Frases sobre supervivencia

Una colección de frases y citas sobre el tema del supervivencia, instinto, vida, vida.

Frases sobre supervivencia

Federico Jiménez Losantos Foto
Edward Osborne Wilson Foto
José Mota Foto
Chenoa Foto
Henning Mankell Foto
Silvia Federici Foto
Friedrich August von Hayek Foto
Bernard-Henri Lévy Foto
Murray Rothbard Foto
Linus Torvalds Foto
Yukio Mishima Foto
Zygmunt Bauman Foto
Tadamichi Kuribayashi Foto

“No tengo planes para mi regreso (…) No debes esperar mi supervivencia…”

Tadamichi Kuribayashi (1891–1945)

En una carta a su esposa Yoshie Kuribayashi. «La Batalla por Iwo Jima 1945» Derrick Wright. → http://www.amazon.ca/Battle-Iwo-Jima-1945/dp/0750945443

Yves Montand Foto
Oscar Wilde Foto
Woodrow Wilson Foto
Arthur C. Clarke Foto

“Aún tiene que probarse que la inteligencia tenga algún valor para la supervivencia».”

Arthur C. Clarke (1917–2008) escritor británico de divulgación científica y ciencia ficción, inventor, presentador de televisión

sin fuentes

Charles Darwin Foto
Charles Darwin Foto
Will Durant Foto
Albert Einstein Foto
Erich Fromm Foto
David Hume Foto
John Fitzgerald Kennedy Foto
Friedrich Nietzsche Foto
Ayn Rand Foto
Ayn Rand Foto
Ayn Rand Foto
Ayn Rand Foto
Iósif Stalin Foto
Irving Kristol Foto
Samuel Huntington Foto
James Gilligan Foto

“En el pasado a lo largo de casi toda la historia humana, la principal amenaza para la supervivencia humana es la naturaleza. Hoy en día es la cultura”

Conferencia "Definiendo Paz" 88:42-88:50 http://www.youtube.com/watch?v=GKrpfLKcRnI&t=1h22m42s
In the past: throughout early all of human history, the main threat to human survival was nature. Today is culture

Pascal Bruckner Foto

“La supervivencia del capitalismo después de dos siglos se debe tanto a sus enemigos como a sus adeptos.”

Pascal Bruckner (1948) escritor francés

Fuente: Miseria de la prosperidad, Editorial Tusquets, 2003, pág.102.

Paul Auster Foto
Sergio Leone Foto
Fred Hoyle Foto
André Leroi-Gourhan Foto

“Me gustaría pensar que su primer invento, su primera condición de supervivencia, fue el humor. Si no lo hubiese tenido, habría sido fácilmente la criatura más miserable que se pueda imaginar.”

André Leroi-Gourhan (1911–1986) científico francés

Refiriéndose a la especie humana
Fuente: [Martínez, Francesc A. y Laguna, Antonio, De nómadas a ciudadanos, La Gran Historia de la Comunitat Valenciana, 2007, p. 9, Valencia: Editorial Prensa Valenciana, S.A., ISBN 978-84-87502-90-3]

Nas Foto
Gilles Lipovetsky Foto
Javier Pérez de Cuéllar Foto
Kofi Annan Foto
Alanis Morissette Foto
Jiddu Krishnamurti Foto

“Pensar: Proceso de supervivencia, condicionante. Para sobrevivir, nos vemos forzados a pensar.”

Jiddu Krishnamurti (1895–1986) Filósofo espiritual hindú

Sin fuentes

Noam Chomsky Foto

“Uno podría preguntarse qué interés puede tener estudiar "una tendencia clara en el desarrollo histórico de la humanidad" que no da lugar a una específica y pormenorizada teoría social. En efecto, muchos comentaristas desdeñan el anarquismo por utópico, informe, primitivo o, en todo caso, incompatible con las realidades de una sociedad compleja. Sin embargo, podría argumentarse de manera muy diferente: aduciendo que en cada estadio de la historia hemos de preocuparnos por erradicar aquellas formas de autoridad y opresión que han sobrevivido a su época y que, si bien entonces pudieron haber tenido una justificación por motivos de seguridad, supervivencia o desarrollo económico, ahora acrecientan más que alivian la penuria material y cultural.

De ser así, no existirá ninguna doctrina del cambio social fija, válida para el presente y el futuro; ni siquiera, como no podría ser de otro modo, una idea concreta e inalterable de las metas hacia las que los cambios sociales deberían tender. Sin duda, nuestra comprensión de la naturaleza del hombre o de la gama de formas viables de sociedad es tan rudimentaria que cualquier doctrina con pretensiones de dar razón de todo ha de observarse con gran escepticismo, el mismo que debemos aplicar cuando oímos que "la naturaleza humana" o "imperativos de eficacia" o "la complejidad de la vida moderna" exigen esta o aquella forma de opresión y un mando autocrático.”

Noam Chomsky (1928) lingüista, filósofo y activista estadounidense
Zygmunt Bauman Foto
John Perkins Foto

“Hoy esos hombres y mujeres van a Tailandia, a Filipinas, a Botswana, a Bolivia y a cualquier parte donde esperan encontrar gentes que necesitan con desesperación un trabajo. Van a esos países con la intención deliberada de explotar a los desdichados, a seres que tienen hijos desnutridos o famélicos, que viven en barrios de chabolas y que han perdido toda esperanza de una vida mejor; que incluso han dejado de soñar en un futuro. Esos hombres y mujeres salen de sus fastuosos despachos de Manhattan, de San Francisco o de Chicago, se desplazan entre los continentes y los océanos en lujosos jets, se alojan en hoteles de primera categoría y se agasajan en los mejores restaurantes que esos países puedan ofrecer. Luego salen a buscar gente desesperada.
Son los negreros de nuestra época. Pero ya no tienen necesidad de aventurarse en las selvas de África en busca de ejemplares robustos para venderlos al mejor postor en las subastas de Charleston, Cartagena o La Habana. Simplemente reclutan a esos desesperados y construyen una fábrica que confeccione las cazadoras, los pantalones vaqueros, las zapatillas deportivas, las piezas de automoción, los componentes para ordenadores y los demás miles de artículos que aquéllos saben colocar en los mercados de su elección. O tal vez prefieren no ser los dueños de esas fábricas, sino que se limitan a contratar con los negociantes locales, que harán el trabajo sucio por ellos.
Esos hombres y mujeres se consideran gente honrada. Regresan a sus países con fotografías de lugares pintorescos y de antiguas ruinas, para enseñárselas a sus hijos. Asisten a seminarios en donde se dan mutuas palmadas en las espaldas e intercambian consejos sobre cómo burlar las arbitrariedades aduaneras de aquellos exóticos países. Sus jefes contratan abogados que les aseguran la perfecta legalidad de lo que ellos y ellas están haciendo. Y tienen a su disposición un cuadro de psicoterapeutas y otros expertos en recursos humanos, para que les ayuden a persuadirse de que, en realidad, están ayudando a esas gentes desesperadas.
El esclavista a la antigua usanza se decía a sí mismo que su comercio trataba con una especie no del todo humana, a cuyos individuos ofrecía la oportunidad de convertirse al cristianismo. Al mismo tiempo, entendía que los esclavos eran indispensables para la supervivencia de su propia sociedad, de cuya economía constituían el fundamento. El esclavista moderno se convence a sí mismo (o a sí misma) de que es mejor para los desesperados ganar un dólar al día que no ganar absolutamente nada. Y además se les ofrece la oportunidad de integrarse en la más amplia comunidad global. Él o ella también comprenden que esos desesperados son esenciales para la supervivencia de sus compañías, y que son los fundamentos del nivel de vida que sus explotadores disfrutan. Nunca se detienen a reflexionar sobre las consecuencias más amplias de lo que ellos y ellas, su nivel de vida y el sistema económico en que todo eso se asienta están haciéndole al planeta, ni sobre cómo, finalmente, todo eso repercutirá en el porvenir de sus propios hijos.”

Confesiones de un gángster económico

Reinaldo Arenas Foto
Barbara Ehrenreich Foto
Barbara Ehrenreich Foto
Paco Ignacio Taibo II Foto
Viktor Frankl Foto

“EL DESTINO, UN REGALO El talante con el que un hombre acepta su ineludible destino y todo el sufrimiento que le acompaña, la forma en que carga con su cruz, le ofrece una singular oportunidad incluso bajo las circunstancias más adversas para dotar a su vida de un sentido más profundo. Aun en esas situaciones se le permite conservar su valor, su dignidad, su generosidad. En cambio, si se zambulle en la amarga lucha por la supervivencia, es capaz de olvidar su humana dignidad y se comporta poco más allá a como lo haría un animal, igual que nos recuerda la psicología de los internados en un campo de concentración. En esa decisión personal reside la posibilidad de atesorar o despreciar la dignidad moral que cualquier situación difícil ofrece al hombre para su enriquecimiento interior. Y ello determina si es o no merecedor de sus sufrimientos. No piensen que estas consideraciones son ilusorias o muy alejadas de la vida real. Alcanzar metas tan excelsas está reservado a unas cuantas personas. En efecto, sólo unos pocos prisioneros conservaron esa fortaleza de la libertad y aprovecharon los atroces sufrimientos para una madurez interior. Ahora bien, aunque sólo se diese un caso bastaría para demostrar que la libertad interior puede elevar al hombre muy por encima de su destino adverso. Y este tipo de hombres no surge, además, únicamente en los campos de concentración. Cualquier hombre, en toda existencia, se verá cara a cara con su destino y siempre tendrá la oportunidad de conquistar algún valor por vía del sufrimiento, por vía de su propio sacrificio.”

El hombre en busca de sentido

Oscar Wilde Foto
Jordi Sierra i Fabra Foto
Fernando Pessoa Foto
Max Brooks Foto
Gabriel García Márquez Foto
Henning Mankell Foto
Charles Darwin Foto

“las variaciones y diferencias individuales favorables, y la destrucción de aquellas que son nocivas, es lo que hemos llamado selección natural o supervivencia de los más aptos.”

Charles Darwin (1809–1882) naturalista británico que postuló la teoría de la evolución

El Origen de las Especies

Edgar Rice Burroughs Foto
Moisés Naím Foto
Ayn Rand Foto
Anselm Jappe Foto

“Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la concurrencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.”

Anselm Jappe (1962)

Variante: Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la competencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.

Orson Scott Card Foto

“La naturaleza no puede hacer evolucionar a las especies que no tienen un deseo de supervivencia.”

Orson Scott Card (1951) escritor de ciencia ficción

El juego de Ender

William Ospina Foto
Stephen King Foto

“La supervivencia no es cuestión de cortesía ni de disculpas.”

Stephen King (1947) escritor, novelista, columnista, productor cinematográfico y director estadounidense
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Martha Gellhorn Foto
André Glucksmann Foto
Skay Beilinson Foto
Rafael Correa Foto

“La Patria Grande ya no es sólo un ideal de nuestros libertadores, es una necesidad de supervivencia, un escudo contra la explotación, contra el neocolonialismo.”

Rafael Correa (1963) Presidente de Ecuador

Fuente: " http://elciudadano.gob.ec/index.php?option=com_content&view=article&id=42331:presidente-correa-qla-patria-grande-sera-un-escudo-contra-el-neocolonialismo&catid=40:actualidad&Itemid=63"

Neil Armstrong Foto

“Al volar, la probabilidad de supervivencia es inversamente proporcional al ángulo de entrada.”

Neil Armstrong (1930–2012) astronauta estadounidense

Verificadas
Fuente: Citado en: Richard H. Enns, George McGuire, Computer Algebra Recipes for Classical Mechanics (2003), 37.

Madison Grant Foto

“Donde el medio ambiente es demasiado suave y lujoso y no se requieren luchas para la supervivencia, no sólo los individuos débiles y consumidores de recursos pueden sobrevivir e incluso son animados a criar, sino que también los individuos fuertes prosperan mental y físicamente.”

Original: « Where the environment is too soft and luxurious and no strife is required for survival, not only are weak strains and individuals allowed to survive and encouraged to breed but the strong types also grow fat mentally and physically.»
Fuente: Grant, Madison. The Passing of the Great Race. Colaborador Jared Taylor. Editor The Palingenesis Project (Wermod and Wermod Publishing Group), 2012. ISBN 9780956183552. p. 30.

Yayo Herrero Foto
Silvia Federici Foto