Frases sobre cuento
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“La evaluación consiste en un acto de justicia, no se trata de tomar en
cuenta y resaltar las deficiencias y errores de cada estudiante, sino
colocarles en la balanza de la equidad conjuntamente con las fortalezas y aspectos positivos para lograr reafirmar su autoestima y confianza en sí mismo.”

Fuente: Citado en:

https://sites.google.com/site/artistasdeoro/home/evaluacion

https://sites.google.com/site/disciplinaenelaulaa/conclusion

https://www.buenastareas.com/ensayos/Ensayo/2688896.html

http://evaluemosprocesos.blogspot.com/2012/01/evaluacion-de-proceso.html

http://r31castillo.blogspot.com/2011/01/reflexiones-varioas-sobre-la-etica-en.html

https://es.slideshare.net/sauryx/informe-de-la-observacin

http://wordpress.colegio-alameda.com/edfisicaprimaria/2014/02/06/evaluacion-y-trabajo-en-equipo/

http://201.159.222.99/bitstream/datos/3392/1/09322.pdf


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“A fin de cuentas, todo es un chiste.”

Charlie Chaplin (1889–1977) Actor, cómico, compositor, productor, director y escritor del Reino Unido

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“La ignorancia reina entre los mortales y multitud de palabras, pero el momento oportuno dará cuenta de ellas.”

Cleóbulo de Lindos poeta, tirano y uno de los Siete Sabios de Grecia

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“La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota.”

Gonzalo Torrente Ballester (1910–1999) escritor español (1910-1999)

Variante: La peor soledad que hay es darse cuenta de que la gente es idiota
Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 556.

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“Lo que más me preocupó en la cuestión del parlamentarismo fue la notoria falta de un elemento responsable. Por funestas que pudieran ser las consecuencias de una ley sancionada por el Parlamento, nadie lleva la responsabilidad ni a nadie le es posible exigirle cuentas. ¿O es que puede llamarse asumir responsabilidad el hecho de que después de un fiasco sin precedentes dimita el gobierno culpable, o cambie la coalición existente, o, por último, se disuelva el Parlamento? ¿Puede acaso hacerse responsable a una vacilante mayoría? ¿No es cierto que la idea de responsabilidad presupone la idea de la personalidad? ¿Puede prácticamente hacerse responsable al dirigente de un gobierno por hechos cuya gestión y ejecución obedecen exclusivamente a la voluntad y al arbitrio de una pluralidad de individuos? ¿O es que la misión del gobernante - en lugar de radicar en la concepción de ideas constructivas y planes- consiste más bien en la habilidad con que éste se empeñe en hacer comprensible a un hato de borregos lo genial de sus proyectos, para después tener que mendigar de ellos mismos una bondadosa aprobación? ¿Cabe en el criterio del hombre de Estado poseer en el mismo grado el arte de la persuasión, por un lado, y por otro la perspicacia política necesaria para adoptar directivas o tomar grandes decisiones? ¿Prueba acaso la incapacidad de un Führer el solo hecho de no haber podido ganar en favor de una determinada idea el voto de mayoría de un conglomerado resultante de manejos más o menos honestos? ¿Fue acaso alguna vez capaz ese conglomerado de comprender una idea, antes de que el éxito obtenido por la misma revelara la grandiosidad de ella? ¿No es en este mundo toda acción genial una palpable protesta del genio contra la indolencia de la masa? ¿Qué debe hacer el gobernante que no logra granjearse el favor de aquel conglomerado para la consecución de sus planes? ¿Deberá sobornar? ¿O bien, tomando en cuenta la estulticia de sus conciudadanos, tendrá que renunciar a la realización de medidas reconocidas como vitales, dejando el gobierno, o quedarse en él a pesar de todo? ¿No es cierto que en un caso tal el hombre de verdadero carácter se coloca frente a un conflicto insoluble entre su comprensión de la necesidad y su rectitud de criterio o, mejor dicho, su honradez? ¿Dónde acaba aquí el límite entre la noción del deber para la colectividad y la noción del deber para la propia dignidad personal? ¿No debe todo Führer de verdad rehusar que de ese modo se le degrade a la categoría de traficante político? ¿O es que, inversamente, todo traficante deberá sentirse predestinado a "especular" en política, puesto que la suprema responsabilidad jamás pesará sobre él, sino sobre un anónimo e inaprensible conglomerado de gentes? Sobre todo, ¿no conducirá el principio de la mayoría parlamentaria a la demolición de la Idea-Führer? Pero, ¿es que aún cabe admitir que el progreso del mundo se debe a la mentalidad de las mayorías y no al cerebro de unos cuantos? ¿O es que se cree que tal vez en el futuro se podría prescindir de esta condición previa, inherente a la cultura humana? ¿No parece, por el contrario, que ella es hoy más necesaria que nunca?”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Mi Lucha

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“La Historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos mortales. O quizás no, y es sólo que el amor de la carne no aflora a esa versión oficial de la historia que termina siendo la propia Historia, con una mayúscula severa, rigurosa, perfectamente equilibrada entre los ángulos rectos de todas sus esquinas, que apenas condesciende a contemplar los amores del espíritu, más elevados, sí, pero también mucho más pálidos, y por eso menos decisivos. Las barras de carmín no afloran a las páginas de los libros. Los profesores no las tienen en cuenta mientras combinan factores económicos, ideológicos, sociales, para delimitar marcos interdisciplinares y exactos, que carecen de casillas en las que clasificar un estremecimiento, una premonición, el grito silencioso de dos miradas que se cruzan, la piel erizada y la casualidad inconcebible de un encuentro que parece casual, a pesar de haber sido milimétricamente planeado en una o muchas noches en blanco. En los libros de Historia no caben unos ojos abiertos en la oscuridad, un cielo delimitado por las cuatro esquinas del techo de un dormitorio, ni el deseo cocinándose poco a poco, desbordando los márgenes de una fantasía agradable, una travesura intrascendente, una divertida inconveniencia, hasta llegar a hervir en la espesura metálica del plomo derretido, un líquido pesado que seca la boca, y arrasa la garganta, y comprime el estómago, y expande por fin las llamas de su imperio para encender una hoguera hasta en la última célula de un pobre cuerpo humano, mortal, desprevenido. Los amores del espíritu son más elevados, pero no aguantan ese tirón. Nada, nadie lo aguanta.”

Inés y la alegría

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“Aquello que de ordinario denominamos "opinión pública" se basa sólo mínimamente en la experiencia personal del individuo y en sus conocimientos; depende más bien casi en su totalidad de la idea que el individuo se hace de las cosas a través de la llamada "información pública", que es persistente y tenaz. Del mismo modo que el credo religioso resulta de la educación, al paso que el sentimiento religioso duerme en lo más íntimo del ser, de la misma manera la opinión política de la masa es el resultado final del trabajo, a veces increíblemente arduo e intenso, de la inteligencia humana. La prensa es el factor responsable de mayor volumen en el proceso de la "educación" política, a la cual en este caso se le asigna con propiedad el nombre de propaganda; la prensa se encarga ante todo de esta labor de "información pública" y representa así una especie de escuela para adultos, sólo que esa "instrucción" no está en manos del Estado, sino bajo las garras de elementos que en parte son de muy baja ralea. Precisamente en Viena tuve en mi juventud la mejor oportunidad de conocer a fondo a los propietarios y fabricantes espirituales de esa máquina de educación colectiva. En un principio debí sorprenderme al darme cuenta del tiempo relativamente corto en que este pernicioso poder era capaz de crear un determinado ambiente de opinión, y esto incluso tratándose de casos de una mixtificación completa de las aspiraciones y tendencias que, a no dudar, existían en el sentir de la comunidad. En el transcurso de pocos días, esa prensa sabía hacer de un motivo insignificante una cuestión de Estado notable e, inversamente, en igual tiempo, relegar al olvido general problemas vitales o, más simplemente, sustraerlos a la memoria de las masas.”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Mi Lucha

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“También el hombre que haya llegado a los 30 años tendrá aún mucho que aprender en el curso de su vida, pero esto únicamente a manera de una complementación dentro del marco determinado por la concepción ideológica adoptada en principio. Los nuevos conocimientos que adquiera no significarán una innovación de lo ya aprendido, sino más bien un proceso de acrecentamiento de su saber, de tal modo que sus adeptos jamás tendrán la decepcionante impresión de haber sido mal orientados; por el contrario, el visible desarrollo de la personalidad del Jefe provocará complacencia en la convicción de que el perfeccionamiento de éste refluye en favor de la propia doctrina. Ante sus ojos, esto constituye una prueba de la certeza del criterio hasta aquel momento sostenido. Un Jefe que se vea obligado a abandonar la plataforma de su ideología general por haberse dado cuenta que ésta era falsa, obrará honradamente sólo cuando, reconociendo lo erróneo de su criterio, se halle dispuesto a asumir todas las consecuencias. En tal caso deberá por lo menos renunciar a toda actuación política ulterior, pues, habiendo errado ya una vez en puntos de vista fundamentales, está expuesto por una segunda vez al mismo peligro. De todos modos ha perdido ya el derecho de recurrir, y menos aun de exigir la confianza de sus conciudadanos. El grado de corrupción de la plebe, que por ahora se siente habilitada para "hacer" política, evidencia cuán rara vez se sabe responder en los tiempos actuales a una prueba tal de decoro personal.”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

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“¡Ese día me di cuenta de lo solas que estamos las mujeres en el mundo!”

Chronicle of a Death Foretold
Variante: día me di cuenta —me dijo— de lo solas que estamos las mujeres en el mundo!»

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“Y mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos”

Rayuela
Variante: ..."Y mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos"...

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“No existe lucro ni provecho sino a costa de otro; de modo que en buena cuenta habría que condenar toda clase de ganancias.”

Michel De Montaigne (1533–1592) biografía, filósofo y político francés del Renacimiento

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“A algunos se les considera grandes porque también se cuenta el pedestal.”

Lucio Anneo Seneca (-4–65 a.C.) filósofo, político, orador y escritor romano

Fuente: [Bolinches], Antoni. Diez maestros y un aprendiz: Aforismos para la superación personal. Penguin Random House Grupo Editorial España, 2011. ISBN 9788499894515.

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“De qué sirve una casa si no se cuenta con un planeta tolerable donde situarla.”

Henry David Thoreau (1817–1862) escritor, poeta y filósofo estadounidense

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“Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.”

Jorge Luis Borges (1899–1986) escritor argentino

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“No todo lo que puede ser contado cuenta, y no todo lo que cuenta puede ser contado.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad
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“Claro que creo en la censura, después de todo, he hecho una fortuna a su cuenta.”

Mae West (1893–1980) actriz estadounidense

Fuente: Ana Riera: Mujeres que nacieron diferentes https://books.google.es/books?id=rO54DwAAQBAJ&pg=PT148&dq=Creo+en+la+censura,+despu%C3%A9s+de+todo,+he+hecho+una+fortuna+a+su+cuenta&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwijqen3wI_lAhVPA2MBHRz4DI0QuwUILzAA#v=onepage&q=Creo%20en%20la%20censura%2C%20despu%C3%A9s%20de%20todo%2C%20he%20hecho%20una%20fortuna%20a%20su%20cuenta&f=false. Ed. Ma Non Troppo, 2016. ISBN 9788494596186.

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“La amistad es una cantina a cuenta de dulzura sobre los rigores de la vida.”

Stendhal (1783–1842) escritor francés

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“El día que el hombre se diese cuenta de sus profundas equivocaciones, habría terminado el progreso de la ciencia.”

Marie Curie (1867–1934) Química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa

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“Cuenta un sabio de hoy que una estrella fugaz en el cielo azul tapaba al astro lunar”

Amaia Montero (1976) Cantautora española

Pablo Benegas, "La Estrella y la Luna"
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“Me doy cuenta lo poco que me interesa la gente, y sin embargo, tengo amigos, mujeres, mi pequeña historia de hombre.”

Gonzalo Arango (1931–1976) poeta, periodista y filósofo colombiano

Fuente: Vallejo Mejía, Mary Luz. La crónica en Colombia: medio siglo de oro. Volumen 28 de Biblioteca familiar de la Presidencia de la República. Editorial Presidencia de la República, 1997. ISBN 9789581801633. p. 376.
Fuente: Un girasol para mi muerte, Bogotá 27 de septiembre de 1965.

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“Por lo general, son caras ante las que pasamos sin darnos cuenta.”

Through the Looking-Glass, and What Alice Found There

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“Mañana, y mañana, y mañana se arrastra con paso mezquino día tras día hasta la sílaba final del tiempo escrito, y la luz de todo nuestro ayer guió a los bobos hacia el polvo de la muerte. ¡Apágate, apágate breve llama! La vida es una sombra que camina, un pobre actor que en escena se arrebata y contonea y nunca más se le oye. Es un cuento que cuenta un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada.”

Macbeth
Variante: Mañana y mañana y mañana se arrastra con paso mezquino día tras día hasta la sílaba final del tiempo escrito. La luz de nuestro ayer guió a los necios hacia el polvo de la muerte. ¡Apágate, apágate breve llama! La vida es una sombra que camina, un pobre actor que en escena se arrebata y contonea y a quien nunca más se oye. La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y furia, y que nada significa.

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“No puedes sólo sentarte y poner la vida de todos por encima de la tuya y pensar que eso cuenta como amor. Simplemente no puedes. Tienes que hacer algo.”

The Perks of Being a Wallflower
Variante: No puedes sólo sentarte y poner la vida de todos por encima de la tuya y pensar que eso cuenta como amor.

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