Frases sobre cuadro

Una colección de frases y citas sobre el tema del cuadro, mismo, vida, vida.

Frases sobre cuadro

Mario Benedetti Foto
Lemony Snicket Foto
José Martí Foto

“Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”

Fuente: Nuestra América, La Revista Ilustrada de Nueva York, 10 de enero de l891.

Cassandra Clare Foto
Carlos Cuauhtémoc Sánchez Foto
Adolf Hitler Foto

“Bajo el concepto de lectura, concibo cosas muy diferentes de lo que piensa la gran mayoría de los llamados intelectuales. Conozco individuos que leen muchísimo, libro tras libro y letra por letra, y sin embargo no pueden ser tildados de "lectores". Poseen una multitud de "conocimientos", pero su cerebro no consigue ejecutar una distribución y un registro del material adquirido. Les falta el arte de separar, en el libro, lo que es de valor y lo que es inútil, conservar para siempre en la memoria lo que en verdad interesa, pudiendo saltarse y desechar lo que no les comporta ventaja alguna, para no retener lo inútil y sin objeto. La lectura no debe entenderse como un fin en sí misma, sino como medio para alcanzar un objetivo. En primer lugar, la lectura debe auxiliar la formación del espíritu, despertar las inclinaciones intelectuales y las vocaciones de cada cual. Enseguida, debe proveer el instrumento, el material de que cada uno tiene necesidad en su profesión, tanto para simple seguridad del pan como para la satisfacción de los más elevados designios. En segundo lugar, debe proporcionar una idea de conjunto del mundo. En ambos casos, es necesario que el contenido de cualquier lectura no sea aprendido de memoria de un conjunto de libros, sino que sea como pequeños mosaicos en un cuadro más amplio, cada uno en su lugar, en la posición que les corresponde, ayudando de esta forma a esquematizarlo en el cerebro del lector. De otra forma, resulta un bric-á-brac de materias memorizadas, enteramente inútiles, que transforman a su poseedor en un presuntuoso, seriamente convencido de ser un hombre instruido, de entender algo de la vida, de poseer cultura, cuando la verdad es que con cada aumento de esa clase de conocimientos, más se aparta del mundo, hasta que termina en un sanatorio o como político en un parlamento.”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Mi Lucha

Caspar David Friedrich Foto
Fidel Castro Foto

“Siembra escuelas y tendrás decenas de miles de científicos; siembra escuelas y tendrás decenas de miles de buenos cuadros; siembra escuelas y tendrás un pueblo preparado; siembra escuelas y tendrás un pueblo consciente, capaz de enfrentar cualquier prueba; siembra escuelas y tendrás un pueblo de socialistas y de comunistas.”

Fidel Castro (1926–2016) Ex Presidente de Cuba y Ex Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba

Discurso pronunciado en las conclusiones de la Asamblea Provincial del Partido de La Habana, 3/2/1991 http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1991/esp/f030291e.html.

Marcel Duchamp Foto

“Contra toda opinión, no son los pintores sino los espectadores quienes hacen los cuadros.”

Marcel Duchamp (1887–1968) pintor y escultor aleman

Sin fuentes

Julio Cortázar Foto
Milan Kundera Foto
Ray Bradbury Foto
Herbert George Wells Foto
Edgar Degas Foto

“Un cuadro debe ser pintado con el mismo sentimiento con que un criminal comete un crimen.”

Edgar Degas (1834–1917) pintor y escultor francés

Fuente: [Ortega Blake], Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México. ISBN 6073116314, 9786073116312. https://books.google.cat/books?hl=es&id=QJIAVIKP1dgC&q=Degas#v=snippet&q=Degas&f=false En Google Books. Consultado el 18 de noviembre de 2019.

Eugéne Delacroix Foto

“A veces hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo.”

Eugéne Delacroix (1798–1863) pintor francés

Fuente: Eusebio, Sebastián Arribas. Enciclopedia básica de la vida. Cultivalibros, 2010. ISBN 978-84-99233-42-0, p. 294.

François de La  Rochefoucauld Foto
Sebastian Vettel Foto

“La bandera a cuadros realmente sólo es un estúpido palo de madera y una pieza de tela. No es gran cosa, pero significa mucho cuando cruzas la línea en momentos como éste.”

Sebastian Vettel (1987) piloto de automovilismo alemán

Tras conseguir una cuarta posición con un Toro Rosso (la mejor posición para el equipo hasta ese momento) en el Gran premio de China de 2007, después de remonar desde el puesto 17 (fue sancionado con cinco posiciones en clasificación por entorpecer la vuelta rápida de Kovalainen en la Q2).
Fuente: Sebastian Vettel: Quotes http://www.sebastian-vettel.org/quotes.htm

Hermann Tertsch Foto
José María Morelos Foto
Paul Auster Foto
Leonardo Torres Quevedo Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Filippo Tommaso Marinetti Foto

“Admirar un cuadro antiguo equivale a verter nuestra sensibilidad en una urna funeraria, en lugar de proyectarla lejos, en violentos gestos de creación y de acción.”

Filippo Tommaso Marinetti (1876–1944) poeta y editor

Fuente: "Fundación y manifiesto del futurismo", en Le Figaro, 20 de febrero de 1909.

Cassandra Clare Foto
Milan Kundera Foto
Stephen King Foto
Viktor Frankl Foto
Nicholas Sparks Foto
Mariano Azuela Foto
Julio Cortázar Foto
Mario Vargas Llosa Foto
Wasily Kandinsky Foto
Fernando Botero Angulo Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Albert Einstein Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Alberto Durero Foto
Salvador De Madariaga Foto
Robert Schumann Foto
Charles Baudelaire Foto
Walter Benjamin Foto
Will Durant Foto
Théophile Gautier Foto

“El arte no es en absoluto el fruto de las costumbres. el arte nada tiene que ver con la moral… Yo renunciaría con gusto a mis derechos de francés y de ciudadano por ver un cuadro auténtico de Rafael o una hermosa mujer desnuda…”

Citado en Contra el arte y los artistas, capítulo 9 El arte por el arte, páginas 108 y 109
Fuente: Gautier,'Théophile: Mademoiselle de Maupin; prefacio, París, 1910, página 22

Johann Wolfgang von Goethe Foto
Thomas Henry Huxley Foto
Francisco Goya Foto
Salvador Dalí Foto
Salvador Dalí Foto
Jacques Monod Foto
Ernesto Guevara Foto
Gustav Klimt Foto
Gustav Klimt Foto
Marcelo Bielsa Foto
Josh Homme Foto
Chuck Palahniuk Foto
Mao Zedong Foto

“Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan pausada y fina, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra". Informe sobre la investigación del movimiento campesino en Junán.”

Mao Zedong (1893–1976) Presidente del Partido Comunista de China

Marzo de 1927).
Variante: ... hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan tranquila y delicada, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra.

Arturo Pérez-Reverte Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Kurt Schwitters Foto
Amaia Montero Foto

“Despacio, como se mira un buen cuadro, como se abraza al diablo”

Amaia Montero (1976) Cantautora española

Amaia Montero, Pablo Benegas y Xabi SanMartin, "Despacio"
Más Guapa

Mario Vargas Llosa Foto

“No creo que meter goles sea mucho más importante que pensar con claridad, que escribir una gran obra de teatro o escribir un hermoso poema o pintar un cuadro…”

Mario Vargas Llosa (1936) escritor peruano

Fuente: Entrevista EFE sobre su libro, La Civilización del Espectáculo

Miquel Barceló Foto
Héctor Germán Oesterheld Foto

“[…] La política ha sido mi quehacer fundamental a lo largo de mi vida. Al aceptar el pedido de varias personalidades de la provincia de Castilla y tomar la decisión de participar en el proceso electoral en 1939, pensé que debía hacer de la política un apostolado al servicio del departamento de Arequipa y de sus hijos. Estuve muy lejos de aquellos inescrupulosos que toman la política con afán de figuración y, sobre todo, de los que van al cargo político con el impúdico propósito de enriquecerse; esos que impropiamente se llaman políticos son culpables del desprestigio que sufre la política, porque van a ella carentes de ideales y de propósitos constructivos; muchos van con el vergonzoso propósito de disfrutar de la influencia en los poderes del Estado y lo más condenable todavía para aprovecharse del cargo para negociar influencias y disfrutar ilícita y vergonzosamente de beneficios. Frente a este lastimoso cuadro es urgente que las nuevas generaciones reaccionen enérgicamente condenando la conducta vergonzosa de los oportunistas que hacen de la política un trampolín para obtener ilícitamente la influencia del cargo que ejercen. Frente a este cuadro sombrío e inmoral, es urgente que las nuevas generaciones con amor a la patria y a la moral, realicen una vigorosa cruzada cívica nacional para lograr la recuperación moral del Perú y poner toda su energía en provecho del desarrollo cívico y económico de nuestros compatriotas para lograr un Perú mejor para todos los peruanos. En esta tarea corresponde a Arequipa primordial papel.”

Javier de Belaúnde Ruiz de Somocurcio (1909–2013) político peruano
Noam Chomsky Foto
Henry Hazlitt Foto

“Resulta indispensable cierta cantidad de gasto público para cumplir las funciones esenciales del gobierno. Un buen número de obras públicas -calles, carreteras, puentes y túneles, arsenales y astilleros, edificios para los cuerpos legislativos, la policía y los bomberos- son necesarias para atender los servicios públicos indispensables. La realización de estas obras públicas, útiles por sí mismas y por tanto necesarias, no conciernen a nuestro estudio. Me voy a referir aquí a las obras públicas consideradas como medio de «combatir el paro», o de proporcionar a la comunidad una riqueza que de otro modo no podríamos disfrutar.
Se ha construido un puente. Si se ha hecho así para atender una insistente demanda pública; si con tal construcción se resuelve un problema de tráfico o de transporte que de otro modo hubiera sido insoluble; si, en una palabra, incluso es más necesario que las cosas en las que los contribuyentes hubiesen gastado su dinero, de no haber sido gravados con dichos impuestos, nada cabe objetar. Pero un puente que se construye básicamente «para proporcionar trabajo» es de una clase muy distinta. Cuando el
proporcionar empleo se convierte en finalidad, la necesidad pasa a ser una cuestión secundaria. En semejante situación se inventan los «proyectos». En lugar de pensar sólo dónde deben construirse los puentes, los burócratas empiezan por preguntarse dónde pueden ser construidos. Se buscan unas razones que resulten aceptables para que un nuevo puente una la zona este con la zona oeste. Y de este modo, el puente se convierte inmediatamente en una necesidad absoluta; y aquellos que expongan alguna duda sobre la necesidad de semejante construcción son destituidos por obstruccionistas y reaccionarios.
Dos son los argumentos que se formulan a favor de la construcción del puente: el primero se argumenta principalmente antes de su construcción; el segundo, cuando ya está terminado. En el primero se afirma que tal obra proporcionará trabajo. Facilitará, digámoslo así, quinientos empleos durante un año. Unos empleos que, de otro modo, jamás hubiesen existido.
Esto es lo que se puede ver a primera vista. Pero si disponemos de cierta práctica en considerar las consecuencias remotas sobre las inmediatas y tenemos en cuenta a quienes se ven indirectamente afectados por el proyecto gubernamental, en lugar de concentrarnos simplemente en quienes se benefician de él de una manera directa, el cuadro ofrece perspectivas bien distintas. Es cierto que un grupo determinado de obreros encontrará una colocación de la que, de otro modo, hubieran carecido. Pero la obra ha sido realizada con el dinero conseguido mediante los impuestos. Cada dólar gastado en el puente tendrá que ser pagado por los contribuyentes. Si el puente cuesta diez millones de dólares, los contribuyentes tendrán que pagar esos diez millones. Por tal motivo se encontrarán con que no pueden emplear ese dinero en las cosas que más necesitaban.”

Henry Hazlitt (1894–1993) periodista estadounidense

Economía en una lección

John Perkins Foto

“Hoy esos hombres y mujeres van a Tailandia, a Filipinas, a Botswana, a Bolivia y a cualquier parte donde esperan encontrar gentes que necesitan con desesperación un trabajo. Van a esos países con la intención deliberada de explotar a los desdichados, a seres que tienen hijos desnutridos o famélicos, que viven en barrios de chabolas y que han perdido toda esperanza de una vida mejor; que incluso han dejado de soñar en un futuro. Esos hombres y mujeres salen de sus fastuosos despachos de Manhattan, de San Francisco o de Chicago, se desplazan entre los continentes y los océanos en lujosos jets, se alojan en hoteles de primera categoría y se agasajan en los mejores restaurantes que esos países puedan ofrecer. Luego salen a buscar gente desesperada.
Son los negreros de nuestra época. Pero ya no tienen necesidad de aventurarse en las selvas de África en busca de ejemplares robustos para venderlos al mejor postor en las subastas de Charleston, Cartagena o La Habana. Simplemente reclutan a esos desesperados y construyen una fábrica que confeccione las cazadoras, los pantalones vaqueros, las zapatillas deportivas, las piezas de automoción, los componentes para ordenadores y los demás miles de artículos que aquéllos saben colocar en los mercados de su elección. O tal vez prefieren no ser los dueños de esas fábricas, sino que se limitan a contratar con los negociantes locales, que harán el trabajo sucio por ellos.
Esos hombres y mujeres se consideran gente honrada. Regresan a sus países con fotografías de lugares pintorescos y de antiguas ruinas, para enseñárselas a sus hijos. Asisten a seminarios en donde se dan mutuas palmadas en las espaldas e intercambian consejos sobre cómo burlar las arbitrariedades aduaneras de aquellos exóticos países. Sus jefes contratan abogados que les aseguran la perfecta legalidad de lo que ellos y ellas están haciendo. Y tienen a su disposición un cuadro de psicoterapeutas y otros expertos en recursos humanos, para que les ayuden a persuadirse de que, en realidad, están ayudando a esas gentes desesperadas.
El esclavista a la antigua usanza se decía a sí mismo que su comercio trataba con una especie no del todo humana, a cuyos individuos ofrecía la oportunidad de convertirse al cristianismo. Al mismo tiempo, entendía que los esclavos eran indispensables para la supervivencia de su propia sociedad, de cuya economía constituían el fundamento. El esclavista moderno se convence a sí mismo (o a sí misma) de que es mejor para los desesperados ganar un dólar al día que no ganar absolutamente nada. Y además se les ofrece la oportunidad de integrarse en la más amplia comunidad global. Él o ella también comprenden que esos desesperados son esenciales para la supervivencia de sus compañías, y que son los fundamentos del nivel de vida que sus explotadores disfrutan. Nunca se detienen a reflexionar sobre las consecuencias más amplias de lo que ellos y ellas, su nivel de vida y el sistema económico en que todo eso se asienta están haciéndole al planeta, ni sobre cómo, finalmente, todo eso repercutirá en el porvenir de sus propios hijos.”

Confesiones de un gángster económico

David Herbert Lawrence Foto
Julio Cortázar Foto
Donna Tartt Foto
Virginia Woolf Foto
Juan José Saer Foto

“A Tomatis lo preocupaba saber de qué manera llevaría la conversación con sus excolegas hasta llegar al centro, pero a las dos cuadras el conductor y los dos de atrás ya habían reanudado la discusión sobre el partido del domingo, analizando la composición de los dos equipos, el hecho de que jugaran en tal o cual cancha, la historia reciente —cambios, partidos ganados o perdidos, estado físico de ciertos jugadores, etcétera— de los res-pectivos cuadros. En la época en que recién había entrado a trabajar en el diario, a los veinte años, como los periodistas de deportes se burlaban de él a causa de su inclinación por la literatura, Tomatis se vengaba de ellos ridiculizando el deporte y proclamando sin mentir que nunca había entrado en una cancha de fútbol, y oyéndolos discutir con tanta pasión durante el viaje en auto, pensaba que hasta ese día podía hacer la misma afirmación, pero que la situación en la que estaba no se lo permitía —lo que cuando tenía veinte años consideraban una provocación, hoy lo tomarían como una ofensa aunque no se abstenían de efectuar con el partido del domingo todo el gasto de la conversación, sin preguntarse si la persona que habían invitado a viajar con ellos se interesaba o no por el tema. «Ni ellos ni yo hemos cambiado nada en todos estos años, y no cambiaremos tampoco en los que nos quedan por vivir», pensaba Tomatis cuando bajó del coche”

Juan José Saer (1937–2005) escritor argentino

La Grande

Elvira Lindo Foto
Oscar Wilde Foto
Milan Kundera Foto
Virginia Woolf Foto
Mario Benedetti Foto
Milan Kundera Foto
Milan Kundera Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Sarah Dessen Foto

“Entonces", dice mientras íbamos por la carretera principal, el rompe el silencio, "he estado pensando."
"¿Sí?"
Él asintió "Realmente necesitas salir conmigo."
Parpadeé. "¿Perdona?"
"Ya sabes. Tú, yo. Un restaurante o una película. Juntos" Él me mira otra vez, cambia de velocidad. "¿Quizás es algo nuevo para ti? Si es así, voy a estar feliz de guiarte"
"¿Quieres llevarme a ver una película?", Pregunto.
"Bueno, realmente no", dijo. "Lo que en verdad quiero es que seas mi novia. Pero pensé que si te lo decía así te asustarías."
Sentí que mi corazón salto de mi pecho. "¿Siempre eres tan directo sobre este tipo de cosas?"
"No", dice. Doblamos a la derecha, subiendo por la colina hacia la ciudad, los altos edificios del hospital y la campana U eran visibles desde arriba de la colina.
"Pero tengo la sensación de que tienes prisa y estas dejando todo, así que pensé que debería ir al grano"
"Yo sólo estaré fuera una semana", digo en voz baja.
"Cierto", dice mientras seguimos subiendo. "Pero he querido hacerlo desde hace tiempos y ya no podía esperar."
"¿En serio?", Pregunto. Él asiente con la cabeza. "Como, ¿desde cuándo?"
Él lo piensa por un segundo. "El día que me golpeaste en baloncesto."
"¿Eso te pareció atractivo?"
"No exactamente", respondió. "Más bien fue como vergonzoso y humillante. Pero hubo algo en ese momento… Era como una pizarra limpia. Ninguna postura o pretensión. Fue como, ya sabes, real”.
Estábamos llegando a la ciudad ahora, pasando FrayBake, Luna Blu sólo estaba ha unas cuadras de distancia. "Real", repito.”

What Happened to Goodbye

Juan José Saer Foto
Donna Tartt Foto
David Markson Foto

“Matisse, consultado sobre la piel verde: No estoy pintando una mujer. Estoy pintando un cuadro.”

David Markson (1927–2010) escritor estadounidense

Reader’s Block

Bret Easton Ellis Foto
Milan Kundera Foto
Ray Bradbury Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Antonio Muñoz Molina Foto