Frases sobre existencia
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“Existencia— bien, ¿Cuál es la razón? / Yo existo de la mejor forma que puedo / El pasado es ahora parte de mi futuro / El presente se encuentra fuera de mi alcance.”

Ian Curtis (1956–1980) cantautor inglés, líder de Joy Division

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Original: «Existence— well, what does it matter? / I've existed for the best use i can / The past is now part of my future / The present is well out of hand».

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“Un héroe es alguien que se rebela o parece rebelarse contra los hechos de la existencia y parece conquistarlos.”

Jim Morrison (1943–1971) cantante, compositor y poeta estadounidense

Original: «A hero is someone who rebels or seems to rebel against the facts of existence and seems to conquer them».
Fuente: Hopkins, Jerry. The Lizard King: The Essential Jim Morrison. Editorial Plexus Publishing, 2014. ISBN 9780859658843.

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“La existencia es una imperfección». 'La Nausea”

Jean Paul Sartre (1905–1980) filósofo, escritor y activista francés
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“Enamórate de tu existencia.”

Jack Kerouac (1922–1969) escritor estadounidense

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“La irracionalidad de una cosa no es un argumento en contra de su existencia, sino más bien una condición de la misma.”

Friedrich Nietzsche (1844–1900) filósofo alemán

Original en inglés: «The irrationality of a thing is not an argument against its existence, rather, a condition of it».
Fuente: Citado en Díaz, Franklin. La casa del columpio. Editor Franklin A. Díaz Lárez, 2012. ISBN 9788461572083, p. 63.

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“El cero es la mayor metáfora. El infinito la mayor analogía. La existencia el mayor símbolo.”

Fernando Pessoa (1888–1935) poeta portugués

Original: «Zero is the greatest metaphor. Infinity is the greatest simile. Existence the greatest symbol».
Fuente: Aforismos y afines, p. 50.

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“Proporcionar los medios para adquirir conocimiento es, por lo tanto, el mayor beneficio que puede otorgarse a la humanidad. Prolonga la vida misma y amplía la esfera de la existencia.”

John Quincy Adams (1767–1848) político estadounidense

En un discurso de agradecimiento sobre el establecimiento de la Smithsonian Institution (c. 1846) gracias al legado de Mr. Smithson.
Original: «To furnish the means of acquiring knowledge is, therefore, the greatest benefit that can be conferred upon mankind. It prolongs life itself, and enlarges the sphere of existence».
Fuente: Quincy, Josiah. Memoir of the life of John Quincy Adams. Edición reimpresa. Editorial Crosby, Nichols, Lee and company, 1860. Página 265. https://books.google.es/books?id=XDwOAAAAYAAJ&pg=PA265&dq=To+furnish+the+means+of+acquiring+knowledge+is+.+.+.+the+greatest+benefit+that+can+be+conferred+upon+mankind.+It+prolongs+life+itself+and+enlarges+the+sphere+of+existence&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjfpd6UmObfAhWNDWMBHcKXB4UQ6AEIKDAA#v=onepage&q=To%20furnish%20the%20means%20of%20acquiring%20knowledge%20is%20.%20.%20.%20the%20greatest%20benefit%20that%20can%20be%20conferred%20upon%20mankind.%20It%20prolongs%20life%20itself%20and%20enlarges%20the%20sphere%20of%20existence&f=false

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“Sacrificaría mi existencia, antes de echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición.”

José de San Martín (1778–1850) militar, libertador de Argentina, Chile, Perú y Guayaquil

Fuente: Lucio Torres, Juan. El español como soldado argentino: Participación en las campañas militares por la libertad e independencia. Ediciones de la Torre, 2014. ISBN 9788479605780, p. 216.

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“Ningún incidente en mi carrera científica es más ampliamente conocido que la participación que tomé hace muchos años en ciertas investigaciones psíquicas. Treinta años han pasado desde que publiqué un informe de los experimentos que demostraron que fuera de nuestro conocimiento científico existe una fuerza ejercida por la inteligencia que difiere de la inteligencia común de los mortales comunes. Este hecho en mi vida es, por supuesto, bien entendido por aquellos que me han honrado con la invitación para convertirme en su presidente. Tal vez entre mi audiencia haya algunos que puedan sentir curiosidad por saber si he de hablar o callar. Yo elijo hablar, aunque brevemente… Pasar por alto el tema sería un acto de cobardía - un acto de cobardía que no siento la tentación de cometer.
Detenerse poco en cualquier investigación que asuste por ensanchar las puertas del conocimiento, recular ante el temor a la dificultad o la crítica adversa, es traer el reproche a la ciencia. No hay nada que el investigador deba hacer sino ir de frente, "explorar de arriba a abajo, centímetro a centímetro, con el filo de la razón, seguir la luz dondequiera que pueda conducir, incluso en caso de que a veces se asemeje a una quimera. No tengo nada de que retractarme. Me adhiero a mis declaraciones ya publicadas. De hecho, podría añadir mucho a esto. Lamento sólo una cierta crudeza en los planteamientos iniciales que, sin duda con justicia, militaban contra de su aceptación por el mundo científico. Mi propio conocimiento en ese momento apenas se extendía más allá del hecho de que ciertos fenómenos nuevos para la ciencia se habían producido con certeza, y fueron atestiguados por mis propios sentidos sobrios y, mejor aún, registrados de modo automático. Yo era como un ser de dos dimensiones, que podría estar situado en un punto singular de una superficie de Riemann, y por lo tanto encontrarse a sí mismo en contacto infinitesimal e inexplicable con un plano de existencia que no es el suyo propio.
Me parece ver un poco más lejos ahora. Tengo atisbos de algo así como la coherencia entre los fenómenos esquivos extraños; de algo así como la continuidad entre esas fuerzas inexplicables y las leyes ya conocidas. Este avance se debe principalmente a los trabajos de otra asociación, de la cual tengo también este año el honor de ser presidente - la Sociedad para la Investigación Psíquica. Y se me presentan ahora por primera vez estas preguntas al mundo de la ciencia que debe elegir un punto de partida diferente al de antaño. Sería bueno comenzar con la telepatía, con la ley fundamental, ya que creo que lo sea, que los pensamientos y las imágenes pueden ser transferidos de una mente a otra sin la intervención de los órganos reconocidos de los sentidos - que el conocimiento puede entrar en la mente humana sin ser comunicado en cualquier forma hasta ahora conocida o reconocida.”

William Crookes (1832–1919)

Disertación ante la British Association for the Advancement of Science (1898)

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“La existencia de un universo ordenado y coherente, que contiene estructuras complejas, organizadas y estables, requiere leyes y condiciones muy especiales.”

Paul Davies (1946) físico británico

Tras comentar algunas «coincidencias» que han observado los astrofísicos y otros científicos, el profesor Davies añade:
«Consideradas en su conjunto, aportan pruebas concluyentes de que la vida, tal como la conocemos, depende de los innumerables detalles de las leyes físicas y de algunos valores concretos, aparentemente casuales, que la naturaleza ha escogido para las masas de diversas partículas, la intensidad de las fuerzas, etc. [...] Baste decir que si pudiéramos jugar a ser Dios y seleccionar valores de esas cantidades a capricho girando una serie de ruletas, veríamos que casi todas las posiciones de estas tendrían como resultado un universo inhabitable. En algunos casos, parece como si las diferentes ruletas hubieran de ser ajustadas con enorme precisión, para que la vida pudiera florecer en el universo. [...] El que incluso ligeras modificaciones de cómo son las cosas podrían haber hecho inviable el universo, es sin duda un hecho de profundo significado».
Fuente: The mind of God (La mente de Dios).
Fuente: The mind of God (La mente de Dios).

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“«Sus progresistas llaman dictadura al régimen vigente en España. Hace diez días que yo viajo por España y he quedado asombrado. ¿Saben ustedes lo que es una dictadura? He aquí algunos ejemplos de lo que he visto. Los españoles son absolutamente libres para residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier parte de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme de tal o cual población. También he podido comprobar que los españoles pueden salir libremente al extranjero. Sin duda saben ustedes que, debido a fuertes presiones ejercidas por la opinión mundial y por los Estados Unidos, se ha dejado salir de la Unión Soviética, con no pocas dificultades, a cierto número de judíos. Pero los judíos restantes y las personas de otras nacionalidades no pueden marchar al extranjero. En nuestro país estamos como encarcelados.
Paseando por Madrid y otras ciudades, he podido ver que se venden en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros, se verían inmediatamente decenas y decenas de manos tendidas, luchando por procurárselos.
También he observado que en España uno puede utilizar libremente máquinas fotocopiadoras. Cualquier individuo puede fotocopiar cualquier documento depositando cinco pesetas en el aparato. Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así. Cualquiera que emplee máquinas fotocopiadoras, salvo por necesidades de servicio y por orden superior, es acusado de actividades contrarrevolucionarias.
En su país —dentro de algunos límites, es cierto— se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguísticos de los primeros años de poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladoras, pese a que sólo reclamaban mejores condiciones de trabajo. Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquí, nos quedaríamos boquiabiertos.
Hace poco han tenido ustedes una amnistía. La califican de “limitada.””

Aleksandr Solzhenitsyn (1918–2008) escritor e historiador ruso

Se ha rebajado la mitad de la pena a los combatientes políticos que habían luchado con las armas en la mano (se refiere a los terroristas). ¡Ojalá a nosotros nos hubiesen concedido, una sola vez en veinte años, una amnistía limitada como la suya! Entramos en la cárcel para morir en ella. Muy pocos hemos salido de ella para contarlo».
Declaraciones en Televisión Española durante su visita a España en 1976.
Fuente: http://hispanidad.info/solyenitsin1976.htm http://www.piomoa.es/?p=594,

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“Uno no puede asegurarse contra el derrumbamiento de su existencia.”

Jostein Gaarder (1952) escritor noruego, autor de novelas, cuentos y de libros para niños

De Libros, El Mundo de Sofía (1991)

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“La Humanidad no es nada comparada con el increíble Cosmos. Los científicos no pueden refutar la existencia de la religión. No importa lo que te esfuerces, no puedes explicar el universo. No puedes dejar de tener creencias de tipo religioso.”

Øystein Aarseth (1968–1993) músico noruego

Fuente: Entrevista a Euronymous. Publicada en la revista The Sentinel, Rock & Metal site, publicada originalmente por la revista noruega Beat no.2 en 1993. La entrevista está coeditada por Lord Sauron y traducida al español por Burninboy. http://www.thesentinel.es/entrevista_euronymous.htm Consultado el 13 de febrero de 2019.

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“Pero es que basta con silenciar para vislumbrar, debajo de todas las realidades, la única irreductible, la de la existencia.”

Clarice Lispector (1920–1977) escritora ucraniana-brasileña

Cerca del corazón salvaje (1944)

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“me habia quedado tambien casi por completo sin contactos con quienes anteriormente mehabia permitido confrontaciones, es decir, confrontaciones intelectuales en diálogos y discusiones, de todas esas personas, con mi inmersión cada vez más rigurosa en mi trabajo científico, em había apartado y mantenido alejado cada vez más y, como tuve que comprender de pronto, de la forma más peligrosa y, a partir de un momento determinado, no había tenido ya fuerzas para reanudar todos esos lazos intelectuales necesarios, ciertamente había comprendido de pronto que, sin esos contactos, difícilmente podría avanzar, que sin esos contactosm probablemente, en un plazo previsible, no podría ya pensar, que pronto tampoco podría ya existir, pero me faltaban fuerzas para detener, mediante mi propia inicativa, lo que veía ya que se me acercaba, la atrofia de mi pensamiento producida por el apartamiento voluntariamente provocado, de todas las personas suceptibles de un contacto que excediera del más imprescindible, del llamado vernáculo, simplemente del derivado de las necesidades más apremiantes de la existencia en mi casa y su entorno inmediato, y habían pasado años ya desde que había dejado de mantener correpondencia, totalmente absorbido en mis ciencias, había dejado pasar el momento en que todavía hubiera sido posible reanudar esos contactos y correspondencia abandonados, todos mis esfuerzos en ese sentido habían fracasado siempre, porque en el fondo me habían faltado ya por completo, si no las fuerzas para ello, sí, probablemente, la voluntad de hacerlo, y aunque en realidad había comprendido claramente que el camino que había tomado y había seguido ya durante años no era el verdadero camino, que sólo podía ser un camino hacia el aislamiento total, aislamiento no sólo de mi mente y de mi pensamiento, sino en realidad aislamiento de todo mi ser, de toda mi existencia, siempre espantada ya, de todos modos, por ese aislamiento, no había hecho ya nada para remediarlo, había seguido avanzando siempre por ese camino, aunque siempre horrorizado por su lógica, temiendo continuamente ese camino en el que, sin embargo, no hubiera podido ya dar la vuelta; había previsto ya muy pronto la catástrofe, pero no había podido evitarla y, en realidad, se había producido ya mucho antes de que yo la reconociera como tal. Por un lado, la necesidad de aislarse por amor al trabajo científico es la primera de las necesidades deun intelectual, por otro, sin embargo, el peligro de que ese aislamiento se produzca de una forma demasiado radical que, en fin de cuentas, no tenga ya consecuencias estimulantes como se pretendía, sino inhibidoras e incluso aniquiladoras, en el trabajo intelectual es el mayor de los peligros y, a partir de cierto momento, mi aislamiento del entorno por amor a mi trabajo científico (sobre los anticuerpos) había tenido precisamente esas consecuencias aniquiladoras en mi trabajo científico. La comprensión llega siempre, como había tenido que reconocer en mi mente de la forma más dolorosa, demasiado tarde y sólo queda, si es que queda algo, la desesperación, o sea, la comprensión directa del hecho de que ese estado devastador y, por tanto, intelectual, sentimental y, en fin de cuentas corporalmente devastador, surgido de pronto, no puede cambiarse ya, ni por ningún medio.”

Yes

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“Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar paz
en sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos de
animales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era la
Sagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida era
Pedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de ese
inconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.
Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas de
pelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vez
que se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que un
suspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca prefería
esos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida en
común, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntos
compartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tedio
de los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna vez
tuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas del
calcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temía
que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la
más terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendía
que no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar las
exigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.
En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de Pedro
Tercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entre
cientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y con
un solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a un
departamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a la
cual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.
El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía que
no podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en las
escaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en la
madurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salía
disimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que a
Pedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo más
secreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien las
descubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,
sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla
en un amor de novela.”

The House of the Spirits

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“Contigo acabó mi búsqueda. Ahora sé cuál es el sentido de mi existencia: amarte y ser amado por ti.”

Florencia Bonelli (1971) escritora argentina

El cuarto Arcano II. El puerto de las tormentas

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“Las raíces de la “mixofobia” son banales y se identifican sin problemas: es fácil entenderlas, pero no es necesariamente fácil perdonarlas. Como afirma Richard Sennett, “el sentimiento del ‘nosotros’, que expresa el deseo de semejanza, es una manera de evitar la necesidad de que los hombres se observen más profundamente”. Podríamos decir que incluye la promesa de algún consuelo espiritual: la perspectiva de hacer que la unión sea más soportable eliminando el esfuerzo de entender, de negociar, de conceder que exige convivir con la diferencia. “El deseo de evitar una genuina participación es innato al proceso de formar una imagen coherente de comunidad. Sentir la existencia de lazos comunes sin experiencia común es algo que se produce porque los hombres temen participar, temen a los peligros y desafíos de la participación, temen el dolor que produce”. [29] El impulso hacia “una comunidad de semejantes” no sólo es un signo de retirada de la otredad exterior, sino también del compromiso con la vital aunque turbulenta, revigorizante pero molesta interacción interior. El atractivo de una “comunidad de semejantes” es el mismo que tiene una póliza de seguro contra los riesgos que colman la vida cotidiana de un mundo polifónico. No disminuye los riesgos, menos aún los elimina. Al igual que todos los paliativos, sólo promete un refugio de los efectos más inmediatos y más temidos.”

Amor líquido: 0

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“Con frecuencia me he preguntado si el común de los mortales se habrá parado alguna vez a considerar la enorme importancia de ciertos sueños, así como a pensar acerca del oscuro mundo al que pertenecen. Aunque la mayoría de nuestras visiones nocturnas resultan quizás poco más que débiles y fantásticos reflejos de nuestras experiencias de vigilia —a pesar de Freud y su pueril simbolismo—, existen no obstante algunos sueños cuyo carácter etéreo y no mundano no permite una interpretación ordinaria y cuyos efectos vagamente excitantes e inquietantes sugieren posibles ojeadas fugaces a una esfera de existencia mental no menos importante que la vida física, aunque separada de esta por una barrera infranqueable. Mi experiencia no me permite dudar que el hombre, al perder su consciencia terrena, se ve de hecho albergado en otra vida incorpórea, de naturaleza distinta y alejada de la existencia que conocemos y de la que solo los recuerdos más leves y difusos se conservan tras el despertar. De estas memorias turbias y fragmentarias es mucho lo que podemos deducir, aun cuando probar bien poco. Podemos suponer que en la vida onírica, la materia y la vida, tal como se conocen tales cosas en la tierra, no resultan necesariamente constantes y que el tiempo y el espacio no existen tal como lo entienden nuestros cuerpos de vigilia. A veces creo que esta vida menos material es nuestra existencia real y que nuestra vana estancia sobre el globo terráqueo resulta en sí misma un fenómeno secundario meramente virtual.”

Howard Phillips Lovecraft (1890–1937) escritor estadounidense
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“… Para que estés ahora aquí, tuvieron que agruparse de algún modo, de una forma compleja y extrañamente servicial, trillones de átomos errantes. Es una disposición tan especializada y tan particular que nunca se ha intentado antes y que sólo existirá esta vez. Durante los próximos muchos años –tenemos esa esperanza-, estas pequeñas partículas participarán sin queja en todos los miles de millones de habilidosas tareas cooperativas necesarias para mantenerte intacto y permitir que experimentes ese estado tan agradable, pero tan a menudo infravalorado, que se llama existencia. Por qué se tomaron esta molestia los átomos es todo un enigma. Ser tú no es una experiencia gratificante a nivel atómico. Pese a toda su devota atención, tus átomos no se preocupan en realidad por ti, de hecho ni siquiera saben que estás ahí. Ni siquiera saben que ellos están ahí. Son, después de todo, partículas ciegas, que además no están vivas. (Resulta un tanto fascinante pensar que si tú mismo te fueses deshaciendo con unas pinzas, átomo por átomo, lo que producirías sería un montón de fino polvo atómico, nada del cual habría estado nunca vivo pero todo él habría sido en otro tiempo tú.) Sin embargo, por la razón que sea, durante el período de tu experiencia, tus átomos responderán a un único impulso riguroso: que tú sigas siendo tú.”

A Short History of Nearly Everything

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“Cuando busco mi existencia, no la busco en mí.”

Antonio Porchia (1885–1968)

Voces (1943)

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“Existen muchas formas de pensar sobre el mundo que nos rodea y nuestro lugar en él. Me gusta considerar todos los ángulos desde los que podemos ganar perspectiva sobre nuestro increíble universo y la naturaleza de la existencia.”

Fuente: Geons, Black Holes, and Quantum Foam: A Life in Physics‎ p. 153 http://books.google.es/books?id=zGFkK2tTXPsC&lpg=PA1&hl=es&pg=PA153#v=onepage&q&f=false.

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“Vivir y dejar vivir son soluciones imaginarias. La existencia está en otra parte.”

André Breton (1896–1966) escritor, poeta y ensayista francés

Citas en Los manifiestos del surrealismo
Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 577.

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“La existencia de una nación es (perdonadme esta metáfora) un plebiscito cotidiano, como la existencia del individuo es una afirmación perpetua de vida.”

Ernest Renan (1823–1892)

¿Qué es una nación?
Fuente: (1882). ¿Qué es una nación?, p. 11 http://enp4.unam.mx/amc/libro_munioz_cota/libro/cap4/lec01_renanqueesunanacion.pdf

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“En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle un sentido a la existencia.”

Miguel de Cervantes (1547–1616) escritor español

Fuente:[Sin fuentes]
Fuente: [Álvaro], Sebastián; [Azpiazu], Jose Mari. La vida en el límite de la vida: Experiencias de alpinistas para inspirar nuestro día a día. Editorial Grupo Planeta, 2018. ISBN 9788416890859.

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