Frases sobre recompensa

Una colección de frases y citas sobre el tema del recompensa, ser, hombre, hombro.

Frases sobre recompensa

Juan Pablo Duarte Foto

“En el interior de cada uno de nosotros hay una capacidad inimaginable para la bondad, para dar sin buscar recompensa, para escuchar sin hacer juicios, para amar sin condiciones.”

Elisabeth Kübler-Ross (1926–2004) psiquiatra y tanatolaga experta en cuidados paliativos

The Wheel of Life: A Memoir of Living and Dying

Antoine-Laurent de Lavoisier Foto

“Un terrateniente rico no puede cultivar y mejorar su granja sin extender la comodidad y el bienestar a su alrededor. Los cultivos ricos y abundantes, con una población numerosa y un paisaje rural próspero son las recompensas por sus esfuerzos.”

Antoine-Laurent de Lavoisier (1743–1794) químico francés

Fuente: Poirier, Jean-Pierre y Rebecca Balinski. Lavoisier: Chemist, Biologist, Economist http://books.google.es/books?id=uFLwcEZMrOcC&pg=PA124. University of Pennsylvania Press, 1998. ISBN 0-8122-1649-0, pág. 124.

Robert Baden-Powell Foto
Laureano Gómez Foto
Lemony Snicket Foto
Albert Einstein Foto
Cicerón Foto
José de San Martín Foto

“No esperemos recompensas de nuestras fatigas y desvelos.”

José de San Martín (1778–1850) militar, libertador de Argentina, Chile, Perú y Guayaquil
Lucio Anneo Seneca Foto

“La recompensa de una buena acción es haberla hecho.”

Lucio Anneo Seneca (-4–65 a.C.) filósofo, político, orador y escritor romano

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 22.

Ludwig Van Beethoven Foto
Antonio de Nebrija Foto
Periandro de Corinto Foto

“El hombre no debe jamás proponerse las riquezas por recompensa de sus acciones.”

Periandro de Corinto segundo tirano de Corinto, en el siglo VII a. C.

Fuente: Compendio de las vidas de los filósofos antiguos, François de Salignac de La Mothe-Fénelon

Robin S. Sharma Foto
Colette Foto

“El tiempo recompensa a los adversarios honestos.”

The Pure and the Impure

Martín Caparrós Foto

“Mi padre era un hombre decente. O, por lo menos, eso que llamaríamos un hombre decente: alguien que, en las pequeñas circunstancias de la vida, prefiere no complicarse con las molestias de la indecencia. Uno que, por ejemplo, si al salir de la panadería desecubre que se lleva, además de las facturas, pebetes y miñones, un cuarto kilo de cuernitos sin pagar, vuelve al local, compone una sonrisa tímida, turbada - que le sale perfecta- e intenta un chiste malo para decirle a la dueña que ha vuelto porque es un hombre decente:

-¡Vengo a denunciar un robo!

Le dirá, por ejemplo, y que él es el delincuente que acaba de llevarse el cuarto de cuernitos sin previo abono de su precio estipulado. O sea: mi padre era un hombre cómodo, que nunca quiso tomarse el trabajo de ver qué haía un poco más allá de la decencia, de la conveniencia, de los buenos modales y las reglas morales. La decencia, en general, es cuestión de falta de imaginación o de pereza, y mi padre tenía, por lo que sé, bastante de las dos. Aunque, por supuesto, no sé qué habría pasado si alguna vez la tentación de la indecencia lo hubiera asaltado en serio, armada de una buena recompensa. Es fácil ser decente cuando te cuesta un cuarto de cuernitos; de allí en más se hace más y más difícil, hasta que llega al punto en que cada cual encuentra su temperatura de fundido. Si no hay metal que resista el calor pertinente, ¿por qué habría hombres o mujeres? Es - si existen tales cosas - una de esas verdades innegables; sabiéndolo, ¿no es preferible ahorrarse el fuego de decenas, cientos de grados celsius, y fundirse cin tanto despilfarro?”

Martín Caparrós (1957) escritor y periodista argentino
Sylvia Day Foto

“Arriesgándose es como se consiguen las mayores recompensas.”

Sylvia Day (1973) escritora estadounidense

Aftershock

Marco Aurelio Foto
Rick Warren Foto
Leona Vicario Foto
Antoine de Saint-Exupéry Foto

“Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.”

Antoine de Saint-Exupéry (1900–1944) escritor y aviador francés

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 132.

Albert Camus Foto
Jean Cocteau Foto

“No hay que rechazar las recompensas oficiales; lo que hay que hacer es no merecerlas.”

Jean Cocteau (1889–1963) poeta, novelista, dramaturgo, pintor, ocultista, diseñador, crítico y cineasta francés (1889-1963)

Fuente: [Señor] (1997), p. 122.
Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 327.

Adolf Hitler Foto
Colette Foto
Mariano Moreno Foto
John Kennedy Toole Foto

“Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer. El bueno lo he intentado andar y no me ha ido bien. Juro que ha sido así. De pequeño hice todo lo que consideré correcto y lo que está bendita New Orleáns, con sus acordes de ébano y sus insoportables chaquetas a rayas me inducía a hacer. Estudié profundamente y traté de trasladar mis conocimientos con pasión. Los estudiantes saben eso. También escribí encerrado en un pequeño mundo cuarto juntando frases, frustrándome ante las huidizas buenas palabras y las no menos resbaladizas imágenes, comparaciones, situaciones, personajes, diálogos. Asumí estar en ese camino porque es ese el modo como se consiguen los sueños. Al menos eso creía hasta un día, cuando tenía todo acabado y faltaba la confirmación de que había decidido bien, no hubo recompensa. No hubo zanahoria, Ahí me di cuenta de que ya estaba caminando, lejos de mi voluntad, por la otra senda. Esa que no es la buena ni la mala. Porque está claro que la buena es buena porque es una opción propia. La mala es mala porque también es tu opción. Pero la otra no es algo que hayas escogido, por lo cual no pueden decir que es ciertamente buena o ciertamente mala. Es ciertamente ajena, impropia. Por ese camino involuntario caminé, llevado de las narices, arrastrado como un palo sin poder animarme. Tuve que resignarme a ser como ellos me ordenaban, a aceptar sus juicios y sus rechazos. A comprobar una vez más que no todos pueden ver más allá de su aliento. A ser víctima de un sistema que hace de gente como yo infelices zombies o incomprendidos. Y hay que tener el espíritu muy bien templado, tal vez como acero damasquino o más, para afrontar semejante fuerza.”

John Kennedy Toole (1937–1969) novelista estadounidense
Walter Isaacson Foto

“«El viaje es la recompensa», rezaba.”

Steve Jobs La biografía

Rick Warren Foto
John C. Maxwell Foto
Joel Osteen Foto

“Te esperan las recompensas si sabes mantener tu fe. No”

Joel Osteen (1963) Predicador y autor estadounidense

Este es tu momento: Activa tu fe, alcanza tus sueños y asegura el favo

Marilyn Monroe Foto
Pierre Joseph Proudhon Foto
Jean Jacques Rousseau Foto
William Shakespeare Foto

“Vale más comer un jamón que implorar una recompensa que se tiene ya merecida.”

William Shakespeare (1564–1616) escritor inglés

Sin fuentes

Willy Brandt Foto

“En esencia, [el informe] dice que la economía mundial está desintegrándose y que si las tendencias actuales continúan, el resultado será caos. Cerraduras dobles en las puertas, guardias armados y el temor de secuestros y asesinatos son las nuevas recompensas del logro en casi todo lugar.”

Willy Brandt (1913–1992) político socialdemócrata alemán, Canciller de Alemania Occidental, entre 1969 y 1974

En un informe de 300 páginas presentado a la Organización de las Naciones Unidas por una comisión encabezada por Willy Brandt, según informó el diario Toronto Star (31 de mayo de 1980).

Giacomo Casanova Foto
Albert Einstein Foto
Henry Fielding Foto
Jean Giono Foto
John Fitzgerald Kennedy Foto
Mária Margita Alacoque Foto
Mohandas Gandhi Foto

“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.”

Mohandas Gandhi (1869–1948) abogado, pensador y político indio

Fuente: Palomo Triguero, Eduardo. Cita-logía. Editorial Punto Rojo Libros,S.L. ISBN 978-84-16068-10-4. p. 119.

Charles Louis Montesquieu Foto
Francisco de Asís Foto
Juan José Castelli Foto
Pitágoras Foto

“Una bella ancianidad es la recompensa de una bella vida.”

Pitágoras (-585–-495 a.C.) filósofo y matemático griego

Fuente: [Señor] (1997), p. 178.
Fuente: [Palomo Triguero] (1997), p. 42.

León Tolstói Foto
Agustín de Hipona Foto

“La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos.”

Agustín de Hipona (354–430) ideólogo cristiano de los siglos IV y V

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 129.

Nach Foto
Seymour Cray Foto
Ratko Mladić Foto

“Yo no trabajo por dinero. Mi recompensa es mi nación. No hay dinero que pueda pagarme… El sentido de mi vida consiste en darle a la gente lo que puedo en estos tiempos difíciles.”

Ratko Mladić (1943)

Publicado en el libro No matarían ni una mosca, de la escritora croata Slavenka Drakulic.
Fuente: El Mundo http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/26/internacional/1306439504.html

Nassim Taleb Foto
Deepak Chopra Foto
Sun Tzu Foto
Ayn Rand Foto
Ayn Rand Foto
Fernando Savater Foto
Allan Kardec Foto

“Dos hombres acaban de morir: Dios había dicho: "Durante la vida de esos hombres, se pondrá en un saco cada una de sus buenas acciones, y a su muerte, se pesarán los sacos". Cuando estos hombres llegaron a su última hora, Dios se hizo llevar los dos sacos; el uno era grande, ancho, bien lleno, resonaba el metal que lo llenaba; el otro era pequeño, y tan delgado, que se veían los escasos cuartos que contenía; cada uno de estos hombres reconoció el suyo. Este es el mío, dijo el primero, lo reconozco, he sido rico y he dado mucho. Este es el mío, dijo el otro, yo siempre he sido pobre, ¡ay de mí!; casi no tenía nada para distribuir. Pero, ¡oh sorpresa!, puestos los dos sacos en la balanza, el más grande se volvió ligero y el más pequeño pesó tanto, que hizo caer mucho la balanza de su parte. Entonces Dios dijo al rico: Tú has dado mucho, verdad es, pero has dado por ostentación y para ver figurar tu nombre en todos los templos del orgullo, y dando, no te has privado de nada; ve a la izquierda y puedes estar contento si tu limosna se toma en cuenta por alguna cosa. Después dijo al pobre: Tú has dado muy poco, amigo mío; pero cada uno de los cuartos que están en la balanza, representa una privación para ti; si no has hecho limosna, has hecho caridad, y lo mejor es que la has hecho naturalmente, sin pensar que se tomaría en cuenta; tú has sido indulgente, no has juzgado a tu semejante, y aun le has disimulado todas sus acciones; pasa a la derecha y ve a recibir tu recompensa". (Un espíritu protector. Lyon, 1861).”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

Robin S. Sharma Foto
Ayn Rand Foto
Amélie Nothomb Foto
Allan Kardec Foto
Allan Kardec Foto
Mario Benedetti Foto
Katherine Mansfield Foto
Isaac Asimov Foto
Isabel Allende Foto
Daniel H. Pink Foto
John Perkins Foto
John Perkins Foto
Victor Hugo Foto
Rick Warren Foto

“Estamos preparándonos para las responsabilidades y recompensas eternas.”

Rick Warren (1954)

Una vida con proposito

Henry Miller Foto
Virginia Woolf Foto
Malcolm Gladwell Foto
Haruki Murakami Foto
Victor Hugo Foto

“La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.

Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.

Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.”

Les Misérables

Paulo Coelho Foto

“Y, de nuevo, quien ama sale ganando, aunque no busque ninguna recompensa.”

Paulo Coelho (1947) escritor brasileño

El Don Supremo

Allan Kardec Foto

“¿Qué debemos pensar de las personas que habiéndoseles pagado sus beneficios con ingratitudes, ya no hacen bien por miedo de encontrar ingratos?". Estas personas tienen más egoísmo que caridad, por que hacer el bien sólo para recibir muestras de reconocimiento es no hacerlo con desinterés, y el bien desinteresado es el bien agradable a Dios. También hay orgullo, porque se complacen en la humildad del obligado que viene a poner el reconocimiento a sus pies. El que busca en la Tierra la recompensa del bien que hace, no la recibirá en el cielo; pero Dios tendrá buena cuenta del que no la busca en la tierra. Es necesario ayudar a los débiles siempre, aunque antes se sepa que aquellos a quienes se hace bien, no quedarán agradecidos. Sabed que si aquellos a quienes se hace el servicio olvidan el favor, Dios os lo tomará más en cuenta que si fueseis recompensados por el reconocimiento de vuestro obligado. "Dios permite que algunas veces os paguen con ingratitudes para probar vuestra perseverancia en hacer el bien". Por otra parte, ¿qué sabéis vosotros si este favor olvidado por el momento, reportará más tarde buenos frutos? Por el contrario, estad seguros de que es una semilla que germinará con el tiempo. Desgraciadamente vosotros sólo véis el presente, y trabajáis para vosotros y no para los demás. Las buenas obras acaban por ablandar los corazones más endurecidos; puede que sean desconocidas en la tierra; pero cuando el espíritu esté desembarazado de su velo carnal, se acordará, y este recuerdo será su castigo; entonces le pesará su ingratitud, querrá reparar su falta y pagar su deuda en otra existencia, aceptando a menudo una vida de abnegación hacia su bienhechor. Este es el modo cómo, sin vosotros saberlo; habréis contribuido a su adelantamiento moral y reconoceréis más tarde toda la verdad de esta máxima. Una buena obra nunca se pierde. Pero habréis trabajado también para vosotros, porque tendréis el mérito de haber hecho el bien con desinterés, sin dejaros desanimar por los desengaños. ¡Ah! amigos míos, si conociéseis todos los lazos que en la vida presente os unen a vuestras existencias anteriores, si pudiéseis abrazar la multitud de relaciones que unen los seres unos a otros para su progreso mutuo, admiraríais mucho más aun la sabiduría y la bondad del Criador, que os permite volver a vivir para llegar hasta El. (Guía protector. Sens, 1862).”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

Deepak Chopra Foto