Frases sobre guardia

Una colección de frases y citas sobre el tema del guardia, civiles, vida, fe.

Frases sobre guardia

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“Los reyes no pueden tener guardias más fieles que el afecto de los súbditos.»”

Periandro de Corinto segundo tirano de Corinto, en el siglo VII a. C.

Fuente: Compendio de las vidas de los filósofos antiguos, François de Salignac de La Mothe-Fénelon

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“¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida?
Pues no ser imbéciles. La palabra «imbécil» es más sustanciosa de lo que parece, no te vayas a creer. Viene del latín baculus que
significa «bastón»: el imbécil es el que necesita bastón para
caminar. Que no se enfaden con nosotros los cojos ni los
ancianitos, porque el bastón al que nos referimos no es el que se
usa muy legítimamente para ayudar a sostenerse y dar pasitos a un cuerpo quebrantado por algún accidente o por la edad. El imbécil puede ser todo lo ágil que se quiera y dar brincos como una gacela olímpica, no se trata de eso. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo: es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago. Hay imbéciles de varios modelos, a elegir:
a) El que cree que no quiere nada, elque dice que todo le da igual,
el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque.
b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y
lo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.
c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo.
Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí,
todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los que
le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.
d) El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos,
sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca
fuerza. A fin de cuentas, termina siempre haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se
encuentra más entonado.
e) El que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se
ha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despista
enormemente y termina confundiendo la buena vida con aquello
que va a hacerle polvo.
Todos estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, necesitan apoyarse en cosas de fuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propias. Siento decirte que los
imbéciles suelen acabar bastante mal, crea lo que crea la opinión
vulgar. Cuando digo que «acaban mal» no me refiero a que
terminen en la cárcel o fulminados por un rayo (eso sólo suele pasar en las películas), sino que te aviso de que suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida esa que tanto nos
apetece a ti y a mí. Y todavía siento más tener que informarte qué
síntomas de imbecilidad solemos tener casi todos; vamos, por lo
menos yo me los encuentro un día sí y otro también, ojalá a ti te
vaya mejor en el invento…
Conclusión: ¡alerta!, ¡en guardia!, ¡la
imbecilidad acecha y no perdona!”

Ética para Amador

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“Cuando oímos, como hace pocos meses, a los hombres encargados por el pueblo de reformar la carta magna de la Nación clamar con inconsciente suficiencia que la misión de la mujer es la guardia del hogar y la procreación de los hijos; pensábamos con amargura en el hogar de las sirvientas como nosotras mujeres; pensábamos en los miles de mujeres que, a la par del hombre, pero con menos salario que él trabajan de sol a sol, en las fábricas y en los talleres; en las innumerables empleadas que de pie cruelmente obligadas a ello por un mezquino sueldo, pasan encerradas en los talleres; en otras más miserables aún que, al precio de un salario de hambre, cosen catorce y dieciséis horas para los registros; en las telefonistas, que con quince faltas en el plazo de trece meses pierden la efectividad de su empleo y nos preguntábamos qué salvaje ironía o qué obtusa inconsciencia inspiraban las palabras de aquellos constituyentes que no tuvieron reparo en negar a la mujer el derecho a la vida ciudadana, en nombre del más sagrado de todos los deberes; pero que, a estas esclavas del hambre, siquiera en nombre de la maternidad humillada, no saben proteger como legisladores, ni muchas veces saben respetar como hombres.”

Paulina Luisi (1875–1950) médica, profesora y activista feminista uruguaya

Fuente: Nuestro Programa. Acción Femenina, no. 1, julio de 1917.[ref. insuficiente, y cita demasiado larga]

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“En esencia, [el informe] dice que la economía mundial está desintegrándose y que si las tendencias actuales continúan, el resultado será caos. Cerraduras dobles en las puertas, guardias armados y el temor de secuestros y asesinatos son las nuevas recompensas del logro en casi todo lugar.”

Willy Brandt (1913–1992) político socialdemócrata alemán, Canciller de Alemania Occidental, entre 1969 y 1974

En un informe de 300 páginas presentado a la Organización de las Naciones Unidas por una comisión encabezada por Willy Brandt, según informó el diario Toronto Star (31 de mayo de 1980).

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“La vida nos ha demostrado con algo de brutalidad que Rusia no puede sentirse segura sin su propia guardia nacional.”

Boris Yeltsin (1931–2007) político ruso; presidente de Rusia

Fuente: Pronunciada el 22 de agosto de 1991, dirigiéndose a sus partidarios después del fracaso del intento de golpe de estado.

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“A las Fuerzas Armadas las queremos al servicio de la Nación y no como guardia pretoriana del presidente de la República.”

Arturo Frondizi (1908–1995) abogado y político argentino. Presidente de la Nación Argentina (1958-1962)

Presidente
Fuente: cronista http://www.cronista.com/notas/136058-100-frases Fraces

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“Si yo tuviese que dirigir un consejo a los guardias civiles, les diría que no haya bajas. Pero si tiene que haber bajas, que no sean nuestras.”

José Bono (1950) político español

Fuente: Declaraciones a Radio Nacional de España en enero de 2008, recogidas luego por agencias y medios españoles, como El País ( Bono: "Si tiene que haber bajas, que no sean nuestras" http://www.elpais.com/articulo/espana/Bono/tiene/haber/bajas/sean/elpepiesp/20080109elpepinac_3/Tes)

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“A Ruiz-Gallardón le da igual que haya 200 muertos, 1.500 heridos y un golpe brutal para echar a tu partido del Gobierno, te da igual con tal de llegar tú al poder (…), la implicación de los servicios españoles de la Policía, de la Guardia Civil”

Federico Jiménez Losantos (1951) periodista, escritor, locutor y empresario español

... ] "De los cuarenta imputados, treinta y cuatro son confidentes de la Policía y de la Guardia Civil o el CNI. ¿Pero qué banda de terroristas es ésta? ¿Qué es la Policía?

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“Los guardias armados, policías y alguaciles andan escondidos y no se atreven a ir a las aldeas a extorsionar.”

Mao Zedong (1893–1976) Presidente del Partido Comunista de China

Marzo de 1927
1927

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“La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos.

Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá!

Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas.

Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha.


Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…».


Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.”

Pet Sematary

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“Una fuente de paz sin explotar Una fuente de paz sin explotar, pues la única esperanza real es recurrir a la sabiduría colectiva de las mujeres, aquellas que tienen experiencia directa del precio de una guerra: la vida de un niño, de un nieto, un hermano, un esposo; la pérdida de un miembro o de la cordura de alguien cercano y querido; la pérdida de la risa, la dominación del miedo; la pérdida de esperanza para el futuro.   Una fuente de paz sin explotar, aquellas que han vivido la violencia doméstica: que han visto en sus hijos los efectos de la intimidación, que han visto enmudecer a sus hijas, que han visto apagarse la luz en sus ojos; aquellas que saben que cuando cada niña y cada niño importen, cuando ninguno de ellos pase hambre, soporte abusos o quede excluido, el mundo será un lugar más amable para todos nosotros.   Una fuente de paz sin explotar, las mujeres con empatía que viven en un mundo aparte, que se sienten seguras, queridas, afortunadas y, no obstante, son capaces de imaginar lo que es verse impotente, golpeada, violada, forzada luego a dar a luz a esa criatura concebida en la violencia; mujeres que saben en lo hondo de sus corazones que lo que le sucede a cualquier mujer en cualquier parte podría sucederles a ellas.   Una fuente de paz sin explotar, las mujeres que ven a sus seres queridos sedientos de venganza, llenos de odio, constantemente en guardia, devorados por el miedo o temerosos de dormirse a causa de las pesadillas; maridos, hermanos, hijos, y ahora hijas que vuelven de la guerra y se parecen poco a lo que hubieran podido ser en un mundo de paz.   Una fuente de paz sin explotar, las mujeres reunidas en círculos, las mujeres conectadas, las mujeres unidas que traen la feminidad sagrada, el instinto maternal, el arquetipo de la hermana, el poder de la Madre al mundo.   JEAN SHINODA BOLEN”

Jean Shinoda Bolen (1936) psiquiatra estadounidense

Mensaje urgente a las mujeres

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“El bien no está en la naturaleza, tampoco en los sermones de los maestros religiosos ni de los profetas, no está en las doctrinas de los grandes sociólogos y líderes populares, no está en la ética de los filósofos. Son las personas corrientes las que llevan en sus corazones el amor por todo cuanto vive; aman y cuidan de la vida de modo natural y espontáneo. Al final del día prefieren el calor del hogar a encender hogueras en las plazas.
Así, además de ese bien grande y amenazador, existe también la bondad cotidiana de los hombres. Es la bondad de una viejecita que lleva un mendrugo de pan a un prisionero, la bondad del soldado que da de beber de su cantimplora al enemigo herido, la bondad de los jóvenes que se apiadan de los ancianos, la bondad del campesino que oculta en el pajar a un viejo judío. Es la bondad del guardia de una prisión que, poniendo en peligro su propia libertad, entrega las cartas de prisioneros y reclusos, con cuyas ideas no congenia, a sus madres y mujeres.
Es la bondad particular de un individuo hacia, otro, es una bondad sin testigos, pequeña, sin ideología. Podríamos denominarla bondad sin sentido. La bondad de los nombres al margen del bien religioso y social.
Pero si nos detenemos a pensarlo, nos damos cuenta de que esa bondad sin sentido, particular, casual, es eterna. Se extiende a todo lo vivo, incluso a un ratón O a una rama quebrada que el transeúnte, parándose un instante, endereza para que cicatrice y se cure rápido.
En estos tiempos terribles en que la locura reina en nombre de la gloria de los Estados, las naciones y el bien universa I, en esta época en que los hombres ya no parecen hombres y sólo se agitan como las ramas en los árboles, como piedras que arrastran a otras piedras en una avalancha que llena los barrancos y las fosas, en esta época de horror y demencia, la bondad sin sentido, compasiva, esparcida en la vida como una partícula de radio, no ha desaparecido.

Vida y Destino (Galaxia Gutenberg)”

Vasili Grossman (1905–1964) escritor ruso
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“Puedo estar en guardia contra mis enemigos, ¡pero Dios me libre de mis amigos!”

Charlotte Brontë (1816–1855) escritora británica

En respuesta a George Henry Lewes (LL, II, V, 272) Miriam Farris Allott (1974), The Brontës, the critical heritage, pág 160;

“Está a salvo de cualquier peligro aquel que, aún estando seguro, se mantiene en guardia.”

Publilio Siro escritor latino

Fuente: Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013. ISBN 978-60-73116-31-2.

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“Hay que estar en una guardia permanente con los riesgos. Hay que ser casi clarividente, pensar y pensar, pero pensar en alternativas. Es muy importante el hábito de buscar alternativas y seleccionar entre las mejores de ellas.”

Fidel Castro (1926–2016) Ex Presidente de Cuba y Ex Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba

En Ramonet, I.: ob. cit., cap. 28: Después de Fidel, ¿qué?, p. 640.

“El miedo a la Guardia Civil está inscrito como un sello indeleble en el inconsciente de los españoles. Estuvieras dentro o fuera de la ley, vislumbrar de lejos en los caminos rurales de España las siluetas de una pareja con tricornio, capote y naranjero fue durante mucho tiempo siempre un mal trago.”

Manuel Vicent (1936) escritor español

Fuente: [Vicent], Manuel. «Salteadores.» 21 de mayo de 2017. https://elpais.com/elpais/2017/05/19/opinion/1495192979_590862.html El País. Consultado el 13 de noviembre de 2019.

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“Mi corazón entró en sobrecarga. No recuerdo que hubiera tantos guardias, estaban a solo 50 yardas (45,72 metros) de mí.”

Lee Hyeon-Seo (1980)

Refiriéndose a la noche en que ayudó a escapar de Corea del norte a su madre y a su hermano.
Original: «My heart went into overdrive. I didn’t remember there being so many guards. they were just 50 yards away from me.»

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“Arriba, guardias, y contra ellos otra vez.”

Arthur Wellesley (1769–1852) político, estadista y militar británico (1769-1852)

Dicho en la batalla de Waterloo, según lo citado en una carta de capitán Batty de los Foot Guards (el 22 de junio de 1815), a menudo mal citado como «Up Guards and at 'em». Wellington mismo, años más tarde, declaró que no sabía exactamente lo que había dicho en la ocasión, y dudó que alguien lo hiciera.
Original: «Up, Guards, and at them again».
Fuente: Sale, Nigel. The Lie at the Heart of Waterloo: The Battle's Hidden Last Half Hour. Edición ilustrada. Editorial The History Press, 2014 ISBN 978-07-5096-276-6.