Frases sobre caridad

Una colección de frases y citas sobre el tema del caridad, vida, vida, amor.

Frases sobre caridad

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“Hemos de castigar con mucha piedad, que así lo requiere el nombre y la caridad que profesamos.”

San José de Calasanz (1556–1648) Santo español nacido en la localidad oscense de Peralta de la Sal fundador de la orden de las Escuelas Pías.

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Otros pensamientos

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“Muy meritorio, por establecer y poner en práctica, con plenitud de caridad en la Iglesia, un remedio eficaz, preventivo y curativo del mal, inductor e iluminador para el bien, destinado a todos los muchachos de cualquier condición -y, por tanto, a todos los hombres, que pasan primero por esa edad- mediante las letras y el espíritu, las buenas costumbres y maneras, la luz de Dios y del mundo.”

San José de Calasanz (1556–1648) Santo español nacido en la localidad oscense de Peralta de la Sal fundador de la orden de las Escuelas Pías.

Memorial al Cardenal Miguel Ángel Tonti
Fuente: Memorial al Cardenal Miguel Ángel Tonti sobre la naturaleza, importancia y finalidad de las Escuelas Pías.

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“En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad.”

Agustín de Hipona (354–430) ideólogo cristiano de los siglos IV y V

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 59.

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“Un hueso para el perro no es caridad. La caridad es el hueso compartido con el perro cuando estás tan hambriento como el perro.”

Jack London (1876–1916) escritor estadounidense

Original: «A bone to the dog is not charity. Charity is the bone shared with the dog when you are just as hungry as the dog».
Variante: Tirarle el hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él
Fuente: Novels and Social Writings.
Fuente: London, Jack. Novels and Social Writings. Volumen 2 de Library of America Jack London Edition Series. The Library of America. Editor Donald Pizer. Edición reimpresa. Editorial Library of America, 1982. ISBN 9780940450066. Página 191. https://books.google.es/books?id=HJKfh-uaLEUC&pg=PA191&dq=A+bone+for+the+dog+is+not+charity.+Charity+is+sharing+the+bone+with+the+dog,+when+you+are+as+hungry+as+the+dog&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjah5qX3-ngAhWFgM4BHcvOBTUQ6AEIKDAA#v=onepage&q=A%20bone%20for%20the%20dog%20is%20not%20charity.%20Charity%20is%20sharing%20the%20bone%20with%20the%20dog%2C%20when%20you%20are%20as%20hungry%20as%20the%20dog&f=false

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“En caridad a toda la humanidad, sin malicia o mala voluntad hacia cualquier ser humano, e incluso sintiendo compasión de los que tienen en esclavitud a sus semejantes, sin saber lo que están haciendo.”

John Quincy Adams (1767–1848) político estadounidense

Original: «In charity to all mankind, bearing no malice or ill-will to any human being, and even compassionating those who hold in bondage their fellow-men, not knowing what they do».
Fuente: Carta a Bronson Alcott de 30 de julio de 1838. The Yale Book of Quotations. Editores Associate Librarian and Lecturer in Legal Research Fred R Shapiro, Fred R. Shapiro. Colaborador Joseph Epstein. Edición ilustrada. Editorial Yale University Press, 2006. ISBN 9780300107982. Página 6. https://books.google.es/books?id=ck6bXqt5shkC&pg=PA6&dq=In+charity+to+all+mankind,+bearing+no+malice+or+ill-will+to+any+human+being,+and+even+compassionating+those+who+hold+in+bondage+their+fellow-men,+not+knowing+what+they+do.+John+Quincy+Adams&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjdtuXAkObfAhVSOhoKHSSBA3wQ6AEIMDAB#v=onepage&q=In%20charity%20to%20all%20mankind%2C%20bearing%20no%20malice%20or%20ill-will%20to%20any%20human%20being%2C%20and%20even%20compassionating%20those%20who%20hold%20in%20bondage%20their%20fellow-men%2C%20not%20knowing%20what%20they%20do.%20John%20Quincy%20Adams&f=false

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“En la caridad el pobre es rico, sin caridad todo rico es pobre.”

Agustín de Hipona (354–430) ideólogo cristiano de los siglos IV y V

Fuente: Eusebio, Sebastián Arribas Enciclopedia básica de la vida. Cultivalibros. 2010. ISBN 978-84-99233-42-0, p. 369.

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“De Ezequiel, 25-17: El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la avaricia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque Él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yahveh, cuando caiga mi venganza sobre ti!”

Samuel L. Jackson (1948) actor y productor estadounidense

Ezekiel 25:17."The path of the righteous man is beset on all sides by the inequities of the selfish and the tyranny of evil men. Blessed is he who, in the name of charity and good will, shepherds the weak through the valley of darkness, for he is truly his brother's keeper and the finder of lost children. And I will strike down upon thee with great vengeance and furious anger those who attempt to poison and destroy my brothers. And you will know my name is the Lord when I lay my vengeance upon thee
44, Frases de cine, 2 de mayo, 2014]
De la película Pulp Fiction

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“Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia.”

Agustín de Hipona (354–430) ideólogo cristiano de los siglos IV y V

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 232.

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“Cuando el público es espectador, toda discusión degenera en polémica, y yo he creído siempre, y continúo creyendo, que toda polémica es esencialmente contraria a la caridad.”

Juan Donoso Cortés (1809–1853) escritor, político y diplomático español

Castellani sitúa el origen de este abuso cuando un socialista pelmazo le dijo a Donoso Cortés: «Jesucristo fue el primer revolucionario del mundo»; a lo que respondió el gran pensador español: «pero Jesucristo no derramó más sangre que la suya».
Fuente de la Nota: Juan Manuel de Prada e Ignacio Ruiz-Quintano.
Fuente: Suárez, Federico. Introducción a Donoso Cortés. Ediciones Rialp, S. A., Madrid: 1964, pág 214.

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“Soy un libertino, pero no soy un criminal ni un asesino, y como me siento obligado a presentar mis disculpas junto con mi vindicación, por lo tanto diré que podría ser posible que aquellos que me condenan tan injustamente como yo he podido. ellos mismos no pueden compensar las infamias con buenas obras tan claramente establecidas como las que puedo contrastar con mis errores. Soy un libertino, pero tres familias que residen en su área han vivido de mi caridad durante cinco años y los he salvado de las más profundas profundidades de la pobreza. Soy libertino, pero he salvado a un desertor de la muerte, un desertor abandonado por todo su regimiento y por su coronel. Soy un libertino, pero en Evry, con toda tu familia mirando, salvé a un niño, a riesgo de mi vida, que estaba a punto de ser aplastado bajo las ruedas de un carro tirado por caballos, arrebatando el niño desde debajo de ella. Soy un libertino, pero nunca he comprometido la salud de mi esposa. Tampoco he sido culpable de los otros tipos de libertinaje que a menudo son fatales para la fortuna de los niños: ¿los he arruinado al apostar o por otros gastos que podrían haberlos privado, o incluso por un solo día, de su herencia? ¿He manejado mal mi propia fortuna, siempre que haya tenido algo que decir al respecto? En una palabra, ¿anuncié en mi juventud un corazón capaz de las atrocidades de las que hoy estoy acusado? … ¿Cómo, por lo tanto, supones que, desde una infancia y juventud tan inocentes, de repente he llegado a lo último de lo premeditado? ¿horror? No, no lo crees. Y sin embargo, usted que hoy me tiraniza tan cruelmente, usted tampoco lo cree: su venganza ha engañado su mente, ha procedido ciegamente a tiranizarla, pero su corazón sabe el mío, lo juzga más justamente y sabe muy bien que es inocente.
Marquis de Sade

This passage comes from a letter addressed to his wife. It was written during his imprisonment at the Bastille.

Fuente: https://citas.in/community/translations/11797/”

Marqués de Sade (1740–1814) novelista y filósofo francés
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“La caridad es perjudicial a menos que ayude al receptor a ser independiente de ella.”

John Davison Rockefeller (1839–1937) Empresario multimillonario estadounidense

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Atribuidas

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“En caridad no hay excesos.”

Francis Bacon (1561–1626) filósofo, político, abogado y escritor

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“La caridad es una virtud del corazón, no de las manos.”

Thomas Alva Edison (1847–1931) inventor y empresario de estados unidos

Fuente: Amate Pou, Jordi. Paseando por una parte de la Historia: Antología de citas. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial España, 2017. ISBN 9788417321871. p. 110.

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“Toda obra de caridad auténtica es entonces una manifestación concreta del amor de Dios por los hombres y así se convierte en anuncio del Evangelio.”

Benedicto XVI (1927) papa Nº 265 de la Iglesia católica

Espiritualidad
Fuente: El Papa: La caridad exige fe para ser manifestación del amor. http://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-la-caridad-exige-fe-para-ser-manifestacion-concreta-del-amor-de-dios-62886/#.UR_SDvKf3p8

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“La caridad es la virtud que consiste en ver siempre algo bueno en nuestro prójimo.”

Sócrates (-470–-399 a.C.) filósofo griego clásico ateniense

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“La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor.”

Francisco de Asís (1182–1226) santo italiano y fundador de la Orden de los Franciscanos

Fuente: Dorian Lucas. 99% feliz: 99 recetas de grandes pensadores para disfrutar de cada día. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial España, 2015. ISBN 9788415594727.

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“Recuerdo, como sabéis por el Catecismo, que el amar a la Patria y rezar por ella es un deber que entra dentro de los deberes que prescribe el cuarto mandamiento de la Ley de Dios. Esto no es entrar en política alguna y menos de partido. Es un deber de caridad y ójala que, mientras dure esta situación, todos oremos insistentemente por las gentes, por los pueblos y las instituciones democráticas de España.”

Petición del 29 de junio de 2006 que dispone se hagan en todas las eucaristías y oraciones públicas de las diócesis de Toledo, Madrid, Alcalá de Henares y Getafe.
Fuente: Homilía del en la web de la Archidiócesis de Toledo http://www.architoledo.org/arzobispo/cartas%202006.htm#AMAR%20A%20LA%20PATRIA%20Y%20REZAR%20POR%20ELLA.

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“Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad en la justicia que no parece loca la esperanza de que llegue el día en que se confundan.”

Concepción Arenal (1820–1893) escritora y abogada española

Fuente: Palomo Triguero, Eduardo. Cita-logía. Editorial Punto Rojo Libros,S.L. ISBN 978-84-16068-10-4, p. 59.

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“Dos hombres acaban de morir: Dios había dicho: "Durante la vida de esos hombres, se pondrá en un saco cada una de sus buenas acciones, y a su muerte, se pesarán los sacos". Cuando estos hombres llegaron a su última hora, Dios se hizo llevar los dos sacos; el uno era grande, ancho, bien lleno, resonaba el metal que lo llenaba; el otro era pequeño, y tan delgado, que se veían los escasos cuartos que contenía; cada uno de estos hombres reconoció el suyo. Este es el mío, dijo el primero, lo reconozco, he sido rico y he dado mucho. Este es el mío, dijo el otro, yo siempre he sido pobre, ¡ay de mí!; casi no tenía nada para distribuir. Pero, ¡oh sorpresa!, puestos los dos sacos en la balanza, el más grande se volvió ligero y el más pequeño pesó tanto, que hizo caer mucho la balanza de su parte. Entonces Dios dijo al rico: Tú has dado mucho, verdad es, pero has dado por ostentación y para ver figurar tu nombre en todos los templos del orgullo, y dando, no te has privado de nada; ve a la izquierda y puedes estar contento si tu limosna se toma en cuenta por alguna cosa. Después dijo al pobre: Tú has dado muy poco, amigo mío; pero cada uno de los cuartos que están en la balanza, representa una privación para ti; si no has hecho limosna, has hecho caridad, y lo mejor es que la has hecho naturalmente, sin pensar que se tomaría en cuenta; tú has sido indulgente, no has juzgado a tu semejante, y aun le has disimulado todas sus acciones; pasa a la derecha y ve a recibir tu recompensa". (Un espíritu protector. Lyon, 1861).”

Allan Kardec (1804–1869)

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“Qué coño, seguro que hasta hay monjas de alguna orden dispuestas a echarte un polvo por simple caridad. O como acto de penitencia.”

Christopher Moore (1957) Christopher Moore (nacido el año 1957 en Toledo, Ohio) es un escritor estadounidense de ficción absurda. Su padr…

Pack: 6 Novelas

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“Yo me llamo la caridad, soy el camino principal que conduce a Dios; seguidme, porque soy el objeto al que debéis todos aspirar. Esta mañana he hecho mi paseo habitual, y con el corazón lastimado vengo a deciros: ¡Oh! amigos míos, qué miserias, qué lágrimas y cuánto tenéis que hacer para sacarlas todas! He procurado vanamente consolar a las pobres madres; las he dicho al oído: ¡Animo! ¡hay buenos corazones que velan por vosotras, no os abandonarán, paciencia! Dios está aquí, sois sus amadas, sois sus elegidas. Parece que me oyen y vuelven a mí sus grandes ojos extraviados, pues leía en su pobre rostro que su cuerpo, ese tirano del espíritu, tenía hambre, y que si mis palabras serenaban un poco su corazón, no llenaban su estómago. Repetía otra vez, ¡ánimo, ánimo!, y entonces una pobre madre, joven aun, que amamantaba a su hijito, lo ha tomado en sus brazos y lo ha levantado como rogándome que protegiese a aquel pobre pequeño ser que sólo sacaba de su seno estéril un alimento insuficiente. En otra parte, amigos míos, he visto a pobres ancianos sin trabajo y en breve sin asilo, presa de todos los sufrimientos de la necesidad, y avergonzados de su miseria, no atreverse, no habiendo mendigado nunca, a implorar la piedad de los viandantes. Con el corazón conmovido de compasión, yo que nada tengo, me he puesto a mendigar para ellos, y voy por todas partes estimulando la beneficencia e inspirando buenos sentimientos a los corazones generosos y compasivos. Por esto vengo hoy, amigos míos, y os digo: allá hay desgraciados cuya artesa está sin pan, su hogar sin fuego y su cama sin abrigo. No os digo lo que debéis hacer, dejo la iniciativa a vuestros corazones; si yo os trazara vuestra línea de conducta, no tendríais el mérito de vuestra buena acción, sólo os digo: Soy la caridad, y os tiendo la mano para vuestros hermanos que sufren. Mas si pido, también doy, y doy mucho; ¡os convido al gran banquete, y os facilito el árbol en que os saciaréis todos! ¡Mirad qué hermoso es y cuán cargado está de flores y de frutos! Id, id; coged todos los frutos de ese hermoso árbol, que es la beneficencia. En el lugar que ocupaban las ramas que habréis cogido, pondré todas las buenas acciones que haréis y llevaré este árbol a Dios para que lo cargue de nuevo, porque la beneficencia es inagotable. Seguidme, pues, amigos míos, a fin de que os cuente en el número de los que se alisten a mi bandera; no tengáis miedo; yo os conduciré al camino de la salvación; porque soy la Caridad. (Caritá, martirizada en Roma. Lyon, 1861).”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“si salís con pensamientos de caridad, de dulzura y de paz, valdréis más que todos nosotros. Mientras”

Victor Hugo (1802–1885) poeta, novelista y dramaturgo francés

Los Miserables

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“Sin caridad no hay salvación 10. Hijos míos, en la máxima: "Sin caridad no hay salvación", están contenidos los destinos de los hombres en la tierra y en el cielo; en la tierra, porque a la sombra de ese estandarte, vivirán en paz; en el cielo, porque los que la hayan practicado encontrarán gracia ante el Señor. Esta divisa es la antorcha celeste, la columna luminosa que guía al hombre en el desierto de la vida para conducirle a la Tierra prometida; brilla en el cielo como una aureola santa en la frente de los elegidos, y en la tierra está grabada en el corazón de aquellos a quienes Jesús dirá: Id, a la derecha, vosotros, los bendecidos por mi Padre. Les reconoceréis por el perfume de caridad que esparcen a su alrededor. Nada expresa mejor el pensamiento de Jesús, nada resume mejor los deberes del hombre, que esa máxima de orden divino: el Espiritismo no podía probar mejor su origen que dándola por regla, porque es el reflejo del más puro cristianismo; con semejante guía el hombre no se extraviará nunca. Aplicáos, pues, amigos míos, a comprender su sentido profundo y sus consecuencias, y a buscar en ellas vosotros mismos todas las aplicaciones. Someted todas vuestras acciones a la prueba de la caridad, y vuestra conciencia os contestará: no solamente os evitará el hacer mal, sino que os hará hacer bien, porque no basta una virtud negativa, sino que es necesario la acción de la voluntad; para no hacer mal, basta muchas veces la inercia y la indiferencia. Amigos míos, dad gracias a Dios que ha permitido que pudiéseis gozar de la luz del Espiritismo, no porque los que la poseen pueden ser los únicos que se salven, sino porque, ayudándoos a comprender mejor las enseñanzas de Cristo, hace de vosotros mejores cristianos. Haced, pues, que al veros se pueda decir, que verdadero espiritista y verdadero cristiano, son una sola cosa y una misma cosa: porque todos los que practican la caridad, son los discípulos de Jesús, cualquiera que sea el culto a que pertenezcan. (Pablo, apóstol. París, 1860.).”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“La caridad moral consiste en sobrellevarnos unos a otros, y es lo que menos hacéis en este mundo en donde estáis encarnados por el momento. Creedme, hay un gran mérito en saberse callar para dejar hablar a otro más ignorante, y esto es también una especie de caridad. Saber ser sordo cuando una palabra burlona se escapa de una boca acostumbrada a ridiculizar; no ver la sonrisa desdeñosa con que os reciben ciertas gentes, que muchas veces, sin razón, se creen superiores a vosotros mientras que en la vida espiritista, "la sola verdadera", les falta quizá mucho para alcanzaros; aquí tenéis un mérito no de humildad sino de caridad, porque el dejar de notar las faltas de otro, es la caridad moral. Sin embargo, esta caridad no debe impedir la otra, pero sobre todo, pensad en no despreciar a vuestro semejante, acordáos de lo que ya os he dicho; preciso es tener presente que, en el pobre desechado, quizás rechazáis a un espíritu que os ha sido querido y que se encuentra momentáneamente en una posición inferior a la vuestra. He vuelto a ver a uno de los pobres de nuestra tierra a quien había podido, por mi dicha, favorecer algunas veces, y al que a mi vez "imploro ahora". Acordáos que Jesús dijo que somos hermanos, y pensad siempre en ello antes de rechazar al leproso o al mendigo. Adiós, pensad en los que sufren y rogad. (Sor Rosalía. París, 1860.)”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquél a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.
Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.
Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.
El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.
Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.
Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.”

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“¿Qué debemos pensar de las personas que habiéndoseles pagado sus beneficios con ingratitudes, ya no hacen bien por miedo de encontrar ingratos?". Estas personas tienen más egoísmo que caridad, por que hacer el bien sólo para recibir muestras de reconocimiento es no hacerlo con desinterés, y el bien desinteresado es el bien agradable a Dios. También hay orgullo, porque se complacen en la humildad del obligado que viene a poner el reconocimiento a sus pies. El que busca en la Tierra la recompensa del bien que hace, no la recibirá en el cielo; pero Dios tendrá buena cuenta del que no la busca en la tierra. Es necesario ayudar a los débiles siempre, aunque antes se sepa que aquellos a quienes se hace bien, no quedarán agradecidos. Sabed que si aquellos a quienes se hace el servicio olvidan el favor, Dios os lo tomará más en cuenta que si fueseis recompensados por el reconocimiento de vuestro obligado. "Dios permite que algunas veces os paguen con ingratitudes para probar vuestra perseverancia en hacer el bien". Por otra parte, ¿qué sabéis vosotros si este favor olvidado por el momento, reportará más tarde buenos frutos? Por el contrario, estad seguros de que es una semilla que germinará con el tiempo. Desgraciadamente vosotros sólo véis el presente, y trabajáis para vosotros y no para los demás. Las buenas obras acaban por ablandar los corazones más endurecidos; puede que sean desconocidas en la tierra; pero cuando el espíritu esté desembarazado de su velo carnal, se acordará, y este recuerdo será su castigo; entonces le pesará su ingratitud, querrá reparar su falta y pagar su deuda en otra existencia, aceptando a menudo una vida de abnegación hacia su bienhechor. Este es el modo cómo, sin vosotros saberlo; habréis contribuido a su adelantamiento moral y reconoceréis más tarde toda la verdad de esta máxima. Una buena obra nunca se pierde. Pero habréis trabajado también para vosotros, porque tendréis el mérito de haber hecho el bien con desinterés, sin dejaros desanimar por los desengaños. ¡Ah! amigos míos, si conociéseis todos los lazos que en la vida presente os unen a vuestras existencias anteriores, si pudiéseis abrazar la multitud de relaciones que unen los seres unos a otros para su progreso mutuo, admiraríais mucho más aun la sabiduría y la bondad del Criador, que os permite volver a vivir para llegar hasta El. (Guía protector. Sens, 1862).”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“Fuera de la Iglesia no hay salvación. Sin la verdad no hay salvación 8. En tanto que la máxima: "Sin caridad no hay salvación", se apoya en un principio universal y prepara a todos los hijos de Dios al acceso en la felicidad suprema, el dogma: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", no se apoya en la fe fundamental en Dios y en la inmortalidad del alma, fe común a todas las religiones, sino "en la fe especial en dogmas particulares". Es exclusivo y absoluto; en vez de unir a los hijos de Dios, los divide; en lugar de excitar el amor de sus hermanos, mantiene y sanciona la irritación entre los sectarios de los diferentes cultos, que se consideran recíprocamente como malditos en la eternidad, aun cuando fuesen parientes o amigos en este mundo; desconociendo la grande ley de igualdad ante la tumba, los separa también en el campo del reposo. La máxima: "Sin caridad no hay salvación", es la consagración del principio de la igualdad ante Dios y de la libertad de conciencia; con esta máxima por regla, todos los hombres son hermanos, y cualquiera que sea el modo de adorar a Dios, se tienden la mano y ruegan unos por otros. Con el dogma: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", se lanzan el anatema, se persiguen y viven como enemigos; el padre no ruega por el hijo, ni el hijo por su padre, ni el amigo por el amigo; sino que se creen recíprocamente condenados para siempre. Este dogma es, pues, esencialmente contrario a las enseñanzas de Cristo y a la ley evangélica. 9. "Sin la verdad no hay salvación", sería el equivalente de: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", y enteramente exclusivo, porque no hay una sola secta que no pretenda tener el privilegio de la verdad. ¿Qué hombre es el que puede vanagloriarse de poseerla por completo, cuando el círculo de los conocimientos se ensancha sin cesar y cuando las ideas se rectifican todos los días? La verdad absoluta es sólo patrimonio de los espíritus del orden más elevado, y la humanidad terrestre no podía pretenderla, porque no le es dado el saberlo todo; sólo puede aspirar a una verdad relativa y proporcionar a su adelantamiento. Si Dios hubiese hecho de la posesión de la verdad absoluta la condición expresa de la felicidad futura, este sería un decreto de proscripción general; mientras que la caridad aun en su más alta acepción, puede ser practicada por todos. El Espiritismo, de acuerdo con el Evangelio, admitiendo que puede uno salvarse, cualquiera que sea su creencia, con tal que observe la ley de Dios, no dice: "Fuera del Espiritismo no hay salvación"; y como no pretende enseñar aún toda la verdad, tampoco dice: "Sin la verdad no hay salvación", máxima que dividiría en vez de unir y perpetuaría el antagonismo.”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“No debemos corregir nunca dejándonos llevar por nuestros sentimientos, sino únicamente por nuestra caridad.”

Francisco de Sales (1567–1622) sacerdote, obispo y santo francés. Doctor de la Iglesia Católica

Fuente: http://www.quotableonline.com/frases/FranciscodeSales.html