Frases sobre apenas
página 2

Terry Pratchett Foto

“Aquella gente apenas tenía nada, salvo montones de oro.”

Terry Pratchett (1948–2015) escritor británico de fantasía y ciencia ficción
Terry Pratchett Foto
Terry Pratchett Foto
Terry Pratchett Foto
Ernest Renan Foto
Jean Rostand Foto
Arthur Schopenhauer Foto
Henry David Thoreau Foto
Mark Twain Foto

“La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato apenas tiene nueve vidas.”

Mark Twain (1835–1910) escritor estadounidense

Sin fuentes
Citas atribuidas

Steven Weinberg Foto
André Breton Foto
Giordano Bruno Foto
Nicolas Chamfort Foto
Paulo Coelho Foto
Paulo Coelho Foto
Charles Darwin Foto
Charles Darwin Foto
René Descartes Foto

“Apenas hay algo dicho por uno cuyo opuesto no sea afirmado por otro.”

René Descartes (1596–1650) filósofo, matemático y físico francés, considerado el padre de la geometría analítica y de la filosofía mod…

Refiriéndose a la filosofía.
Fuente: [Descartes], Rene. Diccionario de sabiduría. Editorial Aguilar. Madrid, 1963, p. 619.
Fuente: [Gutiérrez], Carlos B. Ensayos hermenéuticos. Siglo XXI, 2008. ISBN 978-60-73000-12-3, p. 81.

George Eliot Foto
Mihai Eminescu Foto

“Resulta realmente extraño ver, en un pueblo eminentemente agrario, como el nuestro, y cuya razón de ser se encuentra precisamente en su origen tracio-romana, que, de la noche a la mañana, las teorías sobre el hombre y el Estado hacen del dinero internacional y de su posesión la única medida para establecer la importancia que un hombre pueda tener en la vida del Estado. También resulta extraño que un pueblo, que pasó a duras penas de ser un pueblo de pastores a ser un pueblo de agricultores, introdujo instituciones tomadas de los estados occidentales, que estos, ricos en industria y con una tradición de desarrollo económico, apenas se permiten mantener. El cálculo más simple podría demonstrar que el poder de producción de la nación rumana no creció, que no era posible crecer al ritmo de los gastos que supusieron las formas de civilización extranjera introducidas sin discernimiento en nuestro país… ¿ Se multiplicaron por diez o por cien los ingresos del rumano como para poder pagar instituciones cien veces más caras? Claro que no. La clase productora empeoró; los grandes propietarios y los campesinos se empobrecieron; las pequeñas industrias, las artesanías desaparecieron por completo - y las clases no productoras - el proletariado de la pluma, los hombres que garabatean dos líneas sobre el papel y aspiran a hacerse diputados y ministros, y los abogados, que se multiplicaron en el último período, conducen a la opinión pública y hacen feliz a la nación cada día, sobre el papel.”

Mihai Eminescu (1850–1889) poeta del romántico tardío

Sin fuentes
Política

Johann Wolfgang von Goethe Foto
Johann Wolfgang von Goethe Foto
David Hume Foto
David Hume Foto
John Fitzgerald Kennedy Foto
Friedrich Nietzsche Foto
Peter Joseph Foto
Iósif Stalin Foto
Heinrich Himmler Foto
Valentino Rossi Foto
George Carlin Foto
George Carlin Foto
Milán Füst Foto
Michael Ende Foto

“Lo que de fantasía hay en la película [sobre La Historia Interminable] apenas supera el nivel de un club nocturno del montón.”

Michael Ende (1929–1995) escritor alemán

Fuente: Making of de La Historia Interminable http://www.youtube.com/watch?v=T0HJaj9-as8=

Víctor Jara Foto
Keith Richards Foto
Keith Richards Foto
Isaac Rabin Foto
Albert Hofmann Foto

“19/abril/1943 16:20h. Tomo por vía oral 0,5 cc de solución mitad acuosa mitad promil de tartrato de dietilamida = 0,25 mg de tartrato. Tomada diluida con aproximadamente 10 cc de agua. Tiene mal gusto.
17:00h. Comienzan los mareos, sensación de ansiedad, distorsiones visuales, síntomas de parálisis, deseo de reír.
Suplemento 21/abril: Viajo a casa en bicicleta.
De 18:00 - 20:00h aprox. Crisis más severa. (Véase el informe especial).
Aquí terminan las notas en mi cuaderno de laboratorio. Fui capaz de escribir las últimas palabras pero con un gran esfuerzo. A estas alturas ya estaba claro para mí que el LSD había sido la causa de la notable experiencia del viernes anterior, con percepciones alteradas que eran del mismo tipo que las anteriores, sólo que mucho más intensas. Tuve que luchar para hablar de manera inteligible. Le pedí a mi asistente de laboratorio, que estaba informado del auto-experimento, que me acompañara a casa. Fuimos en bicicleta, no hay automóviles disponibles debido a las restricciones sobre su uso en tiempo de guerra. De camino a casa, mi estado comenzó a asumir formas amenazadoras. Todo en mi campo de visión fluctuaba y estaba distorsionado, como si me viese en un espejo curvo. También tuve la sensación de ser incapaz de moverme de ese sitio. Sin embargo, mi asistente me dijo más tarde que habíamos viajado muy rápidamente. Finalmente, llegamos al hogar sanos y salvos, y yo apenas fui capaz de pedirle a mi compañero que llamase a nuestro médico de cabecera y pidiese leche a los vecinos.
A pesar de mi estado delirante, desconcertado, tenía breves períodos de pensamiento claro y eficaz - y elegí tomar leche como un antídoto inespecífico contra el envenenamiento.”

Albert Hofmann (1906–2008) químico suizo
Marcelo Bielsa Foto
George G. Byron Foto

“Apenas son suficientes mil años para formar un Estado; pero puede bastar una hora para reducirlo a polvo.”

George G. Byron (1788–1824) escritor británico

Fuente: [Palomo Triguero] (2013), p. 121.

Marco Materazzi Foto
Juan Pablo I Foto
Ferdinand Domela Nieuwenhuis Foto
Rafael Barrett Foto
María Corina Machado Foto
Leandro Alem Foto
Eduardo Angeloz Foto

“Nuestra iglesia ya no quema herejes, apenas imparte anatemas, ha rebajado el nivel de confrontación con la ciencia y las costumbres, pero se ha guardado las llaves de la vida y de la muerte. En ese peaje exige un tributo.”

Manuel Vicent (1936) escritor español

Fuente: [Vicent], Manuel. «Visionarios.» 16 de septiembre de 2019. https://elpais.com/diario/2001/09/16/ultima/1000591201_850215.html El País. Consultado el 13 de noviembre de 2019.

Luis Buñuel Foto
José Enrique Rodó Foto

“Los gobiernos que han pretendido sofocar la voz libre de los pueblos, han muerto asfixiados apenas se ha hecho el silencio que apetecían.”

José Enrique Rodó (1871–1917) escritor uruguayo

Fuente: El Mirador de Próspero, Volumen 2. Biblioteca Artigas. Colección de Clásicos uruguayos. Autores José Enrique Rodó, Carlos Real de Azúa. Editorial Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, 1965.

José Ignacio Wert Foto
Primo Levi Foto
Moses Hess Foto
Julio Cortázar Foto
Héctor Germán Oesterheld Foto
Ray Loriga Foto
Guillermo del Toro Foto
Rubén Darío Foto

“Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.”

Variante: Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Fuente: Rima XLI: Lo fatal.
Fuente: [//es.wikisource.org/wiki/Lo_fatal]

Vasili Grossman Foto
Luiz Inácio Lula da Silva Foto
Akon Foto
Teodoro Petkoff Foto
Atahualpa Yupanqui Foto
Isabel Allende Foto

“… era apenas la suma de dos soledades y de muchas ausencias.”

Isabel Allende (1942) escritora chilena

Of Love and Shadows

Julio Cortázar Foto
Roberto Alifano Foto
Mark Danner Foto
Isabel Allende Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Milan Kundera Foto
Sylvia Plath Foto

“Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.

Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú…

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que

me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.

Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.”

Sylvia Plath (1932–1963) escritora Estadounidense

Ariel

Franz Kafka Foto
Julio Cortázar Foto
León Tolstói Foto
Gioconda Belli Foto

“Él apenas tenía pasado y el que tenía estaba todo lleno de ella.”

Gioconda Belli (1948) escritora nicaragüense

Infinity in the Palm of Her Hand: A Novel of Adam and Eve

Carl Sagan Foto

“Consideremos nuevamente este punto. Eso es aquí, Es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él están todos los que amamos, todo los que conoces, todos de quiénes haz oído hablar, y todos los seres humanos, quiens fueran que han vivido sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja de enamorados, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí: en una mota de polvo suspendida en un rayo de Sol.

La Tierra es un muy pequeño escalón en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre derramados por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueles visitas que los habitantes de una esquina de ese pixel hicieron contra los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; la frecuencia de sus malentendidos, la impaciencia por matarse unos a otros, la generación de fervientes odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la falsa ilusión de tener una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este pálido punto de luz.

Nuestro planeta es una mota solitaria en la inmensa oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro cercano, al cual nuestra especie pudiera migrar. ¿Visitar?, Sí. Establecerse, ¿aún no?. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.

Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de la soberbia humana que ésta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar y cuidar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido”

Carl Sagan (1934–1996) astrofísico, cosmólogo y divulgador científico estadounidense
Jane Austen Foto
Mathias Malzieu Foto
Walt Whitman Foto

“La superficie no resiste. Huyo hacia delante llevando el dolor cosido a los talones. Ninguna acequia en la que ahogarlo, ninguna huella en la que perderlo. Decido enfrentarlo como se enfrenta al cielo la llanuera: a descubierto.

Habré de perderme a mí ya que en el mí se aloja todo dolor. Digo dolor para nombrarlo, exorcizar al mí. Escribo el mí para que ruede hacia la página, pero se me pega a los dedos y no acierto, no acierto a diluir en la tinta el llanto. A sacudidas me digo, a sacudidas la letra y luego

contra lo irremediable me alzo.
Alzo el grito.
Contra lo irremediable.

Vago por el mundo dejando un rastro de gritos. Cada saludo es un frito, cada sonrisa un grito. Mi sonrisa oculta el primer grito del mundo, el único, el mismo, aquel que brota en el final, cuando ya nada importa.

Intrusa de mi mundo y del ajeno, no hallo lugar para el descanso.

La fe de los comienzos, no
El perdón
no.

Sólo
el balbuce.

La salvación
no.

Sólo
el balbuceo.

Después del grito
el balbuceo.

Asolada el balbuceo.

Mis pasos doblándose hacia dentro.
La mente desposeída de estrategias.

Sólo
el balbuceo.

Dolor, ni tan siquiera -palabra sin sentido-. No abro las cortinas. Ninguna cortina. La habitación oscura. Málagra, Damasco, Delhi, en todas las ciudades la vida me es ajena, Todas las ventanas son la misma ventana. Todas las aceras reciben el mismo cuerpo. La misma soledad cayendo, excesiva. Morir es un exceso. Me ex-

cedo. Balbuceo.

Sigo alimentándome tan sólo para poder decir el exceso.
A contra-vida.
Abajo.

Y a nadie que esté vivo ha de importarle lo que digo.
No es más que un murmullo soterrado, apenas inquietante.”

Chantal Maillard (1951) escritora hispanobelga

La herida en la lengua

Gabriel García Márquez Foto
Lionel Shriver Foto

“A decir verdad, Jackson nunca había compartido totalmente el culto fálico de sus pares. Cuando tenía más o menos ocho años, una niña lo sorprendió mientras él meaba entre los arbustos, y chilló casi con el mismo espíritu de horror reflexivo con que lo acababa de hacer Carol. Es de suponer que aquella niña nunca había visto un pene, y que no le causó buena impresión. «Puaj, qué basto eres. ¿Qué es esa cosa? ¡Es repugnante!», gritó al salir corriendo. Y después aquella otra vez, en el gimnasio del colegio donde cursó los primeros años de secundaria. Jackson apenas había entrado en la pubertad; todavía mojado tras pasar por la ducha, sintió frío. No obstante, un chico mucho más corpulento que él se burló: Parece que estés envolviendo una zanahoria baby y un par de habichuelas. A partir de ese día los chicos lo apodaron «el Vegetariano», mote tan inocente a oídos de los profesores que protegía a sus compañeros de un posible castigo por acoso escolar. En realidad, la palabra «pene» siempre había sonado algo tonta y banal, y a poca cosa. Desde que tenía memoria, su quinto apéndice le había parecido algo sutilmente ajeno a él, algo aparte y capaz de traicionarlo. Y fue la sensación de que eso que le sobresalía no era del todo parte de su cuerpo lo que pudo permitirle experimentar con ella.

El experimento había fallado. Es posible que Jackson nunca hubiera comprendido muy bien por qué a las mujeres un pene podía resultarles atractivo, con su piel como apergaminada y demasiado fina, los testículos colgantes y esas matas de vello, el sombrerete en la punta, como si fuese un hongo… Podía decirse que, en cierto modo, no era una forma que la carne humana debiera asumir. Cuando estaba en posición de descanso parecía asustado y deprimido; en estado de alerta, impertinente, aunque inseguro, moviéndose de un lado para el otro e intentando llamar la atención como un fanfarrón que quisiera hacer una demostración de sus habilidades.”

Lionel Shriver (1957) escritora estadounidense

So Much for That

Oscar Wilde Foto

“Ah! ¡Una pianista!, ya veo —exclamó míster Podgers—, una excelente pianista pero quizá apenas musical. Muy reservada, muy honrada, y con un gran cariño por los animales. —¡Eso”

Oscar Wilde (1854–1900) escritor irlandés

El retrato de Dorian Gray*El príncipe feliz*El ruiseñor y la rosa*El crimen de Lord Arthur Saville*El fantasma de Canterville: 0

Philippe Claudel Foto
Rosa Montero Foto
Manuel Puig Foto
Pablo Neruda Foto

“(…) mido apenas los ojos más extensos del cielo y me inclino a tu boca para besar la tierra”

Pablo Neruda (1904–1973) poeta

Veinte poemas de amor y una canción desesperada / Los versos del capitán

Gabriel García Márquez Foto