(Autora del libro poemario La puta del diablo)
Fuente: https://autorasfeministaenlucha.webnode.es/l/poetisas-feministas-que-deberias-leer/
Frases sobre bolsa
Una colección de frases y citas sobre el tema del bolsa, hombres, hombre, hombro.
Frases sobre bolsa

“Sólo un zoquete tiene bolsas llenas de consejos y respuestas a todas las preguntas.”
La máquina de follar y otros cuentos
“Mayor basura que la Bolsa no cabe imaginar en la evolución de la humanidad.”
Fuente: Méndez Iglesias, Juan José. Panfleto materialista. La Filosofía. Editorial Grupo Helicón, 2014. ISBN 9788478485635. p. 3.

“En todas las ciencias hay bolsas de pseudociencias”
Conferencia "Pseudociencias Naturales" en la universidad de la Punta 54:38 http://www.youtube.com/watch?v=BKiVtLGDg1w&t=54m38s

“Una cita a ciegas puede convertirse en un cerdo con sombrero y un bolso de mujer.”
Fuente: Eusebio, Sebastián Arribas Enciclopedia básica de la vida. Cultivalibros. 2010. ISBN 978-84-99233-42-0. p. 300.

“No podría decir si el nudista era hombre o mujer porque se tapaba la cara con una bolsa.”

Fuente: Life of Luther, por Michelet, pág. 262.

“Con una chica en mi cama y una bolsa de rama pienso, Dios me ama.”

“Derrochando la bolsa y la vida la fui poco a poco dando por perdida.”

“¡Claro, la gente va con el sexo metido en una bolsa!”

Sobre la oposición al Partido de los Trabajadores (Partido dos Trabalhadores), durante un comicio el 30 de julio de 2010 en la ciudad de Porto Alegre (capital del estado de Río Grande del Sur (Rio Grande do Sul).
Fuente: Portal Vermelho. http://www.vermelho.org.br/noticia.php?id_noticia=134211&id_secao=1
“El Sr. Cuco está? Le habla el hombre de la bolsa.”

“a la pobreza se le pega donde más le duele, tirando al aire lo poco que se tiene en la bolsa.”
Hotel DF

Los miserables
Variante: No temamos nunca ni a los ladrones ni a los asesinos: esos son los peligros exteriores, los pequeños peligros. Las preocupaciones, esas son los ladrones; los vicios, esos son los asesinos. Los grandes peligros existen dentro de nosotros. ¿Qué importa lo que amenaza a nuestra cabeza o a nuestra bolsa? Pensemos con preferencia en lo que amenaza a nuestra alma.

Memoirs of a Dutiful Daughter
Variante: A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas.
Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo
al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el
vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me
gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la
caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror;
si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto.
Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo... no debes
hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba
denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa
ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes
encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la
ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por
gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo
poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un
cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies
y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles
voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá
me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había
guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me
rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que
me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el
objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la
noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.
Master Your Metabolism: The 3 Diet Secrets to Naturally Balancing Your Hormones for a Hot and Healthy Body!
Homicide: A Year on the Killing Streets


Fuente: Yrigoyen, Hipólito. Mi Vida y Mi Doctrina. Editorial Raigal, Buenos Aires, 1957. pp..