Frases sobre ganado
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“Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz». Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece.
Los Adem me llaman Maedre. Que, según cómo se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido.
La Llama es obvio para todo el que me haya visto. Tengo el pelo de color rojo intenso. Si hubiera nacido hace un par de siglos, seguramente me habrían quemado por demonio. Lo llevo corto, pero aun así me cuesta dominarlo. Si lo dejo a su antojo, se me pone de punta y parece que me hayan prendido fuego.
El Trueno lo atribuyo a mi potente voz de barítono y a la instrucción teatral que recibí a temprana edad.
El Árbol Partido nunca lo he considerado muy importante.
Aunque pensándolo bien, supongo que podríamos considerarlo al menos parcialmente profético.
Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. También me han llamado Shadicar, Dedo de Luz y Seis Cuerdas. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he pagado por ellos.
Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».
Me han llamado de muchas otras maneras, por supuesto. La mayoría eran nombres burdos, aunque muy pocos eran inmerecidos.
He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Quizá hayas oído hablar de mí.”

The Name of the Wind

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“A aquellas antiguas espadas, a aquellos ilustres aceros, que encaman las glorias pasadas… Y al sol que hoy alumbra las nuevas victorias ganadas, y al héroe que guía su grupo de jóvenes fieros, al que ama la insignia del suelo materno, al que ha desafiado, ceñido el acero y el arma en la mano, los soles del rojo verano, las nieves y vientos del gélido invierno, la noche, la escarcha y el odio y la muerte, por ser por la patria inmortal, ¡saludan con voces de bronce las trompas de guerra que tocan la marcha triunfal!…”

Rubén Darío (1867–1916) poeta nicaragüense

Cantos de Vida y Esperanza: Los Cisnes, y Otros Poemas
Variante: A aquellas antiguas espadas, a aquellos ilustres aceros, que encaman las glorias pasadas... Y al sol que hoy alumbra las nuevas victorias ganadas, y al héroe que guía su grupo de jóvenes fieros, al que ama la insignia del suelo materno, al que ha desafiado, ceñido el acero y el arma en la mano, los soles del rojo verano,
las nieves y vientos del gélido invierno, la noche, la escarcha y el odio y la muerte, por ser por la patria inmortal, ¡saludan con voces de bronce las trompas de guerra que tocan la marcha triunfal!...

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“A Tomatis lo preocupaba saber de qué manera llevaría la conversación con sus excolegas hasta llegar al centro, pero a las dos cuadras el conductor y los dos de atrás ya habían reanudado la discusión sobre el partido del domingo, analizando la composición de los dos equipos, el hecho de que jugaran en tal o cual cancha, la historia reciente —cambios, partidos ganados o perdidos, estado físico de ciertos jugadores, etcétera— de los res-pectivos cuadros. En la época en que recién había entrado a trabajar en el diario, a los veinte años, como los periodistas de deportes se burlaban de él a causa de su inclinación por la literatura, Tomatis se vengaba de ellos ridiculizando el deporte y proclamando sin mentir que nunca había entrado en una cancha de fútbol, y oyéndolos discutir con tanta pasión durante el viaje en auto, pensaba que hasta ese día podía hacer la misma afirmación, pero que la situación en la que estaba no se lo permitía —lo que cuando tenía veinte años consideraban una provocación, hoy lo tomarían como una ofensa aunque no se abstenían de efectuar con el partido del domingo todo el gasto de la conversación, sin preguntarse si la persona que habían invitado a viajar con ellos se interesaba o no por el tema. «Ni ellos ni yo hemos cambiado nada en todos estos años, y no cambiaremos tampoco en los que nos quedan por vivir», pensaba Tomatis cuando bajó del coche”

Juan José Saer (1937–2005) escritor argentino

La Grande

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“«—No, no. No lo entiendes. Nadie quiere ser ganado. Queremos ser deseados, necesitados»”

Alfred Bester (1913–1987) Escritor estadounidense de ciencia ficción

The Rat Race

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“Nadie puede escapar de la justicia, nada puede ser no ganado y no pagado en el universo”

Ayn Rand (1905–1982) filósofa y escritora estadounidense

La Rebelión de Atlas

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“la conciencia de haber ganado un lugar en un mundo al que respetaba, y obtenido el reconocimiento de personas a quienes admiraba.”

Ayn Rand (1905–1982) filósofa y escritora estadounidense

La Rebelión de Atlas

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“A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circuncidado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía. Mis muñecas han sabido a veces de las caricias de la seda y a veces de las injurias de la lana, del oro de los príncipes y de las cadenas de los esclavos. Mis dedos han levantado mil velos, mis labios han sonrojado a mil vírgenes, mis ojos han visto agonizar ciudades y caer imperios. Por boca mía oirás el árabe, el turco, el castellano, el beréber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues todas las lenguas, todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. No soy sino de Dios y de la tierra, y a ellos retornaré un día no lejano. Y tú permanecerás después de mí, hijo mío. Y guardarás mi recuerdo. Y leerás mis libros. Y entonces volverás a ver esta escena: tu padre, ataviado a la napolitana, en esta galera que lo devuelve a la costa africana, garrapateando como mercader que hace balance al final de un largo periplo. Pero no es esto, en cierto modo, lo que estoy haciendo: qué he ganado, qué he perdido, qué he de decirle al supremo Acreedor? Me ha prestado cuarenta años que he ido dispersando a merced de los viajes: mi sabiduría ha vivido en Roma, mi pasión en el Cairo, mi angustia en Fez, y en Granada vive aún mi inocencia.”

Leo Africanus

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“Se dio cuenta de que el coronel Aureliano Buendía no le había perdido el cariño a la familia a causa del endurecimiento de la guerra, como ella creía antes, sino que nunca había querido a nadie, ni siquiera a su esposa Remedios o a las incontables mujeres de una noche que pasaron por su vida, y mucho menos a sus hijos. Vislumbró que no había hecho tantas guerras por idealismo, como todo el mundo creía, ni había renunciado por cansancio a la victoria inminente, como todo el mundo creta, sino que había ganado y perdido por el mismo motivo, por pura y pecaminosa soberbia. Llegó a la conclusión de que aquel hijo por quien ella habría dado la vida, era simplemente un hombre incapacitado para el amor. Una noche, cuando lo tenía en el vientre, lo oyó llorar. Fue un lamento tan definido, que José Arcadio Buendía despertó a su lado y se alegró con la idea de que el niño iba a ser ventrílocuo. Otras personas pronosticaron que sería adivino. Ella, en cambio, se estremeció con la certidumbre de que aquel bramido profundo era un primer indicio de la temible cola de cerdo, y rogó a Dios que le dejara morir la criatura en el vientre. Pero la lucidez de la decrepitud le permitió ver, y así lo repitió muchas veces, que el llanto de los niños en el vientre de la madre no es un anuncio de ventriloquia ni de facultad adivinatoria, sino una señal inequívoca de incapacidad para el amor.”

One Hundred Years of Solitude

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“Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta,
la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía,
King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero
entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la
ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la
tercera dimensión y yéndose,

y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió
porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has
tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y
blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella,
alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el
/manubrio
y decir que también tú has salido, que también tú quieres
llegar al sur,

y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando,
larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio
y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del
valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago.
Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en
la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una
cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica
yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al
hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se
va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas
que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas
bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la
ciudad están abiertas todavía,

y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras.
Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur lleva
a la muerte,
allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera
o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o
general espera
sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos,
no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores
para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos
ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la
mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no
es Sing-Sing, no es la Santé,

allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie
es culpable de la muerte, y la violencia

es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina
y la tranquilidad del reino,

allá es tierra de paz, de conferencias internacionales,
copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que
el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios
hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se
pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros,
entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin
mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue
/maloliente
mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur,
mientras la civilización cristiana.

Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos,
ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar
y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe,
pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola
línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada
hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una
esfinge para hacerte las preguntas rituales.

¿Habrá llegado al sur?
¿La alcanzarás un día?
Nosotros, ¿llegaremos?

(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado - )

¿Llegaremos un día?

Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia,
no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró
en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y calles
pero sur, esperanza de sur,

sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando
con gente como ella, mirarán a lo lejos por si otras
bicicletas apuntaran filosas?

( - un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek - )

¿Llegaremos un día?”

Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
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“Estados Unidos nunca ha perdido una guerra y nunca ha ganado una conferencia.”

Will Rogers (1879–1935) actor estadounidense

Fuente: Citado en: Henry Kissinger, Questi anni alla Casa Bianca, Bergamo, Edizioni Euroclub, 1980, pág. 59-60

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“Si he ganado tanto dinero ha sido porque mi objetivo no ha sido nunca ganar dinero.”

Amancio Ortega (1936) empresario español

Fuente: http://www.finanzas.com/noticias/economia/20121130/amancio-ortega-fundador-zara-1641693.html

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“Hasta donde yo sé, podéis tirar todas esas medallas que habéis ganado estos años a la basura, ya que las ganasteis todas robando.”

Brian Clough (1935–2004) Entrenador de Futbol Inglés

Clough dirigiéndose a sus jugadores el primer día como entrenador del Leeds United.

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“Desde sus primeros días, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todas las personas amantes de la libertad. Admiramos los sacrificios del pueblo cubano en el mantenimiento de su independencia y soberanía frente a la la campaña imperialista orquestada viciosamente para destruir lo ganado por la Revolución Cubana.”

Nelson Mandela (1918–2013) político sudafricano

Verificadas
Fuente: "From its earliest days, the Cuban Revolution has also been a source of inspiration to all freedom-loving people. We admire the sacrifices of the Cuban people in maintaining their independence and sovereignty in the face of the vicious imperialist-orquestrated campaign to destroy the impressive gain made in the Cuban Revolution", en "Castro Opens National Moncada Barracks Ceremony" http://lanic.utexas.edu/project/castro/db/1991/19910726-1.html, La Habana, 1991.

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“Pocas nuevas verdades han ganado su camino en contra de la resistencia de las ideas establecidas, salvo por ser exageradas.”

Isaiah Berlin (1909–1997) Politólogo y filosófo británico.

Original: «Few new truths have ever won their way against the resistance of established ideas save by being overstated.»
Fuente: Citado en McGrath, Alister E. Re-Imagining Nature: The Promise of a Christian Natural Theology. Editor John Wiley & Sons, 2016. ISBN 9781119046301. p. 181.

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“Napoleón me ha engañado, por Dios; ha ganado veinticuatro horas de marcha sobre mí.”

Arthur Wellesley (1769–1852) político, estadista y militar británico (1769-1852)

Comentario en el baile de la duquesa de Richmond el 15 de junio de 1815, citado por el capitán Bowles y citando las Cartas del primer conde de Malmesbury.
Original: «Napoleon has humbugged me, by God; he has gained twenty-four hours' march on me».
Fuente: [Forbes], Archibald. Camps, Quarters and Casual Places. Editorial Kessinger Publishing, 2004. ISBN 978-14-1911-172-3.

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“Mi corazón está roto por la terrible pérdida que he sufrido entre mis viejos amigos y compañeros y mis pobres soldados. Créeme, nada excepto una batalla perdida puede ser la mitad de melancólica que una batalla ganada: la valentía de mis tropas hasta ahora me salvó del mal más grande; pero ganar una batalla como esta de Waterloo, a expensas de tantos galantes amigos, sólo podría calificarse de una gran desgracia, excepto por el resultado para el público.”

Arthur Wellesley (1769–1852) político, estadista y militar británico (1769-1852)

Original: «My heart is broken by the terrible loss I have sustained in my old friends and companions and my poor soldiers. Believe me, nothing except a battle lost can be half so melancholy as a battle won: the bravery of my troops hitherto saved me from the greater evil; but to win such a battle as this of Waterloo, at the expens of so many gallant friends, could only be termed a heavy misfortune but for the result to the public».
Fuente: [Adams], William Henry Davenport. Memorable Battles in English History: Where Fought, why Fought, and Their Results; with the Military Lives of the Commanders. Editorial Griffith and Farran, 1863. Procedencia del original: Universidad de Wisconsin - Madison. Digitalizado: 27 de marzo de 2009, p. 400.
Fuente: Carta desde el campo de Waterloo (junio de 1815).

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“La historia de una batalla, no es diferente a la historia de un baile. Algunos individuos pueden recordar todos los pequeños sucesos de los que el gran resultado es la batalla ganada o perdida, pero ningún individuo puede recordar el orden o el momento exacto en que ocurrieron, lo que marca toda la diferencia en cuanto a su valor o importancia.”

Arthur Wellesley (1769–1852) político, estadista y militar británico (1769-1852)

Original: «The history of a battle, is not unlike the history of a ball. Some individuals may recollect all the little events of which the great result is the battle won or lost, but no individual can recollect the order in which, or the exact moment at which, they occurred, which makes all the difference as to their value or importance».
Fuente: Citado en Thomas Babington Macaulay Macaulay (1st Baron), Elizabeth Trevelyan. The History of England from the Accession of James the Second, Volumen 1. Colaborador Tauchnitz, Karl Christoph Traugott (Leipzig). Editor Tauchnitz, 1849. Procedencia del original: National Library of the Netherlands. Digitalizado: 6 junio 2012, p. 180.
Fuente: Carta a John Croker de 8 de agosto de 1815.

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“Cambiamos todos, de un día a otro, por lentas e inconscientes evoluciones, ganadas por aquella ley ineluctable del tiempo que ahora deja de borrar lo que escribió ayer en las misteriosas tablas del corazón humano.”

Grazia Deledda (1871–1936) escritora italiana

Original en italiano: «Mutiamo tutti, da un giorno all'altro, per lente e inconsapevoli evoluzioni, vinti da quella legge ineluttabile del tempo che oggi finisce di cancellare ciò che ieri aveva scritto nelle misteriose tavole del cuore umano».
Fuente:La veccchia canzone.
Fuente: Deledda, Grazia. Versi e prose giovanili: a cura di Antonio Scano Colaborador: Antonio Scano Editorial Virgilio, 1972. Procedencia del original: Universidad de Michigan. Digitalizado 6 julio 2006.

“Intervención del Sr. Franco del Corral. Y es bien claro, señores diputados, que un país empobrecido, y para el que no ha habido auxilio alguno, no puede pagar las obligaciones que contra sí tiene, y que á los Ayuntamientos, por más esfuerzos que han hecho, no les corresponde proceder de un modo ejecutivo contra sus convecinos, persuadidos de la imposibilidad en que se hallan para el pago. Y como por otro lado las mismas corporaciones se hallan conminadas con formación de causa por lo que llaman su desobediencia, evidente es que no les queda otro recurso más que dimitir de sus cargos para verse libres de los perjuicios y disgustos consiguientes. Para evitar, pues, estos males y los disturbios que de ellos nacen, yo suplico por el bien del país donde vivo, por el deseo que la Revolución se consolide, que el señor ministro de Hacienda tenga en cuenta el estado precario de mi provincia, y especialmente de los Ayuntamientos que componen los partidos de Sahagun, Valencia de Don Juan y gran parte del de la Bañeza; pues de no hacerlo así, preveo perjuicios de consideración para la consolidación de lo que todos tenemos interés en conservar, cual es, la libertad ganada tan gloriosamente en el mes de septiembre.”

Lesmes Franco del Corral Político progresista español del siglo XIX

Vibrante discurso del diputado Lesmes, en el que pide al Congreso una moratoria en el pago de impuestos ante la crisis de subsistencia que sufre nuestra comarca, acentuada por la pérdida de cosechas de los dos años anteriores. "La Iberia", 10 de julio de 1869.

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“No sé, habrá alguien que tarde o temprano va a decidir. No estoy parte de la causa y me tiro hacia fuera. Y sin embargo se considera propio lo que es ganado en el campo.”

Roberto Mancini (1964) futbolista italiano

Sin fuentes
Respondiendo a la pregunta: "¿Qué haría del título de 2006?".

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