del porvenir: flor guardada en el alma que no es dado marchitar a los desengaños: único tesoro que no puede
arrebatarnos la envidia de los hombres, delirio delicioso..., inspiración del Cielo...¡María!¡María! ¡Cuánto te amé!¡Cuánto te amara!
Frases sobre guardado
Una colección de frases y citas sobre el tema del guardado, vida, secreto, vida.
Frases sobre guardado
“La bondad era tibia y sin consistencia, olía a carne cruda guardada mucho tiempo.”
Cerca del corazón salvaje (1944)
Variante: La bondad era tibia y sin consistencia, olía a carne cruda guardada durante mucho tiempo.
“Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.”
Fuente: [Sebastián Arribas] (2010), p. 415.
“Las grandes hazañas, para los grandes hombres están guardadas”
Discurso de Mario Pagano después del establecimiento de la República Partenopea.
Fuente: Fernando Garrido, Historia de las persecuciones políticas y religiosas ocurridas en Europa: tomo 5, Imprenta y librería de Salvador Manero, 1865
Fuente: [Vicent], Manuel. «Visionarios.» 16 de septiembre de 2019. https://elpais.com/diario/2001/09/16/ultima/1000591201_850215.html El País. Consultado el 13 de noviembre de 2019.
Grito Gigante. Mi voz renacerá(1983)
Atribuidas
“Las urnas están bien guardadas.”
pronunciado en 1981. Fuente http://www.bernardoneustadt.org/contenido_488.htm.
Cuentos de Amor de Locura y de Muerte
Memoirs of a Dutiful Daughter
Variante: A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas.
Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo
al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el
vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me
gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la
caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror;
si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto.
Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo... no debes
hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba
denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa
ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes
encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la
ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por
gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo
poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un
cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies
y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles
voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá
me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había
guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me
rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que
me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el
objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la
noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.
Shadow Souls