Frases sobre salvo
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“Jamie no fue solo el ángel que salvó a Tom Thornton, sino que también fue el ángel que nos salvó a todos.”

Nicholas Sparks (1965) es uno de los mejores novelistas de amor

Un paseo para recordar

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“Si se ve envuelto en una tormenta en este instante, no tema pedirle a Dios que le salve.”

Las 21 Oraciones Más Efectivas de la Biblia: 21 Most Effective Prayers of the Bible

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“Él rezaba para que sus alas de ángel la mantuvieran a salvo.”

Susan Elizabeth Phillips (1948) escritora estadounidense

Kiss an Angel

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“Realicemos nuestro día con el mismo propósito que anima a la Naturaleza, y no nos dejemos apartar del camino por cascara alguna o por ala de mosquito que puedan caer en él. Levantémonos temprano, ayunemos o desayunémonos pausadamente y sin perturbaciones; que venga y vaya la compañía, que tañan las campanas o lloren los niños; sigamos, determinados a hacer de ello un día. ¿Por qué habríamos de someternos e ir con la corriente? No nos sintamos perturbados y vencidos en ese terrible rápido arremolinado que llamamos almuerzo, sito en los bajíos del mediodía. Sortead este peligro, y estaréis a salvo para el resto de la jornada, que discurrirá luego cuesta abajo. Con nervios templados y vigor matinal, dejadlo atrás, y como Ulises atado al mástil, poned la mirada en otra parte. Si silba el motor, que lo haga hasta enronquecer de insistencia. Si tañe la campana ¿por qué hemos de apresurarnos? Consideremos qué música nos ofrecen. Resolvámonos a hacer nuestro camino, llevando adelante nuestros pasos a través del barro y lodo de la opinión, prejuicios, tradición, engaño y apariencias que, cual tierra de aluvión, cubren el globo entero desde París a Londres, Nueva York, Bostón y Concord, a través de Iglesia y Estado, a través de la poesía, la filosofía y la religión, hasta que alcancemos un suelo duro y rocoso, al que podemos llamar realidad, y digamos: «Héla aquí, no hay duda». Y entonces, comencemos, contando con un point d’appui, bajo crecidas, heladas o fuego; un lugar donde se pueda encontrar un muro o una propiedad, donde se pueda erigir sin problemas un farol, o acaso un medidor, no un Nilómetro sino un Realímetro, para que las generaciones futuras sepan qué caudal llegaban a alcanzar de vez en cuando las riadas de engaños y apariencias. Si os enfrentáis cara a cara con un hecho, veréis brillar el sol en sus dos facetas, como si fuera una cimitarra, y sentiréis su suave filo, que os divide por el corazón y la médula, concluyendo así vuestra carrera mortal. Trátese de vida o muerte, nosotros ansiamos sólo la realidad. Si en verdad morimos, que oigamos el estertor en nuestras gargantas y sintamos el frío de nuestras extremidades; si estamos vivos, vayamos a lo nuestro. El tiempo no es sino el río donde voy a pescar. Bebo en él, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y descubro cuán cerca se encuentra de mí. Su fina corriente discurre incansable, pero la eternidad permanece. Yo quisiera beber de más hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce está tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del alfabeto. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y saja su camino en el secreto de las cosas. No deseo ocupar mis manos más de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que aquélla es un órgano excavador, como los hocicos y garras de algunos animales, y con ella minaría y horadaría yo mi camino a través de estas colinas. En algún lugar de estos alrededores se encuentra, creo, la vena más rica; me lo dicen mi varita mágica y los mágicos vapores que ascienden serpenteando. Aquí comenzaré a minar.”

Walden, la vida en los bosques

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“nadie tiene derecho a sonreír en un mundo podrido como éste salvo que tenga pacto con el Diablo”

Nicanor Parra (1914–2018) poeta, matemático y físico chileno

El último apaga la luz: Obra selecta

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“Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la concurrencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.”

Anselm Jappe (1962)

Variante: Evidentemente existen las luchas de clases, porque el capitalismo es una sociedad basada en la competencia - siempre hay una lucha en torno a la distribución del valor. Pero hoy en día esa lucha ya no tiene - y en el pasado raramente lo ha tenido - el carácter de una lucha a favor o en contra del capitalismo. Casi siempre sus participantes han presupuesto y aceptado la existencia del valor, del dinero y de la mercancía. Se trata entonces, en gran medida, de luchas al interior de la esfera de la circulación. Desde luego, estas luchas de clases han tenido una gran importancia histórica y han permitido que muchas personas vivan un poco mejor. Sin embargo, salvo en raras ocasiones, su horizonte no era la emancipación con respecto a la forma social fetichista. Se había aceptado ya la existencia y la pretendida necesidad del trabajo. Las acciones reivindicativas de los trabajadores simplemente quisieron liberar al trabajo de los “parásitos” que se encontraban en la esfera de la circulación (trátese de los jefes de fábrica o de los banqueros) Con la decadencia del proletariado clásico, la izquierda ha señalado muchos otros posibles “sujetos revolucionarios” - sean los trabajadores informáticos, los trabajadores precarios, las mujeres o aun la gente del tercer mundo, etc. Pero hemos visto que ninguna categoría que participa en el ciclo del trabajo y del capital está, en tanto que tal, al margen del capital. Por la sola razón de que pertenecen a una clase social, sus miembros no están interesados en la abolición de esas formas sociales o del valor. Al mismo tiempo, esto no quiere decir que no haya conflictos sociales. Por el contrario, el capitalismo crea todos los días situaciones invivibles en el plano económico y ecológico, en el plano del urbanismo, de la vida cotidiana… Todo el tiempo el capitalismo se ve contestado en términos implícitos o explícitos. Pero muy a menudo estos conflictos permanecen en el marco de la lógica abstracta de la valorización. Esta pretende someter todas las exigencias a la sola lógica de la ganancia y se encuentra en conflicto con la buena vida e incluso con la supervivencia de la humanidad. Ya no es posible leer estos tipos de conflictos a través del prisma de las clases sociales ya constituidas. Lo que queda en las fábricas de la antigua capa obrera suele haberse convertido en un grupo social bastante conservador que solamente quiere defender sus intereses materiales inmediatos.

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“En uno de sus poemas –Contribución a la estadística- Wislawa Szymborska enumera cuántas de cada cien personas son las dispuestas a admirar sin envidia –dieciocho-, las capaces de ser felices –como mucho, ventitantas-, las que de la vida no quieren más que cosas –cuarenta, aunque quisiera equivocarse-, las inofensivas de una en una pero salvajes en grupo –más de la mitad seguro-, las dignas de compasión –noventa y nueve- y acaba: “Las mortales: cien de cien. Cifra que por ahora no sufre ningún cambio”. Y sigue sin cambiar porque ayer la propia autora del poema acaba de confirmar la estadística con su fallecimiento.

En otros muchos aspectos, por el contrario, fue la excepción que desafía lo probable y rutinario. Su poesía es reflexiva sin engolamiento ni altisonancia, de forma ligera y fondo grave, directa al sentimiento pero sin chantaje emocional. Breve y precisa, escapa a ese adjetivo alarmante que tanto satisface a los partidarios de que importe el tamaño: torrencial. Sobre todo nos hace a menudo sonreír, sin incurrir en caricaturas ni ceder a la simpleza satírica. Lo más trágico de la poesía contemporánea no es lo atroz de la vida que deplora o celebra, sino la falta de sentido del humor de los poetas. Se les nota especialmente a los que quieren ser festivos y son sólo grotescos o lúgubres (aunque los entierros también son fiestas, claro y más precisamente fiestas de guardar).

De esta frecuente maldición escapa, risueña y agónica, Szymborska: ¿cómo podría uno renunciar a ella? Hija –y luego, con los años, algo así como hada madrina poética- de un país europeo que apuró el siglo XX hasta las heces y padeció dos totalitarismos sucesivos, en su caso la duradera atrocidad jugó a favor de su carácter: le dio modestia, le dio recato, le dio perspicacia y le permitió distinguir entre lo que cuenta y lo que nos cuentan. Carece de retórica enfática pero eso no disminuye su expresividad, sino que la hace más intensa por inesperada. Cuando comenzamos a leer uno de sus diáfanos poemas nos ponemos a favor del viento, para recibir la emoción de cara, pero nos llega por la tangente y no para derribarnos sino para mantenernos en pié. Confirma nuestros temores sin pretender desalentarnos: sabe por experiencia que todo puede ser política pero también nos hace experimentar que la política no lo es todo. Se mantiene fiel, aunque con ironía y hasta con sarcasmo, a la pretendida salvación por la palabra y sin embargo nunca pretende decir la última palabra: porque en ese definitivo miramiento estriba lo que nos salva.

Nadie ha sabido conmemorar con menos romanticismo y con mayor eficacia el primer amor, cuya lección inolvidable se debe a no ser ya recordado…y por tanto acostumbrarnos a la muerte. Se dedicó a las palabras con delicadeza lúdica, jugando con ellas y contra ellas pero sin complacerse en hacerlas rechinar. Como todo buen poeta, fue especialmente consciente de su extrañeza y hasta detalló las tres más raras de todas, las que se niegan a sí mismas al afirmar: “Cuando pronuncio la palabra Futuro, la primera sílaba pertenece ya al pasado. / Cuando pronuncio la palabra Silencio, lo destruyo. / Cuando pronuncio la palabra Nada, creo algo que no cabe en ninguna no-existencia”.”

Fernando Savater (1947) filósofo español
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“Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos,
un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de
Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del
Newsweek, el cuento del gato con botas,

el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier
cosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a qué
pero llegar,

llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que en
una hora final descubras que caminaste volaste corriste
reptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entre
tus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literario
o una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos y
de caspa

en vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuesta
con fragancia de helechos mojados, pelo crespo de un
niño, hocico de cachorro o simplemente un sentimiento
de reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango que
sin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosa
saga de ser hombre.

No hay discurso del método, hermano, todos los mapas
mienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte en
este corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste,
dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado por
la muerte, debatiéndose entre perros de uniforme y
horarios de oficina, entre amores de interregno y duelos
despedidos por tarjeta,
dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sin
cáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dónde
está el sur libre de hienas, el viento de la costa sin
cenizas de uranio,

de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahí
afuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglás
y Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es eso
que en plena noche te sume en la maraña turbia de las
pesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muerto
o una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblas
te inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a la
traición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantano
viscoso con un grito que te tira de este lado, el dónde
estaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absoluta
para mostrarte el camino, para orientar esa mano que
ahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante,

porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa con
las rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta la
garganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado,
punto de partida que es llegada.

Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiado
de teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano.
Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puede
partir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de un
golpe de viento en el tejado, del estudio número 3 de
Scriabin, para llegar no sabes bien a qué pero llegar.”

Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
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“Francia ha sido tradicionalmente el ideal de Estado-nación soñado por las élites políticas españolas, salvo algunos raros grupos o personajes liberales que quisieron emular a Gran Bretaña. En cambio, y comprensiblemente, el modelo francés ha sido rechazado siempre por las élites periféricas, que lo consideran el ejemplo de la centralización y la falta de respeto hacia culturas como la corsa, la occitana o la bretona. Trasplantar el canon francés a España ha sido, sin embargo, una empresa nada fácil de llevar a cabo y la obstinación por imitarlo es quizás la clave de muchos de los problemas vividos al sur de los Pirineos. Porque, a diferencia del país vecino, en España nunca hubo una gran revolución que eliminara, incluso físicamente, a los detentadores de los poderes locales o a un clero católico que ponía serios límites a la influencia cultural del Estado. Tampoco logró durar nunca un régimen republicano que implantara un servicio militar verdaderamente universal ni un sistema escolar general, gratuito, laico y obligatorio. Ni ha existido históricamente una capital cuyo tamaño, potencia económica e influencia cultural sobrepasaran de manera indiscutible a cualquier otra ciudad del país. Tampoco hubo un affaire Dreyfus, ni una guerra mundial recordada como de unánime oposición a la invasión alemana.”

José Álvarez Junco (1942) historiador español

Dioses útiles: Naciones y nacionalismos

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“─Mi crimen ha sido querer más, no resignarme, lanzarme a volar por mi cuenta. Tal vez para ti mi crimen ha consistido en no haber estado más sometido a ti, en no haberte necesitado más, en no haber estado frente a ti en una constante situación de inferioridad. En que fueras tú la que dabas y yo el que recibía.

─No, Antero. Tu crimen ha sido el tomar las apariencias por realidades, el darle más importancia a las apariencias que a las realidades, el vivir en la mentira a sabiendas por miedo de enfrentar la realidad. Ese dinero que ha caído tan fugazmente sobre ti ha sido como la piedra de toque para probar la calidad del metal de tu alma. Ha podido servir para curarte de engaños y regresarte a las realidades, si es que alguna vez has vivido de ellas, y no en una especie de sueño que todo lo deforma y lo falsifica, y en el cual, al final, no sabes ni quién eres tú, ni quiénes somos los demás, ni qué te corresponde hacer. Pero no ha sido así; ni la experiencia fugaz de esta riqueza inmerecida, ni esta catástrofe, que debió servir para sacudirte hasta lo más profundo, han servido para sacarte de tus mentiras, para hacerte huir de ellas y ponerte a salvo en la verdad. Estabas huyendo, pero era de la cara de la realidad que asoma para continuar lejos viviendo en ese país del engaño del que nunca has sabido salir.”

Arturo Uslar Pietri (1906–2001) escritor y político venezolano

Chúo Gil y otras obras

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“Aquí no pasa nada, salvo el tiempo.”

Ángel González (1925–2008) poeta (1925-2008)

Poema "Elegía pura", de Palabra sobre palabra.
Fuente: Alarcos Llorach, Emilio: La poesía de Angel González.
Fuente: Ediciones Nobel, 1996; página 329. ISBN 9788487531675.

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“Los françeses son noble naçión de gente; son sabios, e muy entendidos, e discretos en todas las cosas que pertenesçen a buena criança, en cortesía e gentileza. Son muy gentiles en sus traeres, e guarnidos ricamente. Tráense mucho a lo propio. Son francos e dadivosos; aman fazer plazer a todas las gentes. Honran mucho los estrangeros; saben loar e loan mucho los buenos fechos. Non son maliçiosos, dan pasada a los henojos; non caloñan a honbre nin fecho, salvo si les va allí mucho de sus honras. Son muy corteses e graçiosos en su fablar. Son muy alegres; toman plazer de buena mente, e búscanlo, ansí ellos como ellas. Son muy henamorados, e préçianse dello.”

Citas de su obra El Victorial
Fuente: Gutierre Díez de Games. Crónica de Don Pedro Niño, Conde de Buelna, también conocida como El Victorial. Página 114. Colección de Crónicas y Memorias de los Reyes de Castilla. Editor Eugenio Llaguno y Amírola. Editado en la imprenta de don Antonio de Sancha, 1782. 236 páginas. https://books.google.es/books?id=jMJYAAAAcAAJ&pg=PA88&dq=Los+yngleses+son+unas+gentes+muy+diversos+en+condi%C3%A7iones+e+desavenidos+de+todas+las+otras+na%C3%A7iones.+Estas+maneras+han+ellos+por+muchas+razones:&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwigo6O21cXhAhVSyoUKHfBiDvYQ6AEIKjAA#v=onepage&q=Los%20fran%C3%A7eses%20son%20noble%20na%C3%A7i%C3%B3n%20de%20gente%3B%20son%20sabios%2C&f=false

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“Todo se arregla solo, salvo lo que no tiene arreglo.”

Ramón Barros Luco (1835–1919) Ex presidente de Chile

Fuente: Citado en [Orrego Barros], Carlos. Bosquejos y perfiles. Editorial Andrés Bello, 1961, p. 11.

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“Es una máxima conmigo que ningún hombre haya sido nunca escrito fuera de su reputación, salvo por sí mismo.”

Richard Bentley (1662–1742)

Original: «It is a maxim with me that no man was ever written out of reputation but by himself».
Fuente: Sweeting, George. Who Said That?: More than 2,500 Usable Quotes and Illustrations. Editor Moody Publishers, 1995. ISBN 9780802491978. https://books.google.es/books?id=7mn8AwAAQBAJ&pg=PT353&dq=It+is+a+maxim+with+me+that+no+man+was+ever+written+out+of+reputation+but+by+himself.+Richard+Bentley&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjtlLTawNrgAhVPyRoKHYJ4B3QQ6AEIMDAB#v=onepage&q=It%20is%20a%20maxim%20with%20me%20that%20no%20man%20was%20ever%20written%20out%20of%20reputation%20but%20by%20himself.%20Richard%20Bentley&f=false

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“Los pactos son necesarios a veces, las mentiras en campaña nunca, salvo para ganar votos.”

Albert Rivera (1979) Político español

Albert Rivera en Twitter https://twitter.com/Albert_Rivera/status/170464890622984192, 17 de febrero de 2012

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“Es tan eterna. Mientras haya personas, podrán recordar palabras y combinaciones de palabras. Nada más puede sobrevivir a un holocausto salvo poesía y canciones. Mientras haya seres humanos, las canciones y la poesía pueden continuar.”

Jim Morrison (1943–1971) cantante, compositor y poeta estadounidense

Hablando sobre la altura de la poesía.
Original: «It's so eternal. As long as there are people, they can remember words and combinations of words. Nothing else can survive a holocaust but poetry and songs. So long as there are human beings, songs and poetry can continue».
Fuente: Davis, Stephen. Jim Morrison: Life, Death, Legend. Editorial Penguin, 2005. ISBN 9781101218273, p. 333.

“Está a salvo de cualquier peligro aquel que, aún estando seguro, se mantiene en guardia.”

Publilio Siro escritor latino

Fuente: Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013. ISBN 978-60-73116-31-2.

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“Ningún rumbo estaba abierto para mí, salvo saltar, con los ojos fijos en el abismo del futuro.”

William Beckford (1760–1844) novelista inglés

Citas por obras, Vathek with The Episodes of Vathek
Original: «No course was open to me save to leap, with eyes self-bound, into the yawning abyss of the future».
Fuente: Página 371. https://books.google.es/books?id=a08j7jDP7McC&pg=PA163&dq=It+is+a+great+evil+to+look+upon+mankind+with+too+clear+vision.+You+seem+to+be+living+among+wild+beasts,+and+you+become+a+wild+beast+yourself&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwic7PeYhtrgAhXixoUKHW_LAlYQ6AEIKzAA#v=onepage&q=No%20course%20was%20open%20to%20me%20save%20to%20leap%2C%20with%20eyes%20self-bound%2C%20into%20the%20yawning%20abyss%20of%20the%20future&f=false

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“Me temo que nunca seré ni la mitad de sabio ni de bueno para nada en este mundo, salvo para componer aires, construir torres, formar jardines, coleccionar el viejo Japón y escribir sobre un viaje a China o la luna.”

William Beckford (1760–1844) novelista inglés

Original: «I fear I shall never be half so sapient nor good for anything in this world, but composing airs, building towers, forming gardens, collecting old Japan, and writing a journey to China or the moon».
Fuente: Dakers, Caroline. Fonthill Recovered: A Cultural History. Edición ilustrada. Editorial UCL Press, 2018. ISBN 9781787350465. Página 279. https://books.google.es/books?id=AuJaDwAAQBAJ&printsec=frontcover&dq=Fonthill+Recovered:+A+Cultural+History+Escrito+por+Caroline+Dakers&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjf2Km4ptrgAhVvA2MBHbB4BfQQ6AEIKjAA#v=onepage&q=%20fear%20I%20shall%20never%20be%20half%20so%20sapient%20nor%20good%20for%20anything%20in%20this%20world&f=false

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“El celebrado punto de vista de Kant sobre el tiempo me recuerda del cuento de Andersen sobre el traje nuevo del emperador, salvo que, en lugar del traje del emperador, se trata de la forma de la intuición.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad

Original (en inglés): «Kant's celebrated view on time reminds me of Andersen's tale about the emperor's new clothes, except that instead of the emperor's clothes, it concerns the form of intuition».
Fuente: Carta a Ilse Rosenthal-Schneider, 15 de septiembre de 1919

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“El crítico moderno: … Es vocal del comité de la comunidad de letras y cuan gran tirano, no está sujeto a ninguna regla que no sea la suya, la cual no tolerará que se discute. Él mismo ha sido escritorzuelo, pero al faltarle la calidad necesaria se desencantó y volvió apóstata, de allí es tan severo con los demás. Nunca recomienda nada salvo para poder criticar otra cosa que infravalora y suele favorecer a los más débiles, lo cual sería meritorio en cualquier otro campo. Es peor que un index expurgatorius porque tacha todo y cuando no encuentre ningún fallo, lo inventa…”

Samuel Butler (poeta) (1612–1680)

«Caracteres» (en Remains 1759-obra póstuma)
Original: «A modern critic: ... He is a committee-man in the commonwealth of letters, and as great a tyrant, so is not bound to proceed but by his own rules, which he will not endure to be disputed. He has been an apocryphal scribbler himself; but his writings wanting authority, he grew discontent and turned apostate, and thence becomes so severe to those of his own profession. He never commends anything but in opposition to something else that he would undervalue, and commonly sides with the weakest, which is generous anywhere but in judging. He is worse than an index expurgatorius; for he blots out all, and when he cannot find a fault, makes one...».
Fuente: Remains, vol. 2 (1759)

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“Pocas nuevas verdades han ganado su camino en contra de la resistencia de las ideas establecidas, salvo por ser exageradas.”

Isaiah Berlin (1909–1997) Politólogo y filosófo británico.

Original: «Few new truths have ever won their way against the resistance of established ideas save by being overstated.»
Fuente: Citado en McGrath, Alister E. Re-Imagining Nature: The Promise of a Christian Natural Theology. Editor John Wiley & Sons, 2016. ISBN 9781119046301. p. 181.

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“Pronto aprendí que el principal escollo era mantener a salvo los propios ahorros. No me refiero a las tentaciones o a la falta de voluntad. El escollo era Chico Marx. Chico podía olfatear el dinero. Esconder mis ahorros en casa, en cualquier lugar del piso, era inútil. Chico acababa encontrándolos más pronto o más tarde.”

Harpo Marx (1888–1964) actor de cine

Fuente: Hermanos Marx, obras selectas. Groucho y yo; Memorias de un amante sarnoso y ¡Habla Harpo! Autores: Groucho Marx; Harpo Marx. Editorial Carroggio, S. A., Ediciones, 1982. ISBN 84-7254-056-1. p. 620.
Fuente: ¡Habla Harpo!

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“Mi corazón está roto por la terrible pérdida que he sufrido entre mis viejos amigos y compañeros y mis pobres soldados. Créeme, nada excepto una batalla perdida puede ser la mitad de melancólica que una batalla ganada: la valentía de mis tropas hasta ahora me salvó del mal más grande; pero ganar una batalla como esta de Waterloo, a expensas de tantos galantes amigos, sólo podría calificarse de una gran desgracia, excepto por el resultado para el público.”

Arthur Wellesley (1769–1852) político, estadista y militar británico (1769-1852)

Original: «My heart is broken by the terrible loss I have sustained in my old friends and companions and my poor soldiers. Believe me, nothing except a battle lost can be half so melancholy as a battle won: the bravery of my troops hitherto saved me from the greater evil; but to win such a battle as this of Waterloo, at the expens of so many gallant friends, could only be termed a heavy misfortune but for the result to the public».
Fuente: [Adams], William Henry Davenport. Memorable Battles in English History: Where Fought, why Fought, and Their Results; with the Military Lives of the Commanders. Editorial Griffith and Farran, 1863. Procedencia del original: Universidad de Wisconsin - Madison. Digitalizado: 27 de marzo de 2009, p. 400.
Fuente: Carta desde el campo de Waterloo (junio de 1815).

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“A lo largo de los siglos este libro ha sido leído, releído y comentado. Es difícil hallar otro con tanta repercusión en los hombres de distintos tiempos y distintos países salvo, tal vez, la Biblia.”

Dulce María Loynaz (1902–1997) escritora cubana

A propósito de "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha" de Miguel de Cervantes Saavedra.
Discurso de entrega del Premio Cervantes 1992
Fuente: "Discurso de la entrega del Premio Cervantes 1992" La palabra en el aire Ediciones Hnos. Loynaz, 2000.

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“Nada puede traerte la paz salvo tú mismo.”

Dale Carnegie (1888–1955) empresario y escritor estadounidense
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