Frases sobre el mal
página 16

Javier Marías Foto
Camilo José Cela Foto

“La idea de la muerte llega siempre con paso de lobo, con andares de
culebra, como todas las peores imaginaciones. Nunca de repente llegan
las ideas que nos trastornan; lo repentino ahoga unos momentos, pero
nos deja, al marchar, largos años de vida por delante. Los pensamientos
que nos enloquecen con la peor de las locuras, la de la tristeza, siempre
llegan poco a poco y como sin sentir, como sin sentir invade la niebla los
campos, o la tisis los pechos. Avanza, fatal, incansable, pero lenta,
despaciosa, regular como el pulso. Hoy no la notamos; a lo mejor
mañana tampoco, ni pasado mañana, ni en un mes entero. Pero pasa ese
mes y empezamos a sentir amarga la comida, como doloroso el
recordar, ya estamos picados. Al correr de los días y las noches nos
vamos volviendo huraños, solitarios; en nuestra cabeza se cuecen las
ideas, las ideas que han de ocasionar el que nos corten la cabeza donde
se cocieron, quién sabe si para que no siga trabajando tan atrozmente.
Pasamos a lo mejor hasta semanas enteras sin variar; los que nos
rodean se acostumbraron ya a nuestra adustez y ya ni extrañan siquiera
nuestro extraño ser. Pero un día el mal crece, como los árboles, y
engorda, y ya no saludamos a la gente; y vuelven a sentirnos como raros
y como enamorados. Vamos enflaqueciendo, enflaqueciendo, y nuestra
barba hirsuta es cada vez más lacia. Empezamos a sentir el odio que nos
mata; ya no aguantamos el mirar; nos duele la conciencia, pero ¡no
importa!, ¡más vale que duela! Nos escuecen los ojos, que se llenan de
agua venenosa cuando miramos fuerte. El enemigo nota nuestro anhelo,
pero está confiado; el instinto no miente. (…) Cuando huimos como las
corzas, cuando el oído sobresalta nuestros sueños, estamos ya minados
por el mal; ya no hay solución, ya no hay arreglo posible. Empezamos a
caer, vertiginosamente ya, para no volvernos a levantar de vida. Quizás
para levantarnos un poco a última hora, antes de caer de cabeza hasta
el infierno… Mala cosa.”

The Family of Pascual Duarte

“Los hombres son todos iguales, cuando se sienten mal, no quieren reconocerlo.”

Robin Cook (1931–1994) escritor británico

Invasion

Cassandra Clare Foto
Arturo Uslar Pietri Foto
Horacio Quiroga Foto
Miguel de Unamuno Foto
Ayn Rand Foto
Roberto Bolaño Foto
Ayn Rand Foto
Jean Jacques Rousseau Foto
Amélie Nothomb Foto
Ayn Rand Foto
José Hernández Foto

“Y sepan cuantos me escuchan de mis penas el relato, que nunca peleo ni mato sino por necesidá y que a tanta alversidá solo me arrojó el mal trato.”

José Hernández (1834–1886) militar, periodista, poeta ,político y futbolista argentino

El gaucho Martín Fierro (Edición de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)

Bertrand Russell Foto

“El dramaturgo cuyas obras maestras nunca tienen éxito debería considerar con calma la hipótesis de que sus obras son malas; no debería rechazarla de antemano por ser evidentemente insostenible. Si descubre que encaja con los hechos, debería adoptarla como haría un filósofo inductivo. Es cierto que en la historia se han dado casos de mérito no reconocido, pero son mucho menos numerosos que los casos de mediocridad reconocida. Si un hombre es un genio a quien su época no quiere reconocer como tal, hará bien en persistir en su camino aunque no reconozcan su mérito. Pero si se trata de una persona sin talento, hinchada de vanidad, hará bien en no persistir. No hay manera de saber a cuál de estas dos categorías pertenece uno cuando le domina el impulso de crear obras maestras desconocidas. Si perteneces a la primera categoría, tu persistencia es heroica; si perteneces a la segunda, es ridícula. […] En el auténtico artista, el deseo de aplauso, aunque suele existir y ser muy fuerte, es secundario, en el sentido de que el artista desea crear cierto tipo de obra y tiene la esperanza de que dicha obra sea aplaudida, pero no alterará su estilo aunque no obtenga ningún aplauso. En cambio, el hombre cuyo motivo primario es el deseo de aplauso carece de una fuerza interior que le impulse a un modo particular de expresión, y lo mismo podría hacer un trabajo diferente.”

Bertrand Russell (1872–1970) filósofo, matemático, lógico y escritor británico
Stephen King Foto
Sylvia Day Foto

“Después de esto no voy a ser capaz de separarme de ti, Gia. Para bien o para mal, eres mía.”

Sylvia Day (1973) escritora estadounidense

Aftershock

Javier Marías Foto
Aldous Huxley Foto
Terry Pratchett Foto

“Y ahora no es que no estuvieran pasando cosas buenas, sino únicamente que las malas se habían parado.”

Terry Pratchett (1948–2015) escritor británico de fantasía y ciencia ficción

Regimiento Monstruoso

Bertrand Russell Foto
Bobby Fischer Foto
Haruki Murakami Foto
Allan Kardec Foto
Laurell K. Hamilton Foto
Julio Cortázar Foto
Henry Hazlitt Foto
Julio Cortázar Foto

“Cuando acabo de cortarme las uñas o lavarme la cabeza, o simplemente ahora que, mientras escribo, oigo un gorgoteo en mi estómago,
me vuelve la sensación de que mi cuerpo se ha quedado atrás de mí (no reincido en dualismos pero distingo entre yo y mis uñas)
y que el cuerpo empieza a andarnos mal, que nos falta o nos sobra (depende).
De otro modo: nos mereceríamos ya una máquina mejor. El psicoanálisis muestra cómo la contemplación del cuerpo crea complejos tempranos. (Y Sartre, que en el hecho de que la mujer esté "agujereada" ve implicaciones existenciales que comprometen toda su vida.) Duele pensar que vamos delante de este cuerpo, pero que la delantera es ya error y rémora y probable inutilidad, porque estas uñas, este ombligo,
quiero decir otra cosa, casi inasible: que el "alma" (mi yo-no-uñas) es el alma de un cuerpo que no existe. El alma empujó quizá al hombre en su evolución corporal, pero está cansada de tironear y sigue sola adelante. Apenas da dos pasos
se rompe el alma ay porque su verdadero cuerpo no existe y la deja caer plaf.
La pobre se vuelve a casa, etc., pero esto no es lo que yo. En fin.

Larga charla con Traveler sobre la locura. Hablando de los sueños, nos dimos cuenta casi al mismo tiempo que ciertas estructuras soñadas serían formas corrientes de locura a poco que continuaran en la vigilia. Soñando nos es dado ejercitar gratis nuestra aptitud para la locura. Sospechamos al mismo tiempo que toda locura es un sueño que se fija.
Sabiduría del pueblo: "Es un pobre loco, un soñador…”

Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
Ayn Rand Foto
Haruki Murakami Foto

“Entre nosotros siempre existió algo así como un botón mal abrochado.”

Haruki Murakami (1949) escritor y traductor japonés

Hombres sin mujeres

Isabel Allende Foto
Donna Tartt Foto
Arturo Uslar Pietri Foto

“Del mismo tamaño de su capacidad para denunciar los males es su incapacidad para resolverlos seriamente.”

Arturo Uslar Pietri (1906–2001) escritor y político venezolano

Golpe y Estado en Venezuela

Carlos Ruiz Zafón Foto
Mario Vargas Llosa Foto
Julio Cortázar Foto
Libba Bray Foto
Idries Shah Foto
Amélie Nothomb Foto
Patrick Rothfuss Foto
J.C. Ryle Foto
Cicerón Foto

“Porque los que luchan contra el mal son los soldados de D•os.”

Cicerón (-106–-43 a.C.) jurista, político, filósofo, escritor y orador romano
Carlos Ruiz Zafón Foto
Deepak Chopra Foto
Alejandro Jodorowsky Foto
Allan Kardec Foto
Friedrich Nietzsche Foto
Eduardo Sacheri Foto
Roberto Bolaño Foto
Deepak Chopra Foto
Haruki Murakami Foto
David Foster Wallace Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Jane Austen Foto
Immanuel Kant Foto
J.C. Ryle Foto
Erica Jong Foto
Paulo Coelho Foto
Ayn Rand Foto
Deepak Chopra Foto
Mario Vargas Llosa Foto
Haruki Murakami Foto
Roberto Alifano Foto
Walter Isaacson Foto

“visionario pasó a ser un alucinado, lo que lo convirtió en un caso práctico de mal liderazgo.”

Los innovadores: Los genios que inventaron el futuro

Lev Grossman Foto
Terry Pratchett Foto
Aldous Huxley Foto
Charles Baudelaire Foto
Xavier Velasco Foto
Stephen King Foto

“Cuando llega la hora de la verdad, en realidad sólo existen dos tipos de hombres en el mundo —dijo Andy, protegiendo una cerilla con ambas manos ahuecadas y encendiendo un cigarrillo—. Supongamos, Red, que hubiera una casa llena de pinturas y esculturas extrañas y de bellos objetos antiguos. Y supongamos que el propietario de la casa se enterara de que un huracán espantoso avanzaba precisamente en aquella dirección. Uno de los dos tipos de hombres a que me refiero, sencillamente espera que suceda lo mejor. El huracán puede cambiar de curso, se dice a sí mismo. Ningún huracán bien pensante se atrevería jamás a destruir todos esos Rembrandts, mis dos caballos de Degas, mis Grant Wood y mis Benton. Además, Dios no lo permitiría. Y si de todos modos ocurriera lo peor, están asegurados. Ése es un tipo de hombre. El otro sencillamente supone que el huracán arrasará la casa sin más. Si el centro meteorológico anuncia que el huracán ha cambiado de curso, este individuo cree que volverá a cambiar para arrasar su casa. Este segundo tipo de individuo sabe que no existe mal alguno en esperar lo mejor, siempre que estés preparado para lo peor.
Yo también encendí un cigarrillo.
—¿Me estás diciendo que estás preparado para la eventualidad?
—Sí. Estoy preparado para el huracán.”

Stephen King (1947) escritor, novelista, columnista, productor cinematográfico y director estadounidense

Rita Hayworth and Shawshank Redemption: A Story from Different Seasons

Philip K. Dick Foto
Nicolás Maquiavelo Foto
Octavio Paz Foto
Julia Navarro Foto
Haruki Murakami Foto
Victor Hugo Foto

“La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.

Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.

Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.”

Les Misérables

Sarah Dessen Foto
Italo Calvino Foto
Gabriel García Márquez Foto
Donna Tartt Foto
Paulo Coelho Foto
Gabrielle Zevin Foto
Trinh Xuan Thuan Foto
Bret Easton Ellis Foto
C.J. Mahaney Foto
Stephen Chbosky Foto
Jean Jacques Rousseau Foto

“he ahí las pruebas funestas de que la mayor parte de nuestros males son obra nuestra”

Jean Jacques Rousseau (1712–1778) escritor, filósofo y músico franco-helvético definido como un ilustrado

Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombre

Jennifer Donnelly Foto