Frases sobre jornadas

Una colección de frases y citas sobre el tema del jornadas, trabajo, vida, día.

Frases sobre jornadas

José Baroja Foto
Marco Aurelio Foto
Karl Marx Foto
Giovanni Papini Foto
Miguel de Cervantes Foto
Paulo Coelho Foto
Jean Giono Foto
Leonardo Da Vinci Foto

“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.”

Leonardo Da Vinci (1452–1519) pintor y polímata del Renacimiento

Fuente: [Polanco], Diane. Las dimensiones de la muerte. Editorial Palibrio, 2013. ISBN 9781463359126, p. 30.

John Edwards Foto

“Nadie que trabaje a jornada completa debería vivir en la pobreza. Si un empleo te aleja de tu familia cada día - o para muchos trabajadores de salarios bajos toda la noche - debería pagarte lo suficiente para mantenerla.”

John Edwards (1953) político estadounidense

Fuente: MSNBC http://firstread.msnbc.msn.com/archive/2007/07/02/252714.aspx, Página oficial de la campaña de Edwards http://www.johnedwards.com/news/headlines/20070705-minimum-wage/.

Fernando de la Rúa Foto

“Estoy completamente seguro de que ese mensaje que leyó la hija de la víctima no era acorde a lo que se requiere en una jornada de reflexión.”

José Luis Perestelo (1956) político español

Declaraciones realizadas el 11 de marzo de 2008 a la Cadena SER en Canarias criticando el discurso de Sandra Carrasco (hija de Isaías Carrasco, ex concejal socialista asesinado por ETA) durante el funeral de su padre, que coincidió con la jornada de reflexión de las Elecciones generales españolas de 2008.
Verificadas
Fuente: La Voz de Salamanca http://www.lavozdesalamanca.com/article3431.html, La Voz de Lanzarote http://www.lavozdelanzarote.com/spip.php?article16492, Canarias 24 Horas http://canarias24horas.com/index.php/2008031146542/elecciones-generales-2008/perestelo-dice-que-el-discurso-de-la-hija-de-isaias-carrasco-no-era-acorde-a-la-jornada-de-reflexion.html

Manuel Preciado Foto
Osvaldo Pugliese Foto
Ayn Rand Foto
Markus Zusak Foto
Jorge Luis Borges Foto
Roberto Ampuero Foto
Isabel Allende Foto
Mario Benedetti Foto
Cecelia Ahern Foto
Ken Follett Foto
Stephen King Foto
Jorge Luis Borges Foto
Cormac McCarthy Foto
Henry David Thoreau Foto

“Realicemos nuestro día con el mismo propósito que anima a la Naturaleza, y no nos dejemos apartar del camino por cascara alguna o por ala de mosquito que puedan caer en él. Levantémonos temprano, ayunemos o desayunémonos pausadamente y sin perturbaciones; que venga y vaya la compañía, que tañan las campanas o lloren los niños; sigamos, determinados a hacer de ello un día. ¿Por qué habríamos de someternos e ir con la corriente? No nos sintamos perturbados y vencidos en ese terrible rápido arremolinado que llamamos almuerzo, sito en los bajíos del mediodía. Sortead este peligro, y estaréis a salvo para el resto de la jornada, que discurrirá luego cuesta abajo. Con nervios templados y vigor matinal, dejadlo atrás, y como Ulises atado al mástil, poned la mirada en otra parte. Si silba el motor, que lo haga hasta enronquecer de insistencia. Si tañe la campana ¿por qué hemos de apresurarnos? Consideremos qué música nos ofrecen. Resolvámonos a hacer nuestro camino, llevando adelante nuestros pasos a través del barro y lodo de la opinión, prejuicios, tradición, engaño y apariencias que, cual tierra de aluvión, cubren el globo entero desde París a Londres, Nueva York, Bostón y Concord, a través de Iglesia y Estado, a través de la poesía, la filosofía y la religión, hasta que alcancemos un suelo duro y rocoso, al que podemos llamar realidad, y digamos: «Héla aquí, no hay duda». Y entonces, comencemos, contando con un point d’appui, bajo crecidas, heladas o fuego; un lugar donde se pueda encontrar un muro o una propiedad, donde se pueda erigir sin problemas un farol, o acaso un medidor, no un Nilómetro sino un Realímetro, para que las generaciones futuras sepan qué caudal llegaban a alcanzar de vez en cuando las riadas de engaños y apariencias. Si os enfrentáis cara a cara con un hecho, veréis brillar el sol en sus dos facetas, como si fuera una cimitarra, y sentiréis su suave filo, que os divide por el corazón y la médula, concluyendo así vuestra carrera mortal. Trátese de vida o muerte, nosotros ansiamos sólo la realidad. Si en verdad morimos, que oigamos el estertor en nuestras gargantas y sintamos el frío de nuestras extremidades; si estamos vivos, vayamos a lo nuestro. El tiempo no es sino el río donde voy a pescar. Bebo en él, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y descubro cuán cerca se encuentra de mí. Su fina corriente discurre incansable, pero la eternidad permanece. Yo quisiera beber de más hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce está tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del alfabeto. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y saja su camino en el secreto de las cosas. No deseo ocupar mis manos más de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que aquélla es un órgano excavador, como los hocicos y garras de algunos animales, y con ella minaría y horadaría yo mi camino a través de estas colinas. En algún lugar de estos alrededores se encuentra, creo, la vena más rica; me lo dicen mi varita mágica y los mágicos vapores que ascienden serpenteando. Aquí comenzaré a minar.”

Walden, la vida en los bosques

Mario Benedetti Foto
Javier Marías Foto
Cecelia Ahern Foto
Francisco Martín Moreno Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Fernando Savater Foto
Yolanda Jubeto Ruiz Foto
Terencio Foto

“Jamás ninguno echó tan bien la cuenta de su vida, que los negocios, los años y la experiencia no le enseñasen algo nuevo, y le avisasen de algo, de manera que lo que él se pensaba saber no lo supiese, y lo que tenía por mejor lo reprobase. Lo cual ahora a mi me ha acaecido, porque aquella vida áspera que yo hasta aquí he seguido, ahora que ya casi estoy al fin de la jornada, la condeno. ¿Y por qué? Porque la experiencia me ha enseñado que al hombre no hay cosa que le esté mejor que la benignidad y la clemencia. Que esto es verdad, por mí y por mi hermano lo puede entender quienquiera fácilmente. Él siempre ha pasado su vida sin cuidados y en convites; benigno, manso, sin ofender a nadie, complaciendo a todos, ha vivido a su gusto, gastado a su gusto; todos le elogian, todos le aman. Yo soy el villano, el cruel, el triste, el escaso, el terrible, el duro. Caséme:¡qué desdichas en el matrimonio! Naciéronme hijos: ¡nuevos cuidados! Pues además de esto, procurando dejarles mucha hacienda, toda mi vida y mis años he gastado en adquirir. Y ahora, al cabo de ellos, el galardón de mis trabajos es ser aborrecido. Mi hermano, sin trabajo ninguno, goza de todas las ventajas de un padre con mis hijos: a él le aman, de mí huyen; a él le tienen afición; ambos están con él; a mí me desamparan. A él le desean larga vida; tal vez codician mi muerte. De manera, que los que yo he criado con gran trabajo, él se los ha hecho suyos a poca costa. Yo llevo a cuestas todas las fatigas, y él se goza todos los contentos. ¡Ea, pues, probemos ahora al contrario, si podré yo decir alguna palabra amorosamente o me obliga a ello! Que también quiero yo ser amado, y estimado de los míos. Y si esto ha de dándoles y complaciéndoles, no seré yo de los posteros. ¿Y si falta? ¡A mí qué…! Para mí no faltará; que ya poca vida me queda.”

Terencio (-185–-159 a.C.)

Otras citas ordenadas
Fuente: El libro de oro de la sabiduría, Reader's Digest.

María Pazos Morán Foto