Frases sobre impotencia
Una colección de frases y citas sobre el tema del impotencia, carrillo, indignación, puede.
Frases sobre impotencia

“El origen de la filosofía es percatarse de la propia debilidad e impotencia.”

Sin fuentes

Fuente: Dirección única.
Amusing Ourselves to Death: Public Discourse in the Age of Show Business
Fuente: El elogio de la dificultad http://www.elabedul.net/Articulos/el_elogio_de_la_dificultad.php. El abedul.
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“En el fondo de toda gran impotencia encontramos un sentimiento de tranquilidad.”
Alexis o el tratado del inútil combate (1929)

Fuente: Donator, Robert. The Counter Terrorist. Editorial BookBaby, 2016. ISBN 9781483585314.

24 de marzo de 1923).
Cronología de citas, 1923

La Verdadera Religión Cristiana, Nro. 48

“Si no brillo yo brilla mi ausencia, no me odiáis a mi odiáis a vuestra impotencia”

Fuente: CASTORIADIS, Cornelius: Los dominios del hombre: las encrucijadas del laberinto, Editorial Gedisa, Barcelona, 1988

“La envidia es la impotencia irritada por el mérito.”
Recogido por el periodista José de Santiago en 2005, después de que superase el cáncer.
Shantaram

Seguir sin ti... : Un relato sobre la separación y la búsqueda del amor auténtico

Memoirs of a Dutiful Daughter
Variante: A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas.
Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo
al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el
vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me
gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la
caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror;
si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto.
Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo... no debes
hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba
denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa
ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes
encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la
ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por
gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo
poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un
cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies
y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles
voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá
me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había
guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me
rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que
me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el
objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la
noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.
Los Doce Pasos y Las Doce Tradiciones de Overeaters Anonymous
Era el cielo

Citas extraídas de La obra de arte del futuro (1849)
Fuente: [Wagner] (2000 [1849]), p. 37.

Enéada VI, 8 Sobre lo voluntario y la voluntad del Uno
Fuente: Ibid p. 523

La situación actual y nuestras tareas. (25 de noviembre de 1947), Obras Escogidas, tomo IV.
1947
(1983) "El arte de amargarse la vida" Herder ed.

