Frases sobre disgusto

Una colección de frases y citas sobre el tema del disgusto, puede, vida, hombres.

Frases sobre disgusto

Anatole France Foto
Mahoma Foto
Conde de Romanones Foto
Javier Marías Foto
Wolfgang Amadeus Mozart Foto
Daniel Defoe Foto
Ralph Waldo Emerson Foto

“En todo el mundo, en el maravilloso balance de belleza y disgusto, se encuentran cosas malas y buenas.”

Ralph Waldo Emerson (1803–1882) ensayista y poeta estadounidense

Fuente: Escandón, Rafael; Escandón Ralph. Frases célebres para toda ocasión. Editorial Diana, 1982. ISBN 978-96-8131-285-5. p. 69.

Friedrich Nietzsche Foto
Yukio Mishima Foto
Giovanni Papini Foto
William Joyce Foto
Juan Carlos Onetti Foto

“Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque. Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las caras familiares del café. Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.

Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces sobresaltos, los proyectos sin convicción que un destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y que sólo sirven para que mida con exactitud hasta donde está emporcado para siempre.

No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos. Es todavía un recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho, insultándose y jurando el inminente regreso a los días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi corazón desborda de amor y se hace sensible y cariñoso como el de una madre. En el fondo sé que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir; pero me hago delicado y paciente y trato de conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o esas fotografías de calles y monumentos, o las canciones que gustan traer consigo los inmigrantes, voy construyendo para él planes, creencias y mañanas distintos que tienen luz y el sabor del país de juventud de donde él llegó hace un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.”

Juan Carlos Onetti (1909–1994) Escritor uruguayo

Cuentos completos

Pierre-Augustin de Beaumarchais Foto
Elias Canetti Foto
Robert Kennedy Foto
Francisco de Quevedo Foto

“El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.”

Francisco de Quevedo (1584–1645) escritor español

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 145.

Fernando Arrabal Foto
Juan de Mariana Foto
Confucio Foto

“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.”

Confucio (-551–-479 a.C.) filósofo chino

Citas sin referencias

Demócrito Foto
Leopoldo Alas «Clarín» Foto
Marco Aurelio Foto
Roberto Alifano Foto
Margaret Atwood Foto
Franz Kafka Foto
Franz-Olivier Giesbert Foto
Matthieu Ricard Foto
Zygmunt Bauman Foto
Camilo José Cela Foto
Isaac Asimov Foto
Jane Austen Foto
Ray Bradbury Foto
Marianne Williamson Foto
Gabriel García Márquez Foto
Noam Chomsky Foto
Eckhart Tolle Foto
Victor Hugo Foto

“La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.

Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.

Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.”

Les Misérables

Bertrand Russell Foto

“El zorro no puede explicar claramente cuánto le disgusta que lo cacen.”

Bertrand Russell (1872–1970) filósofo, matemático, lógico y escritor británico

Why I Am Not a Christian and Other Essays on Religion and Related Subjects

Ángeles Caso Foto
Fernando Savater Foto
George Orwell Foto
Ricardo Tormo Foto

“Pese al disgusto de no poder estar presente, mi felicidad es completa, ya que por fin el deporte de la moto en Valencia va a tener una instalación de primera línea.”

Ricardo Tormo (1952–1998) piloto de motociclismo español

Tres semanas antes de su muerte, con motivo de la inauguración del circuito de Cheste, por cuya construcción tanto había luchado.

Will Rogers Foto

“A la gente solo les disgusta la conversación cuando trata sobre ellos.”

Will Rogers (1879–1935) actor estadounidense

Fuente: Citado en: Victor Herbert Prochnow, The New Speaker's Treasury of Wit and Wisdom (1958), p. 190

Robert Green Ingersoll Foto
Francisco de Sales Foto

“Las riquezas son verdaderas espinos; ellas punzan con mil espinos al adquirirlas, con muchas inquletudes conservándolas, con muchas disgustos gastándolas, y con muchas pesares perdiéndolas.”

Francisco de Sales (1567–1622) sacerdote, obispo y santo francés. Doctor de la Iglesia Católica

Fuente: http://www.quotableonline.com/frases/FranciscodeSales.html

Nadezhda Durova Foto

“Mi madre, que me disgustó desde el fondo de su corazón, deliberadamente hacía todo, al parecer, para fortalecer e intensificar mi ilimitada pasión por la libertad y la vida militar. No me dejaba pasear por el jardín. No me dejaba estar lejos de ella ni siquiera media hora: tenía que sentarme en su dormitorio y hacer encajes. Ella misma me enseñó a coser, a tejer, y al ver que no tenía ni el deseo ni la habilidad para este tipo de trabajo, que en mis manos todo se rasgaba o se rompía, se enojó, perdió el control de sí misma y me golpeó muy dolorosamente en las manos.”

Nadezhda Durova (1783–1866)

Original: «My mother, who disliked me from the bottom of her heart, deliberately did everything, it seemed, that would strengthen and intensify my unbounded passion for freedom and a military life. She wouldn't let me walk in the garden. She wouldn't let me be away from her for even half an hour: I had to sit in her bedroom and make lace. She herself taught me to sew, to knit, and seeing that I had neither the desire nor the ability for this sort of work, that in my hands everything tore or broke, she became angry, lost control of herself, and beat me very painfully on the hands».
Fuente: Durova, Nadežda Andreevna. The Cavalry Maid: The Memories of a Woman Soldier of 1812. Editorial Ardis, 1988. ISBN 9780875010328. p. 20.

“Intervención del Sr. Franco del Corral. Y es bien claro, señores diputados, que un país empobrecido, y para el que no ha habido auxilio alguno, no puede pagar las obligaciones que contra sí tiene, y que á los Ayuntamientos, por más esfuerzos que han hecho, no les corresponde proceder de un modo ejecutivo contra sus convecinos, persuadidos de la imposibilidad en que se hallan para el pago. Y como por otro lado las mismas corporaciones se hallan conminadas con formación de causa por lo que llaman su desobediencia, evidente es que no les queda otro recurso más que dimitir de sus cargos para verse libres de los perjuicios y disgustos consiguientes. Para evitar, pues, estos males y los disturbios que de ellos nacen, yo suplico por el bien del país donde vivo, por el deseo que la Revolución se consolide, que el señor ministro de Hacienda tenga en cuenta el estado precario de mi provincia, y especialmente de los Ayuntamientos que componen los partidos de Sahagun, Valencia de Don Juan y gran parte del de la Bañeza; pues de no hacerlo así, preveo perjuicios de consideración para la consolidación de lo que todos tenemos interés en conservar, cual es, la libertad ganada tan gloriosamente en el mes de septiembre.”

Lesmes Franco del Corral Político progresista español del siglo XIX

Vibrante discurso del diputado Lesmes, en el que pide al Congreso una moratoria en el pago de impuestos ante la crisis de subsistencia que sufre nuestra comarca, acentuada por la pérdida de cosechas de los dos años anteriores. "La Iberia", 10 de julio de 1869.