Frases sobre escándalo

Una colección de frases y citas sobre el tema del escándalo, puede, tiempo, mundo.

Frases sobre escándalo

Alejandra Pizarnik Foto
Hildegarda de Bingen Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Mario Benedetti Foto

“Y suben al ring, también conocido por Villa Escandalo”

Héctor del Mar (1942–2019) locutor de radio y televisión español de origen argentino
Arthur Rimbaud Foto
José Zorrilla Foto
Marc Bloch Foto
Neal Stephenson Foto
Antón Chéjov Foto
Patrick Rothfuss Foto

“En su Teofanía, Teccam habla de los secretos y los llama «tesoros dolorosos de la mente». Explica que lo que la mayoría de la gente considera secretos no lo son en realidad. Los misterios, por ejemplo, no son secretos. Tampoco lo son los hechos poco conocidos ni las verdades olvidadas. Un secreto, explica Teccam, es un conocimiento cierto activamente ocultado.
Los filósofos llevan siglos cuestionando su definición. Señalan los problemas lógicos, las lagunas, las excepciones. Pero en todo este tiempo ninguno ha conseguido presentar una definición mejor. Quizá eso nos aporte más información que todas las objeciones juntas.
En un capítulo posterior, menos conocido y menos discutido, Teccam expone que existen dos tipos de secretos. Hay secretos de la boca y secretos del corazón.
La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto de la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan hasta presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes.
Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuanto más se los guarda, más pesados se vuelven.
Teccam sostiene que es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, dice, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos. Tragamos para contenerlos todos los días, obligándolos a permanecer en lo más profundo de nosotros. Allí se quedan, volviéndose cada vez más pesados, enconándose. Con el tiempo, no pueden evitar aplastar el corazón que los contiene.
Los filósofos modernos desprecian a Teccam, pero son buitres picoteando los huesos de un gigante. Cuestionad cuanto queráis: Teccam entendía la forma del mundo.”

The Wise Man's Fear
Variante: En su Teofanía, Teccam habla de los secretos y los llama "tesoros dolorosos de la mente". Explica que lo que la mayoría de la gente considera secretos no lo son en realidad. Los misterios, por ejemplo, no son secretos. Tampoco lo son los hechos poco conocidos ni las verdades olvidadas. Un secreto, explica Teccam, es un conocimiento cierto activamente ocultado.

Los filósofos llevan siglos cuestionando su definición. Señalan los problemas lógicos, las lagunas, las excepciones. Pero en todo este tiempo ninguno ha conseguido presentar una definición mejor. Quizá eso nos aporte más información que todas las objeciones juntas.

En un capítulo posterior, menos conocido y menos discutido, Teccam expone que existen dos tipos de secretos. Hay secretos de la boca y secretos del corazón.

La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto de la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan para presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes.

Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos, y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuanto más se los guarda, más pesados se vuelven.

Teccam sostiene que es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, dice, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos. Tragamos para contenerlos todos los días, obligándolos a permanecer en lo más profundo de nosotros. Allí se quedan, volviéndose cada vez más pesados, enconándose. Con el tiempo, no pueden evitar aplastar el corazón que los contiene.

Los filósofos modernos desprecian a Teccam, pero son buitres picoteando los huesos de un gigante. Cuestionad cuanto queráis: Teccam entendía la forma del mundo.

Octavio Paz Foto
Elizabeth Taylor Foto
Miguel de Unamuno Foto

“He dicho alguna vez, con escándalo acaso de ciertos pedantes, que la verdadera universidad popular española han sido el café y la plaza pública.”

Miguel de Unamuno (1864–1936) escritor y filósofo español

Fuente: [Unamuno], Miguel de. Obras completas, Volumen 9. Editor Manuel García Blanco. Editorial Escelicer, 1966. Procedencia del original: Universidad de Michigan. Digitalizado: 10 de abril de 2008, p. 445.

André Breton Foto
Simone de Beauvoir Foto

“Lo más escandaloso que tiene el escándalo es que uno se acostumbra.”

Simone de Beauvoir (1908–1986) escritora, intelectual, filósofa existencialista, activista política, feminista y teórica social francesa

Fuente: Segundo Congreso Nacional Derechos Humanos: 22-23-24 de octubre de 1982, 1967-17 de junio-decimo quinto aniversario. Colaborador Asociación de Abogados Latinoamericanos para La Defensa de la Derechos Humanos. Editor Asociación de Abogados Latinoamericanos para la Defensa de los Derechos Humanos, Filial Paraguay, 1983. Página 57.

Iósif Stalin Foto
Francisco Ayala Foto
Fernando de la Rúa Foto
Pelé Foto
Octave Mirbeau Foto
Santiago Carrillo Foto
Piedad Córdoba Foto
Viviana Canosa Foto

“Esto es lo que hacía Schwab. Pero, ¿qué hace la persona común? Precisamente lo contrario. Si alguna cosa no le gusta, arma un escándalo; si le gusta, no dice nada.”

Dale Carnegie (1888–1955) empresario y escritor estadounidense

Como Ganar Amigos e Influir en Las Personas

Mark Twain Foto
Allan Kardec Foto

“¿Pero se ha de tomar literalmente esta máxima? No, lo mismo que la que dice que nos arranquemos el ojo si nos es ocasión de escándalo. Llevada adelante con todas sus consecuencias, seria condenar toda represión, aun cuando fuese legal, y dejar el campo libre a los malos quitándoles todo miedo; si no se pusiera un freno a sus agresiones, muy pronto serían víctimas suyas todos los buenos. El mismo instinto de conservación, que es una ley de la naturaleza, dice que no debe uno presentar voluntariamente el cuello al asesino. Con estas palabras, pues, Jesús no prohibió la defensa; sino que "condenó la venganza". Diciendo que se presenta una mejilla cuando se ha herido la otra, es decir, bajo otra forma, que no debe volverse nunca mal por mal, que el hombre debe aceptar con humildad todo lo que tiende a rebajar su orgullo; que es más glorioso para él ser herido que herir, sobrellevar con paciencia una injusticia que cometerla él mismo; que vale más ser engañado que engañar y ser arruinado que arruinar a los demás. Es, al mismo tiempo, la condenación del duelo que no es otra cosa que un alarde de orgullo. La fe en la vida futura y en la justicia de Dios, que nunca deja el mal impune, puede sólo dar la fuerza para soportar con paciencia los tiros dirigidos a nuestros intereses y a nuestro amor propio y por esto decimos sin cesar: Dirigid vuestras miradas al porvenir, pues cuanto más os elevéis con el pensamiento sobre la vida material, menos os atormentarán las cosas de la tierra.”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

Sylvia Day Foto

“Distanciarse de la fuente del escándalo es la regla número uno de cómo gestionar una crisis.”

Sylvia Day (1973) escritora estadounidense

Entwined with You

Mario Benedetti Foto
Julio Cortázar Foto
Matilde Asensi Foto
Julio Cortázar Foto
Steven D. Levitt Foto

“riesgo = peligro + escándalo.”

Freakonomics

Joseph Conrad Foto
Adolf Hitler Foto

“Véase la preocupación de uno de esos salteadores políticos en obtener a ruegos el asentimiento de la mayoría para, en cualquier momento, poder alienar la responsabilidad. Pues ésta una de las principales razones por las que esa especie de actividad política es despreciable y odiosa a todo hombre de sentimientos decentes y, por tanto, también de valor, al tiempo que atrae a todos los caracteres miserables - aquellos que no quieren asumir la responsabilidad de sus acciones, sino que antes procuran huir, no pasando de cobardes villanos. Las consecuencias se dejarán sentir tan pronto como tales mediocres formen el gobierno de una Nación. Faltará entereza para obrar y se preferirá aceptar las más vergonzosas humillaciones antes de erguirse para adoptar una actitud resuelta, pues nadie habrá allí que por sí solo esté personalmente dispuesto a arriesgarlo todo en pro de la ejecución de una medida radical. Existe una verdad que no debe ni puede olvidarse: es la de que tampoco en este caso una mayoría estará capacitada para sustituir a la personalidad en el gobierno. La mayoría no sólo representa siempre la estupidez, sino también la cobardía. Y del mismo modo que de cien cabezas huecas no se hace un sabio, de cien cabezas no surge nunca una decisión heroica. Cuanto menos grave sea la responsabilidad que pese sobre el Jefe, mayor será el número de aquellos que, dotados de ínfima capacidad, se crean igualmente llamados a poner al servicio de la Nación sus "imponderables fuerzas". Con impaciencia esperan que les llegue el turno; forman una larga fila y cuentan, con doloridos lamentos, el número de los que esperan delante de ellos y casi calculan la hora sobre cuándo, posiblemente, alcanzarán su deseo. De ahí que sea para ellos motivo de regocijo el cambio frecuente de funcionarios en los cargos que ellos apetecen y que celebren todo escándalo que reduzca la fila de los que por delante esperan. En el caso de que uno de ellos no quiera dejar la posición alcanzada, casi se considera eso como una quiebra de una combinación sagrada de solidaridad común. Entonces es cuando ellos se vuelven intrigantes y no descansan hasta que el desvergonzado, al final vencido, pone su lugar nuevamente a disposición de todos. Por eso mismo, no alcanzará él tan pronto esa posición. Cuando una de estas criaturas es forzada a desistir de su puesto, procurará inmediatamente entrometerse de nuevo en la hilera de los que están a la expectativa, a no ser que lo impidan, entonces, los gritos y las injurias de los demás. La consecuencia de todo esto es la espeluznante rapidez con que se producen modificaciones en las más importantes jefaturas y oficinas públicas de un organismo estatal semejante, con un resultado que siempre tiene influencia negativa y que muchas veces llega a ser hasta catastrófico, porque no sólo el estúpido y el incapaz son lesionados por esos métodos de proceder, sino incluso los verdaderos jefes, si algún día el Destino los sitúa en esas posiciones de mando. Después que se verifica la aparición de un hombre excepcional, inmediatamente se forma un frente cerrado de defensa, sobre todo si una cabeza tal, no saliendo de las propias filas, osara penetrar en esa sublime sociedad. Lo que ellos quieren fundamentalmente es permanecer entre sí, y es considerado enemigo común todo aquél que pueda sobresalir en medio de tales nulidades. En este sentido, el instinto es tanto más agudo cuanto es inoperante en otros aspectos. El resultado será siempre un creciente empobrecimiento espiritual de las clases dirigentes. Cualquiera, desde el momento que no pertenece a ese clan de `jefes", puede juzgar cuáles serán las consecuencias para la Nación y para el Estado.”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Mi Lucha

Lionel Shriver Foto
Joseph Conrad Foto
Patrick Rothfuss Foto
Immanuel Kant Foto
Juan Gabriel Vásquez Foto

“«Cuarenta años», dijo, inclinando el cuerpo hacia el micrófono que lo miraba como el ojo de una mosca. «Cuarenta años y más de diez mil caricaturas. Y déjenme que les confiese una cosa: todavía no entiendo nada. O quizás es que las cosas no han cambiado tanto. En estos cuarenta años, se me ocurre ahora, hay por lo menos dos cosas que no han cambiado: primero, lo que nos preocupa; segundo, lo que nos hace reír. Eso sigue igual, sigue igual que hace cuarenta años, y mucho me temo que seguirá igual dentro de cuarenta años más. Las buenas caricaturas tienen una relación especial con el tiempo, con nuestro tiempo. Las buenas caricaturas buscan y encuentran la constante de una persona: aquello que nunca cambia, aquello que permanece y nos permite reconocer a quien no hemos visto en mil años. Aunque pasaran mil años, Tony Blair seguiría teniendo orejas grandes y Turbay un corbatín. Son rasgos que uno agradece. Cuando un político nuevo tiene uno de esos rasgos, uno inmediatamente piensa: que haga algo, por favor, que haga algo para que pueda usarlo, que no se pierda ese rasgo en la memoria del mundo. Uno piensa: por favor, que no sea honesto, que no sea prudente, que no sea buen político, porque entonces no lo podría utilizar con tanta frecuencia.» Se oyó un susurro de risas, delgado como el rumor previo al escándalo. «Claro, hay políticos que no tienen rasgos: son caras ausentes. Ellos son los más difíciles, porque hay que inventarlos, y entonces uno les hace un favor: no tienen personalidad, y yo les doy una. Deberían estarme agradecidos. No sé por qué, pero casi nunca lo están.» Una brusca carcajada burbujeó en el teatro.”

Juan Gabriel Vásquez (1973) escritor colombiano

Las reputaciones

“El escándalo supone una invencible admiración y una patente sorpresa.”

Benjamín Jarnés (1888–1949) escritor español

Fuente: El convidado de papel, [Benjamín Jarnés]. Guara editorial, 1979, p. 59.

Salvador Dalí Foto

“Feliz es el que provoca un escándalo.”

Salvador Dalí (1904–1989) pintor, escultor, escenógrafo y escritor catalán
Pitágoras Foto

“Viajero, no hagas larga la estancia en una ciudad donde las madres ofrezcan el escándalo de hacer llevar a sus niños sobre el seno de una esclava.”

Pitágoras (-585–-495 a.C.) filósofo y matemático griego

Fuente: [Señor] (1997), p. 557.

Baruch Spinoza Foto

“Todo lo mejor; no me obligan a hacer nada que yo no hubiera hecho por mi propia cuenta si no temiera escándalo. Pero como lo quieren así, entro alegremente en el camino que se me ha abierto, con el consuelo de que mi partida será más inocente que el éxodo de los primeros hebreos de Egipto.”

Baruch Spinoza (1632–1677) filósofo neerlandés

Original: «All the better; they do not force me to do anything that I would not have done of my own accord if I did not dread scandal. But since they want it that way, I enter gladly on the path that is opened to me, with the consolation that my departure will be more innocent than was the exodus of the early Hebrews from Egypt».
Fuente: Citado en Nadler, Steven; Nadler, Steven M. Spinoza: A Life. Edición ilustrada y reimpresa. Editorial Cambridge University Press, 2001. ISBN 9780521002936. p. 154.

Gabriel Matzneff Foto

“Ya sea heterosexual u homosexual, el amor siempre es ilegítimo. El amor siempre es un escándalo.”

Gabriel Matzneff (1936) escritor francés

En referencia a la despenalización de la homosexualidad.
Original: «Qu’il soit hétéro ou homo, l’amour est toujours illégitime. L’amour est toujours un scandale».
Fuente: Matzneff:Jacques Toubon et ses sycophantes, en Le Point (19 de junio 2014). https://www.lepoint.fr/invites-du-point/gabriel-matzneff/matzneff-jacques-toubon-et-ses-sycophantes-19-06-2014-1837826_1885.php#xtmc=matzneff-jacques-toubon-et-ses-sycophantes&xtnp=1&xtcr=1