Frases sobre delirio

Una colección de frases y citas sobre el tema del delirio, mundo, mundo, ser.

Frases sobre delirio

Alejandra Pizarnik Foto

“Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo”

Alejandra Pizarnik (1936–1972) poeta argentina

Poesía completa

Jorge Isaacs Foto

“¡Primer amor!… Noble orgullo de sentirnos amados: sacrificio dulce de todo lo que antes nos era caro a favor de la mujer querida: felicidad que comprada para un día con las lágrimas de toda una existencia, recibiríamos como un don de Dios; perfume para todas las horas del porvenir; luz inextinguible del pasado; flor guardada en el alma y que no es dado marchitar a los desengaños; único tesoro que no puede arrebatarnos la envidia de los hombres; delirio delicioso… inspiración del cielo… ¡María! ¡María! ¡Cuánto te amé! ¡Cuánto te amara!”

María
Variante: ¡Primer amor! Noble orgullo de sentirse amado; sacrificio dulce de todo lo que antes nos era caro a favor de la mujer querida; felicidad que, comprada
para un día con las lágrimas de toda una existencia, recibiríamos como un don de Dios; perfume para todas las
horas del porvenir: flor guardada en el alma que no es dado marchitar a los desengaños: único tesoro que no puede
arrebatarnos la envidia de los hombres, delirio delicioso..., inspiración del Cielo...¡María!¡María! ¡Cuánto te amé!¡Cuánto te amara!

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“Acepta la locura. Crea el delirio. Establece la duda. Alimenta la paranoia.”

John Katzenbach (1950) escritor estadounidense

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“Y cuando sane y no tenga más delirio…¿me querrás todavía?”

Horacio Quiroga (1878–1937) cuentista, poeta y dramaturgo uruguayo

Cuentos de Amor de Locura y de Muerte
Variante: Y cuando no tenga más delirio… me querrás todavía?

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“Continuaba cuestionando los límites del mundo, al ver la miseria de quien con ellos se conforma, y no pude soportar por mucho tiempo lo fácil de la ficción: yo le exigía la realidad, me volví loco.

Si mentía, me quedaba en el plano de la poesía, de una superación verbal del mundo. Si perseveraba en una denigración ciega del mundo, mi denigración era falsa (como la superación). En cierto modo, mi conformidad con el mundo se profundizaba. Pero al no poder mentir a sabiendas, me volví loco (capaz de ignorar la verdad). O al no saber ya, para mí solo, representar la comedia de un delirio, me volví loco pero interiormente: viví la experiencia de la noche.

La poesía dio simplemente un giro: escapé por ella del mundo del discurso, que para mí se había convertido en el mundo natural, entré con ella en una especie de tumba donde la infinitud de lo posible nacía de la muerte del mundo lógico.

Al morir la lógica, daba a luz locas riquezas. Pero lo posible evocado no es sino irreal, la muerte del mundo lógico es irreal, todo es turbio y huidizo en esta oscuridad relativa. Puedo burlarme de mí mismo y de los demás: ¡todo lo real carece de valor, todo valor es irreal! De allí esa facilidad y esa fatalidad de deslizamientos en los que ignoro si miento o estoy loco. La necesidad de la noche procede de esa situación desafortunada.

La noche no podía sino desviarse de todo ello.

El cuestionarlo todo nacía de la exasperación de un deseo, ¡que no podía abocar al vacío!

El objeto de mi deseo era, en primer lugar, la ilusión y no pudo ser más que en segundo lugar el vacío de la desilusión.”

Georges Bataille (1897–1962)

Lo arcangélico y otros poemas

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“Aprended a limitar vuestras ambiciones; es un funesto delirio suspirar por lo que no se puede tener.”

Píndaro (-517–-437 a.C.) poeta lírico griego

Sin fuentes

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“Pero tanto han podido la ambición y el crimen, que se ha puesto la religión, no tanto en seguir las enseñanzas del Espíritu Santo, cuanto en defender las intervenciones de los hombres, más aun, religión no se reduce a la caridad, sino a difundir discordias entre los hombres y a propagar el odio más funesto, que disimulan con el falso nombre de celo divino y de fervor ardiente. A estos males se añade la superstición que enseña a los hombres a despreciar la razón y la naturaleza y a venerar y admirar únicamente lo que contradice a ambas. No hay, pues, que extrañarse de que los hombres, a fin de admirar y venerar más la Escritura, procuren explicarla de suerte que parezca oponerse de plano a la razón y a la naturaleza. De ahí que sueñen que en las Sagradas Escrituras se ocultan profundísimos misterios y que se fatiguen en investigar semejantes absurdos, descuidando toda otra utilidad; y cuanto descubren en semejantes delirios lo atribuyen al Espíritu Santo y se empeñan en defenderlo con todas sus fuerzas y con toda pasión. Tal es, en efecto, la condición humana, que cuanto conciben los hombres por el entendimiento puro, lo defienden con el solo entendimiento y la razón, y cuanto opinan en razón de sus sentimientos, también los defienden con ellos.”

Baruch Spinoza (1632–1677) filósofo neerlandés

Tratado teológico político, VII, I 1670/1986: 194.
Fuente: Citado en Maestro, Jesús G. Contra las Musas de la Ira: El Materialismo Filosófico como Teoría de la Literatura. Editorial Grupo Helicón, 2014. ISBN 9788478485659. p. 127; nota 59.

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“Confundir nuestras propias construcciones e invenciones con leyes eternas o decretos divinos es uno de los más fatales delirios de los hombres.”

Isaiah Berlin (1909–1997) Politólogo y filosófo británico.

Essays in Honour of E. H. Carr (1974).
Original: «To confuse our own constructions and inventions with eternal laws or divine decrees is one of the most fatal delusions of men.»
Fuente: Berlin, Isaiah. Against the Current: Essays in the History of Ideas. Second Edition. Editor Henry Hardy. Contribuidores Roger Hausheer, Mark Lilla. Editorial Princeton University Press, 2013. ISBN 9781400843237. p. 382.

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