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Frases sobre explosión
Una colección de frases y citas sobre el tema del explosión, tiempo, ser, mundo.
Frases sobre explosión

“Así es como termina el mundo, no con una explosión, sino con un lamento.”
Fuente: Los hombres huecos.

El derecho de vivir en paz (1970)
Textos de canciones, Víctor Jara [Canto a lo humano] (1966), El derecho de vivir en paz (1970)
Cita tomada de mi obra "Sin ser dueño de la verdad". Disponible gratuitamente en PDF. Solo debes escribir y hacer la solicitud al correo [email protected]

McLuhan, 1977:26-27
Fuente: Marshall McLuhan, 40 años después. http://revistachasqui.org/index.php/chasqui/article/view/1516/1543

Fuente: Life Itself, por Francis Crick, 1981, p. 30.

“De la mitad para atrás, Vietnam. De la mitad para adelante, explosión.”

Sin fuentes

“El Rocío es la explosión de la primavera en el Mediterráneo.”
Atribuidas

De sus obras, Lecciones de octubre
Fuente: Lecciones de octubre (1975), p. 120.
En 1936

19 de febrero de 2006, en Ciudad Guayana.
Fuente: Aló Presidente N.º 247.

Fuente: Noticias.terra.com http://noticias.terra.com/noticias/gaddafi_dice_luchara_hasta_fin_otan_ataca_tripoli/act2883005.html

“Es como una explosión de sangre caliente y pus en la boca.”
Tras haber comido un ojo de buey

Like Water for Chocolate
Variante: Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...

El alquimista
Variante: Si lo que tú has encontrado está formado por materia pura, jamás se pudrirá. Y tú podrás volver un día. Si fue sólo un momento de luz, como la explosión de una estrella, entonces no encontrarás nada cuando regreses. Pero habrás visto una explosión de luz. Y esto solo ya habrá valido la pena.
Cuentos que Cuento: Blog Escribir para Aprender

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Variante: Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo. ¡

Can One Live after Auschwitz?: A Philosophical Reader
Fuente: [Vicent], Manuel. «Viaje.» https://elpais.com/diario/2001/10/07/ultima/1002405602_850215.html El País. Consultado el 13 de noviembre de 2019.
