Frases sobre funda

Una colección de frases y citas sobre el tema del funda, mismo, amor, mundo.

Frases sobre funda

Isaac Asimov Foto

“Cuando se fundó el Estado de Israel, en 1948, todos mis amigos judíos estaban felices; yo fui el aguafiestas. Les advertí: —Estamos construyendo un gueto nosotros mismos. Estaremos rodeados por decenas de millones de musulmanes que nunca perdonarán, nunca olvidarán y nunca desaparecerán. Estaba en lo cierto, sobre todo cuando resultó que los árabes estaban asentados en la mayor parte de los abastecimientos petrolíferos del mundo. Así que las naciones del mundo, que necesitaban el petróleo, pensaron que era diplomático ser pro-árabe. (Si el tema de las reservas petrolíferas se hubiese conocido antes, estoy convencido de que Israel no se habría creado.) Pero ¿no merecemos los judíos una patria? En realidad, creo que a ningún grupo humano le conviene pertenecer a una “patria” en el sentido habitual de la palabra. La Tierra no debería estar dividida en cientos de secciones diferentes, cada una habitada por un solo segmento autodefinido de la humanidad que considera que su propio bienestar y su propia “seguridad nacional” están por encima de cualquier otra consideración. Soy partidario de la diversidad cultural y me gustaría que cada grupo identificable valorara su patrimonio cultural. Por ejemplo, soy un patriota de Nueva York y si viviera en Los Ángeles me encantaría reunirme con otros neoyorquinos expatriados y cantar Give My Regards to Broadway. No obstante, este tipo de sentimientos deben ser culturales y benignos. Estoy en contra de ello si cada grupo desprecia a los demás y aspira a destruirlos. Estoy en contra de dar armas a cada pequeño grupo autodefinido con las que reforzar su propio orgullo y sus prejuicios. La Tierra se enfrenta en la actualidad a problemas medioambientales que amenazan con la inminente destrucción de la civilización y con el final del planeta como un lugar habitable. La humanidad no se pude permitir desperdiciar sus recursos financieros y emocionales en peleas interminables y sin sentido entre los diversos grupos. Debe haber un sentido de lo global en el que todo el mundo se una para resolver los problemas reales a los que nos enfrentamos todos. ¿Se puede hacer esto? La pregunta equivale a: ¿puede sobrevivir la humanidad? Por tanto, no soy sionista porque no creo en las naciones y porque los sionistas lo único que hacen es crear una nación más para dar lugar a más conflictos. Crean su nación para tener “derechos”, “exigencias” y “seguridad nacional” y para sentir que deben protegerla de sus vecinos. ¡No hay naciones! Sólo existe la humanidad. Y si no llegamos a entender esto pronto, las naciones desaparecerán, porque no existirá la humanidad.”

Isaac Asimov (1920–1992) escritor estadounidense
Francisco de Miranda Foto

“Los poderes deben vigilarse y contenerse recíprocamente. Esta vigilancia no debe atribuirse a uno de ellos excluyendo a los otros dos, ya que todos ellos son nombrados por el soberano. La confianza que él ha puesto en todos por igual; ¿Por qué deberíamos suponer que uno de ellos es infalible e incorruptible, y los otros dos, sujetos a error y corrupción? Tal es, sin embargo, el absurdo sistema de aquellos que hacen que el Cuerpo Legislativo sea el supervisor del Ejecutivo y que no le otorguen a éste ningún derecho de inspección sobre el Legislativo. Por lo tanto, se olvida que los tres poderes son como centinelas avanzados para velar por la seguridad del Estado, y que si uno de ellos se aparta de sus funciones, el deber de los otros dos es dar el alarma, para que el pueblo así advertido provea a su salud y a su seguridad. No es probable que tres poderes independientes y celosos se unan para traicionar los intereses del soberano; y es sobre esta probabilidad moral que la seguridad del ciudadano se funda con respecto a la libertad civil y política.”

Francisco de Miranda (1750–1816) político, militar, diplomático, escritor, humanista e ideólogo venezolano

Fuente: Opinión del General Miranda sobre la situación actual de Francia y sobre los remedios adecuados a sus males. 1794.
Fuente: Opinion du général Miranda sur la situation actuelle de la France, et sur les remèdes convenables à ses maux, 2018-07-07, texte, Miranda, Francisco de (1750-1816). Auteur du, 1794, Gallica, FR https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k56808272/f6.image,
Fuente: [Miranda, Francisco de, South American Emancipation: Documents, Historical and Explanatory, Shewing the Designs which Have Been in Progress, and the Exertions Made by General Miranda, for the Attainment of that Object During the Last Twenty-five Years, https://books.google.com.pe/books?id=dEUTAAAAYAAJ&pg=PA175&dq=Deux+conditions+sont+essentielles+%C3%A0+l'ind%C3%A9pendance+absolue+des+pouvoirs.+Le+premier,+que+la+source+dont+ils+%C3%A9manent+est+un.&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwix0sO6w43cAhVMtlkKHSx2BgkQ6AEIKDAA#v=onepage&q=Deux%20conditions%20sont%20essentielles%20%C3%A0%20l'ind%C3%A9pendance%20absolue%20des%20pouvoirs.%20Le%20premier,%20que%20la%20source%20dont%20ils%20%C3%A9manent%20est%20un.&f=false, 2018-07-07, 1810, R. Juigné, fr]
Fuente: [Miranda, Francisco de, Documentos fundamentales, https://books.google.com.pe/books?id=wRYo2nhXM_gC&pg=PA57&lpg=PA57&dq=%22Dos+condiciones+son+esenciales+para+la+independencia+absoluta+de+los+poderes%22&source=bl&ots=ww7o-t3r-r&sig=rR1YtyttFG2Q08wzjvUAdq0yhAk&hl=en&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=%22Dos%20condiciones%20son%20esenciales%20para%20la%20independencia%20absoluta%20de%20los%20poderes%22&f=false, 2018-08-11, 1992, Fundacion Biblioteca Ayacucho, 9789802761845, es]

Javier Cercas Foto

“lo que la convivencia prolongada entre dos personas sobre todo segrega es una relación de dependencia entre ellas. Me digo también que muy pocas veces esa relación está basada en el amor, un sentimiento que, en el mejor de los casos, dura lo que dura una aparición (lo dijo La Rochefoucauld y lo repite Marcelo y es verdad: el amor es como los fantasmas: todo el mundo habla de él pero nadie lo ha visto); tampoco está basada, contra lo que suele pensarse, en el miedo a la soledad, porque la verdad es que casi siempre estamos solos. No: lo más probable es que esa relación de dependencia se funde en una serie de vínculos de apariencia insignificante pero de enorme poder, un sistema de signos que no está sujeto a nuestra voluntad ni a ninguna ley previsible sino a la química azarosa de dos idiosincrasias dispares, y que (como el acuario para el pez que vive en él) constituye una especie de ecosistema o de mundo en miniatura, un ecosistema que posee sus reglas, dimensiones y seguridades, regido por apelativos que sólo en la intimidad compartida no resultan ridículos y palabras de secreto significado y erizado de cotidianas incomodidades y obligaciones que también son ritos, ceremonias y gestos, hábitos y formas ocultas de complicidad. Lo curioso es que, mientras la convivencia dura, el desagrado pequeño pero permanente de estos vínculos parece el peaje que hay que pagar para instalarse en el matrimonio como en una casa a medida, razonablemente confortable y acogedora, pero, una vez que la convivencia se rompe, una nostalgia embrutecida por el desamparo suele convertirlos en condición sine qua non del matrimonio, de manera que abandonan su ingrata categoría de peajes para convertirse en los lugares preferidos de la casa y en la fuente de todas las felicidades que depara. Por eso, tal vez más difícil que prescindir de la persona amada es prescindir de esos vínculos, de ese sistema de signos, de ese mundo en miniatura sin sentir el mismo vértigo de orfandad, de intemperie y de asfixia que siente el pez cuando lo sacan del acuario.”

El vientre de la ballena

Napoleon Bonaparte Foto
Albert Espinosa Foto
Sylvia Plath Foto

“Lo hice nuevamente.
Uno de cada diez años
puedo soportarlo…

una especie de milagro ambulante, mi piel
brilla como una pantalla nazi,
mi pie derecho

un pisapapeles,
mi rostro sin forma, delgado
lienzo judío.

Retira la compresa,
¡ah, enemigo mío!
¿te doy miedo?…

¿La nariz, la fosa de los ojos, toda la dentadura?
El aliento agrio
un día se desvanecerá.

Pronto, pronto la carne
que alimentó la grave sepultura me será
familiar

y yo seré una mujer sonriente,
sólo tengo treinta.
Y como el gato tengo nueve vidas que morir.

Ésta es la Número Tres.
Qué basura
para la aniquilación de cada década.

Qué millón de filamentos.
La multitud como maní prensado
se atropella para ver

desenvuelven mis manos y pies…
el gran strip tease
señoras y señores

éstas son mis manos
mis rodillas.
Puede que esté piel y huesos,

sin embargo, soy la misma e idéntica mujer.
La primera vez que ocurrió, tenía diez.
Fue un accidente.

La segunda vez quise
que fuera definitivo y no regresar jamás.
Me mecí doblada sobre mí misma

como una concha.
Tuvieron que llamar y llamar
y quitarme uno a uno los gusanos como perlas viscosas.

Morir
es un arte, como cualquier otro,
yo lo hago de maravillas.

Hago que se sienta como un infierno.
Hago que se sienta real.
Creo que podrían llamarlo un don.

Es tan fácil que puedes hacerlo en una celda.
Es tan fácil que puedes hacerlo y quedarte ahí, quietita.
Es el teatral

regreso a pleno día
al mismo lugar, a la misma cara, al mismo grito
brutal y divertido

“¡Milagro!”
que me deja fuera de combate.
Hay un precio a pagar

para mirar las escaras, hay un precio a pagar
para auscultar mi corazón…
late de veras.

Y hay un precio a pagar, un precio mayor
por una palabra o un contacto
o un poquito de sangre

o una muestra de mi cabello o de mi ropa.
Bueno, bueno, Herr Doctor.
Bueno, Herr Enemigo.

Soy vuestra opus,
soy vuestra valiosa
niña de oro puro

que se funde en un chillido.
Giro y ardo.
No crean que no estimo su enorme preocupación.

Cenizas, cenizas…
Ustedes atizan y remueven.
Carne, hueso, no hay nada allí…

Un pan de jabón,
un anillo de bodas,
un empaste de oro.

Herr dios, Herr Lucifer
tengan cuidado
tengan cuidado.

Sobre las cenizas
me elevo con mi cabello rojo
y devoro hombres como aire.”

Sylvia Plath (1932–1963) escritora Estadounidense

Ariel

Víctor Jara Foto

“Indochina es el lugar más allá del ancho mar, donde revientan la flor con genocidio y napalm. La luna es una explosión que funde todo el clamor. El derecho de vivir en paz.”

Víctor Jara (1932–1973) artista y activista político chileno

El derecho de vivir en paz (1970)
Textos de canciones, Víctor Jara [Canto a lo humano] (1966), El derecho de vivir en paz (1970)

Tales de Mileto Foto
Clemente de Alejandría Foto

“El mismo sol funde la cera y seca la arcilla.”

Clemente de Alejandría (150–215) historiador cristiano

Fuente: Palomo Triguero, Eduardo. Cita-logía. Editorial Punto Rojo Libros,S.L. ISBN 978-84-16068-10-4. p. 138.

Ignacio Ramírez Foto
Mario Benedetti Foto

“Si tu bendita soledad
se funde con la mía
ya no sabré si soy en vos
o vos terminás siéndome.”

Mario Benedetti (1920–2009) escritor uruguayo

El amor, las mujeres y la vida

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Kabir Foto
Napoleon Bonaparte Foto

“Jesús solo fundó su imperio en el amor; y hasta hoy muchas personas morirían por Él.”

Napoleon Bonaparte (1769–1821) político y militar francés

Citas de Napoleón, Otras (por colocar)

Julio César Foto
Sixto Marco Foto
Mario Bunge Foto

“El mundo del hombre contemporáneo se funda sobre los resultados de la ciencia: el dato reemplaza al mito, la teoría a la fantasía, la predicción a la profecía”

Mario Bunge (1919) Mario Bunge

Fuente: Citada en la página de la Universidad Católica de Córdoba http://moodle.ucc.edu.ar/course/category.php?id=31

Hipólito Yrigoyen Foto
Victor Hugo Foto
Alexis De Tocqueville Foto
Marcelo T. de Alvear Foto

“Tanto el fascismo como el comunismo buscan el estado totalitario, es decir, la abolición del individuo en beneficio de la entidad del Estado. La vieja fórmula liberal: el Estado se funda para facilitar el desenvolvimiento y los derechos y asegurar las garantías del individuo, ha sido reemplazada por el siguiente concepto: el Estado antes y sobre todo; el individuo no es más que un factor de los tantos que se deben concurrir a fortalecer el Estado como entidad superior e ideal.”

Marcelo T. de Alvear (1868–1942) político de Argentina

(La Prensa, 1937).; Mensaje a la asamblea legislativa, 1926.
Fuente: Titto, Ricardo de (director y compilador); López, Germán (prólogo) (2010). El pensamiento del radicalismo. Claves del Bicentenario. Página 87. Buenos Aires: Editorial El Ateneo. ISBN 978-950-02-0491-0.

Marilyn Monroe Foto
José Ortega Y Gasset Foto
William Shakespeare Foto

“Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro las funde.”

William Shakespeare (1564–1616) escritor inglés

Sin fuentes

Miguel de Cervantes Foto
Enzo Ferrari Foto

“Un piloto es como una bombilla. Cuando se funde, se cambia.”

Enzo Ferrari (1898–1988) ingeniero y empresario italiano, fundador de la Scuderia Ferrari
John Fitzgerald Kennedy Foto
Al Gore Foto
Émile Armand Foto
Francesco Mario Pagano Foto

“Seamos libres, ciudadanos: gocemos de la libertad, pero recordemos que la libertad se asienta sobre el escabel de las armas, de los impuestos y de la virtud, y que no se puede fundar una República sin combatir, sin sacrificios y sin grandes virtudes. En el brillo y alegría de vuestras miradas veo ¡oh jóvenes! vuestro entusiasmo por la libertad; pero oid los consejos de un hombre encanecido, mas por el pensamiento de la patria y por los sufrimientos pasados en las cárceles, que por los años: corred á las armas y guardad en ellas severa disciplina. Todas las virtudes son necesarias a la República; pero la mas espléndida se muestra en los campos de batalla. La ciencia y la elocuencia hacen progresar al Estado; pero el valor guerrero lo conserva. Las repúblicas de los pueblos primitivos, porque el sistema republicano fue el primero rigió la sociedades humanas, eran groseras é ignorantes; pero su sostuvieron por las armas. Las repúblicas cultas, pero corrompidas, pronto caen, aunque abunden en buenas leyes y estatutos, en oradores y hombres de ingenio: por eso en vosotros mas que en nosotros se funda la esperanza de esta República: el gobierno provisional, legítimamente constituido, atiende desde este momento á sus deberes: atended vosotros al vuestro ¡oh jóvenes! corriendo á alistaros en la bandera republicana, para sostener bien alto la bandera tricolor.”

Francesco Mario Pagano (1748–1799)

Discurso de Mario Pagano después del establecimiento de la República Partenopea.
Fuente: Fernando Garrido, Historia de las persecuciones políticas y religiosas ocurridas en Europa: tomo 5, Imprenta y librería de Salvador Manero, 1865

Sabino Arana Foto
Manuel Jiménez de Parga Foto
Santiago Carrillo Foto
Ramiro de Maeztu Foto

“La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la patria se funda en un valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos de un territorio en el suelo que habitan.”

Ramiro de Maeztu (1874–1936) periodista, diplomático, crítico y escritor español

Fuente: Sarmiento, J. M. Mil y una frases célebres. Editorial Planet House Editorials, 2016.
Fuente: Defensa de la hispanidad, página 286.
Fuente: Maeztu, Ramiro de; Suárez, Federico. Defensa de la hispanidad. Edición ilustrada. Ediciones Rialp, 1998. ISBN 9788432131875. p. 286.

Vasili Grossman Foto
Diego de Saavedra Fajardo Foto

“Sobre las piedras de las leyes, no de la voluntad, se funda la verdadera política.”

Diego de Saavedra Fajardo (1584–1648) diplomático español

Fuente: Empresas politicas, o Idea de un principe politico cristiano por Diego de Saavedra Fajardo, Volumen 1 Editor J. Oliveres, 1845. Procedencia del original: Biblioteca Nacional Central de Florencia. Digitalizado: 30 abri 2015. p. 135.

Boutros Boutros-Ghali Foto
Rubén Darío Foto
Juan Marsé Foto
Javier Negrete Foto

“Cuando regresó, el hijo del posadero le entregó las ropas del guerrero, limpias y dobladas. Mikhon Tiq las subió al sobrado y las colocó en orden junto a sus armas. Eran ropas de estilo Ainari, aunque mezclado con algunos detalles bárbaros del Norte. Las botas, que el propio rapaz había encerado, estaban arrugadas en los tobillos, casi cuarteadas; botas de espadachín acostumbrado a doblar las piernas y girar los pies en la danza del combate. Las mangas de la casaca eran amplias. Sin duda su dueño las utilizaba para guardar en ellas las manos y ocultar así las emociones, según la costumbre de Áinar. Pero tenían corchetes de latón para que, llegado el momento de la pelea, pudieran ceñirse a las muñecas y no estorbar los movimientos. El talabarte, ya descolorido, tenía una pequeña vaina a la derecha para el colmillo de diente de sable que sólo los Tahedoranes podían llevar. A la izquierda había dos trabillas de piel con sendas hebillas para colgar la funda de la espada. Éste era otro detalle que lo delataba. Los guerreros normales llevan una sola hebilla, de forma que la espada cuelgue junto al muslo. Los maestros de la espada, sean Ibtahanes o Tahedoranes, necesitan dos para que la espada se mantenga horizontal; de esta manera pueden sujetar la vaina con la mano izquierda y extraer el arma a una velocidad fulgurante, en el movimiento letal conocido como Yagartéi que es en sí mismo un arte marcial. Pero lo que más llamaba la atención de Mikhon Tiq era la propia espada. Hacía años que no veía una auténtica arma de Tahedorán. La funda era de cuero repujado, reforzada con guarnición y punta de metal, y con dos pequeños bolsillos a ambos lados. Uno de ellos contenía una navaja con un pequeño gavilán en forma de gancho; de este modo servía de arma y a la vez de herramienta para desmontar la empuñadura de su hermana mayor. En la otra abertura había papel de esmeril para sacar filo a la hoja; aunque un Tahedorán sólo haría esto en una emergencia, pues los aceros dignos de tal nombre deben ser bruñidos y afilados por maestros pulidores. En torno a la empuñadura de la espada corría una fina tira de piel, enrollada y apretada con fuerza para evitar que la mano resbalara al aferrarla. Mikhon Tiq miró de reojo a Linar. Tenía el ojo cerrado; o dormía o estaba encerrado en su mundo interior. En cuanto al guerrero, su respiración bajo la manta era profunda y pausada. Mikhon Tiq sintió la tentación de desenvainar la espada para examinar la hoja. Pero aquello habría sido una afrenta, como desnudar a una doncella dormida, así que apartó las manos del arma y procuró pensar en otras cosas.”

Javier Negrete (1964) escritor español

La Espada de Fuego

Umberto Eco Foto
Ken Robinson Foto
Jean Jacques Rousseau Foto
Nancy Morejón Foto

“Mujer negra

Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.
La noche, no puedo recordarla.
Ni el mismo océano podría recordarla.
Pero no olvido el primer alcatraz que divisé.
Altas, las nubes, como inocentes testigos presenciales.
Acaso no he olvidado ni mi costa perdida, ni mi lengua ancestral
Me dejaron aquí y aquí he vivido.
Y porque trabajé como una bestia,
aquí volví a nacer.
A cuanta epopeya mandinga intenté recurrir.

Me rebelé.
Su Merced me compró en una plaza.
Bordé la casaca de su Merced y un hijo macho le parí.
Mi hijo no tuvo nombre.
Y su Merced murió a manos de un impecable lord inglés.

Anduve.
Esta es la tierra donde padecí bocabajos y azotes.
Bogué a lo largo de todos sus ríos.
Bajo su sol sembré, recolecté y las cosechas no comí.
Por casa tuve un barracón.
Yo misma traje piedras para edificarlo,
pero canté al natural compás de los pájaros nacionales.

Me sublevé.
En esta tierra toqué la sangre húmeda
y los huesos podridos de muchos otros,
traídos a ella, o no, igual que yo.
Ya nunca más imaginé el camin a Guinea.
¿Era a Guinea? ¿A Benín? ¿Era a
Madagascar? ¿O a Cabo Verde?
Trabajé mucho más.
Fundé mejor mi canto milenario y mi esperanza.
Aquí construí mi mundo.

Me fui al monte.
Mi real independencia fue el palenque
y cabalgué entre las tropas de Maceo.
Sólo un siglo más tarde,
junto a mis descendientes,
desde una azul montaña.

Bajé de la Sierra
Para acabar con capitales y usureros,
con generales y burgueses.
Ahora soy: sólo hoy tenemos y creamos.
Nada nos es ajeno.
Nuestra la tierra.
Nuestros el mar y el cielo.
Nuestras la magia y la quimera.
Iguales míos, aquí los veo bailar
alrededor del árbol que plantamos para el comunismo.
Su pródiga madera ya resuena.”

Nancy Morejón (1944) escritora cubana
Fernando del Paso Foto

“La disminución de la gravedad llegó hasta tal punto que las rayas de la piel de tigre que tenía colgada en la pared, se desprendieron de la piel y rodearon nuestros cuerpos y nos encarcelaron. Luego se desprendieron todos los motivos frutales de nuestra vajilla e hicimos así el amor entre racimos de uvas diminutas y montañas de manzanas liliputienses. Luego se desprendieron las flores que Estefanía había bordado en la funda de la almohada, y como cada vez que mi prima dormía el bordado dejaba una huella en su cara, se desprendió también la huella de las flores. Luego se desprendieron los lunares blancos de mi corbata azul y entonces hicimos el amor rodeados de lunas pequeñas con sabor a seda. Después se desprendieron todos los puntos de colores de un cuadro de Seurat y nos bañaron de confeti. Luego se desprendieron los encabezados y las noticias de los periódicos y las palabras de los libros, y se confundieron, y entonces nos amamos entre la muerte del Ché Guevara en Vietnam y Madame Bovary cruzando el Atlántico en el Espíritu San Luis. Después se desprendió el significado de las palabras y las frases, y entonces hicimos el amor entre balbuceos y sílabas sin sentido. Después se desprendieron todas las huellas digitales que habíamos dejado en la puerta, en los vasos y en las cortinas, y acariciaron nuestros cuerpos. Después se desprendió la piel de nuestras lenguas y nos lamió la espalda. Luego la oscuridad se escapó por la ventana de nuestro cuarto y nos amamos a pleno sol. Después todos los colores del mundo se desprendieron de las cosas y con ellos el color de nuestra piel, de nuestros ojos y nuestras venas y nuestros huesos, y entonces hicimos el amor invisibles, entre todos los colores del paraíso. Luego la vigilia se desprendió de nuestros cuerpos y entonces hicimos el amor dormidos. Después el sueño se desprendió de nuestros ojos y nos amamos despiertos.”

Palinuro de México

Victor Hugo Foto
Tsunetomo Yamamoto Foto
Gibran Jalil Gibran Foto
Dorothy Parker Foto

“El dinero de Hollywood no es dinero. Es nieve congelada, se funde en tu mano.”

Dorothy Parker (1893–1967)

Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 227.
Fuente: Recogido por Malcolm Cowley en Writers at Work, 1958.

Sigmund Freud Foto

“Todo lo que promueva el desarrollo de una cultura que no se funde en la represión pulsional sino en una educación racional de lo pulsional trabaja también contra la guerra.”

Sigmund Freud (1856–1939) médico neurólogo austriaco, considerado el padre del psicoanálisis

Carta dirigida a Albert Einstein ¿Por qué la guerra?.

Isadora Duncan Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Anaïs Nin Foto