Frases sobre rencor

Una colección de frases y citas sobre el tema del rencor, odio, mismo, vida.

Frases sobre rencor

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“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.”

Teresa de Calcuta (1910–1997) monja católica de origen albanés

Fuente: Citado en Rosa, Carmen. A partir de ahora. Editorial LibrosEnRed, 2017. ISBN 9781629153681. p. 31.

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“Yo había crecido en el convencimiento de que aquella lenta procesión de la posguerra, un mundo de quietud, miseria y rencores velados, era tan natural como el agua del grifo, y que aquella tristeza muda que sangraba por las paredes de la ciudad herida era el verdadero rostro de su alma. Una de las trampas de la infancia es que no hace falta comprender algo para sentirlo. Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas. Aquella noche primeriza de verano, caminando por ese anochecer oscuro y traicionero de Barcelona, no conseguía borrar de mi pensamiento el relato de Clara en torno a la desaparición de su padre. En mimundo, la muerte era una mano anónima e incomprensible, un vendedor a domicilio que se llevaba madres, mendigos o vecinos nonagenarios como si se tratase de una lotería del infierno. La idea de que la muerte pudiera caminar a mi lado, con rostro humano y corazón envenenado de odio, luciendo uniforme o gabardina, que hiciese cola en el cine, riese en los bares o llevase a los niños de paseo al parque de la Ciudadela por la mañana y por la tarde hiciese desaparecer a alguien en las mazmorras del castillo de Montjuïc, o en una fosa común sin nombre ni ceremonial, no me cabía en la cabeza. Dándole vueltas, se me ocurrió que tal vez aquel universo de cartón piedra que yo daba porbueno no fuese más que un decorado. En aquellos años robados, el fin de la infancia, como la Renfe, llegaba cuando llegaba.”

Carlos Ruiz Zafón (1964) escritor español
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“No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.”

Mohandas Gandhi (1869–1948) abogado, pensador y político indio

Fuente: Palomo Triguero, Eduardo. Cita-logía. Editorial Punto Rojo Libros,S.L. ISBN 978-84-16068-10-4. p. 248.

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“Dulce paal, duerme tranquilo, que aquí a la selva no llegará el monstruo con dientes de acero, rencor y escamas y su ley marcial.”

Ismael Serrano (1974) cantautor español

Nana para un niño indígena (Ismael Serrano)
Canciones, Sueños de un hombre despierto (2007)

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“Tan malo como el tabaco para los pulmones es el rencor para el alma;”

Elizabeth Gilbert (1969) escritora estadounidense

Come, reza, ama

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“Cerca del final de mis días quiero manifestar que no guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo, que asumo la responsabilidad política de todo lo obrado.”

Augusto Pinochet (1915–2006) militar y dictador chileno

En su último cumpleaños.
Fuente: Agencia Efe, reproducido en prensa internacional como Los Tiempos http://www.lostiempos.com/noticias/11-12-06/internacional.php o Las Provincias http://especiales.lasprovincias.es/2006/pinochet/noticia04.html.

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“Que de esta plaza no salga un sólo gesto de rencor, sino de dignidad; que no salga un gesto de odio, pongamos la otra mejilla.”

Néstor Kirchner (1950–2010) cuatrigésimo octavo presidente de la Nación Argentina, entre 2003 y 2007

Discurso en Plaza de Mayo http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/07/15/noticia_0038.html

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“Tú buscas la felicidad en el corazón humano, y para eso le destrozas, hozando en él, como quien remueve la tierra en busca de un tesoro. Yo nada busco, y el desengaño no me espera a la vuelta de la esperanza. Tú eres literato y escritor, y ¡qué tormentos no te hace pasar tu amor propio, ajado diariamente por la indiferencia de unos, por la envidia de otros, por el rencor de muchos! Preciado de gracioso, harías reír a costa de un amigo, si amigos hubiera, y no quieres tener remordimiento. Hombre de partido, haces la guerra a otro partido; a cada vencimiento es una humillación, o compras la victoria demasiado cara para gozar de ella. Ofendes y no quieres tener enemigos. ¿A mí quién me calumnia? ¿Quién me conoce? Tú me pagas un salario bastante a cubrir mis necesidades; a ti te paga el mundo como paga a los demás que le sirven. Te llamas liberal y despreocupado, y el día que te apoderes del látigo azotarás como te han azotado. Los hombres de mundo os llamáis hombres de honor y de carácter, y a cada suceso nuevo cambiáis de opinión, apostatáis de vuestros principios. Despedazado siempre por la sed de gloria, inconsecuencia rara, despreciarás acaso a aquellos para quienes escribes y reclamas con el incensario en la mano su adulación; adulas a tus lectores para ser de ellos adulado; y eres también despedazado por el temor, y no sabes si mañana irás a coger tus laureles a las Baleares o a un calabozo.”

Mariano José de Larra (1809–1837) escritor, periodista y político español (1809-1837)

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“Ahora tengo sueño, digo yo, como si fuera el eco del doctor Pasavento. Y tengo la impresión de que, con mi posición de escribiente, iluminado por la luz de una imaginaria luna menguante, recuerdo las humildes posiciones de aquellos personajes de Walser de los que Walter Benjamin decía que parecían provenir de la noche más oscura, personajes que venían del sueño de una noche veneciana y que lo que lloraban era prosa. “Pues el sollozo”, decía Benjamin, “es la melodía del parloteo de Walser”. Son personajes que no han renunciado a su componente infantil, seguramente porque nunca fueron niños. Les horroriza la idea de que, por cualquier circunstancia ajena a sus deseos, puedan llegar a tener éxito en la vida. ¿Y por qué les horroriza tanto? Desde luego no por sentimientos como el desprecio o el rencor, sino, como dice Benjamin, en sus líneas dedicadas a Walser, por motivos del todo epicúreos. Quieren vivir con ellos mismos. No necesitan a nadie. Son seres a los que su propia naturaleza aleja de la sociedad y que, en contra de lo que pueda pensarse, no necesitan ninguna ayuda, pues si quieren seguir siendo de verdad sólo pueden alimentarse de sí mismos. Proceden, o aparentan proceder, de las praderas de Appenzell y su vida empieza donde acaban los cuentos. “Y si no han muerto, entonces es que hoy viven todavía”, dice Walser de los personajes de esos cuentos. Y nos muestra a continuación cómo viven y a qué se dedican, nos explica qué es lo suyo. Hay días en que lo suyo es ser como coches fúnebres que van a todas partes menos al cementerio. Y otros en los que lo suyo son textos, ensayos errantes, microgramas, furtivas conversaciones con un botón, ilusorios papelillos, pequeña prosa, tentativas de escribir para ausentarse, cigarrillos efímeros y cosas por el estilo.”

Enrique Vila-Matas (1948) escritor español

Doctor Pasavento

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“Sabía que mi reclamo había pasado de moda pero al rencor le gusta ser anacrónico”

Xavier Velasco (1964) escritor mexicano

Puedo Explicarlo Todo

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“El rencor es como beber veneno y esperar a que la otra persona muera.   CARRIE FISHER”

La vida plena: Bienestar, sabiduría, asombro y compasión: los pilares del éxito

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“He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?”

The Savage Detectives

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“el mismo rencor cansado que olvida todos los agravios: por pereza de recordar.”

Fernando Vallejo (1942) Escritor Mexicano

La Virgen de los sicarios

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“generalmente se equivocan sobre el sentido de la palabra "amor" en esta circunstancia; Jesús no entendió, por esas palabras, que se deba amar a su enemigo con el cariño que se tiene a un hermano o a un amigo; la ternura supone confianza, y no se puede tener confianza en aquél que se sabe que es capaz de hacernos mal, y no se pueden tener con él las expansiones de la amistad, porque se sabe que seria capaz de abusar de ellas; entre las personas que desconfían unas de otras, no pueden existir los arranques de simpatía que existen entre aquellos que son de una misma comunión de pensamientos; en fin, no puede tenerse el mismo placer encontrándose con un enemigo que con su amigo. Este sentimiento es también el resultado de una ley física: la de la asimilación y de la repulsión de los fluidos: el pensamiento malévolo dirige una corriente fluidica cuya impresión es penosa; el pensamiento benévolo nos envuelve en una emanación agradable y de aquí resulta la diferencia de sensaciones que se experimentan al aproximarse un amigo o un enemigo. Amar a sus enemigos, no puede, pues, significar que no debe hacerse ninguna diferencia entre ellos y los amigos; este precepto parece difícil y aun imposible de practicar, porque se cree falsamente que prescribe que demos a ambos el mismo puesto en el corazón. Si la pobreza de las lenguas humanas obliga a servirse de la misma palabra para expresar diversos grados de sentimiento, la razón debe establecer la diferencia según los casos. Amar a sus enemigos, no es tenerles un afecto que no está en la naturaleza, porque el contacto de un enemigo hacer latir el corazón de muy diferente modo que el de un amigo; es no tenerle ni odio, ni rencor, ni deseo (le venganza; es perdonarle "sin segunda intención y sin condición" el mal que nos hace, sin Poner ningún obstáculo a la reconciliación; es desearles bien en vez de quererles ni al, alegrarse en vez de afligirse (leí bien que les acontece, tenderles una mano caritativa en caso (le necesidad, abstenerse "en palabras y en acciones" de todo lo que puede perjudicarles; es' en fin, volverles siempre bien por mal, "sin intención de humillarles". Cualquiera que haga esto, llena las condiciones del mandamiento: "Amad a vuestros enemigos".”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“Aunque tenga muchos defectos y miserias personales, mi conciencia está limpia, sosegada y en paz. Los aficionados al descrédito y a la calumnia tan solo me obligan a rezar por ellos. No odio a nadie. No siento rencor por nadie. Dispenso y perdono todo con arreglo a la doctrina cristiana.”

José María Ruiz-Mateos (1931–2015) Empresario y político español

Contexto: En 2012, en una carta abierta a los medios en medio de un proceso judicial.
Fuente: El País.
Fuente: El País, 17 de febrero de 2012, Ruiz-Mateos: "Soy un don nadie y no me arrepiento de nada" http://economia.elpais.com/economia/2012/02/17/actualidad/1329475515_972737.html,

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“A veces, cuando la Fortuna frunce el ceño con más rencor, prepara sus más deslumbrantes regalos.”

Winston Churchill (1874–1965) político británico

1931.
Fuente: Winstonchurchill.org http://www.winstonchurchill.org/resources/quotations

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“Un truco con el que los partidarios del feminismo buscan el perjuicio de la opinión pública en contra de sus críticos es la falacia de que cualquier hombre que osa criticar las pretensiones del feminismo, actúa motivado por rencor personal contra el sexo femenino.”

Ernest Belfort Bax (1854–1926) Escritor, periodista y filósofo socialista británico

The Fraud of Feminism (1913)
Original: «There is a trick with which votaries of Feminism seek to prejudice the public mind against its critics, and that is the “fake” that any man who ventures to criticise the pretensions of Feminism, is actuated by motives of personal rancour against the female sex».
Fuente: Introducción.
Fuente: https://en.wikisource.org/wiki/The_Fraud_of_Feminism/Introduction Introducción

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