Frases sobre lámpara

Una colección de frases y citas sobre el tema del lámpara, luz, amor, noche.

Frases sobre lámpara

Marianne Williamson Foto
Plutarco Foto

“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.”

Plutarco (46–127)

Sin fuentes
Variante: La mente no es un vaso para llenar, sino una lámpara para encender.

Wisława Szymborska Foto

“¿Y si todo esto sucede en un laboratorio? ¿Bajo sólo una lámpara de día y miles de millones por la noche?”

Wisława Szymborska (1923–2012) escritora polaca

View With a Grain of Sand: Selected Poems

Charles Baudelaire Foto

“Oh, tú, el más sabio y bello de los ángeles,
Dios traicionado por el destino y de alabanzas privado,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Oh, Príncipe del exilio, a quien se ha agraviado,
y que, vencido, siempre más poderoso vuelves a levantarte,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que todo lo sabes, gran Rey de las cosas subterráneas,
tú, familiar sanador de las angustias humanas,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que, hasta a los leprosos y los parias malditos,
enseñas mediante el amor el sabor del Paraíso,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Oh tú que de la Muerte, esa amante vieja y poderosa,
engendras la Esperanza, esa adorable loca,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que das al condenado esa mirada en torno al cadalso
que, arrogante y serena, a todo un pueblo condena,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que sabes en qué rincón de las tierras ansiosas
el celosos Dios ocultó sus piedras preciosas,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú cuya clara mirada conoce los profundos arsenales
en donde duerme amortajado el pueblo de los metales,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú cuya extendida mano oculta los precipicios
al sonámbulo que vaga al borde de los edificios,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que, mágicamente, haces flexibles los viejos huesos
del borracho rezagado al que los caballos atropellaron,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que, para consolar al frágil que sufre,
nos enseñas a mezclar el salitre y el azufre,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que pones tu marca, oh cómplice sutil,
en la frente del Creso despiadado y vil,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Tú que pones en el corazón de las muchachas
el culto a las heridas y el amor a los harapos,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Báculo del desterrado, lámpara del inventor,
confesor del ahorcado y del conspirador,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!

Padre adoptivo de aquellos a quienes, en su negra cólera,
Dios padre del Paraíso terrenal expulsó,

¡oh, Satán, apiádate de mi enorme miseria!¡Gloria y alabanza a ti, Satán, en las alturas
del Cielo, donde reinas, y en las profundidades
del Infierno, donde, vencido, en silencio sueñas!
¡Haz que mi alma un día, bajo el árbol de la Ciencia,
cerca de ti descanse, en la hora en que sobre tu frente
como un Templo nuevo sus ramas se extiendan!”

Les Fleurs du Mal

Herman Melville Foto
Robert Green Ingersoll Foto
Alejandro Jodorowsky Foto

“… para que el hombre se haga luz, la mujer deberá enterrar su lámpara en las tinieblas"

Donde Mejor Canta un Pájaro”

Alejandro Jodorowsky (1929) escritor y director de cine chileno-francés, de ascendencia judeo-ucraniana

Quando Teresa si arrabbiò con Dio

Salvador Rueda Foto
Dmitri Mendeléyev Foto
Roque Dalton Foto
Gustave Flaubert Foto
Vicente Huidobro Foto
Cassandra Clare Foto
Jorge Luis Borges Foto

“A Leopoldo Lugones

Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente. A izquierda y a derecha, absortos en su lúcido sueño, se perfilan los rostros momentáneos de los lectores, a la luz de las lámparas estudiosas, como en la hipálage de Milton. Recuerdo haber recordado ya esa figura, en este lugar, y después aquel otro epíteto que también define por el contorno, el árido camello del Lunario, y después aquel hexámetro de la Eneida, que maneja y supera el mismo artificio:

Ibant obscuri sola sub nocte per umbram.

Estas reflexiones me dejan en la puerta de su despacho. Entro; cambiamos unas cuantas convencionales y cordiales palabras y le doy este libro. Si no me engaño, usted no me malquería, Lugones, y le hubiera gustado que le gustara algún trabajo mío. Ello no ocurrió nunca, pero esta vez usted vuelve las páginas y lee con aprobación algún verso, acaso porque en él ha reconocido su propia voz, acaso porque la práctica deficiente le importa menos que la sana teoría.

En este punto se deshace mi sueño, como el agua en el agua. La vasta biblioteca que me rodea está en la calle México, no en la calle Rodríguez Peña, y usted, Lugones, se mató a principios del treinta y ocho. Mi vanidad y mi nostalgia han armado una escena imposible. Así será (me digo) pero mañana yo también habré muerto y se confundirán nuestros tiempos y la cronología se perderá en un orbe de símbolos y de algún modo será justo afirmar que yo le he traído este libro y que usted lo ha aceptado.”

Jorge Luis Borges (1899–1986) escritor argentino
Bahá'u'lláh Foto
Paulo Coelho Foto
Johann Wolfgang von Goethe Foto
George G. Byron Foto
Teresa de Calcuta Foto
Elizabeth Barrett Browning Foto
Virginia Woolf Foto
Susanna Tamaro Foto
Octavio Paz Foto
Julio Cortázar Foto

“Y así, de feuille en aiguille, pienso en esos estados excepcionales en que por un instante se adivinan las hojas y las lámparas invisibles, se las siente en un aire que está fuera del espacio. Es muy simple, toda exaltación o depresión me empuja a un estado propicio a
lo llamaré paravisiones
es decir (lo malo es eso, decirlo)
una aptitud instantánea para salirme, para de pronto desde fuera aprehenderme, o de dentro pero en otro plano,
como si fuera alguien que me está mirando
(mejor todavía —porque en realidad, no me veo— : como alguien que me está viviendo).
No dura nada, dos pasos a la calle, el tiempo de respirar profundamente (a veces al despertarse dura un poco más, pero entonces es fabuloso)
y en ese instante sé lo que soy porque estoy exactamente sabiendo lo que no soy (eso que ignoraré luego astutamente). Pero no hay palabras para una materia palabra y visión pura, como un bloque de evidencia. Imposible objetivar, precisar ese defectividad que aprehendí en el instante y que era clara ausencia o claro error o clara insuficencia pero
sin saber de qué, qué.
Otra manera de tratar de decirlo: Cuando es eso, ya no estoy mirando hacia el mundo, de mí a lo otro, sino que por un segundo soy el mundo, el plano de fuera, lo demás mirándome. Me veo como pueden verme los otros. Es inapreciable: por eso dura apenas. Mido mi defectividad, advierto todo lo que por ausencia o defecto no nos vemos nunca. Veo lo que no soy. Por ejemplo (esto lo armo de vuelta, pero sale de ahí): hay enormes zonas a las que no he llegado nunca, y lo que no se ha conocido es lo que se es. Ansiedad por echar a correr, entrar en una casa, en esa tienda, saltar a un tren, devorar todo Jouhandeau, saber alemán, conocer Aurangabad… Ejemplos localizados y lamentables pero que pueden dar una idea. (¿una idea?)
Otra manera de querer decirlo: Lo defectivo se siente más como una pobreza intuitiva que como una mera falta de experiencia.”

Hopscotch

Charles Baudelaire Foto
Roque Dalton Foto
Jorge Luis Borges Foto
Pablo Neruda Foto
Markus Zusak Foto
Gustave Flaubert Foto
Julio Cortázar Foto
Irène Némirovsky Foto
Julio Cortázar Foto
Patrick Rothfuss Foto

“Sus cacerolas colgaban en los sitios correctos. Su lámpara anímica estaba donde le correspondía. La taza de cerámica rajada reposaba tranquila. Todo estaba como debía estar.”

Patrick Rothfuss (1973) escritor estadounidense de fantasía

La música del silencio / The Slow Regard of Silent Things

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Pearl S.  Buck Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Vitruvio Foto
Pierre Alexis Ponson du Terrail Foto

“A la luz de los débiles y fantásticos rayos que despedía la lámpara, Fernando pasó una especie de inventario de cuanto le rodeaba, y quedó maravillado del buen gusto, elegancia y sobriedad allí reunidos; era pues un dormitorio como hubiera podido desear una joven duquesa de veinte años, puesto que nada anunciaba en ella la mujer de situación equívoca. Todo lo mas que hubiera podido suponerse, era que aquella vivienda pertenecía a una hada de las descritas en las Mil y una Noches.”

Pierre Alexis Ponson du Terrail (1829–1871) escritor francés

Fuente: Luisa la Baccarat: nuevos misterios de París. Segunda parte. Pierre Alexis Ponson du Terrail. Editorial Libr. Popular-Económica, 1882. Página 6. https://books.googleusercontent.com/books/content?req=AKW5QaccCTcFPcRfXmxTUp3gOZBuzJo3MF8jBqtbi-zgwIbZ-HtCFxdYB4LQZlp84v8Qpd6qp3Blo1SXOjWTWiilbN-YmrXPC43jlu30jFQv1ystrNEes48BZYYEDFwQg7T3xO5gALM_vc-ieZMO7PT8ecEq3tpUxf9hBop6eUjj7CX7da_dP4HY45GgYBzpVbnrdB7Aq09H-DtVS_cR_8_sVDfa0ixw-QSfTw9-UcZe9FFfEgPQ4K2fK26xHqtRgs-DUzCAiX5d

Sathya Sai Baba Foto
Tom Waits Foto

“Los sesenta no fueron particularmente emocionantes para mí, no me iban los castillos en la arena y no colgaba póster de Jimi Hendrix en mi are. Ni siquiera tenía una de esas lámparas negras.”

Tom Waits (1949) cantante, compositor y actor estadounidense

Fuente: Montadon, Mac. Tom Waits: Conversaciones, entrevistas y opiniones. Traductor Ignacio Juliá. Editorial Global Rhythm Press, S.L. ISBN 9788493541293. p. 32.
Fuente: Carter, Benny; Greenberg, Peter S. Agridulce. Entrevista publicada en Newsweek el 14 de junio de 1976.

Aleksandr Solzhenitsyn Foto