Frases sobre obsesión

Una colección de frases y citas sobre el tema del obsesión, ser, mismo, amor.

Frases sobre obsesión

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“La gente no tiene idea de hasta qué punto es arrastrada por el miedo. Este miedo no es fácilmente definible. […] Hay momentos en que este miedo se vuelve casi una obsesión.”

George Gurdjieff (1866–1949) filósofo, compositor, escritor y maestro espiritual armenio

Fuente: Miedos. Identificación. Essentuki, 1917.

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“En griego, «regreso» se dice nostos. Algos significa “sufrimiento”. La nostalgia es, pues, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. La mayoría de los europeos puede emplear para esta noción fundamental una palabra de origen griego (nostalgia) y, además, otras palabras con raíces en la lengua nacional: en español decimos “añoranza”; en portugués, saudade. En cada lengua estas palabras poseen un matiz semántico distinto. Con frecuencia tan sólo significan la tristeza causada por la imposibilidad de regresar a la propia tierra. Morriña del terruño. Morriña del hogar. En inglés sería homesickness, o en alemán Heimweh, o en holandés heimwee. Pero es una reducción espacial de esa gran noción. El islandés, una de las lenguas europeas más antiguas, distingue claramente dos términos: söknudur: nostalgia en su sentido general; y heimfra: morriña del terruño. Los checos, al lado de la palabra “nostalgia” tomada del griego, tienen para la misma noción su propio sustantivo: stesk, y su propio verbo; una de las frases de amor checas más conmovedoras es styska se mi po tobe: “te añoro; ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia”. En español, “añoranza” proviene del verbo “añorar”, que proviene a su vez del catalán enyorar, derivado del verbo latino ignorare (ignorar, no saber de algo). A la luz de esta etimología, la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé qué es de ti. Mi país queda lejos, y no sé qué ocurre en él. Algunas lenguas tienen alguna dificultad con la añoranza: los franceses sólo pueden expresarla mediante la palabra de origen griego (nostalgie) y no tienen verbo; pueden decir: je m? ennuie de toi (equivalente a «te echo de menos» o “en falta”), pero esta expresión es endeble, fría, en todo caso demasiado leve para un sentimiento tan grave. Los alemanes emplean pocas veces la palabra “nostalgia” en su forma griega y prefieren decir Sehnsucht: deseo de lo que está ausente; pero Sehnsucht puede aludir tanto a lo que fue como a lo que nunca ha sido (una nueva aventura), por lo que no implica necesariamente la idea de un nostos; para incluir en la Sehnsucht la obsesión del regreso, habría que añadir un complemento: Senhsucht nach der Vergangenheit, nach der verlorenen Kindheit, o nach der ersten Liebe (deseo del pasado, de la infancia perdida o del primer amor).”

Ignorance

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“Estaba atravesando el invierno de mi vida, y los hombres que conocí durante el trayecto fueron mi único verano. A veces tenía visiones: yo bailando, riendo y llorando con ellos. Tres años en una interminable gira mundial y mis recuerdos sobre ellos eran lo único que me motivaba, mis únicos momentos felices. Era una cantante no muy popular. Una vez soñé con convertirme en una hermosa poeta, pero gracias a una serie de desafortunados eventos, vi esos sueños frustrarse y dividirse como miles de estrellas en el firmamento, las cuales seguía deseando una y otra vez brillando en fragmentos, pero en el fondo no me importó, por que sabía que toma conseguir todo lo que siempre has deseado, y luego perderlo, para saber lo que es la verdadera libertad. Y la gente que solía conocer, descubrieron lo que hacía, como vivía, y preguntaban ¿porqué?, pero no hay razón para explicarle a aquellos que tienen un hogar, no tienen idea de lo que es resguardarse en los demás, que tu hogar sea dondequiera que tiendas tu cabeza. Siempre fui una chica inusual, mi madre decía que tenía una alma de camaleón, sin ninguna brújula de moral apuntando hacia el norte, o una personalidad organizada… solamente un espíritu indeciso, tan grande e indómito, como el océano, y… si digo que no planeé que todo resultará de ésto modo, miento, porque nací para ser "la otra mujer"; pertenezco al nadie, que pertenece a todos; quién nunca tuvo nada… que lo quería todo; hay un anhelo por cada experiencia, y una obsesión por la libertad, que me aterrorizaba, hasta el punto en el que no podía ni siquiera hablar… y el cual me empujo a un punto de demencia nómada, que me cautivaba y me incomodaba. Cada noche solía orar para encontrar a mi gente, y finalmente, lo hice… en el camino libre, no teníamos nada que perder, nada que ganar, nada más que desear… excepto volver nuestras vidas una obra de arte; vive rápido, muere joven, sé aventurero… y diviértete. Creo en el país que Estados Unidos fué, creo en la persona que quiero ser, creo en la libertad del camino libre y mi moto sigue siendo la misma, creo en la bondad de los desconocidos; y cuando estoy en guerra conmigo misma… me voy lejos, sólo me voy… ¿quién eres? ¿estás unido a tus fantasías más profundas? ¿alguna vez haz creado una vida, sólo para ti, donde puedes experimentarlas?… yo lo hice, tuve que hacerlo… estoy totalmente loca… pero soy libre.”

Lana del Rey (1985) cantante compositora estadounidense y modelo
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“Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno.”

Memories of My Melancholy Whores
Variante: Gracias a ella me enfrenté por vez primera con mi ser natural mientras transcurrían mis 90 años. Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador por no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco.

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“A quienes les obsesione ese problema, lo mejor que pueden hacer es tratarlo «manu militari»…”

Jean-Marie Le Pen (1928) político francés

Abril de 2007, preguntado sobre la conveniencia de distribuir preservativos en los liceos de educación secundaria.
Fuente: Prensa internacional como el diario español ABC http://www.abc.es/20070408/internacional-europa/recomienda-masturbacion-como-metodo_200704080310.html

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“¿Para qué nos sirve la felicidad? cuando tal vez no sea sino la mayor obsesión que nos habita.”

Milán Füst (1888–1967) escritor húngaro

Fuente: La historia de mi mujer. Tercera parte.

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“El Barcelona tiene la obsesión de llegar a la final por su antimadridismo.”

José Mourinho (1963) entrenador de fútbol portugués

Declaraciones de José Mourinho en la víspera del partido que enfrentó a su equipo al, por aquel entonces Campeón de Europa, en el Camp Nou.
Respondiendo a las provocaciones del FC Barcelona para el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League 2010

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“Yo vivo por obsesiones sucesivas (derecho, economía, política, tecnología).”

Eduardo Punset (1936–2019) jurista, escritor, economista y divulgador científico español
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“Mi obsesión fue ser feliz sin pisar a nadie.”

Mágico González (1958) futbolista salvadoreño

Fuente: Entrevista en El País http://www.elpais.com/articulo/ultima/Magico/Gonzalez/obsesion/fue/ser/feliz/pisar/nadie/elpepiult/20090617elpepiult_2/Tes (17/06/2009)

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“Esa obsesión de parar de trabajar a una cierta edad va a crear problemas en la Previsión.”

Fernando Henrique Cardoso (1931) presidente de Brasil

Sobre el sistema de jubilaciones, en 1999.
Fuente: Citado en Do bestial ao genial: frases da política (“De lo bestial a lo genial».), André y Paulo Buchsbaum, Editorial Ediouro Publicações, 2006, página 22, ISBN 850002075X, 9788500020759.

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“Sustituir la psicología del hombre, ya agotado, por la obsesión lírica de la materia.”

Filippo Tommaso Marinetti (1876–1944) poeta y editor

Fuente: "Manifiesto técnico de la literatura futurista", 11 de mayo de 1912.

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“Mi obsesión es siempre adelantar al piloto que llevo delante. Así he corrido siempre y lo seguiré haciendo.”

Takuma Sato (1977) piloto de automovilismo japonés

Fuente: "La actual progresión de Alonso supera lo normal" http://www.as.com/motor/articulo/actual-progresion-alonso-supera-normal/20040715dasdaimot_1/Tes

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“Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza.”

Gabriel García Márquez (1927–2014) modelo de bigotes

Memoria de mis putas tristes
Variante: Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí

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“Ignoraba que el asco es una de las formas de la obsesión y que, si deseamos algo, es más fácil pensar en ello con asco que no pensar.”

Marguerite Yourcenar (1903–1987) escritora francesa

Alexis ou le Traité du vain combat / Le Coup de grâce

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“A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas. Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror; si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto. Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo… no debes hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.”

Simone de Beauvoir (1908–1986) escritora, intelectual, filósofa existencialista, activista política, feminista y teórica social francesa

Memoirs of a Dutiful Daughter
Variante: A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas.
Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo
al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el
vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me
gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la
caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror;
si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto.
Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo... no debes
hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba
denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa
ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes
encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la
ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por
gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo
poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un
cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies
y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles
voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá
me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había
guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me
rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que
me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el
objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la
noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.

“Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.

Matilde supo que algo acababa de romperse en el interior de Eliah y sintió pánico.

-Estoy cansado de vivir de esta manera, lleno de angustia y de desesperación por el temor constante a perderte, por no se suficiente para ti, por anhelar que me ames más que a nadie, por considerarme menos, por no merecerte…

-Eliah, por favor…

-Déjame hablar. Le temo a tu juicio lo mismo que a mis errores, que son muchos, lo sé, pero están en el pasado y nada puedo hacer para cambiarlos. Le temo a tu condena. En verdad, tú estas muy por encima de mí…

-¡No! -clamó ella, e intentó acercarse, pero Al-Saud volvió a elevar los brazos y caminó hacia atrás.

-Te amo de un modo que no es bueno para mí, tampoco lo es para ti. A veces pienso que es una obsesión que terminará con los dos.”

Florencia Bonelli (1971) escritora argentina

Caballo de Fuego: Congo
Variante: Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
Matilde supo que algo acababa de romperse en el interior de Eliah y sintió pánico.
-Estoy cansado de vivir de esta manera, lleno de angustia y de desesperación por el temor constante a perderte, por no se suficiente para ti, por anhelar que me ames más que a nadie, por considerarme menos, por no merecerte...
-Eliah, por favor...
-Déjame hablar. Le temo a tu juicio lo mismo que a mis errores, que son muchos, lo sé, pero están en el pasado y nada puedo hacer para cambiarlos. Le temo a tu condena. En verdad, tú estas muy por encima de mí...
-¡No! -clamó ella, e intentó acercarse, pero Al-Saud volvió a elevar los brazos y caminó hacia atrás.
-Te amo de un modo que no es bueno para mí, tampoco lo es para ti. A veces pienso que es una obsesión que terminará con los dos.

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“Los Prisioneros no nos separamos por un triángulo amoroso, como se ha establecido hasta ahora; fue por la obsesión de Jorge (González) conmigo.”

Claudio Narea (1965) músico chileno

Fuente: Vergara, Claudio. Claudio Narea: "Los Prisioneros encarnan una historia terrible". Publicado el 24 de septiembre de 2014 en La Tercera. https://www.latercera.com/noticia/claudio-narea-los-prisioneros-encarnan-una-historia-terrible/ Consultado el 14 de abril de 2019.

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“Desde el thriller metacinematográfico a lo psicológico, del horror gótico al melodrama … Cine sin compromisos, que siempre ha utilizado y explota la cámara para perseguir y reflexionar sobre su obsesión única y nunca exorcista: la muerte.”

Alejandro Amenábar (1972) escritor, compositor y director de cine hispano-chileno

[Dal thriller metacinematografico a quello psicologico, passando per l'horror gotico fino ad arrivare al melodramma... Cinema senza compromessi, che da sempre utilizza e sfrutta la macchina da presa per inseguire e riflettere intorno alla sua unica e mai esorcista ossessione: la morte.]
Luca Lombardi
Consideraciones de la crítica sobre Amenabar y su obra
Fuente: Lombardi, Luca: Alejandro Amenábar: l'ultimo spettacolo. Ed. Sovera, 2012 https://www.google.com/search?tbm=bks&q=Alejandro+Amen%C3%A1bar%3A+l%27ultimo+spettacolo. ISBN 8881249774, 9788881249770.

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