Frases sobre conservadora

Una colección de frases y citas sobre el tema del conservadora, liberal, ser, partido.

Frases sobre conservadora

Jorge Eliécer Gaitán Foto
Raúl Alfonsín Foto
Michel Onfray Foto
José Antonio Primo de Rivera Foto
Salman Rushdie Foto
William Ospina Foto
Fernando Vallejo Foto
Gustavo Petro Foto

“Las FARC no son un proyecto revolucionario sino conservador y retrógrado.”

Gustavo Petro (1960) político, economista y exmilitante del M-19 colombiano
Herbert Spencer Foto
Murray Rothbard Foto
Theodore Kaczynski Foto
Hugo Chávez Foto
Julio Anguita Foto
Elisa Carrió Foto
Karl Marx Foto
Cassandra Clare Foto
Bill Baird Foto

“Se han vuelto bastante conservadores, muy religiosos. Me hablan de Jesucristo y dicen que él es mi salvador. Les digo que no conozco ningún salvador. Perdí a mis hijos: me hablan, pero no quieren saber nada sobre su padre y sus guerras.”

Bill Baird (1930)

Original: «They have become quite conservative, very religious. They talk me about Jesus Christ, and tell he is my savior. I tell them I don't Know any saviors. I lost my children: they talk to me, but they don't want to hear about their father and his wars.»
Fuente: Gurtovnik, Rudolph. A Study of the Effects of Abortion in the United States: The Reasoning Behind Abortions and Improving Access to Care. Editorial Universal-Publishers, 2008. ISBN 9781599427027. pp. 23-24.

Crisólogo Larralde Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Roger Scruton Foto
Martin Luther King Foto
Martin Amis Foto
Wilhelm Reich Foto
George Carlin Foto
George Carlin Foto
George Carlin Foto
François Bayrou Foto
Stephan Kinsella Foto
Fernando Savater Foto
Mario Bunge Foto
Theodore Kaczynski Foto

“Hoy en día la gente vive más por la eficacia de lo que el sistema hace POR ellos o PARA ellos que por la eficacia de lo que hacen por ellos mismos. Y lo que hacen por ellos mismos lo es cada vez más por los cauces establecidos por el sistema. Las oportunidades tienden a ser aquéllas que el sistema proporciona y éstas deben ser explotadas de acuerdo con las reglas y regulaciones, y se han de seguir las técnicas prescritas por los expertos, si ha de encontrarse una oportunidad de éxito. Los esfuerzos de los conservadores por disminuir la cantidad de las regulaciones del gobierno son de escaso beneficio para el hombre medio. Por un lado, sólo una fracción de estas pueden ser eliminadas porque la mayoría son necesarias. Por otro lado, la mayoría de las regulaciones afectan a los hombres de negocios antes que a la persona media, por lo que el principal efecto es el de quitar poder al gobierno para dárselo a las corporaciones privadas. Lo que esto significa para el hombre medio es que la interferencia del gobierno en su vida es reemplazada por la interferencia de las grandes corporaciones, lo que puede ser permitido, por ejemplo, para verter más productos químicos que penetran en su suministro de agua y le producen cáncer. Los conservadores toman al hombre medio por un mamón, explotando su resentimiento por el Gran Gobierno para promover el poder de la Gran Empresa.”

Theodore Kaczynski (1942) Terrorista, asesino y matemático estadounidense
Michel Onfray Foto
Albert Boadella Foto
Domingo Santa María Foto
Marcelo T. de Alvear Foto
Mariano Rajoy Foto

“Quiero que nuestros socios sean los que son: Merkel y Sarkozy. Y si alguien se quiere ir al Partido Liberal o al Partido Conservador, que se vaya.”

Mariano Rajoy (1955) político de España

20 de abril de 2008, en referencia a Esperanza Aguirre, disconforme con que Rajoy volviera a aspirar a la presidencia del partido después de haber perdido dos elecciones generales.
Fuente: El País http://elpais.com/diario/2008/04/20/espana/1208642401_850215.html

Laureano Gómez Foto
Laureano Gómez Foto
José Calvo Sotelo Foto
Alejandro Lerroux Foto

“Yo no me he hecho conservador, hablo como gubernamental.”

Alejandro Lerroux (1864–1949) político español

Contexto: conversando con Manuel Azaña y José Giral sobre sus posiciones políticas.
Fuente: Memorias políticas y de guerra, I de Manuel Azaña. ISBN 84-7423-048-9

Ana Botella Foto

“Sí, soy tradicional; soy conservadora.”

Ana Botella (1953) política española y mujer del expresidente del gobierno español, José María Aznar

En una entrevista concedida al diario El País (24/02/2002).
Fuente: Diario El País
Fuente: Edición Impresa de El País, Señora presidenta, Jesús Rodríguez, 24 de febrero de 2002 http://elpais.com/diario/2002/02/24/domingo/1014525692_850215.html,

Manuel Vázquez Montalbán Foto
Jesús Caldera Foto
Ann Coulter Foto
Ann Coulter Foto
Ann Coulter Foto

“Los conservadores tienen problemas con las mujeres. De hecho, todos los hombres los tienen.”

Ann Coulter (1961)

Fuente: "Cornell Review", 1984, apareció en "Time", abril de 2005

Ann Coulter Foto
Marco Enríquez-Ominami Foto
Piotr Kropotkin Foto
Rosa Díez Foto
Barack Obama Foto
Ignacio Manuel Altamirano Foto
Christopher Moore Foto

“«Los héroes conservadores no existen».”

Christopher Moore (1957) Christopher Moore (nacido el año 1957 en Toledo, Ohio) es un escritor estadounidense de ficción absurda. Su padr…

Pack: 6 Novelas

Thomas Merton Foto

“El núcleo del problema racial, tal como yo lo veo, es este: el negro (y también otros grupos raciales, pero el negro sobre
todo) resulta víctima de los conflictos psicológicos y sociales que ahora forman parte de una civilización blanca que teme una disgregación inminente y no tiene una comprensión madura de la realidad de la crisis. La sociedad blanca es pura y simplemente incapaz de aceptar realmente al negro y asimilarle, porque los blancos no pueden hacer frente a sus propios impulsos, no pueden defenderse contra sus propias emociones, que son extremadamente inestables en una sociedad sobreestimulada y rápidamente cambiante.
Para minimizar la sensación de riesgo y desastre siempre latente en sí mismos, los blancos tienen que proyectar sus miedos en algún objeto exterior a ellos mismos. Claro que la Guerra Fría ofrece amplias oportunidades, y cuanto más inseguros están los hombres, en un bando o en otro, más recurren a paranoicas acusaciones de «comunismo» o «imperialismo», según sea el caso. Las acusaciones no carecen de base, pero siguen siendo patológicas.
Aprisionado en este ineludible síndrome queda el negro, que tiene la desgracia de hacerse visible, con su presencia, su desgracia, sus propios conflictos y su propia división, precisamente en el momento en que la sociedad blanca está menos preparada para arreglárselas con un peso extra de riesgo.
¿Cuál es el resultado? Por un lado, la ternura de los «liberales» se precipita, de modo patético pero comprensible, a dar la bienvenida y a conciliar esa pena trágica. Por otro lado, los inseguros se endurecen de modo enconadamente patológico, se tensan las resistencias, y se confirman en el temor y el odio aquellos que (conservadores o no) están decididos a echar la culpa a otro de sus propias deformidades interiores.
La increíble inhumanidad de esta negativa a escuchar por un momento al negro, de algún modo, y de esta decisión de mantenerle oprimido a toda costa, me parece que proporcionará casi con seguridad una situación revolucionaria desesperanzadamente caótica y violenta. Cada vez más, la animosidad,
la suspicacia y el miedo que sienten esos blancos (y que en su raíz sigue siendo un miedo a su propia miseria interior, que probablemente no pueden sentir tal como es) llegan a hacerse una profecía que se cumple a sí misma. El odio del racista blanco al negro (lo repito, odio, porque aún es una palabra muy suave para indicar lo que hay en los corazones de esa agitada gente) se le hace aceptable cuando lo presenta como un odio del negro a los blancos, fomentado y estimulado por el comunismo. ¡La Guerra Fría y los miedos racistas se ensamblan en una sola unidad! ¡Qué sencillo es todo!
Al negro, claramente, se le invita a una sola reacción. Ha tenido innumerables razones para odiar al hombre blanco. Ahora se reúnen y se confirman sólidamente. Aunque no tenga nada que ganar por la violencia, tampoco tiene nada que perder. ¡Y por lo menos la violencia será un modo decisivo de decir lo que piensa de la sociedad blanca!
El resultado, sin duda, será muy desagradable, y la culpa caerá de lleno en las espaldas de la América blanca, con su inmadurez emocional, cultural y política, y su lamentable negativa a comprender.”

Thomas Merton (1915–1968)

Conjeturas de un espectador culpable

Arturo Uslar Pietri Foto
Gabriel García Márquez Foto
Fernando Vallejo Foto

“La calle del Faubourg Saint-Antoine era muy larga. Comenzaba en lo que antes había sido un faubourg, un barrio de las afueras, situado al este de la ciudad antigua. Mucho antes de la Revolución, ya era una zona de artesanos, donde se encontraban la mayoría de los carpinteros y ebanistas. Pese a las ideas republicanas, y a veces radicales, que en general defendían, muchos de aquellos hábiles artesanos y pequeños comerciantes eran, como Petit, muy conservadores en lo que concernía al núcleo familiar. No obstante, más de un monarca había podido comprobar en el pasado que, cuando se echaban a la calle, eran implacables. Petit emprendió la caminata con paso febril. La nieve se había fundido y las calles estaban secas. Al cabo de poco, llegó al lugar donde antes se alzaba la fortaleza de la Bastilla y que entonces no era más que un gran espacio vacío sobre el que flotaba un cielo gris de negros presagios. Allí comenzaba la ciudad antigua. A partir de ese punto, la calle ya no se denominaba faubourg, sino simplemente calle Saint-Antoine. Al cabo de un centenar de metros, volvía a cambiar de nombre, adoptando el de Rivoli. Con aquel prestigioso nombre, conducía a la antigua plaza del mercado de la Grève, contigua al río, donde habían reconstruido el ayuntamiento, el Hôtel de Ville, al que le habían conferido un aspecto de enorme y ornamentado castillo. Después pasó por el antiguo Châtelet, donde en la Edad Media administraba justicia el preboste. Aunque había aminorado el paso, Petit todavía caminaba deprisa y, pese al frío, sudaba un poco. Finalmente, se cepilló con gesto inconsciente las mangas del abrigo cuando entró en la zona más regia de la calle de Rivoli, con la larga serie de arcadas que se sucedían frente al solemne palacio del Louvre y los jardines de las Tullerías, hasta que llegó al vasto espacio despejado de la plaza de la Concordia. Llevaba caminando más de una hora. Su ira se había transformado en una sombría y amarga rabia impregnada de desesperación. Torció hacia el bonito templo clásico de la Madeleine. Justo al oeste de la Madeleine, empezaba otro de los grandes bulevares residenciales proyectados por el barón Haussmann. El bulevar de Malesherbes partía de allí en diagonal para acabar en una de las puertas noroccidentales de la ciudad, más allá del final del parque Monceau. El serio carácter del bulevar adquiría un aire más moderno en los sectores próximos a la Madeleine, precisamente en la zona donde se encontraba, en un gran edificio de la Belle Époque, el piso de Jules Blanchard.”

Edward Rutherfurd (1948) escritor británico

París

Barbara Ehrenreich Foto
Anselm Jappe Foto

“Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la concurrencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.”

Anselm Jappe (1962)

Variante: Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la competencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.

Gabriel García Márquez Foto
Gabriel García Márquez Foto
Lionel Shriver Foto
Jorge Luis Borges Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Ken Wilber Foto
Miguel de Unamuno Foto

“Salvadnos jóvenes, verdaderos jóvenes, los que no mancháis las páginas de vuestros libros de estudio ni con sangre ni con bilis. Salvadnos por España, por la España de Dios, por Dios, por el Dios de España, por la Suprema Palabra creadora y conservadora.”

Miguel de Unamuno (1864–1936) escritor y filósofo español

Fuente: Discurso de Miguel de Unamuno http://www.segundarepublica.com/index.php?opcion=7&id=61 en la apertura del curso académico de la Universidad de Salamanca el 30 de septiembre de 1934.

Modesto Lafuente Foto
Italo Calvino Foto

“Los revolucionarios son los más formalistas de los conservadores.”

Italo Calvino (1923–1985) Escritor y periodista italiano

Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 504.

Antonio Gramsci Foto
John Stuart Mill Foto

“No quise decir que los conservadores sean estúpidos. Yo quise decir que la gente estúpida generalmente es conservadora.”

John Stuart Mill (1806–1873) filósofo, político y economista inglés

Fuente: Public and Parliamentary Speeches, 31, May, 1866.

José Antonio Primo de Rivera Foto
John Kenneth Galbraith Foto

“El conservador moderno se dedica a uno de los ejercicios más antiguos del hombre en la filosofía moral; es decir, a la búsqueda de una justificación moral superior para el egoísmo.”

John Kenneth Galbraith (1908–2006)

Original: «The modern conservative is engaged in one of man's oldest exercises in moral philosophy; that is, the search for a superior moral justification for selfishness».
Fuente: Osenton, Tom. Boomer Destiny: Leading the U.S. through the Worst Crisis Since the Great Depression. Edición reimpresa. Editorial ABC-CLIO, 2009. ISBN 9780313356056. p. 103. https://books.google.es/books?id=9EXyCAAAQBAJ&pg=PA103&dq=The+modern+conservative+is+engaged+in+one+of+man%27s+oldest+exercises+in+moral+philosophy;+that+is,+the+search+for+a+superior+moral+justification+for+selfishness&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiwr6arm9zgAhXcAmMBHbZmDukQ6AEIODAC#v=onepage&q&f=false

Werner Heisenberg Foto

“En la naturaleza la mejor política es ser lo más conservador posible.”

Werner Heisenberg (1901–1976) físico alemán (1901-1976)

Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 108.
Fuente: revista "MI"

Santiago Abascal Foto

“No sé con seguridad qué significa ser conservador o liberal. Supongo que para cada persona significará algo diferente.”

Santiago Abascal (1976) Político español, presidente de Vox

Santiago Abascal. España Vertebrada, Santiago Abascal, entrevistado por Fernando Sánchez Dragó, Editorial Planeta, 2019, p. 62 [ref. incompleta]

Antonio Machado Foto
Manuel Bartolomé Cossío Foto

“Clamamos a los cuatro vientos sin enemistad hacia nadie, ni contra los jesuitas, ni contra los masones, católicos, protestantes, ateos, sino contra los haraganes, sean republicanos, liberales, conservadores o carlistas, que por igual se encogen de hombros ante la educación del pueblo y los intereses culturales.”

Manuel Bartolomé Cossío (1857–1935) autor español

Dicho en 1915.
Fuente: González Ruiz, Juan: «Don Francisco Giner de los Ríos: Un soñador para la escuela.» Cabás n.º 14; ISSN 1989-5909, páginas 1-15. Citado en línea: revista.muesca.es http://revista.muesca.es/documentos/cabas14/Don%20Francisco%20Giner.pdf

Federica Montseny Foto

“El anarquismo ha sido difamado, deformado y calumniado con igual unanimidad por conservadores y por comunistas.”

Federica Montseny (1905–1994) Política, sindicalista anarquista y escritora española

Fuente: Citado en Rodrigo, Antonina. Mujeres para la historia. Ediciones carena, 2002. ISBN 9788488944955. p. 239.

Joyce Carol Oates Foto
Rosa Regás Foto
Juan Manuel de Prada Foto
Juan Manuel de Prada Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Walt Disney Foto

“Dicen que soy conservador, pero me considero un verdadero liberal.”

Walt Disney (1901–1966) Empresario, productor, director, guionista y animador estadounidense
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Franklin Delano Roosevelt Foto